Resumen Latinoamericano, 15 de septiembre de 2020.
Las comunidades indigenas que integran el Resguardo Ticoya, a través de tres organizaciones defensoras de derechos humanos, solicitaron medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), producto del olvido sistemático en el que se encuentran y el riesgo que afrontan como pueblos ancestrales.
Estas medidas instan al Estado de Colombia, a protejer la vida y la integridad personal de las comunidades Tikuna, Cocama y Yagua – Ticoya, asentadas a lo largo de los ríos, caños y lagos del municipio de Puerto Nariño.
La acción fue interpuesta, por la Comisión de Justicia y Paz, el Centro de Alternativas al Desarrollo, (CEALDES), y la organización italiana Fundación Luca Coscioni, para evitar el riesgo inminente en el que se encuentran estas comunidades, que ha aumentado producto del contexto de pandemia ante la falta de insumos de bioseguridad, y sistemas de salud que protejan a las personas.
«El Gobierno de Colombia no ha cumplido su compromiso con los pueblos indigenas»
Camila Forero, integrante del equipo jurídico de la Comisión de Justicia y Paz, indicó que estas medidas cautelares, son relevantes y se elevaron a nivel internacional, «porque a pesar de que existen decisiones en el sistema judicial interno, sigue estando en riesgo la vida y la integridad de las y los indígenas, así como su permanencia como pueblo ancestral».
Igualmente la defensora señaló que «internamente el Gobierno de Colombia no ha cumplido con su deber con los pueblos indígenas, ni a la suscripción firmada en la Convención Americana, que le obliga a proteger a los pueblos ancestrales».
Al mismo tiempo, Lina Caicedo, abogado de CEALDES, aseguró que las medidas fortalecen la protección de los derechos del Resguardo Ticoya, «esta acción ante la CIDH, extiende el llamado a los mecanismo internacionales sobre la importancia de que los Estados atiendan las necesidades particulares y diferenciadas de las comunidades indígenas de la Amazonía».
En ese mismo sentido, a la solicitud de medidas cautelares, se sumaron varias acciones de tutela presentadas por el Resguardo Ticoya, que buscan respaldar la exigencia y garantía de derechos que no ha cumplido el Estado colombiano.
«Ante la crisis, el Gobierno marginó aún más al Resguardo Ticoya»
Previo a la solicitud de medidas cautelares, distintas organizaciones, incluidas las participantes de la solicitud ante la CIDH, lanzaron la campaña #TicoyaPorLaVida; con la que se buscaba recolectar donaciones para proteger a 11 comunidades indígenas de las 22 que integran el Resguardo, identificando a estas como las de mayor riesgo.
Iniciativa que surgió con el objetivo de recolectar elementos de bioseguridad para proteger a los pueblos ancestrales del resguardo ticoya, en medio del incremento de los casos de contagio en el Amazonas.
Humberto Monge , presidente del Resguardo Ticoya, señaló que ante la falta de recursos hospitalarios y respuestas eficientes, por parte del Gobierno, la única garantía para proteger su vida y atender a la población enferma, era acudiendo a la naturaleza y a la medicina ancestral, «a través de sabedoras y médicos tradicionales, obtuvimos un resultado que nos permitió salvaguardar la vida nuestros compañeros y compañeras en medio de esta pandemia».
Reflejo de esta desatención, según Monge es, «nuestro centro de salud, ubicado en la cabecera municipal, está en pésimas condiciones, y lo evidenciamos mucho antes de la pandemia, pero hasta la fecha el Gobierno no nos han dado respuesta».
Y agregó que, pese a estos esfuerzos, en medio de las acciones tomadas por el Gobierno nacional, a la luz de los estudios realizados y acatando las medidas proferidas por la Organización Mundial de la Salud, «se desconoció completamente el enfoque diferencial y las poblaciones étnicas dejado de lado saberes y costumbres que realizamos como comunidades».
«El riesgo es doble, se pierden vidas y con ellas conocimientos ancestrales»
Camila Muñoz , investigadora regional en el Amazonas de CEALDES, destacó que al identificar el panorama de crisis que vivían las comunidades indigenas de Leticia y especialmente en el Resguardo Ticoya, «era alarmante saber que aquí el riesgo era doble, porqué no solamente se perderían vidas producto de la pandemia, sino que con ellas sus conocimientos ancestrales»
Por lo tanto, la tarea de fortalecer sus mecanismos de protección ante la pandemia eran la prioridad, «sin embargo esto va acompañado de garantías de vida».
Fuente: Contagio Radio