Méxi­co. El ser­vi­cio del Ejér­ci­to y la Armada

Por Gerar­do Fer­nán­dez Casa­no­va, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 22 julio 2020.-

El Pre­si­den­te López Obra­dor ha hecho uso de los ins­ti­tu­tos arma­dos de mane­ra nun­ca antes vis­ta. En el pasa­do han sido de gran uti­li­dad en la aten­ción a la pobla­ción en casos de desas­tres, en la des­truc­ción de plan­tíos de mari­gua­na y ama­po­la, en un irre­gu­lar com­ba­te al cri­men orga­ni­za­do y en pro­ta­go­ni­zar el des­fi­le del 16 de sep­tiem­bre. Tres­cien­tos mil ele­men­tos sin otra fun­ción adi­cio­nal que la de estar pre­pa­ra­dos para defen­der la sobe­ra­nía del terri­to­rio y de la zona marí­ti­ma exclu­si­va, en el remo­to caso de una inva­sión extran­je­ra. Un muy one­ro­so recur­so extre­ma­da­men­te des­per­di­cia­do que debe­ría ser emplea­do al ser­vi­cio del país.

Antes de pen­sar en apro­ve­char tal recur­so, AMLO ejer­ció la fuer­za de su legi­ti­mi­dad por la que eli­gió con abso­lu­ta liber­tad a los res­pec­ti­vos Gene­ral y Almi­ran­te Secre­ta­rios, rom­pien­do con la tra­di­cio­nal fór­mu­la de la selec­ción entre las res­pec­ti­vas ter­nas que le pre­sen­ta­ran los altos man­dos de ambas ins­ti­tu­cio­nes, lo que daba garan­tías de con­ti­nui­dad a las estruc­tu­ras de poder inter­nas. López Obra­dor se dio a la tarea de una minu­cio­sa y deta­lla­da inves­ti­ga­ción del con­jun­to de gene­ra­les y almi­ran­tes y desig­nó a quie­nes le sig­ni­fi­ca­ron una garan­tía de hones­ti­dad, leal­tad, capa­ci­dad y res­pe­to a los dere­chos huma­nos satis­fac­to­ria. Los así nom­bra­dos no ten­drían com­pro­mi­so alguno más que con el pro­pio Pre­si­den­te. Así se estre­nó el ejer­ci­cio de poder que le con­fi­rió una vota­ción abru­ma­do­ra. Sub­ra­yo este pun­to como el nodal en la rela­ción del Pre­si­den­te con las fuer­zas arma­das, a las que les ha con­fia­do dife­ren­tes encargos.

Un pri­mer encar­go sería el de incor­po­rar­los en el pro­gra­ma de paci­fi­ca­ción dise­ña­do por el gobierno de la 4T, pre­via ade­cua­ción del mar­co cons­ti­tu­cio­nal que lo per­mi­tie­ra, logra­da por con­sen­so de todas las fuer­zas polí­ti­cas, con­di­cio­na­do a una tem­po­ra­li­dad has­ta el año 2023, cuan­do la Guar­dia Nacio­nal debe­rá estar sufi­cien­te­men­te capa­ci­ta­da para res­pon­der a la deman­da de la segu­ri­dad públi­ca, bajo un man­do civil. AMLO orde­na la no repre­sión, lo que se ha res­pe­ta­do has­ta la ignominia.

En un segun­do paso, se le entre­gó al ejér­ci­to la cons­truc­ción del Aero­puer­to Gral. Feli­pe Ánge­les en reem­pla­zo del can­ce­la­do aero­puer­to del Lago de Tex­co­co. La deci­sión de can­ce­lar esa one­ro­sa y apa­ra­to­sa ins­ta­la­ción fue el segun­do caso de ejer­ci­cio de la auto­ri­dad pre­si­den­cial, esta vez con­fron­ta­da con el poder eco­nó­mi­co; esta cir­cuns­tan­cia pro­vo­có un alud de ampa­ros y obs­tácu­los impul­sa­dos por el más recal­ci­tran­te gru­po de empre­sa­rios, que ponían bajo ries­go de chan­ta­jes la eje­cu­ción de la obra. La solu­ción fue enco­men­dar­la a la Secre­ta­ría de la Defen­sa y su cali­fi­ca­do equi­po de inge­nie­ros mili­ta­res. Así mane­ja­da, la obra mar­cha en tiem­po y for­ma, sig­ni­fi­can­do un aho­rro al era­rio de más de 200 mil millo­nes de pesos. De igual for­ma el ejér­ci­to se ha hecho car­go de obras como la cons­truc­ción de cuar­te­les para la GN; de las sucur­sa­les del Ban­co del Bien­es­tar en todo el terri­to­rio, así como, de mane­ra des­ta­ca­da, y jun­to con la mari­na la com­ple­men­ta­ción hos­pi­ta­la­ria para aten­der la pan­de­mia del Covid 19, con resul­ta­dos alta­men­te satisfactorios.

Por su par­te, a la Mari­na Arma­da de Méxi­co se le enco­men­dó la solu­ción del pro­ble­ma del sar­ga­zo en las cos­tas de la Rive­ra Maya, que sig­ni­fi­ca­ban una gra­ve afec­ta­ción a la rique­za turís­ti­ca de la zona. El encar­go ha sido cum­pli­do a satis­fac­ción emplean­do la capa­ci­dad tec­no­ló­gi­ca pro­pia, inclu­yen­do la cons­truc­ción de embar­ca­cio­nes espe­cia­li­za­das. Tam­bién se le ha enco­men­da­do la ges­ta­ción de una aban­do­na­da indus­tria de astilleros.

El pasa­do vier­nes, en el puer­to de Man­za­ni­llo, el más impor­tan­te del país, el Pre­si­den­te anun­ció la deci­sión de con­fe­rir a la Mari­na Arma­da el con­trol de la admi­nis­tra­ción de las adua­nas marí­ti­mas, y a la Defen­sa el de las terres­tres. Este es un tema de la mayor impor­tan­cia, suma­men­te afec­ta­do por la delin­cuen­cia de todos colo­res y ante el cual la admi­nis­tra­ción civil se ha vis­to rebasada.

Los detrac­to­res del régi­men de la 4T voci­fe­ran acu­san­do la mili­ta­ri­za­ción del país, al mis­mo tiem­po que acu­san de auto­ri­ta­ris­mo al Pre­si­den­te. No se con­fun­dan; ejer­cer la auto­ri­dad legí­ti­ma no sig­ni­fi­ca auto­ri­ta­ris­mo, así como apro­ve­char pro­duc­ti­va y efi­caz­men­te un recur­so que es de todos los mexi­ca­nos no impli­ca mili­ta­ri­za­ción. La segu­ri­dad de la demo­cra­cia está a sal­vo, igual que los dere­chos huma­nos. Sigan gri­tan­do melan­có­li­cos de la corrupción.

Itu­rria /​Fuen­te

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