Por Laura V. Mor, Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba, 6 junio 2020.-
Villa Bacuranao es una de las primeras playas de Habana del Este y uno de los centros turísticos destinados por el gobierno cubano para alojar a los visitantes extranjeros que se encontraban en casas particulares de renta en Cuba al momento del cierre de fronteras hasta que pudieran regresar a su país de origen.
Fotos: Yaimi Ravelo.
La instalación de la cadena hotelera Islazul ha atendido a casi 4.000 huéspedes según comentó a Resumen Latinoamericano Modesto Hernández Miranda, Director de la Villa. El establecimiento, según nos informó, cuenta con 54 cabañas y 128 capacidades y ha reajustado sus precios debido a esta contingencia a razón de lo que los turistas solían abonar en las casas de renta. Consultado sobre aquellos turistas que podían no disponer de condiciones económicas para afrontar la prolongación de la estadía, Hernández afirmó que «Cuba ha cubierto los gastos de alojamiento de los turistas que se han quedado sin dinero y han recibido el apoyo de las Embajadas”.
Allí se encuentran alojados aún 27 turistas extranjeros (entre italianos, canadienses, chinos, rusos, coreanos y españoles) que no pudieron regresar a su país tras declarada la pandemia de Covid-19 en el mundo.
Wang Changdong por ejemplo, no pudo regresar a Argentina, país donde reside al cancelarse los vuelos. «Me siento como en casa aquí. Cuba nos ha proporcionado todo lo que necesitamos para tener una estadía placentera a pesar del virus«, comentó.
Los italianos Roberto Brundu y Giorgio Quici, por el contrario, decidieron quedarse en Cuba hasta que pase la pandemia. “Para mí ha sido una suerte estar aquí cuando apareció esta enfermedad que está causando momentos muy difíciles en todo el mundo» afirmó Roberto, notablemente emocionado. «Agradezco a las dos brigadas médicas cubanas que están luchando contra COVID-19 en Italia por su apoyo».
La Dra. Ariana Ravelo, Médica General Integral, nos comentó que si bien no han tenido ningún caso positivo a la Covid-19, dos pasajeros habían sido remitidos a las instalaciones hospitalarias para control al presentar fiebre y diarrea, pero que afortunadamente dieron negativo en los tests.
Al italiano Giorgio, quien llevaba ya 10 meses en Cuba atendiendo un proyecto de fútbol en Guanabo en el que colabora, su hijo le pidió que permaneciera en la isla “tanto como le fuera posible, pues el panorama en Italia era bien desalentador”.
“El sistema de salud pública cubano ha adoptado todas las medidas para que se mantengan sanos y seguros” comentó Ariana, al tiempo que nos explicaba que a los huéspedes se les controla la temperatura dos veces al día y que la Villa dispone de un equipo de médicos y enfermeros disponible las 24 horas para asistirlos en caso de ser necesario.
El hijo de Giorgio no se equivocaba. A pesar de no poder bañarse en las bellas playas habaneras, cada uno de los turistas ha encontrado la tranquilidad de saberse atendido y contenido, aún en un país que no es el propio.