Por Tony López R. Resumen Latinoamericano, 3 de julio de 2020.
Desde el triunfo de la Revolución Bolivariana en Venezuela, liderada por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías y un grupo de jóvenes oficiales, que levantaron las banderas del Libertador Simón Bolívar, y se plantearon cambiar el régimen de opresión, desigualdad y corrupción, por los gobernantes de turno y cuyos Partidos, escudados en el famoso pacto de Punto Fijo, habían hundido el país en la más terrible pobreza, la oligarquía venezolana y Estados Unidos no los ha dejado ni por un momento de obstaculizar y tratar de revertir lo que les resultará imposible.
Frente a la crisis social, política y económica, agrupados en el Movimiento RVB 200 y el Polo Patriótico, utilizando el mecanismo democrático electoral del sistema, Hugo Chávez Frías, gana las elecciones con el 56.20 % y el candidato de la derecha Salas Romer, alcanzó el 39,97 con una participación electoral del 65.45 % del padrón electoral. Un 16.00 % de diferencia, y aún así la derecha siempre levantó la opinión del fraude, no quieren perder nunca y organizaron en abril del 2002 un golpe de Estado en Venezuela, el que lejos de debilitar al proceso bolivariano lo fortaleció, lo mismo sucede ahora con Maduro.
En 1999, asume la presidencia Hugo Chávez, quien, al tomar posición como presidente, dejó claro su proyecto renovador, al declarar que juraba sobre una moribunda constitución en vigencia desde 1961. Su tarea de inmediato fue la de presentar la nueva Constitución, propuesta que fue sometida a referendo y aprobada por una alta mayoría. Carta Magna que rige los destinos del país y violada permanentemente por los sectores violentistas y terroristas de la oposición venezolana.
Desde entonces, Estados Unidos ha desarrollado acciones de todo tipo contra el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, gobiernos surgidos del voto popular y electoral, utilizando el mismo modelo “democrático” que ha impuesto el sistema. Pero la oposición venezolana, cuyo récord en compra de votos y fraudes electorales, son antológicos, siempre acusan al chavismo de cometer fraude y este es el actual y falso argumento, que utilizan contra Nicolás Maduro.
La desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA) de la cual Venezuela ya no es miembro, ha sido el mecanismo utilizado por Estados Unidos, para atacar y promover el aislamiento del gobierno venezolano de la comunidad de naciones latinoamericana y caribeñas y que solo ha conseguido, que 11 países latinos y 1 caribeño, se haya sumado a esta conspiración conocido como el Grupo de Lima, un grupo dentro de la OEA, que actúa ilegalmente, bajo las órdenes del departamento de Estado y que tiene como coordinador a Luis Almagro.
Pero hay un viejo dicho que dice que no van “lejos los de adelante si los de atrás corren bien” y el gobierno de Maduro y los sectores democráticos y progresistas de América Latina, siempre han sustentado que la OEA está sirviendo de puente para la intervención de Estados Unidos en Venezuela y denunciado la corrupción y los chantajes y presiones de EE: UU a través del Secretario General de OEA, para lograr la legalización de la Intervención Militar Humanitaria en Venezuela. Pero dejemos que alguien del mismo árbol, sea quien confirme estos ilegales actos dentro de la OEA.
En las explosivas revelaciones del ex Asesor de Seguridad del gobierno de Donald Trump, John Bolton, publicados el pasado 23 de junio en su libro memoria, da a conocer su opinión sobre la OEA “la que califica como un organismo moribundo y a su secretario General, Luis Almagro como un “mentiroso, cínico, ladrón y moribundo” y que la existencia hoy de la OEA y la reelección de Luis Almagro, obedeció a que Estados Unidos lo potenció y apoyó para apuntalar a Juan Guaidó para sus planes contra Venezuela”.
Más claro ni el agua, dicho por Bolton, tenebroso personaje que junto con Colombia y Brasil trabajó en la organización y dirección del equipo en la conformación de grupos de mercenarios y paramilitares, para realizar actos de sabotajes y provocaciones violentas, desde la frontera colombo-venezolanas y colombo-brasileñas. Es Bolton el que afirma, que el objetivo de la OEA es apoyar los planes intervencionistas de Estados Unidos y Washington utilizando a la OEA como fachada. Esta confesión de quien trabajó en esos planes, le da plena seguridad y verifica lo ya denunciado.
Almagro ha incurrido en delitos que atentan contra el derecho internacional y violado las Carta de la ONU y de la OEA, alentando una guerra contra Venezuela y otro de los delitos flagrantes es reconocer y darle voz y voto a un sujeto que representa a una organización terrorista venezolana como embajador y darle status de miembro a Venezuela. El estado venezolano, solicitó su salida de esta moribunda organización en el 2017 y esperó hasta mayo del 2019 tal como lo establece su Carta fundacional, para dejar sin efecto su membresía. Por tanto, Venezuela no es miembro de la OEA y Almagro ha cometido otra grave violación.
El señor Almagro ha violado todos estos principios de la OEA, obedeciendo las órdenes del Departamento de Estado. La Carta de la OEA establece ue sólo reconoce a los Estados y no a una parte de los tres poderes que componen el Estado, como lo es la Asamblea Legislativa venezolana en desacato, que por cierto ya no preside Guiadó. Estas graves violaciones son las que están certificando, más temprano que tarde la defunción de la OEA. Un verdadero ministerio de colonia, como la bautizó el canciller cubano de la Dignidad Raúl Roa en 1962.
A esta política ilegal, hostil y antidemocrática se ha sumado la Unión Europea subordinando su política exterior a la de Estados Unidos en la región, tal es así que varios de los países miembros, violando todos los principios de la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, ha reconocido diplomáticamente al “autoproclamado presidente” Juan Guaidó, quien el 22 de febrero recibiera el beneplácito de Donald Trump, y en un hecho inaudito, lo proclamó presidente desde Washington D.C. Esa designación desde Washington tiene en sí el mensaje real de lo que piensa el señor Trump con relación a la anexión de Venezuela a los Estados Unidos. Es por eso que Guaidó aún se hace llamar “Presidente” y los países que le reconocen están implicados en una grave violación del Derecho Internacional.
Pero si grave han sido estas violaciones de la UE, estas se acentúan con hechos muchos más graves, como sumarse a las sanciones económicas y de comercio y en el caso del Reino Unido y Portugal, el primero al robarse más de 1600 millones de dólares en ORO, depositados por el gobierno venezolano en los bancos ingleses, incautados por el gobierno de Londres. Igualmente, el gobierno de Lisboa, se apropió de 1200 millones de dólares, que el gobierno venezolano lo tenía destinado a la compra de alimentos y medicamentos para el pueblo venezolano.
No conozco cual será la solución y desenlace, porque si estos hechos se legalizan y el Reino Unido y Portugal no devuelven al Estado Venezolano esas millonarias sumas, el mundo entrará en una catástrofe internacional y en un sistema peor que el que impera en la ley de la selva y el sistema bancario y financiero internacional perderá toda credibilidad. Pero no descarto una supuesta solución judicial y que se trate de despojar al Estado Venezolano y se lo entreguen a Juan Guaidó.
En medio del escándalo que ha estallado en Washington, expuestas en el libro memoria de Bolton, “En la Habitación que sucedió” que revela que Donald Trump, consideraba a Juan Guido como “una persona débil frente a un fuerte Nicolás Maduro”. Y narra en su libro que le sorprendió de que luego de la reunión que tuvo Trump y él (Bolton) con la esposa de Guiadó, Fabiana Rosales, ella “no llevaba puesto el anillo de casada y anotó Trump que se veía muy joven”. Ese tema del anillo lo repitió el Presidente, muchas veces”. Bolton, dice, que cuando llegó la primavera, Trump llamaba a Guaidó el “Beto O Rourke de Venezuela” un apelativo que podría considerarse como el tipo de elogio que no debía recibir un aliado de los Estados Unidos” o sea un total desprecio hacia Guaidó.
A tono con la política agresiva de Estados Unidos, el pasado 29 de junio la Unión Europea, dio a conocer nuevas sanciones a funcionarios venezolanos que no pueden pisar territorios europeos y sus cuentas o bienes en la UE serán congelados. En total son 11, con una particularidad, no todos son chavistas, incluyen a tres opositores, que forman parte del sector opositor que desde hace varios meses viene dialogando con el gobierno para solucionar la crisis. Pero al parecer, la solución pacífica, no es la que le interesa a la UE, aunque públicamente se pronuncian por una solución de paz.
Frente a esta política de sanciones de la UE contra Venezuela, la respuesta no se hizo esperar y el presidente Nicolás Maduro, le respondió declarando “non grata” a la embajadora de la UE, y le dio 72 horas para abandonar el país, cumpliendo así, lo estipulado en la Convención de Viena. Pero conozcamos quienes son los opositores venezolanos sancionados: Luis Eduardo Parra Rivero, presidente de la Asamblea Nacional, Franklin Leonardo Duarte, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional y Gregorio Noriega Figueroa, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional en desacato elegidos el 5 de enero del 2020.
Como se pueden dar cuenta, estos tres sancionados, no son chavistas, pertenecen a la oposición, primera vez que los opositores son sancionados, y son los tres dirigentes más importantes de la Asamblea Nacional, aún en desacato, pero la objeción, de la UE argumenta que se impidió a Juan Guaidó, y algunos diputados a participar en la elección para la presidencia de la Asamblea Nacional, que se hizo, el 5 de enero del 2020, lo cual es falso. Lo que la Unión Europea no explica, es que los diputados en cuestión, están inculpados por haber participado en la intentona golpista del 30 de abril de 2019, razón por la cual la justicia los privó de su mandato, por cierto, con la aprobación de la oposición no injerencista.
Con ese pequeño grupito de los diputados inculpados por acciones golpistas y sus amigos, Guiadó hizo un escándalo y volvió a “proclamarse presidente” de Venezuela, como todos sabemos, esto no es más que un hecho politiquero e ilegal, patrocinado por Estados Unidos y el gobierno de Trump, quien quiere anexarse a Venezuela, según también reveló Bolton en su libro, ese es según él, el objetivo de la intervención militar, una idea tan irracional y humillante para los venezolanos y la historia y el pensamiento de Simón Bolívar. No puede creerse que alguien como el presidente de Estados Unidos, este pensando que estamos en el siglo XVIII.
Está idea de Trump, sentada bajo la doctrina Monroe, es sumamente peligrosa y debe ser tomada como un alerta por el movimiento político y social de nuestra América Latina y el Caribe, si hoy el presidente de Estados Unidos piensa en anexarse a Venezuela, nada tiene de que mañana él o cualquier otro, piense en anexarse la otra parte que no pudo quitarle a México, porque esa es la realidad, la mitad de lo que hoy forman la Unión americana era realmente mexicana. O que piense anexarse a Brasil o Perú. Ese pensamiento hay que combatirlo desde ahora y hacerlo un principio. El Plan Colombia convertido en la Iniciativa Regional Andina y que, en los textos de geografía de los estudiantes de primaria y secundaria en Estados Unidos, la amazonia la consideran un territorio internacional, es un tema que apunta a esas ideas anexionistas.
Con esta conducta, la Unión Europea no solo se une a una ilegal acción, al sancionar a funcionarios públicos venezolanos, algunos miembros de la Fiscalía, que coincidentemente, “dos de ellos, son los que llevan a cabo las investigaciones sobre el fallido magnicidio, preparado contra el presidente Maduro, el alto Mando Militar y funcionarios del alto gobierno, cuando con drones artillados y con explosivos, los iban a detonar ‚sobre una tribuna cuando festejaban un fecha patria”, según declaraciones del Fiscal de la República a Telesur hoy 1 de julio. Por otro lado, la Unión Europea viola un principio del Derecho Internacional al inmiscuirse en los asuntos internos de un Estado libre e independiente y miembros de la ONU.
Lo que llama la atención que el señor Josep Borrell máximo responsable de las relaciones internacionales de la Unión Europea, no se dé cuenta de que Europa está siendo utilizada por Estados Unidos, que le hace perder prestigio y credibilidad, porque Juan Guaidó, no tiene autoridad ninguna para presentarse como “presidente autoproclamado”. Borrell sabe que este señor no puede firmar ningún tratado, ni documento oficial alguno a nombre del Estado Venezolano. Este señor está señalado por acciones terroristas, vinculados a los narcotraficantes y paramilitares colombianos. Ahora, hasta despreciado por Trump, según declara el ex Secretario de Seguridad Nacional, John Bolton.
El señor Borrell, debe preguntarle al ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que líderes de países europeos y latinos le han confesado que están cometiendo un error al reconocer a Guaidó. El precedente que están creando, puede ser muy grave para las pacíficas y bienaventuradas relaciones internacionales de la Unión Europea.
En el mundo diplomático y consular, las acciones de carácter jurídicos con los países tienen que ser atendidos por el Poder Judicial, y este no tiene como responder, en el campo económico y acuerdos comerciales. Nada de lo que haga Guaidó es legal y la Unión Europea, está convalidando hechos delictivos, que violan el Estado de Derecho Internacional y los compromete en estos asuntos.
Si cada uno de los países de Europa o América Latina y el Caribe, no quiere mantener relaciones diplomáticas con el gobierno de Venezuela, eso es una decisión bilateral, pero tampoco bilateralmente ningún país puede desconocer el poder reconocidos de los Estados y reconocer a una persona que solo representa a uno de los poderes del Estado, como era el caso de Guaidó, porque ya no es el Presidente de la Asamblea Nacional. Las convenciones de Viena y Ginebra son bien claras. Mire lo que está sucediendo hoy con el presidente de Kosovo.
Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana, Cuba 1 de julio de 2020.