Resumen Latinoamericano, 31 agosto 2020.
La ciudad de La Plata y sus zonas más populares están agitadas por las serias dificultades que pasan los sectores más empobrecidos por la falta de alimentos y también de viviendas dignas. Por eso, como en otros puntos del país, las recuperaciones de tierras son una necesidad impostergable para muchas familias. Así, en el gran predio que compone la toma de Los Hornos y el Barrio Los Pinos, cientos de hombres, mujeres y niñes luchan por su futuro ejerciendo la solidaridad innata de los que saben de sufrimiento y carencias.
Días atrás, la gente que hace el aguante en Los Pinos sufrieron varias arremetidas policiales, pero la resistencia de los y las vecinos logró torcer la mano dura de los uniformados. Para definir el quehacer frente a la situación, este fin de semana se realizaron tres grandes asambleas en Los Hornos y una bulliciosa marcha que levantó los ánmos a todo el vecindario.
De allí surgió la convocatoria que generó una importante movilización hacia la gobernación, y a partir de las 8 de la mañana, bombos y redoblantes empezaron a hacer oír hasta que la columna llegó al centro de la ciudad.
Como suele pasar, en estas circunstancias el gobernador no suele dar la cara y le cedió su lugar al ministro de Desarrollo Social Andrés «Cuervo» Larroque. Después de un largo tironeó en el que se pedía por la parte oficial que se levantara el corte de calle, que enseguida derivó en otro corte más, viendo que la situación iba para largo y que no había voluntad de oír los reclamos de los movilizados, estos decidieron ocupar el ministerio de Desarrollo Social, y batucada mediante, el sitio se llenó de consignas, exigencias de soluciones y mucho calor popular.
Finalmente después de muchos tira y afloje, se hizo una reunión con Larroque y otro funcionario, que derivó en palabras y más palabras y cero concesiones. Los vecinos volvieron a ver in situ como los «atienden» los funcionarios que en tiempos electorales les piden el voto, de allí que decidieron volverse al barrio y seguir luchando como siempre, espalda contra espalda entre vecinos, ejerciendo la solidaridad de los de abajo, y ratificando que solo el pueblo ayuda a pueblo. Los demás están pintados.