Latinoamérica. El ALBA-TCP toca las puertas de una economía post-pandemia

Lati­noa­mé­ri­ca. El ALBA-TCP toca las puer­tas de una eco­no­mía post-pandemia

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Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de junio de 2020 

De
los con­ti­nen­tes más gol­pea­dos por el Covid-19, sin duda Amé­ri­ca (toda)
se lle­va el knoc­kout más ful­mi­nan­te has­ta los momen­tos. En Asia y Europa
hubo momen­tos álgi­dos en las tasas de con­ta­gio y mor­ta­li­dad jun­to con
con­se­cuen­cias en la eco­no­mía y, por ende, en las socie­da­des. Áfri­ca no
tuvo mayo­res pro­ble­mas en el aspec­to sani­ta­rio, sin embar­go, su conexión
eco­nó­mi­ca depen­dien­te sí se resin­tió y eso pega fuer­te a su variada
población.

Pero
sin duda en el lla­ma­do Hemis­fe­rio Occi­den­tal se está expe­ri­men­ta­do el
epi­cen­tro de la pan­de­mia, con Esta­dos Uni­dos y Bra­sil, dos
sub­con­ti­nen­tes en sí mis­mos, lide­ran­do todas las esta­dís­ti­cas de la
cri­sis sanitaria.

De
todas mane­ras, nin­gún país se sal­va de los gol­pes de la pan­de­mia, con
un virus y una enfer­me­dad que han des­nu­da­do las vul­ne­ra­bi­li­da­des del
sis­te­ma capi­ta­lis­ta glo­bal tal como está dise­ña­do hoy, y que tendrá
mucho que recons­truir en medio de una pro­nos­ti­ca­da depresión
eco­nó­mi­ca-finan­cie­ra con miras a supe­rar la vivi­da en la déca­da de 1930 y
la siguien­te en con­tex­to de post-guerra.

En
un mun­do don­de se ven lesio­na­das las ins­ti­tu­cio­nes libe­ra­les como la
Orga­ni­za­ción de Nacio­nes Uni­das (ONU) y afi­nes, sobre todo por la
acti­tud excep­cio­na­lis­ta del gobierno esta­dou­ni­den­se, con y sin Donald
Trump en la Casa Blan­ca, los esta­dos que deci­die­ron con­for­mar una
pla­ta­for­ma mul­ti­na­cio­nal alter­na­ti­va están comen­zan­do a des­per­tar luego
de la embes­ti­da del Covid-19, apos­tan­do por un plan man­co­mu­na­do para
afron­tar las con­se­cuen­cias de la pan­de­mia y la cri­sis capi­ta­lis­ta en
curso.

En Suda­mé­ri­ca y el Cari­be es el caso de la Alian­za Boli­va­ria­na para los Pue­blos de Nues­tra Amé­ri­ca — Tra­ta­do de Comer­cio de los Pue­blos (ALBA-TCP), la cual está cons­ti­tui­da hoy por Anti­gua y Bar­bu­da, Cuba, Domi­ni­ca, Gra­na­da, Nica­ra­gua, San Cris­tó­bal y Nie­ves, San Vicen­te y las Gra­na­di­nas, San­ta Lucía… y Venezuela.

Aun­que
la can­ti­dad de paí­ses miem­bros del ALBA se ha redu­ci­do en los últimos
años, pues­tos de nue­vo en la órbi­ta de la Orga­ni­za­ción de Estados
Ame­ri­ca­nos (OEA) y el Depar­ta­men­to de Esta­do grin­go, aún se considera
una fuer­za con poten­cia­li­da­des eco­nó­mi­cas, comer­cia­les y financieras.

Por
ello se orga­ni­zó y dio lugar la Con­fe­ren­cia de Alto Nivel sobre la
Eco­no­mía Post-Pan­de­mia del ALBA-TCP, que con­tó con repre­sen­tan­tes de
todos los paí­ses, inclu­yen­do pre­si­den­tes, pri­me­ros minis­tros y
minis­tros, y per­so­na­li­da­des fue­ra de la orga­ni­za­ción regional.

El esce­na­rio eco­nó­mi­co para el ALBA-TCP

La
con­fe­ren­cia con­tó con la pre­sen­cia de la secre­ta­ria eje­cu­ti­va de la
Comi­sión Eco­nó­mi­ca para Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be (Cepal), Alicia
Bár­ce­nas; el his­to­ria­dor y perio­dis­ta Igna­cio Ramo­net; y el direc­tor del
Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal de Inves­ti­ga­ción Social, Vijay Prashad.

Bár­ce­nas hizo refe­ren­cia a un estu­dio pre­sen­ta­do a fina­les de abril
por la Cepal, don­de emi­te datos eco­nó­mi­cos, finan­cie­ros y comerciales
refe­ren­tes a la región y al mun­do en gene­ral, y pone en pers­pec­ti­va los
ele­men­tos que cons­ti­tu­yen el esce­na­rio post-pan­de­mia para reac­ti­var las
fuer­zas pro­duc­ti­vas y demás ren­glo­nes que abar­can la eco­no­mía de los
paí­ses latinocaribeños.

La
Cepal des­de el comien­zo del infor­me afir­mó que no hay regre­so a la
“nor­ma­li­dad” como la cono­cía­mos antes, sino a una deno­mi­na­da “nue­va
nor­ma­li­dad” de acuer­do a “los cam­bios estruc­tu­ra­les en la organización
de la acti­vi­dad pro­duc­ti­va” en la región.

Y
los sabe­mos, la “nor­ma­li­dad” de antes era espan­to­sa. Por men­cio­nar un
solo ejem­plo, la deu­da públi­ca de los gobier­nos cen­tra­les aumen­tó en
pro­me­dio un 44,8% res­pec­to al PIB en 2019 cuan­do en 2011 era el 29,8%
con rela­ción al PIB; un incre­men­to del 15%. Argen­ti­na, Bra­sil y Costa
Rica son los paí­ses más endeu­da­dos res­pec­to a su PIB.

Esto pro­du­jo una dis­mi­nu­ción en la inver­sión (o gas­to) en lo social y lo eco­nó­mi­co pro­pia­men­te local, ya que los pagos a los intere­ses de la deu­da aumen­ta­ron mien­tras las pobla­cio­nes de los paí­ses del Sur y el Cari­be sufrían las con­se­cuen­cias. En ese sen­ti­do, la Cepal cla­ma­ba por una mora­to­ria en el pago de la deuda.

Grá­fi­co: Cepal 

Según
el infor­me, Amé­ri­ca del Sur expe­ri­men­ta­rá duran­te este año una caída
eco­nó­mi­ca del 5,2%, Cen­troa­mé­ri­ca un 2,3% y el Cari­be un 2,6%, esto por
la ralen­ti­za­ción de las eco­no­mías de Esta­dos Uni­dos y Chi­na (conec­ta­das
direc­ta­men­te a las cade­nas de valor de la región) y la baja en los
pre­cios de las mate­rias pri­mas. Es aquí don­de se ve el hue­so de la
depen­den­cia y el anti­de­sa­rro­llo de Nues­tra América.

La
tasa de pobre­za tam­bién aumen­ta­ría 4,4 pun­tos por­cen­tua­les para llegar
al 34,7%, “lo que sig­ni­fi­ca un incre­men­to de 28,7 millo­nes de personas
en situa­ción de pobre­za”. A su vez, la pobre­za extre­ma “cre­ce­ría 2,5
pun­tos por­cen­tua­les, pasan­do del 11% al 13,5%, lo que repre­sen­ta un
incre­men­to de 16 millo­nes de personas”.

Bár­ce­nas recal­có que la Cepal pre­vé un des­plo­me del comer­cio en ‑15%, ade­más de aumen­tos en el des­em­pleo, la pobre­za y la desigualdad.

“Pro­po­ne­mos
la cons­truc­ción de un esta­do de bien­es­tar y sis­te­ma de protección
social, que per­mi­ti­ría evi­tar otra déca­da per­di­da, que nos hizo
retro­ce­der en los 80 y los 90 casi 25 años en mate­ria social y aho­ra, si
no hace­mos nada, podría­mos retro­ce­der casi 13 años”, esti­mó Bárcenas.

Asi­mis­mo
reco­no­ció el efec­to de las medi­das coer­ci­ti­vas uni­la­te­ra­les de
Washing­ton sobre Cuba, Nica­ra­gua y Vene­zue­la: “Recha­za­mos las sanciones
impues­tas a los paí­ses miem­bros del ALBA-TCP”.

Una pro­pues­ta para la agen­da eco­nó­mi­ca regional

Por
su lado, el perio­dis­ta e his­to­ria­dor indio-esta­dou­ni­den­se Vijay
Prashad, direc­tor del Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal de Inves­ti­ga­ción Social, pre­sen­tó una agen­da como pro­pues­ta para los paí­ses del ALBA con­tra la pan­de­mia y que, a su jui­cio, podrían ser­vir para el mun­do post-pandemia:

“Esta
orien­ta­ción neo­li­be­ral pro­fun­di­zó la cri­sis y nos lle­vó a este callejón
sin sali­da de las posi­bi­li­da­des huma­nas. Por esta razón los paí­ses en
desa­rro­llo nece­si­tan una alter­na­ti­va cla­ra al camino capitalista”,
seña­ló Prashad en video­con­fe­ren­cia, al tiem­po que recha­zó la
pri­va­ti­za­ción de la salud y pre­sen­tó 10 puntos.

1.
Com­ba­tir la pan­de­mia. Aumen­tar la fabri­ca­ción de mas­ca­ri­llas, insu­mos y
prue­bas para su apli­ca­ción en toda las pobla­cio­nes; impul­sar el control
obre­ro para que se cons­tru­ya un ambien­te de tra­ba­jo jus­to que rom­pa la
cade­na de con­ta­gio; la inver­sión comi­da, medi­ci­nas, ves­ti­men­ta y otros
bie­nes y ser­vi­cios sin áni­mo de lucro para el pueblo.

2. Soli­da­ri­dad médi­ca. Esta­ble­cer un Fren­te Uni­do de paí­ses para recha­zar al FMI. Los esta­dos deben uti­li­zar sus recur­sos para ampliar la aten­ción médi­ca públi­ca (y no pri­va­da) y capa­ci­tar a las comu­ni­da­des; en esto las bri­ga­das médi­cas cuba­nas son mode­lo en el mundo.

Bri­ga­das médi­cas cuba­nas dan ejem­plo de soli­da­ri­dad en el mun­do. Foto: EFE 

3.
Patri­mo­nio inte­lec­tual. Los paí­ses en desa­rro­llo deben pre­sio­nar para
la recon­si­de­ra­ción del acuer­do mun­dial sobre dere­chos de autoría
inte­lec­tual en el comer­cio de medi­ci­nas. Esto apli­ca direc­ta­men­te a los
acuer­dos de vacu­nas y pro­duc­ción de fár­ma­cos y tec­no­lo­gías. A corto
pla­zo se deben ase­gu­rar meca­nis­mos para la trans­fe­ren­cia de cien­cia y
tecnología.

4.
Can­ce­la­ción total de la deu­da exter­na. Sin excep­ción. Exis­te la
nece­si­dad de hacer una alian­za inter­na­cio­nal para que los pagos que
esta­ban pre­vis­tos para la deu­da sean cana­li­za­dos hacia necesidades
urgen­tes de la sociedad.

5.
Soli­da­ri­dad ali­men­ta­ria. Es esen­cial y se debe com­ba­tir a la
agro­in­dus­tria y la pro­duc­ción de ali­men­tos debe ser dere­cho prioritario.
For­ta­le­cer sis­te­mas de dis­tri­bu­ción de ali­men­tos al pue­blo y la
inver­sión en ali­men­tos y fon­dos en estruc­tu­ra agrí­co­la. El Ban­co de
Semi­llas del ALBA-TCP es un modelo.

6.
Ampliar lo públi­co. La pan­de­mia reve­ló que el sec­tor pri­va­do no aborda
la emer­gen­cia crea­da. Es nece­sa­rio la defen­sa del sec­tor públi­co para
los bie­nes y ser­vi­cios cla­ves de medi­ca­men­tos y ali­men­tos, ade­más de
otros sec­to­res como trans­por­te, vivien­da, Inter­net, edu­ca­ción. Prashad
aco­tó que “al ser mer­can­ti­li­za­dos, se ha res­trin­gi­do las cons­truc­ción de
una socie­dad justa”.

7.
Impues­to a las for­tu­nas. Según Prashad, actual­men­te 32 billo­nes de
dóla­res están en paraí­sos fis­ca­les. Son recur­sos enor­mes a la población
que no cuen­tan a la hora de cobrar impues­tos públi­cos. Se deben
recu­pe­rar estos flu­jos, y el impues­to a for­tu­nas sobre la alta burguesía
y ricos terra­te­nien­tes, finan­cis­tas y espe­cu­la­do­res financieros.

8.
Con­trol de capi­ta­les. Los esta­dos deben desa­rro­llar una plataforma
inter­na­cio­nal para con­tro­lar el capi­tal, un tema polí­ti­co. El control
sobre los flui­dos finan­cie­ros debe hacer­se para evi­tar la fuga de
divi­sas y capi­ta­les, mien­tras debe­ría comen­zar a garan­ti­zar­se la
sobe­ra­nía sobre las polí­ti­cas financieras-monetarias.

9.
Comer­cio regio­nal sin el uso de dólar. La des­do­la­ri­za­ción es esencial
en la agen­da. 60% de las reser­vas del mun­do están en dóla­res y en su
mayo­ría el comer­cio mun­dial ope­ra bajo el com­ple­jo dólar: es por eso que
Walt Street tie­ne asfi­xia­da las finan­zas mun­dia­les. El dólar se ha
con­ver­ti­do en arma para soca­var el desa­rro­llo nacio­nal. Prashad adujo
que es nece­sa­rio reac­ti­var sis­te­mas de pago soli­da­rios como el SUCRE y
otras estra­te­gias financieras.

10.
Pla­ni­fi­ca­ción cen­tra­li­za­da. La pan­de­mia demos­tró el poder de la
pla­ni­fi­ca­ción cen­tral y la ges­tión públi­ca, toman­do en cuen­ta los
ejem­plos en otros lados del pla­ne­ta. Los meca­nis­mos de ges­tión central
para que la orien­ta­ción de los nego­cios y las acti­vi­da­des se orien­tan a
la satis­fac­ción de las nece­si­da­des socia­les y no al lucro capitalista.

Las pro­pues­tas se encon­tra­ron a tono con lo pre­sen­ta­do por el perio­dis­ta Igna­cio Ramo­net,
quien des­ta­có que la cri­sis de la ofer­ta y de la deman­da a nivel global
era simi­lar a la de los tiem­pos de las gue­rras euro­peas del siglo XX.

Ramo­net
se unió al cla­mor de pedir la con­do­na­ción, reduc­ción o mora­to­ria del
pago de la deu­da por par­te de los paí­ses del Sur a los del Norte.

Res­pues­tas presidenciales

Ante
los diag­nós­ti­cos y pro­pues­tas, el pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro reflexionó
sobre el momen­to que está vivien­do la región y, ade­más, lan­zó algunas
líneas estra­té­gi­cas que serían revi­sa­das ya en un con­se­jo con­jun­to que
con­gre­gue a los can­ci­lle­res y minis­tros de Eco­no­mía de todos los países
del ALBA-TCP para el pró­xi­mo 29 de junio.

Qui­zás uno de los apor­tes estra­té­gi­cos más impor­tan­tes que resal­tó el pre­si­den­te vene­zo­lano fue la de coor­di­nar esfuer­zos para desa­rro­llar una vacu­na y tra­ta­mien­to pro­pios con­tra el nue­vo coro­na­vi­rus, dan­do prio­ri­dad a la cri­sis sani­ta­ria. Lo eco­nó­mi­co se deri­va direc­ta­men­te de la salud de la población.

Debi­do
a que geo­po­lí­ti­ca­men­te Vene­zue­la tra­ba­ja con el Cari­be, el Presidente
anun­ció que des­de el gobierno: “Tra­ba­ja­mos en la reani­ma­ción de
Petro­ca­ri­be y la con­so­li­da­ción del Ban­co del ALBA”, con el obje­to de
vol­ver a for­ta­le­cer los meca­nis­mos mina­dos por la ofen­si­va de Estados
Uni­dos con­tra el pro­ce­so de inte­gra­ción lati­no­ca­ri­be­ño que se ha estado
expe­ri­men­tan­do en las últi­mas décadas.

Ha
sido Vene­zue­la el líder en esta cam­pa­ña, sin embar­go el pri­mer ministro
de San Vin­cen­te y las Gra­na­di­nas, Ralph Gon­sal­ves, quien dio una
pri­me­ra res­pues­ta a lo for­mu­la­do por Madu­ro, ase­gu­ró que des­de la Comu­ni­dad del Cari­be (Cari­com) se van a coor­di­nar esfuer­zos para enfren­tar la situa­ción pro­du­ci­da por la cri­sis capi­ta­lis­ta y el Covid-19.

De
esta rela­ción no está exen­ta el ALBA ni mucho menos Petro­ca­ri­be, por lo
que se espe­ra un for­ta­le­ci­mien­to en los acuer­dos de coope­ra­ción y
desa­rro­llo entre las nacio­nes de la cuen­ca del Cari­be, las Anti­llas y
demás paí­ses insulares.

Las
res­pues­tas de los pri­me­ros minis­tros de Domi­ni­ca, Roo­se­velt Ske­rrit, y
de Anti­gua y Bar­bu­da, Gas­ton Brown, tam­bién ofre­cie­ron un cua­dro general
de con­sen­so y acep­ta­ción de que se deben estre­char los lazos de
coope­ra­ción entre paí­ses para afron­tar el esce­na­rio post-pandemia,
toman­do en cuen­ta que Cuba y Vene­zue­la han echa­do el res­to en la región
median­te la soli­da­ri­dad y el apoyo.

El
reto mayor, por con­si­guien­te, sigue sien­do rom­per con el para­dig­ma de
la hege­mo­nía esta­dou­ni­den­se, que tie­ne en la eco­no­mía y las finan­zas su
prin­ci­pal arma para la “per­se­cu­ción ener­gé­ti­ca, finan­cie­ra y comercial”,
dijo el pre­si­den­te vene­zo­lano, e insis­tió que “a pesar de que Donald
Trump pre­ten­da poner su rodi­lla sobre el cue­llo de Petro­ca­ri­be y de
Vene­zue­la, no podrán asfixiarnos”.

De esta mane­ra los paí­ses miem­bros del ALBA-TCP tocan la puer­ta del nue­vo esce­na­rio eco­nó­mi­co que se nos viene.

* Fuen­te: Misión Verdad

Itu­rria /​Fuen­te

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