Los campesinos cubanos celebran este
jueves el aniversario 61 de la creación del Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA), inmersos en los esfuerzos por incrementar,
diversificar la producción y alcanzar la soberanía alimentaria de la
nación.
La fundación del INRA por el Comandante en Jefe, Fidel Castro, en
1959 permitió ejecutar las políticas económicas y sociales relacionadas
con la reforma agraria y convertir al campesinado en propietario de sus
tierras y protagonista fundamental del proyecto social iniciado en enero
de ese año.
Seis décadas después, el compromiso asumido por los trabajadores
agropecuarios adquiere una importancia estratégica para la nación
caribeña, en un contexto internacional marcado por la crisis económica
agravada por la pandemia del Covid-19, y el recrudecimiento del bloqueo
de Estados Unidos.
De ahí que Cuba insista en potenciar sus propias reservas para
producir alimentos y disminuir las importaciones de productos, por lo
que estimula la siembra de cultivos de diferentes ciclos, el
autoabastecimiento local y el máximo aprovechamiento de las tierras
estatales ociosas en usufructo.
La estrategia incluye el fomento de organopónicos y huertos intensivos, así como la agricultura urbana, suburbana y familiar.
En un reciente encuentro con los gobernadores de todas las provincias
del país y del municipio especial Isla de la Juventud, el jefe de
Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró la necesidad de prever la
siembra de cultivos resistentes a los efectos de eventos meteorológicos.
Insistió en la necesidad de potenciar esas plantaciones aprovechando
la tecnología desarrollada por el país que permite la producción por
biotecnología de semillas de probada calidad.
Subrayó, asimismo, la necesidad de dinamizar la comercialización de
los productos desde diversas variantes, con alternativas que permitan
gestionar, también nivel local directamente con los productores y llevar
los productos al mercado.
El reto está en buscar constantemente otras maneras de comercializar y
distribuir productos para que estas actividades sean más eficientes,
apuntó, al tiempo que destacó la urgencia de agilizar los trámites para
conceder las entregas de tierras solicitadas en usufructo.
Cuba destina anualmente montos millonarios para la importación de
alimentos, de ahí que la agricultura está llamada a convertirse en la
principal fuente de alimentación por lo que se estimula el desarrollo
del sector campesino y un mayor encadenamiento productivo.
Fuente: Prensa Latina (Colaboración de RC)