Por Cristóbal León Campos, Resumen Latinoamericano, 6 junio 2020
A plena luz la
brutalidad policiaca va en aumento en México, diferentes videos, fotografías y
testimonios dejan en evidencia la forma en que recurrentemente los cuerpos
policiacos actúan en contextos de protesta social y reclamos de justicia
implementando la violencia represiva en contra de los y las manifestantes, pero
también, la violencia que ejercen lejos de los grandes conglomerados de
personas, en los rincones diversos de la nación, tal y como hicieron en el caso
de Giovanni López, a quien detuvieron arbitrariamente y asesinaron a mansalva
el pasado 4 de mayo por el siempre placer de ejercer su poder.
Conforme se van
dando a conocer estos casos de abuso de autoridad y violencia policiaca, se
comienza a sentir en las calles de diferentes ciudades de México el repudio
contra estos hechos, en el estado de Jalisco, las protestas exigiendo justicia
para Giovanni López han sido reprimidas, llegando al grado de desapariciones y
detenciones arbitrarias, el uso de la violencia por parte del Estado, es abalado
por el gobernador Enrique Alfaro, quien haciendo gala de teorías
conspiratorias, hecha culpas al gobierno federal de la situación que se vive y
habla de un complot en su contra orquestado por militantes de Morena, en
realidad, lo que Alfaro hace, solamente es pretender distraer la
responsabilidad que tiene sobre el asesinato de Giovanni, pues es bien sabida
la autorización que dio a la policía de Jalisco para de forma represiva
hostigar a la población, en referencia a la represión contra los manifestantes
ha dicho el gobernador de Jalisco que la policía actuó de manera adecuada y que
merece el reconocimiento ciudadano por ello, elogiando cínicamente la violación
de los derechos humanos, más que clara ha quedado la forma autoritaria y
represiva de gobernar de Alfaro en Jalisco, por lo cual, debe ser juzgado y
destituido del cargo de gobernador, hasta la fecha las supuestas
investigaciones por el caso de Giovanni no han merecido la detención de los
policías asesinos ni la destitución de ni un sólo funcionario, es claro el
manto de impunidad que cubre a la justicia.
Otro caso de
violencia policiaca y asesinato, es el acontecido el 29 de marzo en Tijuana,
Baja California, cuando en una gasolinera al sur de la colonia Manuel Paredes,
cerca del bulevar Rosas Magallón (Libramiento Sur), un policía sometió a Oliver
López con el pie en su cuello, sin importarle que el hombre se encontraba
esposado y en el piso no oponiendo resistencia, los testigos de los hechos
grabaron un video en donde se aprecia la brutalidad del policía, los
testimonios refieren como el color de la persona fue cambiando en su rostro
hasta ponerse morado, el policía asesino intentó reanimar a su víctima al
sentir la presión de quienes observaban, pero el crimen estaba cometido, Oliver
López no podía reaccionar pues ya había sido asfixiado. Las autoridades
estatales mediante la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tijuana
han querido desvirtuar los hechos, alegando que Oliver fue detenido por lanzar
piedras y que al momento de la detención comenzó a convulsionarse, las mentiras
gubernamentales no se sostienen como muestra la evidencia grabada, para las
autoridades el caso está cerrado, el policía asesino se dice fue destituido,
pero sin abrírsele una investigación ni presentar cargos por el asesinato que
cometió. Nuevamente la impunidad se viste de legalidad según los intereses del
Estado.
En la ciudad de
México, una adolescente llamada Melaine de 15 años, fue perseguida por la
policía y ferozmente pateada en todo su cuerpo cuando se encontraba tirada en
la calle, la saña de los cuerpos represivos se evidencia por la forma en como
le agreden el rostro y la cabeza, Melanie se encuentra policontundida y está en
espera de los exámenes neurológicos. A sus compañeros y compañeras que intentaron
auxiliarla al momento de la agresión policiaca, tan bien se les agredió
violentamente, por lo menos como resultado de esos hechos se habla de 20
lesionados, Melanie y sus compañeros y compañeras se encontraban participan en
una manifestación justamente contra la brutalidad policiaca. La bestialidad de
los cuerpos policiales es evidente.
En el estado de
Guanajuato, en la población de San Luis de la Paz, un hombre fue golpeado y
sometido por policías de la entidad, por el simple motivo de no portar cubrebocas,
tal y como fue el caso de Giovanni. El video que da testimonio puede observarse
la saña violenta de los policías que con uso de macana agreden al hombre que
únicamente pedía se le dejara en paz. Después de los hechos, la Procuraduría de
los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) ha abierto un Expediente
de Queja 23/20‑D solicitando un informe general a las autoridades municipales,
pero como es costumbre, ningún elemento policiaco involucrado ha sido
sancionado ni las autoridades han emitido comunicado alguno al respecto.
Prefieren el silencio buscado todo quede en el olvido.
Los casos
anteriormente referidos con apenas una muestra de la constante violación de los
derechos humanos que se vive en México, son una pincelada del carácter represivo
de las fuerzas policiales, que, puestas al servicio de los intereses privados
de la burguesía gobernante, sirve como fuerza opresora de la clase trabajadora
y sectores populares, como puede notarse en los casos, hay un común actuar por
parte de los policías, la técnica de asfixia es una estrategia de sometimiento
usada en todo el mundo, la violencia policiaca es violencia de Estado que debe
ser denunciada y combatida con la organización y la consciencia proletaria y
popular, la brutal ola represiva debe detenerse y hacerse justicia a las
víctimas de estos crímenes. ¡No más violencia policiaca!