En un artículo publicado este martes en el portal 14milimetros.com, Bojan Tsonev subraya el poco énfasis que los medios de comunicación ponían en el contenido de los programas de Svetlana Tikhanovksaya, a quien llama el “líder de facto de la oposición bielorrusa” y a quien los grandes medios de comunicación los medios hablan como mínimo de “heroína”, “Juana de Arco” y así sucesivamente, como si no hubiera habido Maidan, ni Guaidó y no hubiera conspiraciones mediáticas cotidianas a favor del capital.
Entonces, Bojan decidió entrar en la web del programa electoral Tikhanovksaya, en el que dice, “aparece toda una serie de propuestas de contenido democratizador, que hablan de libertad en las elecciones, justicia independiente y otras cosas”.
Sin embargo, el periodista revela que, al acceder al enlace reformby.com, se encuentra con propuestas que se diferencian del “rostro amable” inicial, propuestas que abarcan áreas como la economía, la ecología, la salud y las pensiones, y que fueron creadas con basado en documentos del “paquete de reanimación de la reforma de Belarús”.
Al intentar acceder a la página para averiguar en qué consiste este “paquete de reanimación”, aparece un mensaje de “error” y el contenido “aparece bloqueado o eliminado”. Sin embargo, algunos fueron lo suficientemente rápidos como para poder grabar el texto, revela.
Cortar relaciones con Rusia, integración en estructuras occidentales
La oposición, de la que Rusia es responsable de las amenazas a la seguridad del país, critica la participación en “proyectos de integración postsoviética”. Algunas de las reformas avanzadas, revela Bojan Tsonev, tienen una “clara motivación ultranacionalista y revisionista”.
A este respecto, el programa incluye la prohibición de “organizaciones prorrusas cuyas actividades sean contrarias a los intereses nacionales”, así como el enjuiciamiento penal de cualquiera que cuestione públicamente la existencia de “una nación bielorrusa separada”, responsabilidad penal por “insultos públicos” a la lengua bielorrusa o el seguimiento de las actividades de iniciativas a favor del Kremlin en Bielorrusia.
El país no solo abandonaría por completo sus relaciones con Rusia, sino que también se incorporará al ámbito occidental, “especialmente dentro de los nuevos proyectos impulsadospor países como Polonia y Lituania”, así como en la Unión Europea (UE) y a la OTAN.
A nivel militar, la oposición aboga por el desarrollo de pasos fronterizos con la UE, la transición a los “estándares de la OTAN” y la formación de personal militar bielorruso utilizando las instituciones y centros de formación de los países miembros de la OTAN.
Volviendo al oeste
El programa del campeón de Occidente prohíbe la venta de infraestructura bielorrusa a empresas rusas; aboga por reducir la participación de Rusia como proveedor de energía del país; propone la privatización de empresas de propiedad estatal con la prohibición de adquisiciones por empresas con una participación de capital ruso superior al 20%; aboga por la construcción de conexiones ferroviarias y por carretera modernas hacia el sur y el oeste, es decir, Polonia, Ucrania, Lituania y Letonia: Kiev-Minsk-Vilnius, Lvov-Brest-Grodno-Vilnius, Vitebsk-Polotsk-Daugavpils-Riga.
“Esto debería generar preocupación, dada la situación actual en países como Ucrania”, advierte Tsonev, subrayando que podría afectar el equilibrio de “fuerzas políticas, económicas y militares en Europa del Este” así como, de manera negativa, a las “interrelaciones-sociales” en Bielorrusia, ya que es un país con fuertes lazos culturales e históricos con Rusia.
En el ámbito de la información, se propone la liberalización para “garantizar la libertad de expresión” prohibiendo la emisión de “programas periodísticos, sociopolíticos y noticiosos creados por canales de televisión rusos en Bielorrusia”. Los canales de televisión pública de Letonia, Lituania, Polonia y Ucrania están incluidos en el paquete estándar de canales de Bielorrusia. Aboga por la transmisión en canales de televisión nacionales de programas de divulgación científica, de entretenimiento y de actualidad de los países de la UE, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Australia.
Nacionalismo, anticomunismo y advertencia del empeoramiento de la situación económica
El programa defiende la difusión de los «héroes nacionales de los siglos XIX y XX» entre la población, así como la popularización de la figura del escritor Kastus Kalinouski como fundador político de la nación bielorrusa moderna, como símbolo de la lucha de los bielorrusos por la libertad y la independencia – contra la opresión rusa.
También hace especial hincapié en la defensa del bielorruso como única lengua estatal, al tiempo que reconoce las lenguas minoritarias, lo que no es el caso del ruso. Se propone llevar a cabo la “completa descomunización y dessovietización” del país, y “bielorrusizar” la vida religiosa de todos sus habitantes, así como el sistema educativo en todos los niveles.
“La situación económica, ya difícil por la pandemia de Covid-19, se agravaría”, defiende Bojan Tsonev al enfrentarse al contenido de las propuestas de la oposición, advirtiendo que Bielorrusia podría ser condenada a repetir experiencias ya ocurridas en Europa del Este: “privatizaciones salvajes, niveles de vida más bajos, criminalidad, levantamiento del nacionalismo, conservadurismo y anticomunismo, aumento de la emigración, servilismo económico, entre muchos otros efectos adversos”.
Esto – subraya – es algo que muchos de los sectores liberales que se manifiestan parecen no entender, pensando que, con la simple marcha de Lukashenko, todos sus problemas desaparecerán. Sin embargo ‑afirma‑, los trabajadores del sector Industria ya han comenzado a organizarse en diferentes grupos a través de las redes sociales, donde exponen sus demandas, que tienen como objetivo defender sus puestos de trabajo y evitar las privatizaciones, «así como prevenir el secuestro de sus reclamos por la oposición ».
Fuente: www.abrilabril.pt
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