Resumen Latinoamericano, 3 de septiembre 2020.
Fotos y video: Julia Mottura
Fueron miles y miles quienes este jueves desapacible, por el clima y el dolor acumulado en una semana más que difícil, marcharon en Buenos Aires para exigir que los asesinos de Facundo Astudillo Castro paguen por su crimen.
Cuadras y cuadras de la Avenida de Mayo cubiertas (desde Congreso hasta Plaza de Mayo) por una multitud mayoritariamente juvenil que en esta denominada democracia volvió a ver desaparecer a uno de los suyos y que por lo tanto se siente amenazada por las fuerzas represivas que actúan con total impunidad, con pandemia o sin pandemia. Sin embargo, a pesar de la grave situación sanitaria que vive el país, muchos y muchas sintieron que esta era una ocasión que con los lógicos cuidados y protecciones, era necesario no quedarse en casa. Y salieron, no como lo hace esa derecha gorila protegida por los mismos que aplican el gatillo fácil para masacrar a los pibes de barrio, sino como militantes de la vida, defensores reales de los derechos humanos, que aprendieron las lecciones que siempre ofrecen Madres de Plaza de Mayo como Nora Cortiñas, y que no están dispuestxs a olvidar ni perdonar este nuevo crimen estatal. Como el de Julio López, el de Luciano Arruga, Daniel Solano, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y tantos otros y otras en estos 37 años de «democracia».
Por eso, ante la sorpresa de los que mandan, fueron muchas voces gritando «presente» ante el nombre de ese pibe como ellos a los que la Bonaerense secuestró, desapareció y asesinó. Lo hicieron, más allá de las mentiras del ministro Berni, por encima de la impunidad con que el Estado protege a sus bulldogs, y de las continuas invocaciones del gobernador Kicillof, principal sostenedor de Berni y repetidor de frases huecas, al estilo de «se va a hacer justicia», mientras todos los asesinxs siguen libres. Qué decir del presidente que (vaya ironía) hoy mismo se tomó su tiempo para presentar con los empresarios el nuevo modelo de Peugeot, y cuando se enteró de la confirmación de la muerte de Facundo, solo produjo un twitter como respuesta.
Duele un país donde a pesar de los 30 mil desaparecidxs se siguen sumando nombres a esa lista de horrores, y en el que senadores, gobernadores, intedentes y como siempre, el repudiado Berni (como ayer lo fue Bullrich) prometen más violencia contra los y las más humildes que en su desesperación recuperan tierras. Pero más duele, cuando muchos que se dicen «populares» hacen silencio frente a estos crímenes de estado y no quieren escuchar las amenazas que a diario vierten los defensores de la propiedad privada, contra los mapuche en el sur y los pobres en todo el país.
De allí, que la manifestación por Facundo no solo fue un homenaje sino una demostración masiva de salud mental de quienes desde las diferentes variantes de la izquierda respondieron a la convocatoria del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, y decidieron demostrarle a la madre y los familiares y amigues de Facundo que no están solos. Y al Estado, que la exigencia de castigo a los culpables es irrenunciable.
COMUNICADO LEIDO AL FINAL DE LA MOVILIZACIÓN
Como tantas veces pintara Facundo en las paredes de su pueblo, Pedro Luro, decimos: MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.NO OLVIDAMOS-NO PERDONAMOS-NO NOS RECONCILIAMOS.
Compartimos el pronunciamiento consensuado por las organizaciones del ENCUENTRO MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA Y leído hoy en Pza. de Mayo.
Compañeras, compañeros, compañeres:“Vuela alto, mi niño. Que suene tu redoblante tan fuerte que no les dé paz a quienes te hicieron tanto daño. Tu bruja velará por ti, por justicia, hasta que nos volvamos a abrazar”. Eso dice el mensaje que tuiteó ayer Cristina Castro, la mamá de Facundo. ¡Que entonces aquí, en la Plaza de Mayo y en todo el país, suenen bien fuerte todos los redoblantes, los bombos y las gargantas, para que no les dé paz a quienes le hicieron tanto daño!
No por esperable, la noticia es menos dura ni menos dolorosa. Ayer las pericias del Equipo Argentino de Antropología Forense nos han confirmado que los restos hallados son de Facundo Astudillo Castro. Nuestras primeras palabras son para acompañar profundamente a Cristina Castro en su sentimiento y por supuesto en su lucha por justicia. A los hermanos, familiares y amigues de Facundo. A los abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto, que llevan la causa. Y también para acompañar a las y los miles y miles que aquí y en toda la Argentina venimos reclamando verdad y justicia por Facundo.
El caso conmueve al país. Estamos ante un crimen de triste memoria: una nueva desaparición forzada seguida de muerte. Por eso reafirmamos que el Estado y el gobierno son responsables. Porque ha sido cometido por una fuerza policial, la Bonaerense, esa misma “maldita policía” que en sus retenes de control de cuarentena detuvo dos veces a Facundo, lo interrogó, lo fotografió, lo trasladó en su móvil, lo llevó a una comisaría, lo desapareció y todavía sigue mintiendo que no sabe nada. ¡Y después de todo eso no hay ni un solo policía preso!
Semejante impunidad sólo se puede explicar porque las fuerzas policiales y de seguridad encuentran aliento y protección desde otros poderes del Estado. Desde que empezó la cuarentena ya van 102 asesinatos a manos del aparato estatal y exigimos justicia por todas las víctimas.
En el caso de Facundo, además de la Bonaerense también son responsables la jueza Marrón y al fiscal Martínez, que vienen demorando, desviando y obstaculizando la investigación. Pero es responsable también el poder político, de la Provincia y de la Nación. Porque como bien decía años atrás Rodolfo Walsh: “El sistema no castiga a sus hombres: los premia. No encarcela a sus verdugos: los mantiene”. Los premia cuando el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, arenga a la fuerza policial que dirige. Los premia cuando Berni dice que “nada involucra a la Bonaerense”. Cuando desmiente a Cristina Castro y amenaza a sus abogados, todo lo cual repudiamos.
Por eso hoy, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia volvemos a exigir con toda convicción: ¡Fuera Berni! ¡Fuera, fuera, fuera Berni fuera!
El sistema los mantiene, como decía Walsh, cuando a pesar de todo lo ocurrido el gobernador Axel Kicillof sigue manteniendo en su cargo al represor y encubridor Berni: sí, lo mantiene. Y lo mismo cuando el presidente Alberto Fernández les dio a la policía y la Gendarmería la potestad del control total de la cuarentena: los premia. Cuando les da a los militares más equipamiento y aumento salarial: los premia. Cuando elogia a la cana y dice que “les tenemos que agradecer”: los premia. Cuando ahora utiliza el problema de la inseguridad para desplegar en el conurbano su “Plan Centinela”, con miles de policías y gendarmes más en los barrios populares: los premia y los mantiene.
Es así: cuando por arriba se empodera a las fuerzas represivas, por abajo se reprime a las luchas sociales, las tomas de tierras y los reclamos ambientales; crece la violencia policial y de las demás fuerzas, hay más torturas y muertes en comisarías y cárceles, más gatillo fácil y más desapariciones forzadas seguidas de muerte, como la de Facundo.
Compañeras, compañeros, compañeres:Ayer se confirmó la identidad de los restos. Y ya se sabe que no fue suicidio ni accidente: fue por asfixia. Por eso exigimos que se investigue a fondo, se llegue a la verdad y así se logre el juicio y castigo a todos los responsables materiales y políticos de su desaparición forzada seguida de muerte. Para que así, como dice su mamá Cristina Castro, “no tengan paz los que le hicieron tanto daño” a Facundo.
• Juicio y castigo a los culpables
• Fuera Berni ya
• El Estado y el gobierno son responsables•
Facundo Astudillo Castro, presente
Encuentro Memoria, Verdad y Justicia
Ciudad de Buenos Aires, 3 de setiembre de 2020