Pales­ti­na. Con­se­jo Nacio­nal Pales­tino exi­ge la libe­ra­ción del gober­na­dor de Jerusalén

Resu­men Medio Orien­te, 1 de agos­to de 2020.-

El Con­se­jo Nacio­nal Pales­tino con­si­de­ró, en una decla­ra­ción emi­ti­da este sába­do, que la deten­ción con­ti­nua del Gober­na­dor de Jeru­sa­lén por 14 días con­se­cu­ti­vo, es un nue­vo deli­to y un ata­que direc­to a la ciu­dad ocu­pa­da de Jeru­sa­lén y sus ins­ti­tu­cio­nes religiosas.

El Con­se­jo Nacio­nal Pales­tino reno­vó su lla­ma­mien­to a las ins­ti­tu­cio­nes huma­ni­ta­rias y de dere­chos huma­nos y los par­la­men­tos del mun­do para que decla­ren su soli­da­ri­dad con el gober­na­dor de Jeru­sa­lén, Adnan Ghaith, y actúen con urgen­cia para pre­sio­nar a las auto­ri­da­des de ocu­pa­ción israe­líes para que lo liberen.

El comu­ni­ca­do seña­la que Ghaith está bajo cons­tan­te inves­ti­ga­ción en las cel­das de la pri­sión de Ash­ke­lon, ade­más de las duras con­di­cio­nes de detención.

El Con­se­jo con­si­de­ró, en una decla­ra­ción emi­ti­da este sába­do, que la deten­ción con­ti­nua del Gober­na­dor de Jeru­sa­lén por 14 días con­se­cu­ti­vo, es un nue­vo deli­to y un ata­que direc­to a la ciu­dad ocu­pa­da de Jeru­sa­lén y sus ins­ti­tu­cio­nes religiosas.

Asi­mis­mo, dijo que el gober­na­dor Ghaith fue arres­ta­do, sin nin­gu­na jus­ti­fi­ca­ción, el 19 de julio, y con esta oca­sión suman 18 deten­cio­nes en dos años, es decir, des­de que asu­mió el cargo.

El moti­vo: desem­pe­ñar su papel nacio­nal en el ser­vi­cio a su pue­blo en la capi­tal del esta­do pales­tino reco­no­ci­do por las Nacio­nes Uni­das, lo que con­fir­ma que esta deten­ción es ile­gal y está des­ti­na­da úni­ca­men­te a ata­car la pre­sen­cia pales­ti­na en la Jeru­sa­lén ocupada.

Tam­bién hizo hin­ca­pié en que el arres­to y tras­la­do del gober­na­dor de Jeru­sa­lén fue­ra de las fron­te­ras de su país ocu­pa­do cons­ti­tu­ye un cri­men de gue­rra y una vio­la­ción fla­gran­te de las dis­po­si­cio­nes (Artícu­lo 76) del Cuar­to Con­ve­nio de Ginebra.

Dicha nor­ma esti­pu­la la deten­ción de «pri­sio­ne­ros» pro­te­gi­dos en su país, y des­ta­ca el deber de todos los Esta­dos con­tra­tan­tes, en vir­tud de los Con­ve­nios de Gine­bra de 1949, de pre­sio­nar a la ocu­pa­ción para que libe­re a los pri­sio­ne­ros pales­ti­nos y poner fin a sus reite­ra­das vio­la­cio­nes de estos acuerdos.

Fuen­te: Al mayadeen

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