Reproducimos a continuación la intervención de David Juliá, miembro de la secretaría federal colegiada del Sindicato Unitario de Andalucía, en el homenaje soberanista a Blas Infante celebrado el pasado 10 de agosto en Sevilla:
Las fuerzas soberanistas de Andalucía hoy 10 de agosto de 2020, rendimos homenaje a Blas Infante, a su memoria, su obra y su propuesta de liberación para Andalucía en el 84 aniversario de su asesinato por los fascistas españoles. En este de hoy y los de años anteriores, son actos en los que no están y no caben los herederos ideológicos de sus asesinos, ni quienes aún estando en el poder en diferentes gobiernos de izquierda no han hecho justicia, ni reparación ni memoria con su asesinato ni con los miles y miles que el genocidio franquista ejecutó, tampoco están quienes solo se mueven para salir en las fotos electorales o electoraleras.
Están, estamos, en expresiones de Infante, aquellos en los que “las leyes de la evolución de la naturaleza han operado el deseo” de estar en un acto de este tipo, en un acto para afirmar la vida, la libertad y la soberanía para el pueblo andaluz.
En “Ideal Andaluz” Infante proponía como fundamento para la vida social y la libertad del pueblo andaluz la necesidad de acabar con las tiranías económico-social y político-administrativa impuestas, es decir, acabar con la explotación y la precariedad laboral así como con el sistema político que la mantiene y reproduce para privilegio y beneficio de unos pocos.
La propuesta política para realizar esa lucha por la que tomamos posición y que tomamos como referencia es la constitución andaluza de 1883, asumida por Infante y por el andalucismo revolucionario en la asamblea de ronda de 1918. Constitución que organiza las instituciones políticas desde abajo, basándose como fundamento en la democracia directa a nivel municipal, la representación democrática, republicana y federal con el municipio y su federación con otros, como el punto de inicio de la construcción de una sociedad libre, entendiendo por tal, aquella en la que el poder de decisión sobre los asuntos públicos y la independencia económica es de todos, como recoge la referida constitución andaluza.
Entendemos que la reivindicación de la municipalización de los servicios públicos mediante empresas municipales bajo control de los trabajadores/as y los vecinos/as a través de asambleas comunales o municipales y la lucha por la formación de las mismas es la vía y la clave en el avance hacia la liberación del pueblo andaluz.
Desde el Sindicato Unitario de Andalucía, nuestra tarea principal se orienta en la lucha contra la tiranía económico-social, por ello defendemos y defenderemos que en esas empresas municipalizadas bajo control obrero y vecinal, y en todas las del municipio se prohíban las subcontratas, las dobles tablas salariales y se aplique el principio y reivindicación histórica de la clase obrera de “a igual trabajo igual salario”, realizando una campaña en este sentido.
Al mismo tiempo hemos elaborado un manifiesto reclamando y desarrollando la municipalización de los servicios públicos bajo control obrero y vecinal para presentar como moción en los plenos de los ayuntamientos de los municipios andaluces en los que tengamos presencia.
Mientras, la reivindicación ultra dominante en la izquierda actualmente y desde la instauración del régimen del 78 es reclamar un fortalecimiento de los servicios públicos del estado, por tanto, bajo su control, y gestión de sus órganos y administraciones, reivindicación que consideramos que en lo fundamental contribuye a reforzar y conservar el actual estado capitalista, españolista. Tras 40 años persistiendo en la reivindicación, el grado de cumplimiento en el fortalecimiento de esos servicios públicos lo podemos comprobar en su situación actual.
Los servicios públicos, el estado del bienestar y las reformas son el objetivo clásico de la socialdemocracia y los reformistas, con él desvían o encauzan las luchas sociales dentro de los márgenes del sistema para conservarlo. El “estado del bienestar” es el precio que paga la dictadura burguesa para mantener el orden y la paz social existentes, y evitar una transformación radical, profunda, revolucionaria cuando ese orden lo ven amenazado por las luchas del pueblo y para desviar esas luchas de objetivos revolucionarios.
Nos decía Infante en su obra “La dictadura pedagógica”: “Enemigos de la dictadura burguesa, tan absolutamente convencidos estamos de su incapacidad para la rectificación, dimanante de la ceguera espiritual que fatalmente la condena al perecimiento, que más bien nos sentimos dispuestos a creer en la virtualidad de nuestros principios…”
Creamos pues en nuestros principios, soberanía y libertad para el pueblo andaluz y que sea éste quien directamente decida sobre sus servicios. No caigamos en la ingenuidad o en el oportunismo electoralero pidiendo a este estado de dictadura burguesa capitalista españolista una rectificación, que pase de los recortes, la privatización y el desmantelamiento a la inversión, fortalecimiento y mejora de servicios públicos.
Por otro lado, últimamente hay algunos que proponen un “referéndum de independencia” para Andalucía. No caigamos tampoco en la ingenuidad o el oportunismo electoralero de pensar que este estado de dictadura burguesa también aquí va a rectificar y reconocer el derecho a la autodeterminación. La liberación de Andalucía será obra y conquista del propio pueblo andaluz. Será un camino duro de lucha y trabajo en barrios, centros laborales y educativos, en la calle, en los municipios,… desde un proyecto y organización político-social soberanista, con una trayectoria ideológica y política coherente y sostenida que se gane el respecto y la confianza de nuestro pueblo.
La independencia se tiene que conquistar y basar en órganos políticos, económicos y culturales de poder popular; asambleas municipales, de fábrica, CAPs, (Centros Andaluces del Pueblo) etc. Y en las actuales condiciones y correlación de fuerzas dicho referéndum, si se celebrara, no sería más que para sellar y fortalecer la dependencia y subordinación de Andalucía a España.
Ya solo la propuesta en sí sirve, a modo de canto de sirena, o melodía del flautista de hamelin, para debilitar y desarticular al soberanismo y al independentismo, desviar a activistas y militantes de la lucha, las calles, los municipios, las asambleas y llevarlos a las instituciones del sistema embaucados con la posibilidad de rectificación y cambio desde dentro de esas instituciones, como entendemos que hasta ahora ha pasado históricamente, bloqueando o dificultando la construcción de una alternativa revolucionaria.
¿Lo conseguirán? Hasta ahora lo han conseguido, pero el futuro no está escrito, y también depende de los pueblos, cuando éstos anhelan transformaciones profundas en todos los órdenes, tienen confianza en sí mismos, en un proyecto y en un liderazgo, se levantan y luchan hasta sus últimas consecuencias y entonces las revoluciones triunfan, y por eso estamos aquí hoy las fuerzas soberanistas de nuestro pueblo, reafirmando un proyecto, la confianza en nosotras mismas y la disposición al triunfo de la revolución andaluza. De nuestra revolución.
¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE!
Fuente: www.sindicatounitario.net
Francisco Vílchez
Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.
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