Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 30 julio 2020.-
Bitácora de la emergencia global “Crisis sanitaria mundial, antidemocracia y fascismo. Escenarios y desafíos para pueblos y gobiernos”. Este es el título del programa realizado por la vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Tania Díaz, quien también es vicepresidenta de la Comisión de Propaganda y Comunicación de Agitación (PCA), del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Concebido por Berverly Serrano y Antonio Páez, el programa se lleva a cabo en el marco de las actividades de las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria (BRICS), que actúan en la APC. Esta vez, los periodistas Fania Rodríguez (Brasil) y Romain Migus (Francia) y el analista política vasco Katu Arkonada, que vive en México pero ha estado en Bolivia desde hace mucho tiempo, han sido llamados a discutir.
Este último habló de la compleja situación que, menos de dos años después de su elección, enfrenta el presidente progresista Manuel López Obrador en México en medio de una pandemia. Un país que sufre los fuertes legados del neoliberalismo desenfrenado, el mismo modelo que se derrumbó ante el brote de coronavirus en todos los países capitalistas, donde la salud se ha privatizado.
En México, un país de 125 millones de habitantes, uno de los más grandes de América Latina, el gobierno tuvo que tener en cuenta que la mayoría de los pobres a los cuales Obrador decidió prestar atención, no podían respetar las medidas de confinamiento si no querían morir de hambre. El presidente, explicó el analista vasco, ha optado por invertir en la compra de respiradores y en la contratación de médicos, aumentando la capacidad de hospitalización.
Por lo tanto, incluso si México se encuentra entre los más afectados por el número de muertes, si consideramos la relación entre el número de habitantes, infectos y víctimas, su situación de pandemia está al nivel de Suiza y es menos catastrófica de la que se vió en Italia y Bélgica.
La situación es dramática en Brasil, donde Bolsonaro, dijo Fania Rodríguez, ha optado por no invertir recursos, que tendría disponibles, para proteger la salud de los ciudadanos. En cambio, su política obtusa y subordinada al imperialismo estadounidense favorece el gasto militar y las conspiraciones contra Venezuela, y muestra la misma dirección que su homólogo colombiano Duque, cuyos generales se presentan a Trump como valet del Comando Sur.
En cambio, Migus explicó lo que sucede en Europa, particularmente en Francia, el país donde vive. El coronavirus, dijo, ha puesto al descubierto las políticas neoliberales de los países europeos, cuyos sistemas de salud se han derrumbado, lo que demuestra la ineficiencia del sector privado, que ha ganado después la reducción de las políticas públicas en las últimas décadas. Los ataques al socialismo bolivariano, que propone un modelo de desarrollo alternativo, comienzan desde la Unión Europea que, a pesar de las tensiones internas, sigue las indicaciones de los Estados Unidos. Ataques fomentados en el Parlamento Europeo por el eurodiputado de extrema derecha Leopoldo López Gil, padre del jefe de Voluntad Popular, refugiado en la embajada española en Caracas.
En un escenario pospandémico en el que crece la preocupación por el futuro económico y social, muchas empresas cierran y ya se anuncian miles de despidos, el sistema capitalista intenta ocultar a los sectores populares que puede haber una alternativa capaz de restaurar la esperanza.