Por Jessica Xantomila, Resumen Latinoamericano, 6 de agosto de 2020
Los niños, niñas y adolescentes huérfanos por feminicidio afrontan una ruptura en su estructura familiar y se ven envueltos en un escenario de múltiples incertidumbres en cuanto a su tutela, lugar de residencia, manutención y continuidad de su proyecto de vida, señaló el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Ante este panorama, familiares de víctimas de feminicidio demandaron que la atención para los hijos de las mujeres asesinadas sea integral y expedita, ya que en muchos de los casos no cuentan con apoyos económicos ni sicológicos o seguridad social.
Para elaborar el protocolo nacional de atención a huérfanos por feminicidio, el Inmujeres logró contabilizar, entre enero y diciembre de 2019, a 796 víctimas, 380 hombres, 338 mujeres y en el resto no se especificó el sexo.
Sandra Soto, hermana de Serymar –quien fue asesinada en 2017 por su entonces prometido – , dijo que los hijos de las víctimas son los más afectados. Indicó que en el caso de su sobrino, apenas hace seis meses sus abuelos recibieron la guardia y custodia del menor.
Expuso que en Coahuila, donde ocurrió el feminicidio, los huérfanos pueden acceder a un programa de atención a través del cual se les otorgan 4 mil pesos cada dos meses y una despensa mensual. Sin embargo, es insuficiente. Hace unos días, contó, falleció el abuelo del niño, de siete años, a causa de Covid-19, por lo que ahora queda a cargo sólo de su abuela, quien no trabaja, y el principal recurso con el que vivirán será la pensión del menor.
Esta demanda también ha sido planteada por familiares de víctimas de feminicidio que se encuentran en plantón en Palacio Nacional desde hace cuatro semanas.
Fuente: La Jornada