Femi­nis­mos. “La situa­ción de las muje­res afga­nas nece­si­ta una revolución”

Por José Ángel Sán­chez Roca­mo­ra, Eleute­rio Gabón, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de junio de 2020.

Foto: Lida Mah­moo­da, con pañue­lo azul, impar­te una for­ma­ción a jóve­nes afganas

Entre­vis­ta a Lida Mah­moo­da, inte­gran­te de la orga­ni­za­ción RAWA de Afganistán

Fun­da­da en 1977, la orga­ni­za­ción RAWA ha sobre­vi­vi­do a la inva­sión rusa, a los gobier­nos tali­ba­nes y a la inva­sión esta­dou­ni­den­se. Su inte­gran­te, Lida Mah­moo­da, tra­ba­ja por los dere­chos de las muje­res des­de la clan­des­ti­ni­dad, en un Afga­nis­tán atra­ve­sa­do por el auge del Esta­do Islámico.

Lida Mah­moo­da, acti­vis­ta y femi­nis­ta afga­na, per­se­gui­da por los tali­ba­nes en su país, se encuen­tra actual­men­te en la clan­des­ti­ni­dad. Es miem­bro de RAWA, la orga­ni­za­ción defen­so­ra de dere­chos huma­nos más anti­gua de Afga­nis­tán. Una orga­ni­za­ción que tra­ba­ja por la jus­ti­cia social, la paz y en con­tra de las vio­la­cio­nes de los dere­chos huma­nos, par­ti­cu­lar­men­te de los dere­chos de las muje­res afga­nas. Fun­da­da en 1977, ha sobre­vi­vi­do a la inva­sión rusa, a los gobier­nos tali­ba­nes y a la inva­sión esta­dou­ni­den­se. Actual­men­te sigue en activo.

Afga­nis­tán es un país roto des­de que a comien­zos de siglo y tras los aten­ta­dos del 11 de sep­tiem­bre, se fija­ra en él toda la aten­ción inter­na­cio­nal en la lla­ma­da gue­rra con­tra el terro­ris­mo. Tras la inva­sión esta­dou­ni­den­se en la que miles de per­so­nas ino­cen­tes per­die­ron la vida, la gue­rra se asen­tó en el país, aun­que ya fue­ra de los focos mediá­ti­cos. EEUU ha man­te­ni­do su pre­sen­cia en Afga­nis­tán, mien­tras el enfren­ta­mien­to entre tali­ba­nes y nue­vos gru­pos yiha­dis­tas ha segui­do cobrán­do­se vidas entre la pobla­ción civil. El pasa­do mes de mar­zo, con la par­ti­ci­pa­ción de Esta­dos Uni­dos, se fir­mó un acuer­do de paz que ya ha sido vio­la­do varias veces por los talibanes.

¿Cuá­les son los intere­ses que los esta­dou­ni­den­ses han teni­do duran­te esta gue­rra inter­na?
Los intere­ses esta­dou­ni­den­ses en Afga­nis­tán son varios. Por un lado, el país tie­ne una posi­ción estra­té­gi­ca en Asia, ya que está situa­do en el cen­tro del con­ti­nen­te. A día de hoy EEUU tie­ne nue­ve bases mili­ta­res en Afga­nis­tán que por su posi­ción per­mi­ti­rían alcan­zar paí­ses como Chi­na, Rusia, India, Siria o Pakis­tán. Por otro lado, están los intere­ses eco­nó­mi­cos. Has­ta la fecha, Afga­nis­tán es el mayor pro­duc­tor de opio del mun­do, el noven­ta por cien­to del opio que se pro­du­ce en el mun­do es afgano. Apar­te de opio, el país cuen­ta con un recur­so natu­ral muy valio­so, el litio.

EEUU tie­ne nue­ve bases mili­ta­res en Afga­nis­tán que por su posi­ción per­mi­ti­rían alcan­zar paí­ses como Chi­na, Rusia, India, Siria o Pakis­tán. Ade­más, Afga­nis­tán es el mayor pro­duc­tor de opio del mundo

El papel de EE.UU. en la recons­truc­ción del país des­pués de la inva­sión y la gue­rra ha sido deter­mi­nan­te en Afga­nis­tán.
Han uti­li­za­do su poder para colo­car gobier­nos títe­res que favo­rez­can sus intere­ses. Ade­más han gene­ra­do mucha divi­sión entre la pobla­ción y nume­ro­sos con­flic­tos reli­gio­sos que antes no exis­tían. De este modo pudie­ron jus­ti­fi­car la nece­si­dad de una inter­ven­ción supues­ta­men­te demo­crá­ti­ca en la polí­ti­ca de Afganistán.

¿Podría­mos decir que esto res­pon­de a una estra­te­gia del divi­de y ven­ce­rás?
Sí, por supues­to, uno de los obje­ti­vos de EEUU era crear divi­sión. Afga­nis­tán es un país mul­ti­ét­ni­co, pro­vo­ca­ron el con­flic­to reli­gio­so entre dife­ren­tes corrien­tes del Islam que antes podían con­vi­vir sin pro­ble­mas. Esto tenía un obje­ti­vo con­cre­to, que la gen­te de Afga­nis­tán vie­se como su enemi­go a otra etnia, a otro gru­po reli­gio­so y no se die­ra cuen­ta de que el ver­da­de­ro enemi­go del país son los EE.UU.

Otro tema de con­flic­to ha sido la crea­ción de gru­pos para­mi­li­ta­res. Se tra­ta de yiha­dis­tas que antes lucha­ron con­tra la pre­sen­cia de la Unión Sovié­ti­ca y aho­ra luchan con­tra los tali­ba­nes. Com­ba­ten con arma­men­to esta­dou­ni­den­se, lo que lle­va a pen­sar que cum­plen un papel cla­ro para los intere­ses de EEUU. Este con­flic­to ha pro­vo­ca­do que muchas per­so­nas ino­cen­tes que no tenían nada que ver con los tali­ba­nes y que tam­po­co par­ti­ci­pa­ron en el con­flic­to, hayan muer­to a manos de estos gru­pos paramilitares.Además dichos gru­pos para­mi­li­ta­res pen­sa­mos que siguen el mode­lo esta­ble­ci­do en otros pai­ses por par­te de EEUU, como es el caso de Colom­bia, arman­do gru­pos cri­mi­na­les al mar­gén de la ley con el fin de pro­te­ger sus intereses.

Actual­men­te ¿qué con­trol real tie­nen sobre el país el gobierno afgano por un lado y los tali­ba­nes por otro?
Se pue­de decir que el con­trol de los tali­ba­nes está en las áreas más remo­tas del país. Aun­que la cifra ofi­cial es que están con­tro­lan­do el 10% del terri­to­rio, es evi­den­te que la cifra real es mucho más alta, por otro lado el gobierno afgano a penas tie­ne con­trol sobre el país.

El pasa­do mes de mar­zo se pre­sen­tó ante la opi­nión inter­na­cio­nal un acuer­do de paz para Afga­nis­tán ¿qué opi­nión te mere­ce este acuer­do y has­ta qué pun­to pue­de supo­ner un repar­to del con­trol del país entre el gobierno proes­ta­dou­ni­den­se y los talibanes?

En reali­dad no es un acuer­do de paz, sino efec­ti­va­men­te, un alto al fue­go entre los para­mi­li­ta­res yiha­dis­tas y los tali­ba­nes. El inte­rés prin­ci­pal de EEUU con este acuer­do ha sido reba­jar el con­flic­to con los tali­ba­nes y per­mi­tir así pro­mo­cio­nar la for­ma­ción del Esta­do Islá­mi­co que está cre­cien­do a una velo­ci­dad increí­ble den­tro del país. Pare­ce cla­ro que ya van a supe­rar en núme­ro a los tali­ba­nes y cómo este hecho for­ma par­te del jue­go que intere­sa a los EE.UU y a sus pro­pios intere­ses eco­nó­mi­cos y geos­tra­té­gi­cos en la región.

¿Cómo se ha dado este auge del Esta­do Islá­mi­co en detri­men­to de los tali­ba­nes den­tro de Afga­nis­tán?
El Esta­do Islá­mi­co está atra­yen­do a los isla­mis­tas más con­ser­va­do­res del país. Por su par­te los tali­ba­nes, a pesar de tener aho­ra su pues­to en la polí­ti­ca ofi­cial de Afga­nis­tán, creo que van a per­der poco a poco su poder, ya no son tan impor­tan­tes como el Esta­do Islá­mi­co. Esta nue­va situa­ción se pro­du­jo a raíz de que un gru­po de coman­dan­tes de los más con­ser­va­do­res entre los tali­ba­nes, se pasa­ron a las filas del Esta­do Islá­mi­co don­de fue­ron muy bien reci­bi­dos. Se creó fama de que los tali­ba­nes eran “blan­di­tos”, inca­pa­ces de con­fron­tar a los EE.UU. Hay que decir que, den­tro del mar­co inter­na­cio­nal, los tali­ba­nes son pro­pen­sos a cola­bo­rar con Chi­na y Rusia, mien­tras que el Esta­do Islá­mi­co es más cer­cano a los EE.UU.

Den­tro del mar­co inter­na­cio­nal, los tali­ba­nes son pro­pen­sos a cola­bo­rar con Chi­na y Rusia, mien­tras que el Esta­do Islá­mi­co es más cer­cano a los EE.UU

Reto­man­do el Acuer­do de Paz, ¿exis­te algu­na alu­sión a algún tipo de tri­bu­nal penal por crí­me­nes de gue­rra o res­pec­to a las vul­ne­ra­cio­nes de dere­chos huma­nos duran­te el con­flic­to?
No, en reali­dad no hay nada de esto, no se men­cio­na nin­gún tipo de jus­ti­cia o repa­ra­ción de nin­gu­na cla­se. Menos aún se habla de crí­me­nes de gue­rra o de un tri­bu­nal penal. Tam­po­co se men­cio­nan los dere­chos huma­nos. Lo úni­co que se men­cio­na es el cese del fue­go entre los para­mi­li­ta­res y los tali­ba­nes y la libe­ra­ción de los pre­sos tali­ba­nes de las cár­ce­les de Afga­nis­tán y Guantánamo.

Antes has habla­do del opio como uno de los prin­ci­pa­les intere­ses que pue­de tener Esta­dos Uni­dos en Afga­nis­tán. Cuan­do habla­mos del cul­ti­vo del opio gene­ral­men­te se pien­sa en el nar­co­trá­fi­co de heroí­na, pero el opio tam­bién pue­de des­ti­nar­se al comer­cio con mul­ti­na­cio­na­les y far­ma­céu­ti­cas que fabri­can mor­fi­na u otro tipo de medi­ca­men­tos.
En este sen­ti­do se han hecho varias inten­tos de lle­gar a acuer­dos de este tipo pero resul­ta más bene­fi­cio­so la ven­ta ile­gal de este pro­duc­to. Actual­men­te, ésta es la prin­ci­pal fuen­te de rique­za del país, lo que con­vier­te a la eco­no­mía de Afga­nis­tán, la ofi­cial, la del Esta­do, en una eco­no­mía mafiosa.

¿Cómo afec­ta a la pobla­ción del país este nego­cio de trá­fi­co y pro­duc­ción a nivel de adic­cio­nes?
Des­tru­ye muchas vidas, hay un millón de afga­nos que con­su­men opio o heroí­na, habla­mos de un por­cen­ta­je muy alto, un 10% de la pobla­ción del país. Este nego­cio tam­bién gene­ra des­igual­dad. El 54% de la pobla­ción está en una situa­ción de pro­fun­da pobre­za. El dine­ro del opio sale del país, no se que­da en la pobla­ción. Aho­ra es muy nota­ble, ya que con la situa­ción de pan­de­mia y la cua­ren­te­na, nadie pue­de reci­bir nin­gún tipo de apo­yo eco­nó­mi­co esta­tal por­que ofi­cial­men­te el gobierno no dis­po­ne del dine­ro. Todas las ganan­cias que el Esta­do obtie­ne de este nego­cio van direc­ta­men­te a las mafias, no lle­gan nun­ca a la población.

Por lo que has con­ta­do, se pue­de enten­der que los EE.UU obtie­ne bene­fi­cios con este comer­cio inter­na­cio­nal de heroí­na.
Des­pués de la inva­sión, EEUU fomen­tó la crea­ción de un minis­te­rio con­tra la pro­duc­ción del opio pero en reali­dad este minis­te­rio se con­vir­tió en la prin­ci­pal mafia de con­trol para la pro­duc­ción de este pro­duc­to. Se han hecho cam­pa­ñas en las que se tele­vi­sa­ban que­mas de gran­jas ile­ga­les de opio para hacer pro­pa­gan­da de una supues­ta lucha con­tra el nar­co­trá­fi­co. Pero se demos­tró que en reali­dad se des­truían cul­ti­vos par­ti­cu­la­res de per­so­nas que no que­rían cola­bo­rar con la mafia. Nun­ca han toca­do nin­guno de los cul­ti­vos de las mafias.

Una de las ban­de­ras que se esgri­mie­ron para jus­ti­fi­car la inva­sión de Afga­nis­tán en el año 2001 fue la de la libe­ra­ción de sus muje­res, ¿cuál es la situa­ción las muje­res afga­nas casi vein­te años des­pués?
Las muje­res han sufri­do más vio­len­cia que el res­to de la pobla­ción duran­te el con­flic­to arma­do. Pero inde­pen­dien­te­men­te del con­flic­to, exis­te la vio­len­cia de géne­ro en gene­ral; vio­len­cia sexual, domés­ti­ca, psi­co­ló­gi­ca… Cabe des­ta­car el nego­cio de tra­ta que hay en el país, las muje­res cues­tan muy bara­tas, la vida de una mujer no vale nada.

Las muje­res han sufri­do más vio­len­cia que el res­to de la pobla­ción duran­te el con­flic­to arma­do. Cabe des­ta­car el nego­cio de tra­ta que hay en el país, las muje­res cues­tan muy baratas

Por otro lado tam­bién pode­mos decir que las muje­res son víc­ti­mas del silen­cio, no pue­den tomar nin­gu­na deci­sión, siem­pre depen­de de los hom­bres, su voz no cuen­ta. Las muje­res en Afga­nis­tán a tra­vés de la cul­tu­ra y de la pre­sión de la fami­lia apren­den a callar­se y no pue­den com­par­tir sus expe­rien­cias y sus pro­ble­mas con los demás por­que esto resul­ta inacep­ta­ble para mayo­ría de la pobla­ción, que, en gene­ral, tam­po­co está intere­sa­da en los dere­chos de las mujeres.

En este sen­ti­do, ¿pue­des expli­car cómo fun­cio­na RAWA, la orga­ni­za­ción a la que per­te­ne­ces?
RAWA es la Aso­cia­ción Revo­lu­cio­na­ria de Muje­res de Afga­nis­tán, fue fun­da­da en 1977 por Mee­na Kesh­war Kamal, que fue ase­si­na­da por sus ideas polí­ti­cas en 1987. RAWA es una aso­cia­ción polí­ti­ca y clan­des­ti­na, que lucha por los dere­chos de las muje­res con estra­te­gias polí­ti­cas y socia­les. Noso­tras pen­sa­mos que los cul­pa­bles de esta situa­ción son por un lado los ocu­pan­tes extran­je­ros y por otro lado los fun­da­men­ta­lis­tas afga­nos. Mejo­rar la situa­ción de las muje­res en mi país no pasa por refor­mas, se nece­si­ta una revolución.

Tra­ba­ja­mos en las áreas más remo­tas del país rea­li­zan­do apo­yo eco­nó­mi­co a las muje­res que cul­ti­van la tie­rra y no tie­nen recur­sos. Gene­ral­men­te son muje­res anal­fa­be­tas, por eso las orga­ni­za­mos para que se alfa­be­ti­cen y dar­les una herra­mien­ta para poder cono­cer sus dere­chos y luchar por ellos. Al tra­ba­jar de for­ma clan­des­ti­na, pre­sen­ta­mos como pro­yec­tos de otras aso­cia­cio­nes de muje­res, los que en reali­dad pro­vie­nen de RAWA . A veces ni siquie­ra las muje­res que tra­ba­jan en estos pro­yec­tos, saben que depen­den de RAWA, se tra­ta de una estra­te­gia de infil­tra­ción en otras orga­ni­za­cio­nes socia­les u ONG.

Por lo que estás con­tan­do, estáis rea­li­zan­do un tra­ba­jo de infil­tra­ción.
Par­te de nues­tro tra­ba­jo es en dife­ren­tes par­ti­dos polí­ti­cos pro­mo­vien­do nues­tras ideas. Tra­ta­mos de influir en los par­ti­dos más demo­crá­ti­cos, den­tro de lo que se pue­den ver en Afga­nis­tán, como por ejem­plo el Par­ti­do de Soli­da­ri­dad y otros par­ti­dos. A veces saben que cola­bo­ran con noso­tras, otras veces no. Es muy impor­tan­te tra­ba­jar con ellos, aun­que a veces no este­mos de acuer­do con sus dis­cur­sos polí­ti­cos, por­que por lo menos tene­mos el dere­cho de tener voz ahí.

Tra­ta­mos de influir en los par­ti­dos más demo­crá­ti­cos, den­tro de lo que se pue­den ver en Afga­nis­tán. A veces saben que cola­bo­ran con noso­tras, otras veces no

Hay una gran can­ti­dad de muje­res que a pesar de todo siguen luchan­do y levan­tan­do su voz, hablan­do en los medios de comu­ni­ca­ción cuan­do tie­nen la posi­bi­li­dad o inclu­so crean­do los medios de comu­ni­ca­ción si no exis­ten. Noso­tras tra­ba­ja­mos con muchos medios, en redes socia­les, tene­mos nues­tra pági­na en face­book, don­de reci­bi­mos men­sa­jes y pro­pues­tas. Tam­bién rea­li­za­mos nues­tra pro­pia revis­ta, “Men­sa­je de Muje­res”, que impri­mi­mos y repar­ti­mos entre las muje­res en todo el país para que sepan que la lucha de las muje­res exis­te, conoz­can en qué con­sis­te y qué pue­den aportar.

Como has expli­ca­do RAWA tra­ba­ja des­de la paz pero dada la situa­ción de vio­len­cia en el país, ¿os habéis lle­ga­do a plan­tear otros esce­na­rios en un futu­ro?
Nues­tra resis­ten­cia es no vio­len­ta, pero nun­ca des­car­ta­mos la posi­bi­li­dad de, en un futu­ro, si hubie­se la nece­si­dad, pasar a las armas. A veces pen­sa­mos que todo nos empu­ja a ello, que no nos que­da otra. Cuan­do tu enemi­go son los EEUU que tie­nen armas y las uti­li­zan con­tra ti y los tali­ba­nes, que tam­bién tie­nen y emplean armas. No tene­mos mie­do y lle­ga­do el caso, acu­di­ría­mos a las armas si fue­ra necesario.

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