Resumen Latinoamericano, 15 julio de 2020
Megaoperativos en Villarino, mucho ruido y pocas nueces
Mientras se despliegan ruidosos operativos replicados luego mediáticamente con distorsiones, los abogados querellantes de la familia del desaparecido Facundo Castro están cada vez más cerca de pedir la detención de los policías involucrados. «Necesitamos abrir el libro de guardia que está cerrado en algún sobre manila en algún cajón de algún escritorio, que el fiscal (federal Santiago Ulpiano Martínez) baje del helicóptero y nos lo muestre», dijo el abogado Leandro Aparicio, en representación de la madre de Facundo, Cristina Castro, sin ocultar su ofuscación por la difusión de medidas de prueba aun antes de que hayan terminado de ocurrir. En ese sentido, ratificó que ellos ya cuentan con los datos geosatelitales precisos de la ubicación de la camioneta Toyota Hilux blanca y negra, vista entre las 15.30 y las 15.40 por tres testigos en la ruta 3 cerca de Mayor Buratovich, a la cual dos efectivos subían al joven. «Dicen que lo van a peritar, lo que hay que hacer es abrirlo y leerlo a ver quién estaba de guardia, convocarlos y si los testigos los reconocen, adentro», resumió el letrado al referirse al inminente pedido a la justicia.
Hay un antes y un después en la historia de la desaparición de Facundo Castro, el joven de 22 años que ama la batucada y trabaja en el empaque de cebolla, y la bisagra está a principios de julio, cuando la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) es aceptada como querellante en la causa federal por su desaparición forzada y los detalles cobran difusión pública en algunos medios, entre ellos PáginaI12. En el después van floreciendo, como suele ocurrir en todos los procesos por desaparecidos en democracia, las más absurdas versiones, que serían de color si no fuera que tienden a desviar el eje puesto en los uniformados. Pocas horas después del desembarco de centenares de efectivos de las fuerzas federales, el teléfono del abogado Luciano Peretto, compañero de Aparicio en este caso, comenzó a arder. «Lo llama uno pidiéndole un IPhone y le dijo que (a Facundo) lo habían matado a una cuadra del Luna Park un jugador de River», grafica Aparicio. «A mí una señora me dijo que Facundo la había ayudado a cortar el pasto, que quería ir a declarar, le pasé los teléfonos de la fiscalía, y tengo derecho a dudar porque esas versiones apuntan a desviar, a llevar el cuerpo de Facundo vivo hacia otro lado». En cambio, el curtido letrado que trabajó en la desaparición de Daniel Solano y en el femicidio de Katherine Moscoso enfatiza que no tiene ninguna razón para dudar de los tres testigos, trabajadores esenciales y vecinos de Villarino que volvían ese día de Bahía Blanca por la ruta 3, que declararon cuatro veces por videollamada en sendos expedientes de la justicia provincial y federal.
«Son totalmente convincentes los dichos de las tres personas, al unísono declararon, claramente uno estaba atento al manejo, otro prestó atención a un detalle, el que iba atrás a otra parte, pero entre los tres hacen un cuadro general en el que reconocen a Facundo y a la mochila marca Wilson que llevaba». Para Aparicio, la confiabilidad de estos testimonios radica en que coinciden en la cronología de los hechos, y porque se presentaron espontáneamente mucho antes que el caso tuviera resonancia. «En cambio, justo cuando empiezan los rastrillajes mirá qué casualidad aparece gente que lo saca geográficamente del lugar ya señalado, las afueras de Mayor Buratovich».
Consultado sobre la situación de los tres testigos iniciales, el letrado también fue tajante: «Es mi obligación advertir que el Estado Nacional debe velar por su protección, soy responsable por ellos, ya se filtraron sus datos a medios locales que tienen estrechos nexos con la Policía Bonaerense, y eso no puede ser». La experiencia lo lleva a afirmar que «no sería la primera vez que en una investigación se inventan testigos». Sobre la mujer, nueva testigo, que dice haberlo levantado en la ruta mientras Facundo hacía dedo, el abogado también tuvo que plantear una rectificación, que fue verificada por PáginaI12 con una alta fuente oficial: ese testimonio no dice que hayan llegado hasta Bahía Blanca. «No fue lo que declaró, lo levanta a la salida de Mayor Buratovich y lo deja en el control fitosanitario del cruce entre las rutas nacionales 3 y 2, porque esa persona no quería pasar de nuevo por controles policiales del ingreso a esa ciudad y se iba a desviar hacia su destino», dijo la fuente, al mismo tiempo que aclaró que los dichos de esta persona aún están siendo sometidos a verificación.
Tres testigos
Los abogados de la familia sospechan de la nueva versión porque ven ingredientes de un armado, sobre todo en base a hechos concretos ocurridos en las últimas horas, tales como que no fueron avisados sobre la declaración. «A veces resolvés un caso con un testigo, nosotros tenemos tres, tenemos que probar sólo que lo metieron en un vehículo policial, el Estado tiene que decir qué hizo con el chico», dice Aparicio mientras espera que lo reciba el fiscal Martínez, que ayer no estaba cuando acudieron con la madre de Facundo. A su criterio, los dichos de los tres vecinos que ya declararon han sido incorporados al expediente y forman parte de las pruebas del caso, pero en el afán de generar actividad para la atención mediática no descarta que los vuelvan a llamar. «Vamos a pedir la detención de los policías, sobre eso tendrá que decidir la fiscalía», anticipó a PáginaI12.
«Cristina es la primera que debe saber la verdad, no los medios que operan en estas causas, porque nosotros vamos a tener que seguir buscando a Facundo cuando ya la noticia no les importe a muchos», afirmó el abogado. Sobre la incorporación del adiestrador Marcos Herrero a la búsqueda, dijo que ellos insistieron porque, precisamente es alguien en quien Castro confía. PáginaI12 quiso saber si sus reservas las extiende a los actuales rastrillajes encabezados por fuerzas federales. «Es la búsqueda de un cuerpo como si se hubiera extraviado por ahí, nosotros estamos diciendo que lo metieron en una camioneta que ya está identificada, y quizás no lo van a encontrar ahí donde están rastrillando», respondió.