Hoy 27 de junio se cumplen 89 años del intento de proclamación por voluntad y decisión propia de la clase trabajadora, la República Andaluza, en lo que se denominó tras su desmantelamiento por el ministro español de Gobernación, Miguel Maura, el “complot de Tablada”. Desde Nación Andaluza conmemoramos el más reciente intento de proclamar la independencia política de Andalucía.
En el “complot” participaban aviadores del ejército del aire encabezados por Ramón Franco, encargados de neutralizar los cuarteles leales a la República española. El médico y líder obrero anarquista Pedro Vallina y el andalucismo revolucionario cuyo principal dirigente, Blas Infante, no sabemos hasta que punto tenía conocimiento de la operación militar. Todos ellos eran candidatos a las elecciones estatales que se celebrarían el 28 de junio, por el Partido Republicano Revolucionario. Esas elecciones les dieron la cobertura necesaria para la agitación política y propagar la sublevación revolucionaria. Pedro Vallina comentó en sus memorias los objetivos de la campaña electoral: “…En las asambleas que se celebraran en Sevilla y en los pueblos de la provincia, la muchedumbre respondió con entusiasmo… …yo les hacía conocer de lo que se trataba, de una revolución social, y no de elecciones a diputados…”.
Días previos, varios aviones sobrevolaban Sevilla con la inscripción “VIVA ANDALUCÍA LIBRE” arrojando pasquines con lemas como: «El Gobierno Provisional de la República no ha sabido o no ha querido expresar la Revolución», «¡Jornaleros andaluces! venimos a daros la tierra y a restituiros con ella el rango de Pueblo más culto de Europa que vuestros antepasados hubieron de ostentar. Tenemos leyes ya elaboradas por técnicos y prácticos que os proporcionarán la tierra, el dinero y los medios de cultivarla», «¡No les demos tiempo a la burguesía a preparar la ofensiva por medio de las Cortes! Impongámonos los proletarios por medio de las Cortes…»
Para el día 27, el movimiento obrero coordinado por Pedro Vallina había convocado una Huelga General Revolucionaria como apoyo a la proclamación y para tomar las calles y los centros de producción ante la más que previsible reacción de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Desde primera hora del día 27 hubo enfrentamientos entre las Fuerzas de Seguridad y trabajadores sevillanos en varios puntos de la ciudad. La parte militar del “complot” fue descubierta y a consecuencia de ello, la civil fue desactivada. El Gobierno de la República a través de Maura, envió a Sevilla al General Sanjurjo para apoderarse del aeródromo y detener a los oficiales implicados en la sublevación, así como para preparar su defensa ante la más que previsible llegada de los rebeldes andaluces.
Es el propio Miguel Maura, Ministro de la Gobernación definió el programa político de los revolucionarios andaluces de esta forma: “…aparece la aspiración de que se proclame la República andaluza libre…se tramaba bajo la advocación de una “Andalucía libre” y las proclamas que se repartían hablaban de la “independencia de Andalucía” y del Estado republicano andaluz” prometiendo a los campesinos un sinfín de venturas…“. La prensa de Sevilla, alarmada, también se hacía eco de la preocupación de la casta política española: “…Se trataba de provocar la revolución social y proclamar el Estado libre de Andalucía…“.
Los sucesos fueron juzgados en Consejo de Guerra en noviembre de 1933, siendo condenados a penas de prisión todos los implicados a excepción de Ramón Franco por su condición de aforado. Blas Infante negaría cualquier plan de sublevación para la proclamación de la República Andaluza a pesar de que otros actores dejan entrever su participación, pero se responsabilizaría totalmente del programa político de la misma (que compartía la candidatura del Partido Radical Revolucionario) y diría: “…Fui yo, pues, quien promovió la cruzada; Franco no tiene la culpa…”. Sobre el fin último de la misma afirmaría: “Nosotros aspirábamos y aspiramos y seguiremos aspirando a la elaboración de un Estado libre en Andalucía. Y qué ¿no proclamó su República Cataluña?… …Pues nosotros no tenemos, por ahora, otras denominaciones que las de “República Andaluza o estado libre o autónomo de Andalucía” para llegar a expresar aquella “Andalucía soberana, constituída en Democracia Republicana” que dice el artículo primero de la Constitución elaborada para Andalucía por la Asamblea de Antequera, hace medio siglo, en 1883…”.
Desde Nación Andaluza entendemos que estos acontecimientos nos vuelven a indicar, en 1931 como ahora que la vía institucional no es el camino que nos lleve a la República Andaluza de Trabajadoras. El Estado español nunca va a permitir la independencia de Andalucía a través de las urnas ni los votos. El papel de la lucha institucional ha de estar supeditado y determinado por las necesidades de la lucha obrera y popular, centrada en las calles. Entendemos también que la liberación de Andalucía solo puede basarse en la confrontación con el Estado y con sus instituciones, así como con la confrontación con las organizaciones políticas y sindicales que lo sostienen. Sin excluir a la “izquierda socialdemócrata” y al sindicalismo amarillo. Esta independencia nacional de Andalucía servirá de poco si no va acompañada por la subversión del modo de producción capitalista (que devuelva al pueblo trabajador andaluz la tierra, los medios de producción y la soberanía económica) y la lucha contra el patriarcado.
La conjura para la proclamación de la República Andaluza en junio de 1931 es un hecho histórico que se ha intentado silenciar y cuando no se ha conseguido se ha calificado como “bulo” o “falso”, por contradecir la versión institucional y regionalista que se ha querido difundir desde el españolismo, obviando el contexto social y político de la época. Por todo ello, desde NACIÓN ANDALUZA llamamos a nuestra militancia, adheridas y simpatizantes reivindicar el “complot” de Tablada como el más reciente intento de alcanzar nuestra independencia nacional y de conquistar el poder político por la clase trabajadora andaluza. Llamamos a continuar luchando desde las calles y el movimiento obrero y popular ‑ignorando los cantos de sirena del reformismo y su vía institucional- con el objetivo de construir la República Andaluza.
¡Viva la República Andaluza!
Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.
Andalucía, 26 de junio de 2020.
Carlos Ríos
Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).
Latest posts by Carlos Ríos (see all)