Félix Ojeda Reyes /Resumen Latinoamericano, 28 de junio de 2020
Nota: Este texto es la introducción del libro de Ángel Pérez Soler. Del Movimiento Pro Independencia al Partido Socialista Puertorriqueño. La transición de la lucha nacionalista a la lucha de los trabajadores. San Juan: Ediciones Gaviota, 2019.
No habían transcurrido dos semanas desde que el pueblo de Cuba descendiera victorioso de la Sierra Maestra, derrotando la odiosa dictadura de Fulgencio Batista, cuando distintas fuerzas políticas se reúnen en la ciudad de Mayagüez al calor de aquellos influjos sediciosos. Así comenzó el proceso de fundación del Movimiento Pro Independencia. La fecha es importante, 11 de enero de 1959, día del natalicio de Eugenio María de Hostos. El lugar de reunión, la residencia de Néstor Nazario Grillo y Providencia Trabal de Nazario. Merece la pena informar la composición de clases de aquel casi centenar de personas que se dieron cita en Mayagüez. Eran abogados y escritores, periodistas, doctores en medicina, dueños de mueblerías, profesores, estudiantes universitarios, en fin, la pequeña burguesía de las profesiones liberales; pero también estuvieron presentes algunos trabajadores.
El asunto no debe exigir mayor análisis, pero el Partido Independentista Puertorriqueño, fundado en Bayamón a mediados de la década del 1940, había perdido su magia. El PIP se burocratizaba apresuradamente, hallándose en un agujero electoral sin salidas. El partido de don Gilberto Concepción de Gracia se estaba convirtiendo en “un instrumento de vida”, en un aparato para el sustento de algunos de sus funcionarios y legisladores. Su desacertada dirección se evidenciaba desde temprano, cuando comienza a recibir los subsidios electorales que le asigna el gobierno de turno. Mucho más, el PIP fue incapaz de educar políticamente a su militancia y demostraron ineptitud en la formación de nuevos cuadros directivos. De ahí que aparecieran en su seno discrepancias profundas, de principios, y no fueron pocos los que plantearon lo justificado de la escisión.
Es evidente que en la reunión fundacional celebrada en Mayagüez[1] se hallaba un nutrido grupo de disidentes del PIP, así como patriotas que habían militado en los partidos Nacionalista y Comunista de Puerto Rico. La juventud progresista, sin ataduras con el pasado, estaba representada por cuadros políticos de la Federación de Universitarios Pro Independencia.
El dirigente más importante de aquella hornada, Juan Mari Brás, dice que el primer acuerdo de los reunidos en Mayagüez fue enviar un mensaje cablegráfico al comandante Fidel Castro expresándole la calurosa felicitación y el apoyo de los independentistas puertorriqueños.[2] El mensaje lo redactó Jesús Rodríguez Benítez, un buen ajedrecista a quien cariñosamente todos llamábamos Susín, y ex representante a la Cámara por el PIP durante el cuatrienio del ’52 al ’56. Demás está decir que las palabras a Fidel fueron aprobadas por unanimidad.
Siempre, desde los orígenes del MPI, la Federación de Universitarios Pro Independencia mantuvo lazos fraternos, de respeto y solidaridad, con la nueva organización. La FUPI se había fundado en Río Piedras durante el mes de octubre de 1956, pero la atracción hacia el MPI sería tal que la inmensa mayoría de los miembros de nuestro Comité Ejecutivo pasaron a militar en el MPI. La admiración, el apoyo y la protección eran mutuos. Veamos un temprano ejemplo de cómo se interrelacionan ambas organizaciones.
El 25 de julio de 1960, a orillas de la Laguna del Condado, miles de puertorriqueños se daban cita para conmemorar el octavo aniversario de la fundación del Estado Libre Asociado con la inauguración de la avenida Baldorioty de Castro, una nueva y moderna arteria para el área metropolitana de San Juan. Lamentablemente, esa noche algunos de nosotros no pudimos disfrutar de los fuegos artificiales que auspiciaba el Banco Popular porque cuando el gobernador Luis Muñoz Marín iniciaba las actividades de su partido, un grupo de jóvenes, en el cual yo me encontraba, comenzó a izar banderas de Puerto Rico y de Cuba, la heroica Cuba, como la llamaba Betances. Acto seguido, se daban Vivas a Albizu y se agitaban unas groseras pancartas que leían: ¡Saludamos a los ex nacionalistas del templete, traidores!
Apenas había cumplido los 19 años cuando a son de diana nos sacó la Policía de aquella conmemoración para ingresarnos en la cárcel de la Parada Ocho en Puerta de Tierra. Recuerdo que apaleados y encarcelados también figuraban: José Antonio Irizarry, Juan Ángel Silén, Milton Baigés Chapel y nuestro querido amigo, Narciso Rabell Martínez, fallecido en su ciudad adoptada, Praga, el 25 de noviembre de 2008. Todos éramos miembros del Comité Ejecutivo de la FUPI.
Contra nosotros llovieron los delitos graves y los menos graves. Todavía no puedo explicarme cómo salimos absueltos de aquel embrollo. Pues tratar de entorpecer una actividad de gobierno con asistencia calculada en más de 100 mil personas podría interpretarse como una locura que debía castigarse con excesiva dureza. La absolución se la debemos al trabajo de un abogado joven que comenzaba a compartir con “los muchachos de la FUPI”, un letrado del Barrio Salud de Mayagüez que por aquellos años viajaba en un carrito azul de fabricación europea. Me refiero, claro está, al Secretario General del Movimiento Pro Independencia, Juan Mari Brás. La absolución también se le debía al trabajo de don Gilberto Concepción de Gracia, con su acostumbrada inteligencia, pues él también se había sumado al equipo de nuestra defensa.
En las protestas de calle, en marchas y piquetes vemos cómo, desde temprano en la década de 1960, se hallan hermanadas la FUPI y el MPI. Y ello va desde la resistencia a la guerra en Vietnam hasta la masiva quema de tarjetas del Servicio Militar Obligatorio llevada a cabo en Lares bajo la dirección del obispo patriota, Antulio Parrilla Bonilla. Idéntico patrón de solidaridad se observa en las campañas contra la explotación de las minas de cobre en Lares, Adjuntas y Utuado, en las actividades contra la privatización de las playas de Puerto Rico, así como en la oposición a la construcción de un gigantesco superpuerto en las inmediaciones de Aguadilla. En todas esas protestas, particularmente en aquellas que se desarrollaban contra las actividades de la Marina de Estados Unidos en Vieques y Culebra, en todas, estaban hermanadas nuestras organizaciones, la FUPI y el MPI.
Bueno sería añadir que durante el verano de 1959 aparecía con el nombre de Claridad un cuadernillo mimeografiado, “sin ningún sentido estético o visual”, al decir de Jennifer Wolff,[3] que se confeccionaba en los altos de la Mueblería La Luz de Río Piedras.[4] El título del periódico se le debe a César Andreu Iglesias, dirigente destacado que había sido del Partido Comunista de Puerto Rico, constituido en Ponce el 23 de septiembre de 1934, al que ingresó César a comienzos de 1936.[5]
Desde sus inicios el periódico tuvo el apoyo de escritores y artistas gráficos: Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, Carlos Raquel Rivera, Tony Maldonado, Rubén Moreira, René Marqués, Emilio Díaz Valcárcel, César Andreu Iglesias y muchos otros. Mari Brás recuerda que del viejo mimeógrafo se pasaría a una máquina de impresión indirecta y, sin tardanza, añade: “Rifamos un automóvil Volkswagen y con el monto de la venta de boletos, menos el precio del vehículo… pudimos adquirir la pequeña impresora ‘offset’”.[6]
La verdad es que cuando se establece Claridad no había escuelas de periodismo en Puerto Rico. El oficio se aprendía sobre la marcha. Y da la casualidad que temprano en la década del ’60 se traba una relación estrecha y afectuosa con un hombre muy desprendido, que vivía obsesionado con todo lo que fuera imprentas y periódicos. Su nombre: don Luis V. Pino.[7] Don Luis era dueño de la fábrica Naturola: “un buen sirope para un buen refresco”, como leían los anuncios que se publicaban en Claridad. Por consiguiente, el semanario pasó a publicarse en la planta baja de la residencia de aquel espigado patriota, situada en la Calle 11 de Barrio Obrero.
Las fotografías en el Claridad de aquellos días tenían que transformarse en grabados metálicos. Éstos, a su vez, se montaban en una prensa de principios de siglo, marca Kelly, donde Ángel Gandía[8] imprimía el periódico, entonces de 4 páginas. En aquel ir y venir de principios de 1960 se recibía, religiosamente “Peronías”, escritas por un incansable luchador y literato puertorriqueño de la diáspora que debía ocultar con un nombre falso el suyo verdadero, pues estaba obligado a registrarse como agente de una potencia extranjera. Su nombre: Emilio Delgado, jefe de la División Latinoamericana de TASS, la poderosa agencia de noticias de la entonces Unión Soviética.
Durante los días de la guerra civil en España, Emilio participó en la heroica defensa de Madrid. Y cuando las fuerzas del fascismo cercaron el edificio donde se editaba Mundo Obrero, que él dirigía y era el periódico de mayor circulación en España, órgano del Partido Comunista, Emilio fue uno de los últimos en abandonar, armas en mano, aquella redacción. Posteriormente lograría escapar de un campo de concentración pasando clandestinamente a Francia y después a Estados Unidos, donde llega junto a su esposa española y se integra a trabajar en la redacción de TASS.[9] Fue el Secretario General del MPI, Juan Mari Brás, en una de sus visitas a la ciudad de Nueva York, quien le extendería cordial invitación a Emilio para unirse a la plantilla de nuestros redactores.
Ahora bien, a medida en que el periódico era reconocido por el pueblo patriota, a medida en que éste se inserta en la discusión política nacional, aparecen las amenazas y las provocaciones. Entonces sería necesario ocultar los nombres de los redactores. Emilio Delgado ya escribía como Don Pancho. Fran Cervoni Brenes era Quintín y Mari Brás ocultaba el suyo con el de Raúl Vincenty Labiosa. Nombres falsos eran también los de Doris Castañer y Martín González, que empleaban respectivamente Dixie Bayó y Félix Ojeda Reyes.
Hubo momentos cuando la información publicada en Claridad se filtraba sin firmas. Tal es el caso de una noticia que si la memoria no me falla llevaba por título: “El que esté libre de pecados que tire la primera piedra”. Claridad rompía la estela del silencio. Estaba próximo a disolverse el matrimonio del primer ejecutivo de entonces. Ninguna molestia política provocaba el rompimiento, sino “el consabido triángulo amoroso”. Pero la noticia no trataba simplemente del problema personal del gobernador, Roberto Sánchez Vilella (1964−1968), sino de una crisis de liderato en el gobierno del Partido Popular que se le quería ocultar a nuestro pueblo. Crisis que le costaría las elecciones de 1968 a los populares.[10] Ya hemos dicho que la noticia no estaba firmada; pero puedo asegurar que respondía al puño y la letra de César Andreu Iglesias.
En sus Memorias de un ciudadano, Mari Brás dice que: “Claridad es una de esas instituciones del independentismo que se ha ganado el reconocimiento de todo el pueblo puertorriqueño por la perseverancia de su esfuerzo editorial”. Acto seguido, añade que no lo han podido eliminar con artefactos explosivos colocados en sus talleres y sus oficinas, “ni con las amenazas y agresiones a sus anunciantes, ni con la infiltración esporádica de agentes enemigos para torpedear desde adentro su trabajo, ni con los allanamientos policíacos a su redacción, ni con el intento de acusar y encarcelar a sus redactores… Hemos pasado la prueba del tiempo, que es lo más importante para acreditarnos como institución primaria de nuestra lucha nacional”.[11]
Jugando pelota dura
Cuesta comprender la barbarie, el salvajismo, la brutalidad con que las agencias federales trataron al movimiento independentista durante la década de 1960 y 1970. Veamos algunas instancias.
A los 20 meses de la fundación del MPI el controversial director del FBI, J. Edgar Hoover,[12] con sus ojeras de largos desvelos, le confiere a la nueva lucha recién iniciada en Puerto Rico una distinción muy especial. A partir del 4 de agosto de 1960 se ordena la institucionalización de un sofisticado esquema de contrainsurgencia, dirigido a desacreditar y dislocar a los distintos grupos en lucha por la independencia de Puerto Rico. Establecido por el FBI, el nuevo operativo pasaría a llamarse Programa de Contrainteligencia (Cointelpro). Dicho de otra forma: el carpeteo federal. La violación a los derechos civiles de los puertorriqueños toma ahora nuevos giros. Las dos organizaciones más afectadas serán el MPI y la FUPI. Veamos lo que dice Hoover en su memorando del día 4 dando inicio al proyecto represivo en nuestra Isla:
The Bureau is considering the feasibility of instituting a program of disruption to be directed against organizations which seek independence for Puerto Rico through other than lawful, peaceful means.
Because of the increasing boldness apparent in the activities of such organizations, their utter disregard of the will of the majority, the inevitable communist and/or Soviet effort to embarrass the United States, and the courage given to their cause by Castro’s Cuba, we must make a more positive effort, not only to curtail, but to disrupt their activities.
Algunos renglones más adelante, el documento termina con serias amenazas:
In considering this matter, you should bear in mind the Bureau desires to disrupt the activities of those organizations and is not interested in mere harassment. No action should be taken in this program without Bureau authority, at any time.[13]
Miles de independentistas resultaron acosados. Ramón Bosque Pérez dice que si algo distingue esos operativos “es que los mismos no se idearon como meras actividades de vigilancia. Se concibieron como operativos agresivos dirigidos a interferir con las actividades normales de las organizaciones”.[14]
Hubo un momento cuando en el carro de Juan Mari Brás aparece tirado en el piso, a la parte trasera, como si se hubiera caído accidentalmente, de forma imprevista, un informe que aparentaba ser el de un agente infiltrado. Recuerdo que Juan me enseñó el documento e hizo lo mismo con otros dos dirigentes de la juventud del MPI. Todos llegamos a la misma conclusión, aquello era un soberano engendro de mentes podridas. Así actúa el FBI. El Secretario General rompió aquel informe y decidimos mantener el silencio, pues habían falsificado en laboratorios de Estados Unidos la caligrafía de Juan Ángel Silén, caligrafía inconfundible, que nosotros conocíamos muy bien por tantos años de amistad y de militancia independentista. A unos 50 años de aquel bochornoso asunto promovido por el FBI hemos revelado el nombre del que querían inculpar a propósito de un documento publicado por Carmen Gautier Mayoral y Teresa Blanco Stahl:
(CENSURADO) de la juventud del MPI tiene un séquito personal y la oficina de San Juan cree que si a (CENSURADO) puede extraérsele del MPI en este momento, una cantidad apreciable de los jóvenes del MPI estaría lo suficientemente confundidos y descontentos como para neutralizar efectivamente al MPI durante el período crítico antes del plebiscito programado para el 23 de julio de 1967…[15]
Infiltración de informantes a sueldo, falsificación e intercepción de correspondencia, publicación de caricaturas y de mensajes anónimos, acoso, intimidación, tratando siempre de poner a pelear a los unos con los otros. También, entre las jugadas sucias de los federales sobresale la colocación de artículos en los periódicos El Mundo, El Imparcial y el San Juan Star, así como en la llamada Bohemia Libre, editada por exiliados cubanos de extrema derecha. Tenían mucha gente en los medios informativos. Todo lo ensayaron en Puerto Rico. Nada faltaba, pero lo anterior era el juego con la pelota de trapo que no les daba resultados, pues la lucha por la independencia continuaba en ascenso.
Miles de jóvenes protestaban contra el servicio militar negándose a servir en el ejército de Estados Unidos, se destruían banderas americanas y las marchas contra la guerra de Vietnam eran la orden del día. No fueron pocos los que se movilizan contra los intentos de venta del patrimonio nacional en el triángulo de Lares, Adjuntas y Utuado. No fueron pocos los que protestan contra el proyectado superpuerto en la región de Aguadilla. No fueron pocos los que se unen a la campaña por la excarcelación de los presos políticos en las cárceles de Estados Unidos. Todo presagiaba el comienzo de un juego con pelota dura.
Artefactos explosivos contra la Impresora Nacional, donde se publicaba Claridad, asaltos a la redacción del periódico, quema de las oficinas del MPI, amenazas de muerte, atentados, libelos y difamaciones, en fin, la violencia de la extrema derecha azuzada por los federales. Ello incluiría diversos asesinatos durante los años 60 y 70: Ángel Rodríguez Cristóbal, Santiago Mari Pesquera, Antonia Martínez Lagares, Ángel Charbonier, Eddie Ramos, Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví.
A Martin Luther King intentaron desacreditarlo poniendo en duda su vida personal. El FBI quería demostrar que el pastor de la iglesia bautista era un marido infiel. Hoover ordenó se enviaran cartas anónimas, incluso, a la propia familia. En Puerto Rico hicieron lo mismo con Juan Mari Brás. Veamos el siguiente documento, desclasificado, que se puede leer, íntegro, en el sitio: The FBI Files on Puerto Ricans. Dice así:
Memorandum recommends approval, with one modification, of San Juan’s proposed counterintelligence ploy directed against Juan Mari Bras, Secretary General of the Puerto Rican Independence Movement (MPIPR). The MPIPR is the largest and most dangerous of the militant Puerto Rican proindependence groups. Letter is attached for transmittal to San Juan.
In order to create dissension between Juan Mari Bras and Augusto Carlos Plard and his brother, Jorge Arturo Plard, the San Juan Office proposes to prepare an anonymous letter to the Plards pointing out that Mari continues to be seen with Evelyn (Evelyn Narvaez Ochoa de Plard, wife of Augusto Carlos Plard). The letter States further that if Augusto Plard is too much of a fool to resent the romance between his wife and Mari, the writer as a friend will not allow the romance to go further. The letter states that if Augusto Plard does not stop the romance the writer will expose it publicly, including giving it to Miguel Santín, Associate Editor of a daily San Juan Spanish-language newspaper and longtime enemy of Mari and the MPIPR. Considerable information has been developed attesting to the notorious illicit romances indulged in by Mari and Santín has attacked Mari and the MPIPR in the press many times much to the discomfort of Mari. Augusto Plard was recently arrested for complicity in a bombing attempt on an oil facility in Puerto Rico and Jorge Plard is the head of the MPIPR Mission in San Juan, Puerto Rico…[16]
Los federales tomaron las medidas necesarias para que nadie pudiera conectar la carta con el FBI. Miguel Santín, quien trabajó durante muchísimos años en el desaparecido periódico El Mundo, de San Juan, actuaba como un soplón del FBI. Por muchos años estuvo desinformando y colocando libelos –facilitados por el FBI– contra el Movimiento Pro Independencia. Lo mismo sucedía con la columna “En torno a La Fortaleza”, que escribía Eliseo Combas Guerra en el mismo periódico.
En medio de aquellas ventiscas llegaría el momento cuando muchos independentistas tuvieron que armarse para defender sus vidas.[17] Así, poco a poco, comienza el toma y daca, es decir, la utilización de la violencia por ambos lados. La iniciada por los sectores de la extrema derecha azuzados por las agencias federales y la generada por las organizaciones clandestinas que comenzaban a aparecer a fines de aquellos años. Nadie estuvo libre de pecados. Vivíamos un espiral de quebrantos y de actos represivos.
La Tricontinental
Si somos realistas tenemos que ver la década de 1960 como una década turbulenta. En Europa la juventud se alza durante el Mayo Francés. En México ocurre la horrible matanza de Tlatelolco. Múltiples países de África conquistan su libertad al filo del machete. Estados Unidos es escenario de una combativa lucha por los derechos civiles y el asesinato de Martin Luther King provoca motines en más de 130 ciudades. Mientras tanto, el ejemplo de la revolución triunfante en Cuba alienta a los movimientos revolucionarios de nuestra América.
Bajo la sediciosa e irreverente consigna “el deber de todo revolucionario es hacer la revolución”, sesiona, del 3 al 15 de enero de 1966, la Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina. El Hotel Habana Libre recibió a los 512 delegados que, provenientes de 82 países, participaron en el cónclave.
Entre las personalidades más destacadas que estuvieron presentes en la Conferencia Tricontinental figuraban: Salvador Allende, del Partido Socialista de Chile; Amílcar Cabral, jefe del Partido de la Independencia de Guinea Bissau y Cabo Verde; el uruguayo Rodney Arismendi, el guatemalteco Luis Augusto Turcios Lima, el guyanés Cheddy Jagan y Pedro Medina Silva, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Liberación de Venezuela. Además, se recibieron mensajes de Ho Chi Minh, Kim Il Sung, Chou en Lai, Alexis Kosiguin, Houari Boumedienne, Gamal Abdel Nasser, Julius Nyere y del comandante Ernesto Guevara que se encontraba combatiendo en Bolivia.
En su mensaje a la Tricontinental el heroico guerrero informaba que ya se estaba luchando con armas en mano en Colombia, Guatemala, Venezuela y Bolivia. De igual forma, despuntaban iluminados los primeros brotes de resistencia en el Brasil. Había otros focos llenos de sobresaltos que podían aparecer y otros llenos de sueños que se podían extinguir. Pero casi todos los países de nuestra América estaban maduros para una lucha de corte radical.
“Toda nuestra acción –escribía el comandante Guevara en su mensaje– es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria”.[18]
El Secretariado de la nueva Internacional que nacía en La Habana quedó estructurado de la siguiente forma: Partido Comunista de Cuba, Frente de Liberación Nacional de Venezuela, MPI de Puerto Rico, tres partidos de la izquierda dominicana (14 de Junio, Movimiento Popular Dominicano y Partido Comunista) y el Frente de Acción Popular de Chile. Por África estaban representadas las organizaciones nacionalistas de las colonias portuguesas, la República Árabe Unida, Congo (Leopoldville) y Tanzania. Finalmente, llegaban al Secretariado: Siria, Pakistán, Vietnam del Sur y Corea.[19]
Un año más tarde, bajo los auspicios de la Tricontinental, se acordó constituir la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). Entre el 31 de julio y el 10 de agosto de 1967 se llevó a cabo, también en La Habana, la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad. En esa ocasión participaron delegados de más de 40 países, principalmente de América Latina y los países socialistas. El evento se celebraba en un ambiente “de convulsión continental”.
Puntualicemos ahora un asunto de importancia. El 21 de julio de aquel año Juan Mari Bras anuncia la destitución inmediata de Narciso Rabell Martínez como jefe de la Misión en Cuba del MPI, como representante de Puerto Rico en el Secretariado de la OSPAAAL y como delegado a la primera conferencia de la OLAS[20]. Esa determinación se le notificaba también a las organizaciones concernidas en Cuba. Las razones de la destitución están contenidas en un comunicado de prensa fechado el 21 de julio de ese año:
El señor Rabell pretendió dictarle pautas, desde Cuba, al Movimiento Pro Independencia de Puerto Rico, haciendo un llamado por radio a la militancia emepeísta, y al pueblo independentista en general, a tirarse a las calles el próximo 23 de julio a manifestarse contra el falso plebiscito.[21] Lo hizo a sabiendas de que estaba desacatando un acuerdo unánime de la Comisión Política de nuestra Vanguardia Política en el sentido de que la campaña anti-plebiscitaria terminaría el sábado 22 de julio y que el día del falso plebiscito los emepeístas deberán quedarse en sus casas, dejando que los colonialistas lleven a cabo el carnaval plebiscitario solos. Demás está subrayar que es intolerable que ningún miembro del Movimiento, menos aún un delegado en el extranjero, pretenda actuar por encima de la dirección de nuestra organización.[22]
Acto seguido, el comunicado añade:
La lucha de independencia de Puerto Rico la organizamos, dirigimos y ejecutamos aquí. Esa responsabilidad, que nos ha delegado el pueblo independentista, no la delegamos a nadie.[23]
Mari Brás terminaba sus palabras lamentando profundamente que una persona como Rabell, que tan extraordinarios servicios había rendido a la lucha por la independencia de Puerto Rico, haya cometido un error tan grave, “que hace irreversible nuestra decisión de destituirlo de todos los cargos que ocupaba en el MPI”.
Por otro lado, Filiberto Ojeda Ríos, en comunicado de prensa fechado en La Habana el 25 de julio, informaba que para evitar que de su dimisión se haga como en el caso de Rabell, una “destitución”, hace pública su renuncia como sub-jefe de la Misión del MPI en Cuba. Es justo señalar, dice Ojeda Ríos, que Rabell hizo un llamado por Radio Habana a tirarse a las calles, pero quedarse en sus casas, “fue darle la oportunidad a Johnson y Rusk y a los imperialistas yanquis de realizar cómoda y pacíficamente su farsa plebiscitaria”. Sin tardanza, Filiberto añade:
Nuestra lucha exige grandes sacrificios y mucho valor. Ningún país puede obtener su independencia total sin realizar estos esfuerzos heroicos ya que la lucha de los pueblos es lo único capaz de derrotar a nuestros enemigos… No es quedándose en sus casas para ver pasar el cadáver del imperialismo como se hará la independencia de Puerto Rico sino a través de una decidida heroica y prolongada lucha.[24]
No se puede negar. Filiberto Ojeda Ríos y muchos otros jóvenes puertorriqueños se adiestraron militarmente en el exterior. Y Cuba no se avergüenza de haber ayudado a quienes luchaban por la emancipación de nuestra América, como ha dicho recientemente el Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler.
Lamentablemente, los boricuas de la Misión en Cuba no pudieron unirse a la organización clandestina que se estaba gestando durante aquellos días por conducto de la dirección política del MPI. A su llegada a la Isla, Ojeda Ríos, Rabell y Roberto Todd Pagán pasaron a organizar un instituto clandestino que con el pasar de los años devino en el Ejército Popular Boricua, los llamados Macheteros.
El fuego de los dioses
La madrugada del 30 de septiembre de 1967 se inicia con grandes incendios y la destrucción simultánea de las tiendas Bargain Town, en el pueblo de Carolina, y de Barkers, Kresge’s y Belk Lindzey en el centro comercial Santa Rosa de Bayamón. Se calcularon las pérdidas en más de cuatro millones de dólares.
El fuego en Kresge’s “reventó”, al decir del Jefe del Servicio de Bomberos de Puerto Rico, Raúl Gándara Cartagena, cuando se estaba extinguiendo el de Belk Lindzey. El fuego en Bargain Town arrasó totalmente con las mercaderías del mismo y lo que no se perdió en el incendio fue destruido por el agua regada por los bomberos. Gándara Cartagena informaba a la prensa del país que los incendios habían sido pegados “maliciosamente por nacionalistas”.[25] Gándara tenía razón, pues al operativo se le veía el costurón. Todas las tiendas siniestradas eran empresas de Estados Unidos. Una nueva fuerza irrumpía en la vida política nacional, pero de inmediato no se dieron a conocer.
Seis días después de los incendios en Bargain Town, Barkers, Kresge’s y Belk Lindzey, el viernes 6 de octubre de 1967, se registra la segunda acción incendiaria de la izquierda armada en Puerto Rico: los depósitos de gasolina de la Texaco, ubicados cerca de Cataño, en las inmediaciones del muelle del Ejército de Estados Unidos. Un incendio de tremendas proporciones se registraba en el almacén central de la empresa estadounidense. El almacén tuvo pérdidas totales.
Meses más tarde, durante la noche del domingo 31 de diciembre de 1967, otro incendio de gran magnitud fue carcomiendo el centro comercial San Patricio Plaza de Guaynabo. El de K‑Mart “ha sido el fuego más grande ocurrido en toda la historia de Puerto Rico”. Así lo dejaba saber el jefe del cuerpo de bomberos. Las pérdidas fueron calculadas en la friolera de dos millones de dólares. Alrededor de 300 empleados se afectaron por el siniestro.
No fue hasta principios de 1968 cuando los Comandos Armados de Liberación se darían a conocer suscribiendo por primera vez un atentado con explosivos. Fechado precisamente en el comienzo del centenario del Grito de Lares. El primer comunicado de prensa de los CAL anuncia diversos actos de violencia: “Hoy comunicamos al pueblo de Puerto Rico, que hemos destruido por seis sitios diferentes, el oleoducto de Guayanilla-Cataño[26] y por dos sitios el de Aguadilla-Ramey Field, como el inicio de nuestras actividades patrióticas”. Acto seguido, se añade que la organización seguirá dando golpes, cada vez más contundentes, contra la inversión de capital estadounidense, hasta lograr que abandone nuestra patria:
Sabemos que en un principio las compañías aseguradoras, resarcirán los daños causados, pero nosotros infringiremos otros nuevos, en dimensiones tales, que la balanza se incline a nuestro favor. En otras palabras, cuando el monto de las reposiciones anuales por las compañías aseguradoras, sea mayor que el monto de las primas a pagar por las compañías aseguradas, no habrá acuerdo posible, ni negocio posible, ni trato posible entre ellas. La única alternativa que les quedará a todas esas compañías, será la de irse de Puerto Rico. Entonces se habrá cumplido uno de los más importantes objetivos de nuestra lucha.[27]
Un agente de la uniformada resultó gravemente herido cuando trataba de desactivar uno de los explosivos hallado el día 23 en las líneas de gasolina que pasan cerca de Naranjito. Cerca de las seis de la tarde, después de levantar cuidadosamente el artefacto alejándolo de los tubos de gasolina y mientras se hallaba desconectando sus cables, el agente Juan Pla Aguirre cerró por error el circuito eléctrico de la espoleta.
Los Comandos Armados de Liberación no se establecieron en ceremonia pública invocando los nombres sagrados de Ramón Emeterio Betances y Pedro Albizu Campos. Por voz de su principal dirigente, confiesan que comenzaron a estructurarse en 1965, pero iniciaron sus operaciones “en septiembre de 1967 con la quema simultánea de ‘Bargain Town’ de Carolina y otras tres tiendas de propiedad yanqui en el centro comercial de Santa Rosa, Bayamón…”[28]
La maldita maquinilla
El primer comunicado de los CAL se levanta sobre cinco párrafos cortos.[29] Todos los caracteres del escrito aparecen en mayúsculas. Tenemos la impresión que cada letra ha sido escrita utilizando una fuente cursiva, pero ese no es el caso. Observamos, además, que el mensaje ha sido enviado a las instituciones mediáticas de aquellos años: Prensa Asociada, Prensa Unida Internacional y los periódicos Claridad, El Mundo, El Día y El Imparcial. La hoja enviada a Prensa Asociada fue ocupada con suma presteza por agentes federales que inmediatamente la remiten a sus laboratorios en Washington, solicitando se identifique la maquinilla utilizada en la redacción del impreso y se comprueben las huellas dejadas en éste.[30] El 29 de febrero se recibe en San Juan un mensaje urgente del FBI:
Typewriting on envelope and letter submitted your Airtel two twentythree last matches most closely Royal monoface style of type spaced ten letters per inch. It is used on electric and standard machines. Styles of type dates back to one nine three two. Separate report will be made on latent fingerprint examination.[31]
Los documentos desclasificados del FBI son categóricos. La tipografía del primer comunicado responde a una maquinilla Royal, fabricada en Estados Unidos. Inmediatamente las miradas de la agencia acaudillada por Hoover se dirigen hacia Hartford, estado de Connecticut, pues en esa ciudad estaba enclavada la empresa que había fabricado la maquinilla de los CAL. Veamos lo que dice otro de tantos documentos enviados a la oficina del FBI en San Juan:
On three one instant[32], (fuertemente tachado) advised that (tachado) for Royal Typewriters in Puerto Rico, and that aforedescribed type is used by Royal on its single case typewriters which are purchased by individuals or companies for billing purposes. Since this typewriter is not in large demand, no supply is maintained by (tachado) Puerto Rico and all orders are filed directly through Royal Typewriter Company, Hartford, Connecticut.[33]
El documento termina diciendo que el FBI revisaría todas las transacciones hechas durante los últimos 10 años. Y si existieran los expedientes, se encargarían de examinar las adquisiciones de máquinas similares, desde que salió al mercado en 1932 la primera de éstas. Definitivamente, los federales querían poner orden en el desorden, habían iniciado una terca cruzada a los efectos de hallar, a la mayor brevedad posible, el instrumento donde se escribían aquellos mensajes. Pero la investigación se le complica a los investigadores. Desde principios de 1930 hasta fines de la década de 1940, cientos de miles de maquinillas, como la usada por los CAL, se vendieron en Estados Unidos y Puerto Rico. Mucho más. Entre 1930 y 1966 alrededor de 20 modelos distintos de maquinillas Royal utilizaban idéntico estilo tipográfico.[34]
El 9 de abril de 1968 el FBI informa que el estilo tipográfico de la maquinilla de los CAL “was used from about 7⁄32 to 2⁄65 when it was ‘obsoleted’. It was first used on a Royal Signet portable typewriter (E model) which was manufactured for the Sears Roebuck Company… the first such portable typewriters which would bear the serial number E1000 was produced 7÷5÷32”.
Los agentes federales llevaron la investigación hasta la ciudad de Hartford. Muy poco fue lo que averiguaron: “according to the records of General Services Administration (GSA) catalog, the Royal Electric typewriter bearing SN 5665631, would have been manufactured in 1955… Royal Typewriter Company kept a microfilm data pertaining to typewriters manufactured, in 1955, but the individuals in charge of microfilms which are kept in a company warehouse, were unable to locate the microfilms concerning typewriters manufactured in 1955”.[35]
Tal vez la verdad sea ligeramente distinta, pero los servicios especiales de los Estados Unidos nunca pudieron dar con la joya de la corona, buscada con suma vehemencia por agentes de aquí y agentes de allá. Hasta el momento no se sabe cuántos cientos de miles de dólares se invirtieron en el rastreo de la maquinilla. Todos los esfuerzos fracasaron. Así lo admiten los documentos del FBI:
Our efforts to identify this typewriter have been unsuccessful as our records do not contain the type styles manufactured and shipped… it appears that the case is closed as far as any further assistance that we can offer… from here.[36]
¿Cómo llegó aquella maquinilla a manos de los CAL? ¿Qué sucedió con ésta? Nadie ha descifrado el rompecabezas. Lo que sabemos – tal vez deba decir mejor: lo que sé, es que la máquina había sido donada al instituto en 1968 por Fran[37] Cervoni Brenes. A temprana edad Cervoni estudia con el artista español Alejandro Sánchez Felipe. Más tarde, en Madrid, comienza a especializarse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Antes de partir hacia España, sus padres le regalaron la maquinilla, pues de esa forma recibirían cartas de Fran durante sus años en Europa.[38]
Portátil y muy práctica, la máquina de Fran se había fabricado a bajo costo durante los años de la Depresión. Un pequeño cilindro, de caucho, sujetaba el papel, y cuando las teclas eran oprimidas, al golpear la cinta entintada, se efectuaba la impresión en el papel. La cinta, a su vez, se movía con la ayuda de un par de carretes, de forma automática, después de golpear las teclas. La maquinilla estaba empotrada en una caja negra, tipo maletín pequeño, con agarradera plástica y cerrojo de metal. Cuatro puntos la atenazaban a la caja. Usted la podía sacar de la valija rotando las cuatro pequeñas arandelas pegadas en los cuatro puntos de metal.
Sólo nos resta añadir que Fran Cervoni conservó aquella maquinilla como si fuera uno de sus mejores óleos. Miembro fundador del MPI, Fran nunca formó parte de los Comandos Armados de Liberación. Su maquinilla fue decomisada por los propios combatientes en 1969. Estaba extremadamente caliente…
La verdad es que en Puerto Rico no habían condiciones para desarrollar una lucha armada y la organización sediciosa fue extinguiéndose. Desapareció a principios de los años ’70. Poco antes, en noviembre de 1971, el MPI se transformaba en el Partido Socialista de Puerto Rico.
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Muchos temas quedan rezagados, por ejemplo, el papel de los principales dirigentes del MPI: César Andreu, Lorenzo Piñeiro, Julio Vives Vázquez, Bernardo Vega, Carmen Rivera de Alvarado, Juan Mari Bras y tantos otros. De la misma forma, se deben estudiar los flujos migratorios y el trabajo político del MPI y el PSP en la diáspora, así como la participación en los comicios electorales vis a vis los proyectos de huelga electoral. De igual forma, debemos mencionar la importancia de los niveles de organización y el rol de la juventud en el MPI, su transición a Partido Socialista (¿fue sabio el cambio?), la figura de Albizu y la solidaridad con los presos políticos en cárceles federales. Particular atención deben recibir los cambios económicos experimentados en la Isla y esto –que podría parecer una tontería, resulta de extraordinaria importancia: la alianza antillanista y la influencia de la Revolución Cubana en la lucha independentista boricua, así como el trabajo del MPI-PSP en Naciones Unidas, el estudio de las carpetas federales y estatales, la lucha sindical y los vicios políticos del sectarismo, el dogmatismo, el reunionismo y tantos otros.
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[1] Hubo una segunda asamblea fundacional del MPI, la llevada a cabo el 21 y 22 de noviembre de 1959 en el Teatro La Perla de Ponce.
[2] Juan Mari Brás. Memorias de un ciudadano. Mayagüez: Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos y Editorial Barco de Papel, 2006, p. 125. Dentro de aquel arco iris político que se dio cita el 11 de enero en Mayagüez es hora de mencionar a Severo Colberg Ramírez (1924−1990), entonces profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico y representante a la Cámara por el Partido Popular durante muchos años. A Severo Colberg Ramírez se le debe considerar como miembro fundador del MPI.
[3] Jennifer Wolff. “50 años de fotografía de Claridad”. En Claridad tras el lente. San Juan: Claridad, 2012, p. 1.
[4] La Mueblería La Luz estaba ubicada en Río Piedras, calle De Diego # 156, y era propiedad de Gabriel Vicente Maura, miembro fundador del MPI. En los altos de la Mueblería tenían oficinas el MPI y la FUPI y allí también se reunían los cuerpos directivos de ambas organizaciones.
[5] Sobre Andreu Iglesias recomendamos el trabajo de Georg Fromm: César Andreu Iglesias. Aproximación a su vida y obra. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1977. Los archivos de Andreu Iglesias se hallan depositados en el Centro de Investigaciones Históricas. Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
[6] Juan Mari Brás. Op. Cit., p. 136.
[7] Don Luis V. Pino había sido dirigente de Afirmación Socialista, una organización de izquierda que proponía a principios de la década del 1930 “la renovación moral” del partido acaudillado por Santiago Iglesias.
[8] En 1975 Gandía, con residencia fija en Manatí, resultaría apresado y torturado en cárceles dominicanas. Al impresor de Claridad lo habían sentenciado a cumplir 30 años de prisión por trasladar a las costas de Santo Domingo a tres revolucionarios antillanos.
[9] Emilio Delgado murió en Nueva York en 1967. Recuerdo que acompañé a Mari Brás al aeropuerto de San Juan donde recibimos el féretro. El MPI llamó a los intelectuales de Puerto Rico a rendirle tributo al periodista y poeta boricua, amigo de Siqueiros. Ningún intelectual se hizo presente en la funeraria. A Pedro Baigés Chapel, ya fallecido, se le encomendó despedir el duelo de Emilio en el cementerio de Corozal.
[10] Luis Negrón López, Santiago Polanco Abreu y Roberto Sánchez Vilella se disputaban la candidatura a la gobernación por el Partido Popular en las elecciones de 1968. El primero resultó favorecido por Muñoz Marín y la maquinaria del partido. Marginado de la colectividad, Sánchez pasa de inmediato a dirigir el ya inscrito Partido del Pueblo. La división en las filas del PPD ocasiona el triunfo del recién fundado Partido Nuevo Progresista que había postulado a Luis Ferré como candidato a la gobernación.
[11] Mari Bras. Op. Cit., p. 141.
[12] John Edgar Hoover (1895−1972) fue el primer director del FBI, desde su creación el 10 de mayo de 1924 hasta su muerte acaecida en 1972. Soltero empedernido, anticomunista y racista despiadado, le dio el visto bueno a sus agentes para que persiguieran, violándole sus derechos civiles, a figuras tan respetables como Martin Luther King, Pablo Picasso, John Lennon y Marilyn Monroe, entre otros.
[13] Memorando de J. Edgar Hoover, director del FBI, dando inicio al Programa Cointelpro en Puerto Rico, 4 de agosto de 1960. El documento original se reproduce en: Ward Churchill y Jim Vander Wall. The COINTELPRO Papers. Documents from the FBI’s Secret War Against Domestic Dissent. Boston, MA.: South End Press, 1990, p. 68.
[14] Recomendamos el estudio de lo que consideramos un clásico en la historia del carpeteo en nuestro país: Ramón Bosque Pérez y José Javier Colón Morera. Las carpetas. Persecución política y derechos civiles en Puerto Rico. Río Piedras: Centro para la Investigación y Promoción de los Derechos Civiles, 1997.
[15] Carmen Gautier Mayoral y Teresa Blanco Stahl. “COINTELPRO en Puerto Rico: documentos secretos del FBI (1960−1971)”. En Ramón Bosque Pérez y Javier Colón Morera. Las Carpetas…
[16] The FBI Files on Puerto Ricans. Memorando del agente W. R. Wannall a W. C. Sullivan, 9 de junio de 1969. FBI HQ 105 – 93124 (Section 6). COINTELPRO.
[17] Durante la marcha de protesta contra la conferencia de los gobernadores de Estados Unidos, celebrada en 1968 en un hotel de Isla Verde, no eran pocos los pipiolos que estaban armados. Portando armas cortas igualmente iba la gente del MPI. Muchas de aquellas armas eran cargadas en bolsos por mujeres jóvenes, pero al lado de los bolsos estaban los compañeros prestos a usarlas en caso de necesidad. No hacemos ningún descubrimiento si decimos que algunas de aquellas mujeres estaban adiestradas en el manejo de armas.
[18] Ernesto Che Guevara. Crear dos, tres, muchos Viet Nam. (Mensaje a la Tricontinental). Colombia: Ocean Sur, 2007, p. 20.
[19] Claridad, 5 de febrero de 1966, pp. 1, 4.
[20] Por aquellos días la Misión del MPI en Cuba estaba localizada en la Avenida 39, entre 34 y 36, Marianao. Narciso Rabell se había convertido en un cuadro especializado en relaciones exteriores. Trabajó durante muchos años, representando a la FUPI, en la Unión Internacional de Estudiantes, con sede en Praga.
[21] El plebiscito del 23 de julio, promovido por el Partido Popular, fue un rotundo fracaso. El Estado Libre Asociado alcanzó 425 mil votos, mientras la anexión obtenía 274 mil. La abstención del independentismo había sido total. Los 4 mil votos independentistas que obtuvo un oportunista llamado Héctor Álvarez Silva, de nada le sirvieron al coloniaje. ¿Qué obtuvo Puerto Rico de aquella consulta? Nada, absolutamente nada. Álvarez Silva había desacatado incluso los acuerdos de su propio partido, el Partido Independentista Puertorriqueño, que se había sumado a la campaña anti-plebiscitaria.
[22] Comunicado de prensa del MPI. “Destitución de Narciso Rabell Martínez”, San Juan, 21 de julio de 1967. Copia original en Archivos de Félix Ojeda Reyes.
[23] Ibid.
[24] Comunicado de prensa de Filiberto Ojeda Ríos. La Habana, 25 de julio de 1967. Copia original en Archivos de Félix Ojeda Reyes.
[25] El Mundo, 1 de octubre de 1967.
[26] El oleoducto de Guayanilla a Cataño era usado por las compañías Corco, Shell Oil y Texaco, todas de capital extranjero.
[27] Comandos Armados de Liberación. Comunicado Número 1, 22 de febrero de 1968. Biblioteca Legislativa de Puerto Rico. Colección Expedientes FBI. Serie CAL – SJ 105 – 10644. Sub-serie 1. Véase, además, “Bombs Hit Pipeline in Puerto Rico”. Washington Post, 26 de febrero de 1968.
[28] “No somos el brazo armado de una organización determinada”. Gaspar Cúneo Elizondo entrevista al Jefe de los Comandos Armados de Liberación, p. 5. Copia del documento en Archivos de Félix Ojeda Reyes. También se puede leer en Claridad, 29 de septiembre de 1968, pp. 8 – 9. La entrevista se llevó a cabo en la playa de Piñones.
[29] Durante esos días, la séptima asamblea nacional del MPI, celebrada en abril de 1968 en una cancha deportiva de la urbanización Country Club, en Carolina, proclama el derecho de los puertorriqueños a la lucha armada.
[30] El 7 de marzo la división de huellas digitales del FBI en Washington informa a la oficina en Puerto Rico que habían identificado cuatro huellas digitales en el sobre y otras tres en la hoja impresa. Además, pudieron corroborar la huella de la palma de una mano en el comunicado de los CAL. (FBI. Report of the Identification Division. Latent Fingerprint Section. March 7, 1968).
[31] Biblioteca Legislativa Tomás Bonilla Feliciano. Archivo de Carpetas del FBI. Serie Comandos Armados de Liberación. Subserie 1. CAL-SJ 105 – 10644. Volumen 1. Caja 1. Urgente: del Director del FBI a la Oficina de San Juan, 29 de febrero de 1968.
[32] El primero de marzo de 1968.
[33] FBI. CAL. SJ 105‑1064. Volumen I. Subserie 1. Teletipo urgente al director del FBI, New Haven. De: SAC, San Juan, 1 de marzo e 1968
[34] CAL-SJ 105 – 10644. Volumen I. Sub serie 1. Urgente. Al Director y a la oficina de San Juan vía Washington. Desde New Haven, 4 de marzo de 1968.
[35] FBI. CAL – SJ 105 – 10644. Volume 1. Subserie 1. SAC, San Juan. SAC, New Haven, 9 de abril de 1968.
[36] Federal Bureau of Investigation. Freedom of Information. CAL – SJ 105 – 10633. Volume 1. Subserie 1. Royal Office Typewriters Division of Litton Industries, 17 de abril de 1968.
[37] Fran, sin la K, como Cervoni acostumbraba recordar.
[38] Al estallar la guerra civil en España, Cervoni se traslada a Francia. Posteriormente ingresa en la prestigiosa Academia de San Marco en Florencia y continúa su educación en Francia y México. A su regreso a la Isla ejerce la docencia en nuestra Universidad, enseña en la Escuela de Artes Plásticas del Instituto de Cultura y fundaría su propio estudio de dibujo y pintura en la Avenida Ponce de León de Santurce.
FUENTE: 80 Grados