Resumen Latinoamericano, 25 de julio de 2020.
Una larga jornada de formalización tuvieron Mónica Caballero Sepúlveda y Francisco Solar Domínguez, quienes durante la madrugada de este viernes 24 de julio fueron detenidos en sus respectivos domicilios de Quinta Normal y Santiago Centro. Ambos fueron sindicados como los presuntos autores de colocación de artefactos explosivos durante el mes de julio de 2019 y febrero de 2020 y quedaron en prisión preventiva pese a incongruencias presentadas por el ente persecutor.
Mónica y Francisco son conocidos por el bullado Caso Bombas de 2010 en donde se comprobó el montaje y fraude judicial en que fueron envueltos por el entonces ministro del interior, Rodrigo Hinzpeter (uno de los actuales querellantes) y el ex fiscal Alejandro Peña. Además, ambos fueron expulsados de España en 2017 tras ser condenados y pasar 4 años en la cárcel por colocación de artefacto explosivo en la Basílica del Pilar en Zaragoza en 2013.
Ayer fueron nuevamente sindicados como los posibles responsables del traslado, colocación y activación de tres artefactos explosivos durante el 2019 y el 2020 en Santiago.
Solar fue acusado de enviar 2 bombas por correo hace exactamente un año, el 24 de julio de 2019. Una de estas explotó en la 54° Comisaría de Huechuraba hiriendo a un Carabinero y la otra tenía por destinatario las oficinas del gerente del Grupo Quiñenco, Rodrigo Hinzpeter, ex Ministro del Interior del primer Gobierno de Piñera. Este último artefacto no detonó y fue desactivado por el GOPE
Además les imputaron la detonación de 2 artefactos en el edificio Tánica de Vitacura el 27 de febrero de 2020.
Fueron poco más de cuatro horas de presentación de pruebas por parte de la Fiscalía Metropolitana Sur de Santiago. Estas se basaron principalmente en las grabaciones expuestas por las cámaras de seguridad de la Unidad Operativa de Control de Tránsito como de locales privados o recintos públicos. Las imágenes que en su mayoría eran de muy baja calidad, requerían de la interpretación y relato guiado del ente acusador.
Cabe destacar algunas de las incongruencias presentadas por el Ministerio Público sobre las presuntas pruebas concluyentes. En cuanto al gorro periciado por la investigación y que aseguran fue encontrado en un basurero en las cercanías del barrio Beauchef, existe un desfase de cuatro días entre el momento en que la presunta prueba fue arrojada al basurero y el momento en que fue recuperada del mismo, del 24 al 28 de julio. La defensa consideró que resulta poco creíble que un basurero del centro de Santiago pase ese tiempo sin ser vaciado.
A la hora de responder la pregunta efectuada por la defensa de Solar al Ministerio Público sobre qué porcentaje de material genético de Francisco podía ser identificado en el gorro, el ente persecutor solo pudo precisar que correspondía a un perfil genético masculino.
Cabe señalar que otro tipo de material genético recolectado como prueba, tampoco podría calificar como tal, ya que las muestras fueron recogidas de los restos vertidos por uno de los aparatos detonados, material que se encontraba degradado por la explosión como por la posterior quema del mismo.
Las acusaciones contra Mónica Caballero, al igual que el año 2010, se basaron en prendas de vestir incautadas durante el proceso de allanamiento y detención, las que se compararon con las imágenes a las que antes se hizo referencia. Pero su defensa expuso que no se pudo precisar ninguna prueba verdaderamente concluyente, ni vincular estas presuntas evidencias a los cargos que se le imputan. Esto ya que las grabaciones presentadas, además de ser imprecisas, no registraron el momento especifico de la colocación y detonación del artefacto explosivo.
La magistrada dictaminó prisión preventiva por un periodo de seis meses de investigación (un año fue lo solicitado por el Ministerio Púbico), con posible prórroga ad portas de vencer dicha fecha.
Fuente: Resumen