Resumen Latinoamericano, 03 de julio de 2020
A 11 años del golpe de estado denunciamos el narcogenocidio al pueblo de Honduras en manos de la dictadura de JOH. Desde aquel junio del 2009, el régimen nos sigue arrebatando compañeras y compañeros para quitarnos la esperanza y sembrar el miedo, pero están con nosotras y nos dan su fuerza. No olvidamos y no nos reconciliamos.
Somos mujeres diversas de pueblos, comunidades y ciudades, de todas las edades, e identidades políticas que construimos un espacio seguro y de confianza haciendo un pacto de hermanas. Luchamos por la libertad, la vida y la esperanza para recuperar y reconstruir el pais, con comida, tierra, salud, educación, voces y agua compartida para todas, con la alegría y fuerza de la espiritualidad que nos guía e invocamos con cantos, bailes y tambores garífunas, misquitos, tolupanes, lencas, pech, chortis, tawakas,
Nuestro primer encuentro en Vallecito, tierra liberada por el pueblo Garífuna, el año 2019 nos dejó claro que sólo la fuerza y la organización, la solidaridad, y creatividad nos va a permitir sostener la vida colectiva que soñamos y por la cual luchamos.
No debemos esperar que los gobiernos hagan algo por nosotras como nunca lo han hecho. Este sistema patriarcal, capitalista y racista y su mal llamada democracia es un fracaso para el pueblo hondureño y especialmente para las mujeres.
Denunciamos que el manejo de esta crisis sanitaria es una estrategia política para la desmovilización y el exterminio de los pueblos originarios, campesinos y clase trabajadora con el objetivo de perpetuar el proyecto de despojo capitalista. Las medidas tomadas por el régimen han impactado a las trabajadoras informales y otras que han sido obligadas a trabajar aún con temor al contagio. Somos reprimidas con gases y balas cuando denunciamos el hambre y la miseria que han traído estas medidas. Los femicidios y todas las formas de explotación y violencia sobre los cuerpos de las mujeres y las niñas han aumentado con el confinamiento
Consideramos que la apertura inteligente es una sentencia de muerte para las mujeres y los pueblos porque está centrada en la idea de que es más importante el dinero que la vida de la gente. Nuestra propuesta es por el buen vivir
Necesitamos continuar fortaleciendo la autonomía de las comunidades y sus procesos de autodefensa que son el corazón de la propuesta política nuestra. Nos sentimos orgullosas de las acciones de organizaciones y comunidades que están enfrentando con ternura y valentía esta epidemia y son ejemplo para todas y todos. .
Desde la Asamblea de Mujeres Luchadoras de Honduras abrazamos las diversas luchas y generaciones en resistencia dentro y fuera de este país desde el golpe de estado del 2009 hasta la actualidad.
Animamos a quienes siguen resistiendo desde sus diversos espacios, maneras y tiempos para que no olviden que no estamos solas y que todas sumamos fuerza para tejer rebeldías y esperanzas. Necesitamos juntarlas todas en un proyecto común de emancipación.
Nos duele el sufrimiento del pueblo de Honduras ante la situación de enfermedad y muerte por la cual estamos cruzando, Nos indigna y da rabia el desprecio, la corrupción, la mentira y la impunidad de quienes son los responsables.
Acuerpamos
La lucha antirracista en el mundo
La liberación de los presos políticos de Guapinol y todos los presos políticos
La causa Berta Cáceres y la justicia para el pueblo lenca
La resistencia de los territorios y comunidades indígenas y negras contra las amenazas y agresiones ante su autonomía y por el asesinato de sus liderazgos
La lucha feminista contra las múltiples violencias ejercidas en los cuerpos de las mujeres y por la autonomía de sus vidas
La autodeterminación de los cuerpos, sexualidades, e identidades y proyectos políticos disidentes a la heterosexualidad.
Las trabajadoras de las maquilas, domesticas, de la salud, del sector informal que están en alto riesgo de muerte y represión por el ejercicio de sus labores
La defensa de las espiritualidades indígenas, negras, comunitarias ante las agresiones fundamentalistas
Confiamos en la ancestralidad y sabiduría de los pueblos y las mujeres que se han enfrentado por siglos al exterminio y han sobrevivido pasando de una generación a otra su conocimiento y saberes.
Nuestros sueños y nuestras luchas no están en cuarentena.
Fuente: Los muros