Resumen Latinoamericano, 30 de agosto de 2020.
Fuentes diplomáticas en Estados Unidos le confirmaron en la madrugada de este domingo en primicia al periódico «El Tiempo», que el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso será deportado a Colombia. Alegan que enviarlo a Italia es perjudicial a sus intereses, y a la vez le abren la puerta para quedarse en EE.UU.
Según explicaron, la deportación a Italia resulta perjudicial a los interés del gobierno Trump. Por eso, atendiendo una solictud de Colombia, alistan su envío al país en las próximas semanas. Pero le dejan la puerta abierta para quedarse en Estados Unidos, lo que significaría ‑de concretarse esa posibilidad- una derrota para Colombia, que aspiraba a lograr su extradición.
La decisión de Estados Unidos, de carácter netamente político, le será notificada este domingo tanto al gobierno de Colombia como a la defensa del exjefe paramilitar, quien estaba esperando su envío a Italia antes del 4 de septiembre, ordenada por el juez federal Richard J. León.
Este pareciera ser el epílogo del fallido intento del gobierno de Colombia por extraditarlo y frenar su envío a Italia, de donde Mancuso ‑acusado de ordenar más de 136 masacres que dejaron más de 800 muertos- es ciudadano, por el origen de su padre.
Tras cometer varios errores de forma en el trámite, funcionarios del alto gobierno colombiano decidieron acudir a las vías diplomáticas y a la presión de orden político para cerrarle el paso a su deportación a Italia.
La fuente oficial agregó que Estados Unidos no tiene que explicar las razones de su decisión, la cual le fue informada en la tarde del sábado a autoridades de Migración para que Mancuso sea avisado en las próximas horas.
Según explicaron, la deportación a Italia resulta perjudicial a los interés del gobierno Trump. Por eso, atendiendo una solictud de Colombia, alistan su envío al país en las próximas semanas. Pero le dejan la puerta abierta para quedarse en Estados Unidos, lo que significaría ‑de concretarse esa posibilidad- una derrota para Colombia, que aspiraba a lograr su extradición.
Puede quedarse en EE.UU.
La decisión tambien es de orden administrativo y, de acuerdo con nomas de la Ley de Inmigración y Nacionalización, tiene 14 días para apelarla.
Además, le dejaron abierta la posibilidad de pedir que se frene su expulsión y se quede en Estados Unidos, a la luz de la Ley contra la Tortura y el trato Cruel.
A través de esa vía, narcoparamilitares como Juan Carlos ‘el Tuso’ Sierra y Carlos Mario Aguilar, alias ‘Rogelio’, viven en Miami y Boca Ratón.
La norma aplica si Mancuso ‑como ya lo ha señalado‑, teme persecución en cualquier país por cuenta de su raza, opinión política o ser victima de tortura o cualquier riesgo para su vida.
De hecho, se abre la posibilidad para que su familia pueda pedir ser enviada a ese país, a través de visados especiales.
Para acogerse a dicha norma, se establece un plazo de 14 días, a partir de la notificación, tiempo dentro del cual la defensa de Mancuso podrá echar mano de la medida.
Sin embargo, la fuente diplomática americana manifestó que la embajada de Estados Unidos en Bogotá ya estaba enterada y había jugado un rol clave en esta decisión.
¿Salvavidas del Tío Sam?
Fuentes allegadas a Mancuso comunicaron en la madrugada del domingo que lo más probable es que decida quedarse en Estados Unidos ante el peligro que corre su vida en Colombia, según ha dicho.
Y reiteraron que Mancuso está dispuesto a seguir colaborando con la justicia. Esto se traduciría, en todo caso, en una derrota para Colombia que aspiraba a extraditarlo.
Sin embargo, los acuerdos de colaboración judicial con Estados Unidos, en el caso de Mancuso, han funcionado.
Al respecto, El Tiempo estableció que el Gobierno acaba de terminar un consolidado que indica que Mancuso ha sido citado a 263 audiencias de versión libre para que diga la verdad.
De estas, 188 se han cumplido gracias a la cooperación judicial con el gobierno de Estados Unidos, que lo solicitó en extradición en 2008 y lo condenó a 12 años de cárcel por narcotráfico.
Sin embargo, 75 versiones fueron canceladas por razones que van desde problemas logísticos y de cooperación hasta solicitudes de aplazamiento por parte de la defensa de Mancuso.
Lo que confesó Salvatore Mancuso sobre la masacre de El Aro
En los más de 2.000 folios de anexos de la solicitud de extradición del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, Colombia anexó varios hechos criminales que protagonizó y algunos de sus testimonios, incluida su participación en la masacre de El Aro (1997).
Durante tres días, un comando paramilitar asesinó campesinos, incendió veredas y sembró el terror en un episodio que la Fiscalía, la Comisión de Acusación de la Cámara y la Corte Suprema de Justicia aún investigan por ser un delito de lesa humanidad y por estar indagado el expresidente Álvaro Uribe Vélez, entonces gobernador de Antioquia.
La declaración se conoce en momentos en que el Gobierno de Colombia libra un accidentado y polémico pulso por extraditar a Mancuso, quien ya pagó 12 años de cárcel en Estados Unidos y ahora tiene en su mano la orden de un juez federal para ser deportado a Italia antes del 4 de septiembre.
Y este jueves, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia tiene en el orden del día la solicitud de la defensa de Álvaro Uribe de que la indagación en su contra por esta masacre y otros expedientes, como el de soborno en actuación penal y fraude procesal —por el que tiene medida de aseguramiento y prisión domiciliaria — , pase a la Fiscalía y/o a la Comisión de Acusación de la Cámara.
Lo primero que Mancuso relató ante la jurisdicción especial de Justicia y Paz, en declaración fechada el 15 de enero de 2007 –un año antes de su extradición a Estados Unidos – , es que se ordenó la incursión paramilitar porque en la zona se resguardaba ‘Iván Márquez’, de las Farc, y se escondían a los secuestrados de la región.
«Carlos Castaño planifica la operación con ‘Rodrigo Doble Cero’. A mí me piden que les preste al comandante ‘Cobra’, con 100 hombres aproximadamente; 120, 150 hombres, no sé exactamente cuántos se llevaría el comandante ‘Cobra’ a esa operación, porque quien la organizó fue el comandante Castaño y quien la dirigió fue el comandante ‘Rodrigo Doble Cero’ «, narró Mancuso.
La ayuda del Ejército
En su testimonio, recapitulado en la orden de captura con fines de extradición que el 11 de agosto pasado emitió la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, agregó que la información en torno a las Farc y la ubicación de ‘Márquez’ –por quien Estados Unidos ahora ofrece 10 millones de dólares de recompensa– fue facilitada por inteligencia militar. Señaló que les entregaron mapas de la región con los puntos señalados donde debían atacar.
“Tuvieron combate antes de ingresar a El Aro, dieron de baja a varios guerrilleros antes de ingresar a El Aro, hubo combates por la gente que va de Ituango, por la gente que entró desde la orilla de la carretera negra hacia allá, de la otra gente que venía de la Caucana hacia la zona, tuvieron combates por todos los lados. (…) Ahí dentro de El Aro mataron a tres muchachos, la guerrilla hirió a unos muchachos, les disparaban desde las casas”, agregó Mancuso.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en esa masacre perdieron la vida al menos 15 campesinos en situación de indefensión y varias decenas fueron desplazados y despojados de sus tierras.
De hecho, Mancuso reveló que estuvieron muy cerca de lograr la baja de ‘Iván Márquez’, pero que debido a una confusión con los helicópteros que sobrevolaron la zona para facilitar la masacre el entonces jefe guerrillero logró fugarse.
El helicóptero e Iván Márquez
“Yo fui a la zona incluso a llevar el helicóptero, a llevar munición. El comandante Castaño me mandó a que fuera a llevarle una munición y yo fui a llevarle munición, porque estaban quedando sin munición según la intensidad de los combates. Hubo un helicóptero que recogió al comandante ‘Iván Márquez’, de las Farc, que estaba allí en esa zona. Ellos pensaron que era el helicóptero que habíamos enviado nosotros”, contó Mancuso.
Y agregó que también “estuvo sobrevolando el helicóptero de la Gobernación de Antioquia, sobrevoló helicóptero de Ejército; estuvimos, yo personalmente estuve allá llevando una munición y, mientras me bajé a dejar la munición, el helicóptero sacó unos heridos y luego yo me fui con unos muertos que teníamos en el área”.
En todo caso, el expresidente Uribe siempre ha negado que en esos hechos estuviera involucrado algún helicóptero de la Gobernación de Antioquia.
Mancuso –según el documento del Tribunal de Bogotá– volvió a ratificar estas versiones sobre El Aro desde Estados Unidos, ya extraditado, el 15 de mayo de 2012.
Pero también ha dicho en otras declaraciones sobre supuestos mensajes recibidos por parte de emisarios de Álvaro Uribe –cuyos nombres EL TIEMPO se abstiene de publicar por ser objeto de investigación judicial– para cambiar versiones suyas y de hombres que estuvieron bajo su mando, y para buscar lo que calificó como un complot contra los jueces que investigan esas menciones.
Por ahora, la defensa de Mancuso ha dicho que, así sea enviado a Italia, él está en disposición de seguir declarando ante instancias judiciales colombianas, donde ha confesado tener participación en más de 52.410 crímenes, de los cuales hasta ahora ha sido condenado en Justicia y Paz a 8 años de cárcel por 1.528 de ellos.
Incluso, aguarda que se resuelva la apelación que se radicó ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que le negó su ingreso por considerar que no fue un tercero civil en el conflicto, sino un actor directo de la guerra. Allí, aseguró, está dispuesto a ratificar todo lo que ha venido contando sobre el conflicto armado y los que señala fueron sus aliados durante la guerra.
Fuente: El Tiempo
Foto: EFE