Resumen Latinoamericano, 10 julio 2020
En una actividad que se realizó en la tarde del viernes en el barrio de Chacarita, un grupo de solidarios y solidarias con la lucha del pueblo palestino, dijeron presente a la convocatoria realizada por el Frente Cultural Che Adelita, recientemente dado a conocer en otra actividad en el Puente Pueyrredón por Maxi y Darío.
La actividad comenzó con la lectura de un poema (Para nuestra Patria) del gran poeta palestino Mahmoud Darwish.
Enseguida, la actriz Eliana Wassermann leyó un potente texto que el actor Norman Briski enviara para la actividad. Finalmente, el rapero Daniel Devita entonó a capella su tema «Nacido en Palestina».
Todo terminó con gritos de repudio a la anexión sionista y vivando a Palestina libre. En el piso, un grupo de jóvenes marcó su presencia pintando esas consignas a través de un sténcil.
En Buenos Aires, en la calle, se envió un mensaje de solidaridad e internacionalismo al pueblo palestino, a sus presos y presas, y sobre todo a su enorme voluntad de Resistencia al opresor.
PARA NUESTRA PATRIA
por Mahmoud Darwish
Para nuestra patria,
Próxima a la palabra divina,
Un techo de nubes.
Para nuestra patria,
Lejana de las cualidades del nombre,
Un mapa de ausencia.
Para nuestra patria,
Pequeña cual grano de sésamo,
Un horizonte celeste… y un abismo oculto.
Para nuestra patria,
Pobre cual ala de perdiz,
Libros sagrados… y una herida en la identidad.
Para nuestra patria,
Con colinas cercadas y desgarradas,
Las emboscadas del nuevo pasado.
Para nuestra patria cautiva,
La libertad de morir consumida de amor.
Piedra preciosa en su noche sangrienta,
Nuestra patria resplandece a lo lejos
E ilumina su entorno…
Pero nosotros en ella
Nos ahogamos sin cesar.
El texto de Norman Briski
Hoy Israel, sucursal del Imperio que le pide online mas anexiones enviándole vía Starbucks el armamento más sofisticado del stock de ventas del supermercado más rentable de la tierra, victimiza sin piedad al pueblo palestino que no negocia su potestad porque ya se le acabó la instancia del Estado negociador. Y sin alternativa busca el grito que resuene en el viento hasta alcanzar la solidaridad que produce milagros.
Está en nosotros ‑y en ninguna institución de pactos- la posibilidad de que Israel busque en su pueblo ‑si todavía se acuerda- o desaparezca como gendarme del capital divino. Disfraz de intereses petroleros, y falsas premisas civilizatorias para vigilar y castigar al pueblo que, con historia o sin ella, quiere vivir en su tierra.
Que no sea atributo de ningún Estado ni que intervengan otro, porque no hay contienda entre dos fuerzas. No es una guerra, es un atropello inaudito. Palestina es lo que está en el medio, en el imaginario de un Estado- militarizado a tal punto que sus habitantes son empleados de su Estado Mayor. Y su democracia son presupuestos de guerra con capital del senado americano.
No pueden con Siria ni con los Kurdos ni con Irak, Irán ni Afganistán. No pueden. No pueden civilizar para reinar. Y se les viene la noche, una noche blanca, una noche que los matará el insomnio con todos los fantasmas de sus niñes asesinados y sus ojos, los de la puntería, gatillarán sobre sus propios cuerpos.
Si la barbariede Israel es consecuencia de la Segunda Guerra, su convalecencia no debería ser el sionismo ni las mágicas creencias religiosas,
ni las alianzas para sus ataques. Aunque todas estas juntan fuerzas, no iluminan razones y nunca un ideal fue sostenido por el capital.
Los semitas están en la misma casa y como la Torre de Babel parece que no cabemos. Si no tuviéramos el techo miraríamos el cielo.
Qué difícil es pensar el mundo sin propiedad sin fronteras, pero mucho más difícil es vivir con ellas.
Están matando la inocencia y entonces… las mujeres serán volcanes y los hombres inmortales y nosotros justos o empleados de la muerte.
Lloramos piedras cuando los enemigos son digitales.
*Actor y dramaturgo argentino.
Fragmento del tema «Nacido en Palestina«
de Daniel Devita
Quiero dormir pero el sueño no se concilia
Antes hubo días felices y noches sin vigilia
Hubo un lugar previo a toda esta desidia,
Mi hogar mi libertad la cuna de mi familia
Mi pueblo vivía en paz, tenía la seguridad
De crecer y convivir con otra colectividad
Nuestras tierras construyeron su libre albedrío
Recibieron y acogieron a tantos judíos
Amigos míos levantamos la cabeza
Autodeterminación, basta de ser colonia inglesa
Libertad a nuestro pueblo, un Estado para serlo
Pero había otro plan y un día pudimos verlo.
Miles llegaban y llegaban otros mil
Reclamando nuestras tierras y poblados para si
El lugar donde nací se ponía oscuro
Ellos buscaban crear un Estado judío puro
Un muro se extendía por Europa y era el fin
De millones de personas en un genocidio…