Por Nara Lacerda. Resumen Latinoamericano, 14 de julio de 2020.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la devastación en la Amazonía alcanzó récords en el mes de junio. Fueron 1.034,4 km² en alerta de deforestación, el mayor nivel de la serie histórica, 10,6% superior al registrado en el mismo mes del año pasado. El resultado fue divulgado un día después de una reunión en que inversionistas extranjeros reclamaron medidas de protección de la selva al gobierno brasileño.
El crecimiento en la devastación en el primer semestre fue de 25% con relación al mismo período de 2019 y llegó a 3.069,57 km², el equivalente a dos veces el área de la ciudad de São Paulo. En el acumulado de 11 meses, el alza fue de 64%. Las cifras generaron reclamos de inversionistas internacionales al gobierno brasileño.
Un encuentro virtual este jueves (9) reunió representantes de diez fondos privados extranjeros y el vicepresidente Hamilton Mourão, que es jefe del Consejo Amazonía. Los inversionistas solicitaron compromiso con el combate a la deforestación y a los incendios, cumplimiento de la Ley del Clima y del Código Forestal y acceso público a los datos sobre la devastación.
No fue el primer reclamo dirigido a Brasil para la preservación de la selva. En junio, 30 fondos de inversión exigieron contención del avance de la deforestación. La presión también viene de empresas nacionales. A comienzos de esta semana, 40 empresarios brasileños firmaron una carta enviada a Mourão en que expresaban preocupación con la imagen negativa de Brasil en el exterior.
Después de la reunión con inversionistas extranjeros este jueves (09), el general llegó a decir que los reclamos se originaban en intereses comerciales para perjudicar al agro negocio brasileño. Irónicamente, la afirmación fue realizada después de que el propio Mourão pidió dinero al grupo para acciones de preservación. “Es obvio que aquellos que serán incomodados por el avance de la producción brasileña, buscarán, de alguna forma, impedir que esa producción evolucione como viene sucediendo.”
Este viernes(10), después divulgación de los números récord, el vicepresidente adaptó el discurso. El admitió que el trabajo de combate a la devastación este año comenzó tarde.
«Ya dije varias veces que las acciones contra la deforestación debían haber comenzado en diciembre del año pasado. He dicho que vamos a proseguir con este tipo de trabajo hasta fines de 2022 o hasta que quienes deforestan se den cuenta de que ya no pueden hacer eso.”
Mourão reclamó también de la falta de recursos financieros y humanos. «El IBAMA hoy tiene 300 fiscales. ¿Cómo es que usted va a operar con 300?”
Organizaciones reaccionan
Organizaciones de defensa ambiental ya venían alertando sobre el problema desde el inicio del gobierno de Jair Bolsonaro (sin partido). Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, afirma que Brasil está en su peor momento en la agenda ambiental .
“Mientras el Palacio de Planalto se esfuerza para intentar engañar al mundo de que preserva la Amazonía, la realidad de los números revela que el gobierno Bolsonaro está colaborando en la destrucción del mayor bosque tropical del planeta”
En nota, el Observatorio del Clima alertó además sobre el hecho de que los resultados fueron registrados dos meses después del inicio de la Operación Verde Brasil 2, que puso al Ejército en la Amazonía, “en teoría, para combatir crímenes ambientales.” Este viernes (10), un decreto prorrogó la operación hasta el 6 de noviembre.
WWF Brasil también reaccionó a los números. La organización llama la atención al hecho de que las alertas del INPE ocurrieron no sólo en propiedades privadas y tierras públicas, sino también en Unidades de Conservación, «en las cuales debería haber más control y rigor”, según la gerente para Ciencias de la institución, Mariana Napolitano.
El director de Conservación y Restauración de la institución alertó: “Incluso aunque no se queme ningún metro cuadrado en la actual temporada de incendios que va hasta septiembre – como espera el vicepresidente de la República Hamilton Mourão al proponer nuevamente la moratoria de los incendios en la Amazonía Legal este año –, el mayor estrago ya se hizo.”
En su site, la WWF Brasil enumeró las unidades de preservación que fueron más impactadas: la Floresta Nacional (Flona) de Jamanxim y la de Altamira, el Área de Protección Ambiental (APA) de Tapajós y la Reserva Biológica Nascentes de la Serra do Cachimbo, todas en Pará. Según la organización, el gobierno tiene acceso anticipado a datos que ya indicaban ese escenario, mas no actuó para prevenir el resultado.
Edición: Rodrigo Chagas
Traducción: Pilar Troya
* Fuente: Brasil de Fato