Brasil. Volkswagen, cómplice de la dictadura, huye del pasado

Bra­sil. Volks­wa­gen, cóm­pli­ce de la dic­ta­du­ra, huye del pasado

Por Chris­tian Rus­sau. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de junio de 2020. 

Ale­gan­do pér­di­das debi­do a la pan­de­mia, la com­pa­ñía está aban­do­nan­do las nego­cia­cio­nes para com­pen­sar a los ex emplea­dos, arres­ta­dos y tor­tu­ra­dos des­pués de su pro­ba­da cola­bo­ra­ción con el ejér­ci­to y con la dic­ta­du­ra. El perió­di­co ale­mán reve­ló que la rama bra­si­le­ña temía «que se abra la caja de Pandora».

Des­de diciem­bre de 2017, la lucha por la repa­ra­ción de Volks­wa­gen Bra­sil por su cola­bo­ra­ción con los órga­nos repre­si­vos de la dic­ta­du­ra mili­tar con­ti­núa. Aho­ra Volks­wa­gen de Bra­sil ha decla­ra­do, sor­pren­den­te­men­te para todas las par­tes invo­lu­cra­das, que sus­pen­de­rá las nego­cia­cio­nes en cur­so. Volks­wa­gen do Bra­sil, en un comu­ni­ca­do ofi­cial a la Fis­ca­lía, decla­ró que se sus­pen­de­rá la par­ti­ci­pa­ción de repre­sen­tan­tes de la com­pa­ñía en las nego­cia­cio­nes. por aho­ra, ya que la com­pa­ñía sufre pér­di­das finan­cie­ras como resul­ta­do de la nue­va pan­de­mia de coronavirus.

La lucha no es solo por com­pen­sa­ción, sino tam­bién por la ver­dad, la jus­ti­cia y la memo­ria his­tó­ri­ca. Des­de fina­les de 2017, las víc­ti­mas afec­ta­das, los sin­di­ca­tos y las orga­ni­za­cio­nes de dere­chos huma­nos habían logra­do vic­to­rias cla­ras en la dispu­ta sobre la admi­sión de cul­pa y res­pon­sa­bi­li­dad y el pago futu­ro de daños por par­te de VW do Bra­sil. Pare­cía que, a pesar de la dis­tan­cia his­tó­ri­ca, final­men­te había sido posi­ble demos­trar que la com­pa­ñía ale­ma­na era res­pon­sa­ble, jun­to con las estruc­tu­ras repre­si­vas de la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña, por vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos y que una admi­sión for­mal de cul­pa, una dis­cul­pa públi­ca, se rea­li­za­ría una com­pen­sa­ción indi­vi­dual para los tra­ba­ja­do­res afec­ta­dos o sus fami­lia­res res­tan­tes, así como el pago de daños colectivos. 

En mate­ria de repa­ra­ción colec­ti­va, se han hecho varias pro­pues­tas des­de diciem­bre de 2017. Las prin­ci­pa­les son las que pro­vie­nen de gru­pos de dere­chos huma­nos que exi­gen finan­cia­ción para la crea­ción de un gran museo de la memo­ria y un fon­do para futu­ras inves­ti­ga­cio­nes sobre la cola­bo­ra­ción de otras empre­sas bra­si­le­ñas. y mul­ti­na­cio­na­les con los órga­nos de la dic­ta­du­ra mili­tar. Las nego­cia­cio­nes comen­za­ron bajo la super­vi­sión del Minis­te­rio Públi­co. Por un lado, están invo­lu­cra­das ins­ti­tu­cio­nes y per­so­na­li­da­des que, el 22 de sep­tiem­bre de 2015, bajo el lide­raz­go del Foro de Tra­ba­ja­do­res por la Ver­dad, Jus­ti­cia y Repa­ra­ción, pre­sen­ta­ron una que­ja ante el Minis­te­rio Públi­co: tra­ba­ja­do­res que fue­ron entre­ga­dos por VW do Bra­sil a las Fuer­zas repre­si­vas de la dic­ta­du­ra mili­tar o que fue­ron dis­cri­mi­na­das y per­se­gui­das en el tra­ba­jo debi­do a sus opi­nio­nes polí­ti­cas. El aho­ra reti­ro uni­la­te­ral decla­ra­do de Volks­wa­gen del pro­ce­so de nego­cia­ción es otro escán­da­lo que Volks­wa­gen do Bra­sil está empren­dien­do en la lucha por el reco­no­ci­mien­to y la res­pon­sa­bi­li­dad que ha esta­do laten­te duran­te años.

Des­de fina­les de 2015, el Minis­te­rio Públi­co Fede­ral ha esta­do inves­ti­gan­do la cola­bo­ra­ción de Volks­wa­gen de Bra­sil con los órga­nos repre­si­vos de la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña median­te la Inves­ti­ga­ción Civil Públi­ca (IC 1.34.001.006706/2015 – 26 – MPF). El 22 de sep­tiem­bre de 2015, el Foro de Tra­ba­ja­do­res por la Ver­dad, Jus­ti­cia y Repa­ra­ción pre­sen­tó una que­ja con­tra Volks­wa­gen de Bra­sil ante el Minis­te­rio Públi­co Fede­ral en São Pau­lo. Con esta denun­cia, la alian­za, for­ma­da por los afec­ta­dos, sin­di­ca­lis­tas, abo­ga­dos, movi­mien­tos socia­les y gru­pos de dere­chos huma­nos, que­ría ini­ciar inves­ti­ga­cio­nes para acla­rar toda la par­ti­ci­pa­ción de empre­sa auto­mo­vi­lís­ti­ca en las estruc­tu­ras repre­si­vas de la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña. La acu­sa­ción se basa en decla­ra­cio­nes hechas por tes­ti­gos cla­ve y víc­ti­mas de tor­tu­ra como Lúcio Bellen­ta­ni y otros ante las diver­sas Comi­sio­nes de la Ver­dad, así como en varios docu­men­tos ubi­ca­dos en archi­vos de la poli­cía polí­ti­ca para pro­bar la cola­bo­ra­ción de VW con las auto­ri­da­des represivas.

A fina­les de 2017, se pre­sen­ta­ron dos estu­dios his­tó­ri­cos. Uno fue escri­to por el his­to­ria­dor de la Uni­ver­si­dad de Bie­le­fel (Ale­ma­nia), Chris­topher Kop­per. La inves­ti­ga­ción fue encar­ga­da por el enton­ces miem­bro de la jun­ta de VW, la Sra. Chris­ti­ne Hoh­mann-Dennhardt y fue publi­ca­da en São Ber­nar­do do Cam­po en diciem­bre de 2017. La otra es del ex jefe de poli­cía Gua­racy Min­gar­di, quien lo pre­pa­ró como exper­to ofi­cial de la Fis­ca­lía Fede­ral, publi­ca­da poco antes del infor­me de Kopper.

El infor­me Min­gar­di con­fir­mó que el com­por­ta­mien­to de los emplea­dos de la com­pa­ñía Volks­wa­gen «impli­có no solo la cola­bo­ra­ción a tra­vés del inter­cam­bio de infor­ma­ción, sino tam­bién la repre­sión acti­va de la com­pa­ñía con­tra los emplea­dos». Las decla­ra­cio­nes de los ex emplea­dos de VW, Lúcio Bellen­ta­ni y Hein­rich Plag­ge, que afir­ma­ron haber sido secues­tra­dos en el lugar de tra­ba­jo en pre­sen­cia de las fuer­zas de segu­ri­dad de la com­pa­ñía por agen­tes de la poli­cía polí­ti­ca y lle­va­dos des­de allí al cen­tro de tor­tu­ra del DOPS, se men­cio­nan explí­ci­ta­men­te por la inves­ti­ga­ción de Mingardi.

Min­gar­di tam­bién con­fir­mó el tes­ti­mo­nio de Hein­rich Plag­ge. Había dado su tes­ti­mo­nio a los fis­ca­les a media­dos de 2017. El 8 de agos­to de 1972, fue lla­ma­do a la ofi­ci­na del geren­te de VW do Bra­sil, Ruy Luiz Gio­met­ti, alre­de­dor de las 2 p.m., don­de, ade­más de Gio­met­ti, dos per­so­nas des­co­no­ci­das espe­ra­ron para arres­tar­lo. Plag­ge fue secues­tra­do y lle­va­do a DOPS, don­de fue tor­tu­ra­do duran­te 30 días. Lue­go fue tras­la­da­do a una pri­sión, des­de don­de sería libe­ra­do el 6 de diciem­bre, unos cua­tro meses des­pués de su secues­tro. El 22 de diciem­bre de 1972, 16 días des­pués de su libe­ra­ción, reci­bió un avi­so de des­pi­do de Volkswagen.

El Infor­me Kop­per, a su vez, tam­bién con­fir­mó la cola­bo­ra­ción de VW do Bra­sil con las agen­cias policiales:

«En 1969, comen­zó la cola­bo­ra­ción entre la segu­ri­dad indus­trial y la poli­cía polí­ti­ca del gobierno (DEOPS), que solo ter­mi­nó en 1979. Esta cola­bo­ra­ción tuvo lugar espe­cial­men­te a tra­vés del jefe del depar­ta­men­to de segu­ri­dad indus­trial Ade­mar Rud­ge, quien debi­do a su car­go ante­rior Como ofi­cial de las fuer­zas arma­das, se sen­tía par­ti­cu­lar­men­te com­pro­me­ti­do con las agen­cias de segu­ri­dad. Actuó por ini­cia­ti­va pro­pia, pero con el cono­ci­mien­to táci­to de la jun­ta. Como no exis­tía la obli­ga­ción legal de infor­mar sobre las expre­sio­nes de opi­nión de la opo­si­ción, el jefe de segu­ri­dad indus­trial, al moni­to­rear y denun­ciar las acti­vi­da­des de per­so­nal de la opo­si­ción, actuó bajo su pro­pia res­pon­sa­bi­li­dad y con una leal­tad natu­ral al gobierno militar.

Aun­que no es posi­ble deter­mi­nar exac­ta­men­te el gra­do de par­ti­ci­pa­ción de la segu­ri­dad indus­trial en el des­cu­bri­mien­to y arres­to de un gru­po comu­nis­ta ile­gal, una acti­tud menos coope­ra­ti­va de segu­ri­dad indus­trial podría al menos haber pos­pues­to y posi­ble­men­te evi­ta­do los arres­tos. La segu­ri­dad indus­trial super­vi­só las acti­vi­da­des de opo­si­ción de los emplea­dos y faci­li­tó el arres­to de al menos sie­te emplea­dos mas­cu­li­nos y feme­ni­nos con su infor­me. Esto ocu­rrió en un momen­to en que la prác­ti­ca de la tor­tu­ra por par­te de la poli­cía polí­ti­ca ya era de cono­ci­mien­to públi­co en Ale­ma­nia y Brasil».

Es nota­ble cómo Volks­wa­gen mane­jó las con­clu­sio­nes del Infor­me Kop­per en el comu­ni­ca­do de pren­sa emi­ti­do por el Gru­po Ale­mán en varios idio­mas al momen­to de su publi­ca­ción. En él, Volks­wa­gen decla­ró que «había coope­ra­ción entre los miem­bros indi­vi­dua­les del equi­po de segu­ri­dad en la fábri­ca de Volks­wa­gen do Bra­sil y la Poli­cía Polí­ti­ca (DOPS) del anti­guo régi­men mili­tar». Sin embar­go, según el comu­ni­ca­do de pren­sa de Volks­wa­gen do Bra­sil, no fue posi­ble encon­trar evi­den­cia cla­ra de que la coope­ra­ción se basa­ra en accio­nes ins­ti­tu­cio­na­les de la compañía.

Enton­ces, ¿solo casos de «miem­bros indi­vi­dua­les del equi­po de segu­ri­dad de fábri­ca de Volks­wa­gen do Bra­sil»? Sin embar­go, Chris­topher Kop­per escri­bió cla­ra e ine­quí­vo­ca­men­te en su infor­me: el jefe de segu­ri­dad de la plan­ta, Adhe­mar Rud­ge, actuó «actuó por ini­cia­ti­va pro­pia, pero con el cono­ci­mien­to táci­to de la jun­ta». Esto no sue­na como un acto ais­la­do para algu­nas per­so­nas. Si la jun­ta de VW do Bra­sil, que esta­ba auto­ri­za­da para emi­tir ins­truc­cio­nes, lo sabía, y si, como escri­be Chris­topher Kop­per, «la prác­ti­ca de la tor­tu­ra por par­te de la poli­cía polí­ti­ca ya era de cono­ci­mien­to públi­co en Ale­ma­nia y Bra­sil», enton­ces la jun­ta de En ese momen­to, la com­pa­ñía, cons­cien­te y con apro­ba­ción, acep­tó que su ser­vi­cio de segu­ri­dad de fábri­ca, que esta­ba suje­to a las ins­truc­cio­nes de la jun­ta direc­ti­va de la com­pa­ñía, entre­ga­ba a las per­so­nas a tor­tu­ras. Si eso no es ayu­da y estí­mu­lo para la tor­tu­ra, ¿qué es?

Pero la situa­ción es aún peor para la admi­nis­tra­ción de VW do Bra­sil. Chris­topher Kop­per decla­ró: «VW do Bra­sil fue irres­tric­ta­men­te leal al gobierno mili­tar y com­par­tió sus obje­ti­vos de polí­ti­ca eco­nó­mi­ca y nacio­nal». Pero eso no fue todo, como lo mues­tra el infor­me del espe­cia­lis­ta del Minis­te­rio Públi­co Fede­ral de Bra­sil. Gua­racy Min­gar­di cita un docu­men­to de los archi­vos del ser­vi­cio de inte­li­gen­cia nacio­nal de la dic­ta­du­ra mili­tar, el SNI. Es un télex de fecha 9/​11/​1975, que fue emi­ti­do por el Minis­te­rio de Tra­ba­jo y Segu­ri­dad Social. El con­te­ni­do: Adhe­mar Rud­ge, jefe de segu­ri­dad de la plan­ta de VW, expli­ca en él el pro­ce­di­mien­to para crear y trans­mi­tir datos a las agen­cias de ser­vi­cios secre­tos: «que los datos cono­ci­dos se pre­sen­ta­ron así al Direc­tor Eje­cu­ti­vo por­que, ade­más de apo­yar la con­duc­ta de ope­ra­cio­nes de infor­ma­ción, el Pre­si­den­te es res­pon­sa­ble de libe­rar otro apo­yo, de for­ma per­ma­nen­te, que se pro­por­cio­na a la OI de São Pau­lo; el Direc­tor Eje­cu­ti­vo, Sr. Wolf­gang Sauer, que desea obte­ner más infor­ma­ción sobre la situa­ción e inter­pre­tar­la con el ase­sor legal, dr. Jacy Men­do­nça, abo­ga­do de la empre­sa, soli­ci­tó esa infor­ma­ción al jefe de seguridad (…) ”.

El espe­cia­lis­ta Gua­racy Min­gar­di con­clu­yó: “Está cla­ro que el sec­tor de segu­ri­dad de Volks­wa­gen esta­ba en sin­to­nía con el SNI; y prin­ci­pal­men­te que el CEO de la com­pa­ñía aún tenía cono­ci­mien­to de las acti­vi­da­des, quien ten­dría la posi­bi­li­dad de lan­zar «otro sopor­te» a los medios «. Esto pare­ce mucho más que la tesis de VW en el comu­ni­ca­do de pren­sa sobre casos de «miem­bros indi­vi­dua­les de la segu­ri­dad de la plan­ta de Volks­wa­gen do Brasil».

La pre­gun­ta per­ti­nen­te, «¿cuán­to sabían los geren­tes de la com­pa­ñía, qué res­pon­sa­bi­li­da­des tenía el lide­raz­go de la com­pa­ñía?», Pare­ce estar apun­tan­do inevi­ta­ble­men­te en esa direc­ción: la alta geren­cia de VW do Bra­sil sabía cómo actua­ba el per­so­nal de segu­ri­dad de la fábri­ca bajo su direc­ción y que la infor­ma­ción fue trans­mi­ti­da a los órga­nos repre­si­vos de la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña. Y pro­ba­ble­men­te aún más: el jefe de VW do Bra­sil, Wolf­gang Sauer, orde­nó que la infor­ma­ción com­pi­la­da por Rud­ge pri­me­ro pasa­ra por su escri­to­rio para su apro­ba­ción antes de ser trans­mi­ti­da a los agen­tes de la represión. 

Como escri­be Chris­topher Kop­per, todo esto ocu­rrió en un momen­to en que «la prác­ti­ca de la tor­tu­ra por par­te de la poli­cía polí­ti­ca ya era de cono­ci­mien­to públi­co en Ale­ma­nia y Bra­sil». Enton­ces, la pre­gun­ta sigue sien­do: ¿cómo pue­de todo esto no ser inter­pre­ta­do como una ayu­da deli­be­ra­da y cola­bo­ra­ti­va a la tor­tu­ra por par­te de la geren­cia de Volks­wa­gen do Bra­sil? Nadie en su sano jui­cio pue­de tomar en serio el argu­men­to de que solo fue­ron casos indi­vi­dua­les de algu­nos miem­bros del equi­po de segu­ri­dad de Volks­wa­gen. El pre­de­ce­sor de Sauer tam­bién era ple­na­men­te cons­cien­te de la prác­ti­ca de la tor­tu­ra en Bra­sil en ese momen­to. El 16 de febre­ro de 1973, el perio­dis­ta Man­fred von Con­ta citó, en un artícu­lo al impor­tan­te perió­di­co ale­mán Süd­deuts­che Zei­tung, el enton­ces jefe de VW do Bra­sil, Wer­ner Paul Schmidt:

«Por supues­to», dice entre dos sor­bos de jugo de toma­te, «la poli­cía y los mili­ta­res tor­tu­ran a los pri­sio­ne­ros para obte­ner infor­ma­ción impor­tan­te», «por supues­to, el sub­ver­si­vo polí­ti­co a menu­do ni siquie­ra va a la cor­te, por­que le dis­pa­ran inme­dia­ta­men­te. Pero el perio­dis­mo (ale­mán) debe­ría incluir obje­ti­va­men­te en los infor­mes el hecho de que, sin dure­za, las cosas sim­ple­men­te no con­ti­núan. Y hoy, siguen ade­lan­te ”. (16 de febre­ro de 1973, en el Süd­deuts­che Zeitung)

La tesis de la «acción indi­vi­dual», defen­di­da por VW de Bra­sil, y la exclu­sión de la corres­pon­sa­bi­li­dad de la ges­tión de la empre­sa por su cola­bo­ra­ción acti­va con la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña es una far­sa. Pero a pesar de este len­gua­je ele­gi­do, que absol­vió en gran medi­da a la empre­sa de su res­pon­sa­bi­li­dad his­tó­ri­ca, VW, como resul­ta­do de la pre­sión públi­ca, acor­dó par­ti­ci­par en las nego­cia­cio­nes para el pago de daños, media­do por el Minis­te­rio Públi­co. En diciem­bre de 2017, Han­dels­blatt, el perió­di­co eco­nó­mi­co ale­mán, infor­mó que la sede del Gru­po VW en Wolfs­burg que­ría hacer pagos de com­pen­sa­ción. “En el lado ale­mán, exis­te un amplio con­sen­so de que el dine­ro (por daños y per­jui­cios) debe pagar­se. Volks­wa­gen que­ría crear un nue­vo fon­do para víc­ti­mas para este pro­pó­si­to, des­de el cual se ali­men­ta­rían los pagos de com­pen­sa­ción. Sin embar­go, la idea de Ale­ma­nia no reci­bió mucha apro­ba­ción de los cole­gas sud­ame­ri­ca­nos de la filial. Advir­tie­ron fuer­te­men­te con­tra el pago de daños. «Esto será ili­mi­ta­do, Volks­wa­gen está hacien­do un gran pro­ble­ma al res­pec­to», infor­mó la admi­nis­tra­ción bra­si­le­ña a la sede de Wolfs­burg [advir­tien­do que no abra la caja de Pan­do­ra]. Las con­se­cuen­cias finan­cie­ras serían incal­cu­la­bles. Al final, pre­va­le­cie­ron los sud­ame­ri­ca­nos [léa­se: VW do Bra­sil], por lo que no habrá fon­do de compensación ”.

Aho­ra, con la reti­ra­da uni­la­te­ral anun­cia­da de las nego­cia­cio­nes de indem­ni­za­ción, ¿la direc­ción de la sucur­sal de VW en São Pau­lo ha reafir­ma­do su acti­tud de blo­queo con­tra las direc­tri­ces de Wolfsburg?

Cuan­to más tiem­po pase, menos posi­bi­li­da­des hay de que las últi­mas per­so­nas afec­ta­das vivan lo sufi­cien­te como para ver la repa­ra­ción. Los dos tes­ti­gos y víc­ti­mas más impor­tan­tes de la cola­bo­ra­ción de Volks­wa­gen do Bra­sil con la dic­ta­du­ra mili­tar bra­si­le­ña han falle­ci­do. Hein­rich Plag­ge murió el 6 de mar­zo de 2018. Un año des­pués, el 19 de junio de 2019, murió Lúcio Bellen­ta­ni. Déca­das igno­ran­do, negan­do y aho­ra un nue­vo revés: VW do Bra­sil, una vez más, va más allá de lo aceptable.

* Fuen­te: Outras Palavras

Artícu­lo publi­ca­do ori­gi­nal­men­te en el blog del perió­di­co Die Tages­zei­tung, el 22/​06/​2020)

Itu­rria /​Fuen­te

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