Colom­bia. Masa­cre de víc­ti­mas del con­flic­to en Cali

Por Hora­cio Duque. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 de agos­to de 2020.

El mar­tes en las horas de la noche fue­ron ase­si­na­dos cin­co jóve­nes en el Barrio Llano Ver­de de la Comu­na 15 de Cali (con 135 mil habi­tan­tes), a la altu­ra del puen­te que con­du­ce al anti­guo relleno sani­ta­rio de Nava­rro, al sur de Cali; terri­to­rio loca­li­za­do en el Suro­rien­te de la ciu­dad y una de los espa­cios más gol­pea­das por la vio­len­cia urba­na que en lo corri­do del 2020 se ha cobra­do casi 630 víctimas.

Los nom­bres de las víc­ti­mas, jóve­nes y afros, son Jean Paul Per­la­za de 16 años, Juan Manuel Mon­ta­ño y Ley­der Cár­de­nas de 15 años, Jair Andrés Cor­tez y Álva­ro José Cai­ce­do de 14 años.

Los jóve­nes se encon­tra­ban des­apa­re­ci­dos des­de el medio­día del mar­tes, pero sólo pasa­da las diez de la noche sus cuer­pos fue­ron encon­tra­dos, cua­tro de ellos en un caña­du­zal y uno más en inme­dia­cio­nes a un cole­gio del sector.

Lo que se ha podi­do escla­re­cer es que uno de ellos fue dego­lla­do y los otros pre­sen­tan tiros de gra­cia. Las auto­ri­da­des hicie­ron pre­sen­cia en el lugar de los hechos y ade­lan­ta­ron el pro­ce­so de ins­pec­ción de los cadáveres.

Algu­nas con­je­tu­ras for­mu­la­das por auto­ri­da­des de poli­cía y la Secre­ta­ria de Segu­ri­dad de Cali estan sugi­rien­do de mane­ra gene­ral que en Llano ver­de hay un pro­ce­so des­con­tro­la­do de vio­len­cia e inse­gu­ri­dad que inclu­ye reclu­ta­mien­to de meno­res, fron­te­ras invi­si­bles, lim­pie­za social, micro­trá­fi­co y amenazas.

El sis­te­ma de las masa­cres se ha ins­ta­la­do nue­va­men­te en Colom­bia como uno de los reper­to­rios pri­vi­le­gia­dos para infun­dir temor entre las comu­ni­da­des y pro­vo­car su des­pla­za­mien­to. Los recien­tes casos de Cucu­ta, del Sur de Cor­do­ba y del Cho­co así lo están indicando.

En el cua­dro de la nue­va vio­len­cia que se está pre­sen­tan­do en el país, ade­más del exter­mi­nio de líde­res socia­les y de los DDHH se regre­sa a la masa­cre tal como suce­dió masi­va­men­te entre 1996 y 2006 cuan­do los para­mi­li­ta­res impu­sie­ron la Ley del terror por todo el país.

Sin embar­go, el fenó­meno de la vio­len­cia en Cali es un pro­ble­ma más com­ple­jo que reúne diver­sos tipos de vio­len­cia muy liga­da a las eco­no­mías ile­ga­les y que se pro­pa­ga por las opor­tu­ni­da­des que ofre­cen las ciu­da­des a la vio­len­cia, espe­cial­men­te en las deno­mi­na­das “zonas marro­nes”. Se tra­ta de una vio­len­cia socie­tal mas refe­ri­da a con­flic­tos indi­vi­dua­les que a frac­tu­ras en la comu­ni­dad polí­ti­ca, dan­do pie a altas tasas de homicidios.

En el caso de la masa­cre ocu­rri­da ano­che en Llano ver­de todo indi­ca que se tra­ta de pro­ce­sos de reta­lia­ción con­tra fami­lias des­pla­za­das del Paci­fi­co colom­biano que aho­ra son gol­pea­das nue­va­men­te por estruc­tu­ras del neo­pa­ra­mi­li­ta­ris­mo de los ura­be­ños con fuer­te pre­sen­cia en Cali, de lo que pare­ce no dar­se cuen­ta el gobierno de la ciu­dad en cabe­za del Alcal­de Ospi­na y la pro­pia policía.

* Fuen­te: Kaos en la Red

Itu­rria /​Fuen­te

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