Resumen Latinoamericano, 9 de septiembre de 2020.
Según contaron familiares de Javier Ordoñez, los agentes ya lo conocían. Su único pecado, hablar fuerte. Deja dos niños. Tenía 44 años
En la noche del 8 de septiembre el abogado Javier Ordoñez llegó al apartamento de unos amigos de toda la vida en el bario Santa Cecilia de la localidad de Engativá. Las cervezas los fueron poniendo contentos y el ruido de la conversación subía. Los vecinos llamaron a la policía y el abogado esgrimió sus derechos. A la policía no le gustó.
Según familiares del abogado entrevistados por el Diario La Libertad de Bogotá: “ya que los agentes llegan diciéndole ahora sí me lo llevo, entonces, Javier Humberto le contesta a la policía que impongan la multa que yo la pago, y de una vez se van en su contra con la pistola traser a inmovilizar a mi familiar”.
Una vez lo esposaron redujeron al hombre de 44 años al piso y lo sometieron a dos minutos de electricidad constante.
Javier Ordóñez de 46 años, padre de dos niños de 10 y 14 años, fue vilmente asesinado por agentes de @PoliciaBogota en un operativo, estaba tomando con unos amigos, le propinaron choques eléctricos y lo golpearon. Desproporcionado y abusivo. ¡Que respondan! pic.twitter.com/jqOeOiHDLj
— Mafe Carrascal (@MafeCarrascal) September 9, 2020
Según versiones, Javier Ordóñez se encontraba departiendo con unos amigos y fue requerido por la Policía por presuntamente estar ingiriendo licor en espacio público.
Una de las personas que acompañaba al abogado en el momento del procedimiento, señaló que luego del maltrato que se evidenció en el video, los policías lo trasladaron a un CAI cercano, donde lo habrían seguido golpeando y minutos después fue conducido a un centro médico donde «falleció por los golpes», según el reporte médico que recibió el testigo quien era amigo de Ordóñez.
Javier Ordóñez, era padre de dos hijos de 10 y 14 años, y según Elvia Bermúdez, tía del abogado, fue asesinado por la Policía. «Le estaban pegando en el suelo y poniendo corriente, luego lo subieron a una patrulla y dijeron que se lo llevaban para la URI de La Granja» señaló la tía de la víctima; quien agregó que a su sobrino «lo mató la Policía»
El uso de armamento «no letal» por parte de la Fuerza Pública
Las armas taser con las que fue sometido Javier Ordóñez, pese a ser categorizadas como «no letales» pueden generar la muerte con una utilización inadecuada o excesiva.
Según expertos médicos, un contacto prolongado con el arma puede producir asfixia por contracción sostenida de los músculos de la respiración que puede llevar a paros cardiorrespiratorios. Asimismo, descargas que excedan la intensidad que el cuerpo tolera, pueden hacer que el corazón altere su ritmo y se produzca una fibrilación ventricular llegando a causar en algunos casos la muerte.
En relación con la utilización de estas armas se ha pronunciado el Comité contra la Tortura de la Organización de Naciones Unidad ‑ONU‑, que mediante un informe señaló que «el uso de esas armas provoca un dolor intenso, constituye una forma de tortura, y en algunos casos, puede incluso causar la muerte».
Este hecho, revive el asesinato del joven Dilan Cruz a manos de un agente del ESMAD en el mes de noviembre del año pasado, hecho sobre el cual aún no hay condenas, ni responsables, pese a que el uniformado que accionó el arma que hirió de muerte a Dilan; fue plenamente individualizado. Este caso fue recientemente sometido a la Justicia Penal Militar, lo que según varios sectores será garantía de que el hecho quede en la impunidad.
El caso de Dilan se fue a justicia penal militar y allí morirá. Con el caso de hoy pasará igual. Así, llegarán a la conclusión de que el abuso policial no tiene consecuencias. Y estaremos todos a merced de la fuerza que supuestamente existe para protegernos.
— Sandra Borda (@sandraborda) September 9, 2020
Fuente: Contagio Radio