Por Santiago Joaquin Garcia, Resumen Latinoamericano, 25 de agosto de 202.0
Durante el juicio por el femicidio de Micaela García, la Querella y la Fiscalía coincidieron en acusar a Néstor Pavón como coautor del delito junto a Sebastián Wagner. El tribunal de Gualeguay, integrado por los Dres. Cadenas, Crespo y Pivas resolvió darle la pena de encubrimiento agravado. Descontentos por el fallo, la familia y el Ministerio Público Fiscal apelaron y la Cámara de Casación Penal les dio la razón, ordenando un nuevo juicio contra Pavón. Sin embargo, el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos dio vuelta el fallo de Casación y permitió la libertad de Pavón. Más allá de las apelaciones y el curso que tome la cuestión legal, hay algunas preguntas:
-¿Por qué ayudó Pavón a una persona que tenía más de una condena por violación, mientras toda la ciudad buscaba a una chica desaparecida?
– ¿Por qué desvió la investigación, ocultando pruebas, “confundiendo” el nombre de Wagner, escondiendo el vehículo, facilitando su traslado a Buenos Aires, ofreciendo seguir transfiriendo dinero a su ex empleado una vez fugado?
– ¿Por qué las únicas personas que corroboran la coartada de Pavón durante la desaparición de Micaela son sus propios familiares?
– ¿Quién ayudó a Wagner en el femicidio de Micaela, ya que según las pericias está probado que participó más de una persona?
-¿Quién coartaba la libertad de Micaela mientras Wagner manejaba?
-¿Quién ayudó a Wagner a desempantanar el auto, antes y/o después de deshacerse del cuerpo de Micaela?
– ¿De quién eran las marcas de barro que tenía el auto en el asiento del acompañante?
– ¿Quiénes eran las dos personas que un testigo vio en la ruta arriba del auto en el que se secuestró a Micaela?
– ¿A quiénes les decía: “suéltenme hijos de puta”, Micaela, antes de ser secuestrada?
– ¿Qué hacía Sebastián Wagner cerca del domicilio de Pavón después de cometer el delito?
Al parecer, para la Justicia de Entre Ríos, no son importantes. Pareciera que da igual que un posible femicida se encuentre libre en las mismas calles donde nos arrebataron a Micaela. En honor a su memoria, nuestro deber es seguir preguntando.