Esta­dos Uni­dos. L@s hij@s de la violencia

Por Fer­nan­do Buen Abad Domín­guez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 06 de agos­to de 2020.

9 DE AGOSTO – DÍA INTERNACIONAL DE LOS CRÍMENES ESTADOUNIDENSES CONTRA LA HUMANIDAD. 

¿Hay un plan para encu­brir los crí­me­nes con­tra la Huma­ni­dad? Sí, se lla­ma Capitalismo.

Que­dar­se quie­to es hacer­se cóm­pli­ce. Ésta no es una denun­cia cómo­da para tran­qui­li­zar con­cien­cias peque­ño-bur­gue­sas. Es denun­cia y es auto­crí­ti­ca. Mien­tras Trump y sus jau­rías cri­mi­na­les repri­men, humi­llan y encar­ce­lan a fami­lias de “inmi­gran­tes”; todos los Crí­me­nes Esta­dou­ni­den­ses se coa­gu­lan en las injus­ti­cias fron­te­ri­zas y la inmen­sa mayo­ría de noso­tros apor­ta su cuo­ta de igno­ran­cia, indo­len­cia e inuti­li­dad fun­cio­na­les. Algu­nos cla­man al cie­lo y oran, otros se subli­man men­tan­do madres. Algu­nos hacen dona­ti­vos, limos­nas y ges­tos com­pun­gi­dos. Otros alzan los hom­bros y siguen vien­do su noti­cie­ro favorito.

La úni­ca soli­da­ri­dad con­cre­ta ocu­rre des­de aba­jo, de la mano del pue­blo que mira en el que sufre sus pro­pios sufri­mien­tos. Para no impor­tu­nar al mag­na­te de La Casa Blan­ca, cien­tos de fun­cio­na­rios se cosen la boca con hilos de buro­cra­cia y silen­cian lo que les que­da de con­cien­cia para que el horror no les qui­te el sue­ño. Algu­nos abo­ga­dos fabri­ca­ron trin­che­ras de “juris­pru­den­cia” a prue­ba de toda ver­güen­za y des­de ahí pon­ti­fi­can deyec­cio­nes legu­le­yas expe­li­das por el “Esta­do de dere­cho” y los “tra­ta­dos internacionales”.

“Para no impor­tu­nar al mag­na­te de la Casa Blan­ca, cien­tos de fun­cio­na­rios se cosen la boca con hilos de buro­cra­cia y silen­cian lo que les que­da de con­cien­cia para que el horror no les qui­te el sueño.”

Se exhi­ben muy pul­cros para el tec­ni­cis­mo y muy pun­tua­les para la cobran­za. Van y vie­nen de con­gre­so en con­gre­so, de con­fe­ren­cia en con­fe­ren­cia, de buro­cra­cia en buro­cra­cia… mien­tras los niños apren­den, tras las rejas, que viven en un mun­do don­de ser pobre se cas­ti­ga, no impor­ta de dón­de ven­gas ni qué edad ten­gas. Cas­ti­go incle­men­te sin deli­to, sin jui­cio ni defen­sa. “La úni­ca for­ma de sal­var la vida de las per­so­nas dete­ni­das es su libe­ra­ción”, dice el perio­dis­ta Jacob Sobo­roff, que ingre­só a estas cár­ce­les del Ser­vi­cio de Inmi­gra­ción y Con­trol de Adua­nas (ICE) don­de, ya en 2008, vio niñas y niños ence­rra­dos en jau­las. Sobo­roff lo rela­ta en su nue­vo libro Sepa­ra­ted: Insi­de an Ame­ri­can Tra­gedy (Sepa­ra­dos: una tra­ge­dia estadounidense). 

Es uno más de los Crí­me­nes Esta­dou­ni­den­ses con­tra la Huma­ni­dad, con­ver­ti­do en mer­can­cía “mediá­ti­ca”. Mer­can­cía del horror pre­fa­bri­ca­do por intere­ses de cla­se a cuyo ser­vi­cio está el Esta­do, para ven­der­la en el mer­ca­do de la domi­na­ción de una cla­se sobre otra. Esta vez usan­do a los niños, sin cle­men­cia, sin defen­sa, sin pie­dad. En el alma de esa vio­len­cia está la com­pla­cen­cia de gobier­nos refor­mis­tas y opor­tu­nis­tas escu­pien­do a man­sal­va dis­cur­sos lega­lis­tas. Se des­car­gan, minu­to a minu­to, ráfa­gas de vio­len­cia ideo­ló­gi­ca para escon­der la tor­tu­ra a que son some­ti­dos los más inde­fen­sos en el impe­rio oli­gar­ca de la inde­fen­sión social. No impor­ta el hora­rio, no impor­ta el tema y no impor­ta el impac­to… siem­pre hay vio­len­cia a des­ta­jo con­tra niñas y niños vic­ti­ma­dos tras las rejas del impe­rio. Y pare­ce tan “natu­ral”. “Según dife­ren­tes cables, en mayo ICE tenía a unos 184 meno­res, pero los acti­vis­tas creen que pue­den ser más, des­pués de tras­cen­der que el gobierno fede­ral está dete­nien­do a los niños en hote­les de Texas y Ari­zo­na antes de depor­tar­los a sus paí­ses de ori­gen.”

Esto no es una aren­ga con­tra la soli­da­ri­dad genui­na, es una refle­xión con­tra esa vio­len­cia infil­tra­da en las cabe­zas de los pue­blos para natu­ra­li­zar todo lo que el capi­ta­lis­mo impo­ne como mode­lo para men­ta­li­da­des dóci­les, cóm­pli­ces de las abe­rra­cio­nes del saqueo y la explo­ta­ción que rei­nan pla­ne­ta­ria­men­te. “Casi 2.000 niños han sido sepa­ra­dos de sus padres des­de que el fis­cal gene­ral, Jeff Ses­sions, anun­ció la polí­ti­ca que deter­mi­na que los fun­cio­na­rios de segu­ri­dad inter­na deri­ven todos los casos de ingre­so ile­gal a los EE.UU. para pro­ce­sa­mien­to.

Esto es un lla­ma­do de aten­ción no sólo sobre el papel que cum­ple el apa­ra­to de Esta­do y gobier­nos geren­cia­do­res de escla­vi­tu­des a dies­tra y sinies­tra, sino tam­bién con­tra las jau­rías de buró­cra­tas que, con toda impu­ni­dad, vio­lan los dere­chos huma­nos. El plan de exter­mi­nio con­tra las “fami­lias de inmi­gran­tes”, des­ata­do por Trump, es una decla­ra­ción de gue­rra a la que debe­mos pre­sen­tar fren­tes de lucha de todo tipo y a toda cos­ta. Los niños y las niñas enjau­la­dos no pue­den defen­der­se y menos si encuen­tran otra for­ma de vio­len­cia aga­za­pa­da en la indi­fe­ren­cia, la igno­ran­cia y la apa­tía nuestras.

*Fer­nan­do Buen Abad Domín­guez es mexi­cano de naci­mien­to, (Ciu­dad de Méxi­co, 1956) espe­cia­lis­ta en Filo­so­fía de la Ima­gen, Filo­so­fía de la Comu­ni­ca­ción, Crí­ti­ca de la Cul­tu­ra, Esté­ti­ca y Semióti­ca. Es Direc­tor de Cine egre­sa­do de New York Uni­ver­sity, Licen­cia­do en Cien­cias de la Comu­ni­ca­ción, Mas­ter en Filo­so­fía Polí­ti­ca y Doc­tor en Filo­so­fía. Miem­bro del Con­se­jo Con­sul­ti­vo de Tele­Sur. Miem­bro de la Aso­cia­ción Mun­dial de Estu­dios Semióti­cos. Miem­bro de la Red de Inte­lec­tua­les y Artis­tas en Defen­sa de la Huma­ni­dad. Miem­bro del Movi­mien­to Inter­na­cio­nal de Documentalistas.

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