Paula Huenchumil y Maximiliano Alarcón G./ Resumen Latinoamericano, 26 de agosto de 2020
Un punto en común es la violencia que sufrieron durante la niñez por parte de la policía. Después vinieron persecuciones judiciales, y algunos incluso fueron víctimas del montaje Operación Huracán. Hoy tres de ellos cumplen condenas por diversos delitos y los otros cinco están, hace meses, en prisión preventiva. Ayer iniciaron una huelga seca, sumando 114 días de huelga de hambre.
A las nueve de la mañana del lunes 24 de agosto comenzó la huelga seca, es decir sin ingerir líquidos, de los ochos presos políticos mapuche de la cárcel de Angol, quienes hoy suman 114 días en ayuno solicitando al gobierno la aplicación efectiva del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, ratificado por Chile en septiembre del año 2008. A ellos, se sumaron once presos más de la cárcel de Lebu, quienes llevan 50 días de huelga y que realizarán huelga seca progresiva, y siete presos de la cárcel de Temuco, que suman 37 días.
El werken (vocero) de los huelguistas de Angol, Rodrigo Curipan, explicó a INTERFERENCIA que el domingo 9 de agosto el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, les planteó un plazo de 12 días para llegar a un acuerdo, pero que “no cumplió su palabra”. Ante ello, tomaron la drástica medida. “Nos habían pedido discreción en la conversación, para resolver el asunto y finalmente el ministro lo que ha hecho es evitar la situación, enviando al subsecretario de Justicia, u otros mecanismos como una carta. Se volvió poco serio, vergonzoso. El gobierno decidió no dialogar en igualdad de condiciones”.
FUENTE: Interferencia