Resumen Latinoamericano, 14 de junio de 2020
En esta oportunidad conversamos con Joel Maripil, uno de los grandes músicos mapuche de la actualidad sobre el arte, su canto, la música, el idioma, el territorio y el nuevo wiñoy xipantu que se aproxima para la renovación y la limpieza de la vida, la naturaleza y la humanidad. Un mensaje de amor y de ternura infinita para el pueblo mapuche y también para el pueblo chileno.
Primero que cualquier cosa quisiéramos saber un poco de ti, de tu persona, de tus inicios en el mundo del arte, por tanto preguntarte ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el arte, cómo te diste cuenta de que querías dedicarte a la música y a cultivar este espacio del mundo del arte y la cultura, en definitivas saber cuál fue la señal que tu recibiste para que decidieras dedicarte al arte?
La verdad es que me pone muy contento la pregunta y esta conversación, porque siempre a uno no le preguntan estas cosas y me encanta dar esta respuesta. La verdad es que cuando yo vi que nuestra gente, con respecto a arte, que nuestra gente ya no cantaba cuando yo era niño. Cuando ya fui un adulto, ya no escuchaba cantar a nuestros mayores, entonces me dio pena y sentí que, aparte de que el idioma se estaba olvidando, más bien se estaba olvidando también el arte, el canto, la música, la danza. Entonces como tenía a mi favor de ser hablante en mapudungún, y otro valor más que tenía era que me gustaba cantar. Entonces comencé a cantar y a cantarle a las personas mayores. Ellos se pusieron muy contentos, y cuando vi que se les devolvía la alegría a mucha gente, sentí que tenía que seguir haciéndolo y nunca dejé de cantar, además que me gusta mucho conocer personas y así fui conociendo mucha gente que me fueron conociendo también y así recuperando este arte que ahora está en muchas partes.
En este mismo sentido entonces saber ¿De qué fuentes bebiste tú para poder comenzar esta carrera, cuáles fueron tus principales influencias? Si pudieras nombrarnos algún autor, alguna persona del pueblo, alguien que haya insuflado en ti esta inspiración, este interés por comenzar y cultivar esta rama del arte y del espíritu del pueblo mapuche.
Bueno, yo nací con toda mi familia de que me criaron, donde yo me crié. Todos ellos cantaban en mapudungún. Mis tías, mis tíos, mis abuelos, mis abuelas, mi mamá. Recuerdo yo que cuando muy niño estaban cantando en mapudungún y me quedaba dormido mientras cantaban y en la mañana alguien estaba cantando y despertaba con un canto, entonces se me impregnó el canto mapuche y yo comencé a cantar desde muy niño, a penas aprendo a hablar y comencé a cantar. Bueno, los cantos mapuche no son escritos, son así, en forma inédita o se canta improvisaciones siempre y la improvisación nunca la olvidé, la traigo desde muy niño hasta la fecha y ahora, bueno, últimamente, tuve que componer, escribir las letras para grabar un disco por ejemplo porque te piden la traducción y todas esas cosas, que soy un poco mañoso para hacer el trabajo, pero debo hacerlo igual para dar a conocer este arte un poco más fuerte, que traspase las frontera, que se conozca a este pueblo que está vivo todavía.
¿Cuáles son los principales objetos y motivos que proyectas con tu trabajo?
El objetivo de mi trabajo finalmente me di cuenta, cuando va pasando el tiempo, me di cuenta que nuestro pueblo, nuestra gente, tiene el autoestima muy bajo y voy a decir algo que no siempre digo: cuando se le pedía a una persona mayor que cantara, entonces esta persona tenía que beber alcohol. Unas copas y ahí se ponía a cantar, pero así nomás no podía cantar, entonces eso para mí fue muy fuerte y yo no, yo cantaba en mapudungún y no tenía que beber nada. Sano total. No me gustaba beber y lo hacía muy bien y lo vivía muy bien también, lo sentía muy bien. La idea entonces es salir de esta tristeza, de esta desconfianza que existe de que nuestro arte no es bonito, que es melancólico, es triste, no alegra a nadie, no se puede hacer fiesta y entonces eso yo sé que no es así y ahí comienzo yo a cantar con más fuerza todavía para poder entregarle a los niños, a los colegios y a las personas mayores que esto si tiene mucha importancia para seguir viviendo, para que nuestro espíritu vuelva a ser el mismo y este pueblo vuelva a vivir su civilización, que fue un pueblo obligado a empobrecerse, entonces hasta el idioma empieza a perderse y esto no debe ser así, el arte es una cosa súper importante para devolverle esta fuerza esta energía que tiene cada pueblo y en este caso el pueblo mapuche.
Yo ví el florecimiento de la quila a principios de octubre del año pasado ¿Qué significa para ti y el pueblo mapuche?
El florecimiento de la quila es pobreza y enfermedad y justo eso ya llegó. Llegó la pobreza y la enfermedad, el atraso.
Esta pregunta anterior es tremendamente relevante porque tiene que ver con los procesos de la naturaleza. Quisiéramos saber también cuál es tu visión en torno al eclipse que vivimos no tanto tiempo atrás y si tiene algún significado para ti.
Para los mapuche el eclipse es que se oscurece el Sol y el Sol es vida, por lo tanto es un anuncio de que la íbamos a pasar oscura: la vamos a ver oscura. Eso significa.
Estas preguntas son necesarias para poder hacerte la pregunta de fondo: ¿Cuál es tu mensaje en torno a un nuevo wiñoy xipantu?
El nuevo wiñoy txipantu es una nueva esperanza y bueno, hay que recibirlo con harta ceremonia, hay que hacer mucho yeyipun, oración para que venga a tener un mejor año, una mejor compañía del Sol con nosotros. Eso es lo que hay que hacer, pero también en este wiñoy txipantu y siempre debieran volver mucho los consejos para volver a ser buenas personas. Como sociedad estamos mal. Somos nosotros los que creamos la vida, la inventamos, como tiene que ser. Hay mucho yoísmo, hay mucha división y así no se puede vivir bien. Si nosotros estamos viviendo bien, humanizados, nos queremos, todo eso nos haría tener un mejor año, pero si estamos divididos, no. Sé que viene otro año, pero que venga con fuerza, con harto newén, con harta producción, harta abundancia. Nosotros lo vamos a hacer siempre, con harto yeyipun, pero no todo el mundo hace esto.
¿Qué le sugerirías tú a los otros peñi y chilenos y toda persona para prepararse para el advenimiento de este nuevo wiñoy xipantu?
Les sugiero que hagan mucha reflexión. Por ejemplo eliminar hartas cosas. Las religiones, las diferentes religiones hacen mal, nos dividen. Hay mucha gente dividida hoy día. La verdad es que no tengo esperanza en la gente, la verdad muy poco, la juventud, puede ser, más cerca que las personas adultas ya, porque realmente le cuesta mucho entender. Por eso digo esto.
¿Si tuvieras que darle un mensaje entonces a la juventud para este nuevo wiñoy xipantu, cuál sería?
Volver a nuestras raíces, a nuestra identidad. Buscarlo hasta encontrarlo y desde ahí volver a nacer, o sea nacer por segunda vez. Estamos hoy día y ya nacimos, pero nacimos formateados, para no ser gente, para ser un aparato y debemos dejar de ser aparatos para volver a ser humanos y desde ahí partir.
Como todos sabemos tenemos un Estado chileno sobre uno mapuche que desde hace tanto tiempo ha venido en desmedro de generaciones ¿Cuál es tu postura con respecto a cómo el Estado de Chile se ha comportado con el pueblo mapuche?
Muy malo. Al mapuche se le ha tomado en cuenta para producir no más y se le han puesto muchos nombres, como por ejemplo la palabra flojo. Sólo ha hecho daño. Todo el mundo sabe que el Estado chileno nos ha hecho puro daño frente al pueblo mapuche. El pueblo mapuche debiera ser autónomo para volver a ser de nuevo civilizado. Hoy día estamos como los chilenos. Estamos como el Estado ha querido, los mapuche bien porfiado y como yo y muchos somos los que hemos mantenido la cultura, pero los mapuche obediente, no. Se han olvidado de todo y es más, los que están en la religión, entonces ¿Qué le puedo decir al Estado? Puras deudas no más con nosotros y entonces, para esto, para volver a las raíces se debe instalar la educación en las mismas comunidades. Los proyectos que se hacen ahora que sean para aprender de esto, hablar de esto, que vaya gente a hablarles sobre esta materia. Sólo así podríamos lentamente ir buscando aquel camino para volver a ser gente y volver a ser uno solo, Chile es un país mestizo, es muy raro que un chileno no tenga sangre mapuche, así es que eso debiera hacerse así, urgente.
Chile se presenta a nivel mundial con la imagen de una lamuen, de un peñi para entregar rasgos de identidad ¿Qué comentario le merece esto?
Claro, eso habla para afuera, pero dentro aquí no pasa eso. Eso no está. Te puedo decir que cuando se le hace clase de mapudungún en la escuela, dos o cuatro horas en la semana ¿Qué puede ser eso? Eso es muy poco. Eso no es hacer. El hablar una cosa eso es simplemente una mentira. No se hacen cosas, como deberían hacerse. Se miente.
¿Cuál es el mensaje que tu le entregarías al pueblo de Chile, para que podamos entrar en una comunión, en una conversación para valorar al pueblo mapuche?
Uuu… son tantas las cosas, muchas cosas. Cosas que no se dicen. Por ejemplo devolverle las tierras. Eso sería algo con hechos. Las forestales que se vayan del territorio mapuche para que los mapuche que están en Santiago vuelvan a sus territorios, que no hay dónde pararse. No hay como vivir acá, entonces una cultura se construye con terreno. Una nación tiene que tener terreno. Chile se hizo acá en un territorio ajeno, en un lugar que no le corresponde, por lo tanto tampoco tiene cultura, no tiene idioma, no tiene medicina, no tiene educación propia, ni cultura, no tiene nada de eso, es totalmente pobre. De aquí a unos diez mil años podría tener un idioma, puede que lo tenga, pero el mapuche lo tiene todo, pero no tiene dónde desarrollarlo, no tiene colegio tampoco, está todo en manos de particulares ó, del Estado y el Estado pone sus reglas y no es favorable para los mapuche. No es para recuperar nuestra cultura, nuestro idioma, todo aquello.
Tu eres de Puerto Saavedra, de ahí de la costa. Saber también ¿Qué te parece a ti que ese lugar se llame de esa manera: Puerto Saavedra?
Invasión no más. Darle el honor al asesino más grande, acá ni nombrarlo. El asesino más grande. Esa es la cultura de Chile.
Y quisiéramos retratar los días felices también ¡Cuál ha sido la recepción de tu trabajo tanto acá como en el extranjero?
La recepción de la gente mapuche y no mapuche aquí en el país, muy bien. Súper bien. Desde los niños hasta el adulto mayor. Veo que nuestra música no divide: une. Es como el Sol. El Sol llega a todas partes. En el extranjero igual. Nunca he sido mal recibido. Por mi me quedara más tiempo en el extranjero. Muy bien. Satisfacción totalmente. Y bueno, lo que me ha llevado como la alegría más grande, como el pago diría yo y que si darme cuenta pasó esto y ha pasado siempre. Estaba enfermo y con la música me sané. Y lo otro es que se ha acercado mucha gente que no es mapuche, hombre generalmente y me ha dicho: hasta antes que tu cantaras, que te escuchara, yo hablaba pestes de los mapuche, después de haberte escuchado cantar, retiro todos mis dichos, porque yo canto y hablo y hago reflexionar a la gente, entonces me dicen que nunca más hablarán lo que habían dicho. Y después llega un mapuche que está muy alejado de su cultura y me dice: y también soy mapuche y empieza a aflorar aquello que estaba escondido, aquella tristeza, aquel bajo autoestima que tenía la persona y bueno cuando se me acercan los niños a pedirme una firma en un papel o cualquier cosa, es que me han dibujado los niños mientras yo canto, las niñitas chicas que no son mapuche y obviamente son europeos, son de afuera que andan por acá. Quedan prácticamente asombrados y que han escuchado al máximo dicen y que ha sido lo máximo. Lo otro que me han dicho que es muy adorable escucharlo porque canta con el alma. Son tantas las cosas lindas que me han dicho. Y la gente también lo que me han dado mucha satisfacción es que han llorado cuando canto pero de alegría, de emoción y eso me tiene muy grandemente y por eso en estos meses de pandemia me he dedicado a componer. Hacer muchas canciones más para que cuando vuelva al escenario vuelva totalmente fuerte
FUENTE: Directa: Conciencia Informativa