Estado español. Rodrigo Lanza y el precio por defenderse de una agresión fascista: 20 años de prisión por «asesinato» con «motivos ideológicos»

Esta­do espa­ñol. Rodri­go Lan­za y el pre­cio por defen­der­se de una agre­sión fas­cis­ta: 20 años de pri­sión por «ase­si­na­to» con «moti­vos ideológicos»

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Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de sep­tiem­bre de 2020.

La defen­sa de Lan­za, ejer­ci­da por el abo­ga­do Endi­ka Zulue­ta, ha avan­za­do a este dia­rio que recu­rri­rán la sen­ten­cia al TSJA, al con­si­de­rar que hubo «mul­ti­tud de vio­la­cio­nes de los dere­chos fun­da­men­ta­les duran­te la vis­ta». En caso de que no esti­men el recur­so, se recu­rri­rá al Tri­bu­nal Supre­mo, al Cons­ti­tu­cio­nal y, en últi­ma ins­tan­cia, al Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos de Estrasburgo.

La magis­tra­da y pre­si­den­ta del jura­do, María José Gil Corre­de­ra, impo­ne una con­de­na de 20 años de pri­sión a Rodri­go Lan­za al con­si­de­rar­le «autor res­pon­sa­ble de un deli­to de ase­si­na­to con­su­ma­do, con ale­vo­sía», con la agra­van­te «por moti­vos ideo­ló­gi­cos», y «ate­nuan­te ana­ló­gi­ca de embria­guez». Asi­mis­mo, impo­ne «inha­bi­li­ta­ción abso­lu­ta duran­te todo el tiem­po de la con­de­na, más las cos­tas pro­ce­sa­les», inclui­das las de la acu­sa­ción par­ti­cu­lar, debien­do indem­ni­zar la can­ti­dad de 200.000 euros a la fami­lia de Vic­tor Laí­nez. Asi­mis­mo, ten­drá que indem­ni­zar al Ser­vi­cio Ara­go­nés de Salud la can­ti­dad de 5.620 euros. La jue­za tam­bién ha acor­da­do abo­nar al acu­sa­do los tres años de pri­sión pro­vi­sio­nal que lle­va y que se le reba­ja­rán de la actual condena.

Así se indi­ca en la sen­ten­cia, de 26 pági­nas, entre­ga­da a las par­tes este mar­tes por la maña­na, des­pués de que el tri­bu­nal del jura­do popu­lar le decla­ra­se cul­pa­ble de un deli­to de «ase­si­na­to», con 8 votos con­tra 1. El jura­do emi­tió su vere­dic­to el pasa­do jue­ves, 17 de sep­tiem­bre, dos días des­pués de que­dar vis­to para sen­ten­cia el jui­cio, cele­bra­do en la Audien­cia de Zara­go­za, con­tra Rodri­go Lan­za por la muer­te de Víc­tor Laí­nez, en los hechos ocu­rri­dos en la madru­ga­da del 8 de diciem­bre de 2017, en el bar Toca­dis­cos de Zaragoza.

«Mul­ti­tud de vio­la­cio­nes de los dere­chos fun­da­men­ta­les duran­te la vista»

La defen­sa de Lan­za, ejer­ci­da por el abo­ga­do Endi­ka Zulue­ta, ha avan­za­do a AraIn­fo, que pre­sen­ta­rán recur­so de ape­la­ción ante la Sala de lo Civil y Penal del Tri­bu­nal Supe­rior de Jus­ti­cia de Ara­gón (TSJA), que pue­de inter­po­ner­se ante esta Audien­cia den­tro de los diez días siguien­tes. Zulue­ta con­si­de­ra que hubo «mul­ti­tud de vio­la­cio­nes de los dere­chos fun­da­men­ta­les duran­te la vis­ta». En caso de que el TSJA no esti­me el recur­so, se recu­rri­rá al Tri­bu­nal Supre­mo, al Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal y, en últi­ma ins­tan­cia, al Tri­bu­nal Euro­peo de Dere­chos Huma­nos de Estrasburgo.

Tras la lec­tu­ra del vere­dic­to, la Fis­ca­lía soli­ci­tó que Rodri­go Lan­za fue­ra con­de­na­do a 20 años de pri­sión, ade­más de «inha­bi­li­ta­ción abso­lu­ta» duran­te el tiem­po de la con­de­na y una indem­ni­za­ción de 150.000 euros. Por su par­te, la acu­sa­ción par­ti­cu­lar, ejer­ci­da por los pena­lis­tas José Luis Mel­gui­zo y Enri­que Tre­bo­lle en repre­sen­ta­ción de la fami­lia Laí­nez, al igual que la acu­sa­ción popu­lar, ejer­ci­da por David Arranz en repre­sen­ta­ción del par­ti­do ultra­de­re­chis­ta Vox, pidie­ron a la magis­tra­da una pena de 23 años de cár­cel y 500.000 euros de indemnización.

El abo­ga­do de la defen­sa, Endi­ka Zulue­ta, con­si­de­ró enton­ces que no hubo «ase­si­na­to», sino en todo caso un deli­to de lesio­nes con muer­te no que­ri­da, lo que supo­ne una con­de­na de dos a cin­co años, que con el ate­nuan­te de actuar con influen­cia del alcohol, «la úni­ca pena a impo­ner posi­ble es de 2 años».

Rodri­go Lan­za, en pri­sión pro­vi­sio­nal por esta cau­sa des­de que tuvie­ron lugar los hechos, diciem­bre de 2017, ya fue juz­ga­do en noviem­bre de 2019 y sen­ten­cia­do a cin­co años de pri­sión, des­pués de que el jura­do popu­lar le con­si­de­ra­ra, con ocho votos con­tra uno, cul­pa­ble de «homi­ci­dio impru­den­te» pero no de «ase­si­na­to» como recla­ma­ban las acu­sa­cio­nes. Sin embar­go, el TSJA orde­nó repe­tir el jui­cio tras decla­rar nulo el vere­dic­to al con­si­de­rar que hubo una “fal­ta sufi­cien­te de motivación”.

El caso Lai­nez, del inten­to de agre­sión xenó­fo­ba a vic­ti­ma mediá­ti­ca: «Lo úni­co que hizo Rodri­go Lan­za fue defen­der­se ante lo que creía que era un ata­que hacia su vida»

(Cró­ni­ca de 2017 de Ara​.info ante el ini­cio del jucio)

Víc­tor Lái­nez, a la izquier­da de la ima­gen, jun­to a un cono­ci­do neo­na­zi zaragozano.

Casi dos años des­pués, este lunes, 4 de noviem­bre, ha comen­za­do en la Audien­cia de Zara­go­za el jui­cio con­tra Rodri­go Lan­za. Lan­za, que ha pasa­do casi 21 meses en régi­men FIES (siglas de Fiche­ro de Inter­nos de Espe­cial Segui­mien­to) en la pri­sión de Zue­ra, está acu­sa­do de ser el pre­sun­to autor de las lesio­nes que pro­vo­ca­ron la muer­te de Víc­tor Laí­nez, en los hechos ocu­rri­dos en la madru­ga­da del 8 de diciem­bre de 2017 en el bar Toca­dis­cos de la capi­tal ara­go­ne­sa. Un jura­do popu­lar será quien los juzgue.

Las acu­sa­cio­nes ‑Minis­te­rio Fis­cal; el abo­ga­do de la fami­lia, Juan Car­los Maca­rrón; y la acu­sa­ción par­ti­cu­lar ejer­ci­da por Vox, cuyo abo­ga­do es David Arranz, por­ta­voz en las Cor­tes de Ara­gón de este par­ti­do ultra­de­re­chis­ta- piden para Rodri­go Lan­za una pena de 25 años de pri­sión por «ase­si­na­to» con las agra­van­tes de «ale­vo­sía» y «moti­va­ción ideológica».

La defen­sa de Lan­za, a car­go del abo­ga­do Endi­ka Zulue­ta, siem­pre ha man­te­ni­do que su defen­di­do actuó en legí­ti­ma defen­sa y que actuó «por el pro­fun­do temor a per­der la vida». Así, ha pedi­do su libre abso­lu­ción y ha des­car­ta­do que hubie­ra moti­va­cio­nes ideo­ló­gi­cas. Según el rela­to del pro­pio Lan­za, que ha sido el pri­me­ro en decla­rar en el jui­cio, fue ata­ca­do ini­cial­men­te por Víc­tor Laí­nez con un arma blan­ca, lo que moti­vó que respondiera.

En decla­ra­cio­nes a los medios antes de la pri­me­ra sesión del jui­cio, Zulue­ta ha afir­ma­do que «se va a juz­gar la situa­ción de un hecho que no ten­dría que haber suce­di­do. Hay dos situa­cio­nes muy dra­má­ti­cas. Una que es irre­pa­ra­ble, la muer­te de una per­so­na. Y otra que toda­vía se pue­de repa­rar, la entra­da en pri­sión de otra per­so­na injus­ta­men­te». Así, ha inci­di­do, ya en la sala duran­te la pre­sen­ta­ción de las cues­tio­nes pre­vias, en que «hay una per­so­na que ha per­di­do la vida y hay otra per­so­na a la que quie­ren qui­tar­le la liber­tad. Y la liber­tad es el bien más pre­cia­do que tene­mos des­pués de la vida».

«Lamen­ta­ble­men­te, la vida de esta per­so­na [Víc­tor Laí­nez] ya no se pue­de recu­pe­rar. No ten­dría que haber falle­ci­do. No ten­dría que haber suce­di­do lo que pasó. Pero igual que digo esto, tam­bién digo con el mis­mo ímpe­tu, que esta per­so­na [Rodri­go Lan­za] no ten­dría que estar pri­va­da de liber­tad. Esta per­so­na no es res­pon­sa­ble de estos hechos. Lamen­ta­rá, como lamen­ta­mos todos, la muer­te de esa per­so­na, pero no es el res­pon­sa­ble como han dicho las acu­sa­cio­nes», ha apun­ta­do el abogado.

Según Zulue­ta, lo úni­co que hizo Lan­za «fue defen­der­se ante lo que creía que era un ata­que hacia su vida». «Nun­ca pudo pen­sar que gol­pear a una per­so­na con las manos pudie­ra cau­sar su muer­te. Espe­re­mos que el jura­do lo entien­da así. Lan­za actuó en legí­ti­ma defen­sa en una situa­ción de páni­co. Sola­men­te defen­dió su vida en peli­gro», ha subrayado.

Duran­te su pri­me­ra inter­ven­ción en la sala, Zulue­ta ha pedi­do al jura­do que «amplíe su cam­po de visión» y «abrir la men­te 360º» ya que «esta­mos edu­ca­dos, yo diría mal edu­ca­dos, para pen­sar y ana­li­zar la vida con ore­je­ras, con lo que se lla­ma pen­sa­mien­to úni­co. Nos dan las his­to­rias mas­ca­das y ten­de­mos a repe­tir lo que ya nos dicen. En el ámbi­to penal suce­de muchí­si­mo esto. La poli­cía no detie­ne a una per­so­na acu­sa­da de ase­si­na­to, detie­ne al ase­sino y salir de ese encua­dre es muy complicado».

En opi­nión de Zulue­ta, «lo que inten­tan las acu­sa­cio­nes es que uste­des den una res­pues­ta muy sim­ple a un tema que es muy com­ple­jo. La ver­sión de los hechos que mane­jan las acu­sa­cio­nes chi­rría, sue­na mal en cuan­to uno hace una míni­ma refle­xión». Así, el letra­do ha sub­ra­ya­do que la con­ver­sa­ción que man­tu­vie­ron Laí­nez y Lan­za el día de los hechos «no la ha escu­cha­do nadie», nin­gu­na de las 13 per­so­nas que van a decla­rar, y «nos la cuen­tan las acu­sa­cio­nes como si hubie­ran esta­do ellos allí». «Las úni­cas per­so­nas que cono­cen la con­ver­sa­ción son Laí­nez, que lamen­ta­ble­men­te no lo pue­de con­tar, y Lan­za, que lo va a contar».

Zulue­ta ha afea­do el inten­to de las acu­sa­cio­nes de des­acre­di­tar a los tes­ti­gos de la defen­sa duran­te las cues­tio­nes pre­vias. «Todos los tes­ti­gos tie­nen la mis­ma cre­di­bi­li­dad. Todos están bajo jura­men­to. Y vere­mos, por lo que dicen y por como lo dicen, quien nos da más cre­di­bi­li­dad». «Les están con­di­cio­nan­do», ha mani­fes­ta­do diri­gién­do­se al jura­do popular.

«Las acu­sa­cio­nes dicen que están bus­can­do la ver­dad. Y como no es posi­ble que un gol­pe de esta enver­ga­du­ra fue­ra solo con la mano, por­que se le rom­pe el crá­neo [a Laí­nez] al caer con­tra el sue­lo, 120 kilos al sue­lo, ¿qué nos dicen? que le gol­peó con un obje­to. Ocho per­so­nas vie­ron los hechos y nadie vio el obje­to. Pero da igual, se lo lle­va­ría». Sin embar­go, Lan­za «dice que fue ata­ca­do con una nava­ja», pero las acu­sa­cio­nes afir­man que es «men­ti­ra por­que nadie la vio». «Le gol­peó con un obje­to, cier­to, aun­que nadie lo vio», ha afeado.

En este sen­ti­do, Zulue­ta ha cri­ti­ca­do al Minis­te­rio Fis­cal que «siem­pre dice que es inde­pen­dien­te y que no está de par­te ni de uno ni de otro, pero afir­ma ‘no se dejen enga­ñar [por los tes­ti­gos de la defen­sa] y ante la des­apa­ri­ción de dos obje­tos, uno dice que es cier­to [el obje­to que supues­ta­men­te por­ta­ba Lan­za] y el otro no [la nava­ja que supues­ta­men­te por­ta­ba Laí­nez]«.

«Todo jue­ga en con­tra de Rodri­go. Todo gira en con­tra de la defen­sa. Des­de el minu­to uno cuan­do es dete­ni­do Rodri­go», ha con­ti­nua­do Zulue­ta para poner de mani­fies­to el papel que han juga­do algu­nos medios de comu­ni­ca­ción que ya han seña­la­do a Lan­za como «el ase­sino de los tiran­tes» sin man­te­ner la pre­sun­ción de ino­cen­cia. «Tan en con­tra, que cuan­do entra a pri­sión no le tra­tan como a un pre­so nor­mal, le cla­si­fi­can en régi­men FIES, en el que ha esta­do casi 21 meses, 20 horas al día solo en su cel­da, inclu­yen­do desa­yu­nar, comer y cenar. Cua­tro horas en el patio. Todas las comu­ni­ca­cio­nes inter­ve­ni­das. La des­per­so­na­li­za­ción. Esto suce­de en este país, aho­ra mis­mo. La tra­tan como a un peli­gro­so cri­mi­nal y así se da la ima­gen de más peli­gro­so», ha lamentado.

Zulue­ta ha pues­to en valor la pre­sun­ción de ino­cen­cia, «un dere­cho para todas las per­so­nas» que «impli­ca que nadie pue­de ser con­de­na­do si no es tras un jui­cio con todas las garan­tías esta­ble­ci­das por la ley, con todas las prue­bas de car­go y tras ello, un magis­tra­do, un tri­bu­nal o un jura­do pue­da dic­tar una reso­lu­ción sin que exis­ta una duda racio­nal. A par­tir de enton­ces, uno pue­de ser cul­pa­ble, mien­tras tan­to es inocente».

Por últi­mo, ha cri­ti­ca­do a la acu­sa­ción par­ti­cu­lar ejer­ci­da por el par­ti­do de extre­ma dere­cha Vox por «inten­tar poli­ti­zar el jui­cio» y la «úni­ca que ha pues­to el foco en la esté­ti­ca» de Rodri­go Lan­za en este jui­cio. «Este no es un jui­cio polí­ti­co», ha remar­ca­do Zulue­ta ase­gu­ran­do que Vox «vie­ne aquí a hacer polí­ti­ca». «La actua­ción de Rodri­go Lan­za está moti­va­da por sal­var su vida ante un señor [Laí­nez] que vie­ne con una nava­ja», ha concluido.

Lan­za: «Me va a apu­ña­lar, me va a matar»

Tras Zulue­ta ha inter­ve­ni­do su defen­di­do, Rodri­go Lan­za, que ha res­pon­di­do a las pre­gun­tas de su abo­ga­do. Lan­za ha lamen­ta­do la muer­te de Laí­nez y el dolor de la fami­lia. «Actué por­que se me ata­có, solo actué defen­dién­do­me. En nin­gún momen­to pen­sé que [Laí­nez] pudie­ra tener lesio­nes gra­ves, ni mucho menos ima­gi­nar que pudie­ra haber falle­ci­do», ha ase­gu­ra­do para aña­dir que «en nin­gún momen­to vio los tiran­tes» de la ban­de­ra espa­ño­la. Ha nega­do que lle­va­ra algún obje­to en la mano y que gol­pea­ra a Laí­nez por la espal­da, como afir­man las acu­sa­cio­nes, de hecho ha seña­la­do que «cayó de espal­das y con la cabe­za miran­do hacia arriba».

En su decla­ra­ción duran­te la vis­ta, en la que ha des­cri­to los hechos suce­di­dos esa noche, Lan­za ha indi­ca­do que, pasa­das las 1.00 horas del 8 de diciem­bre, tras salir de tra­ba­jar, estu­vo «de fies­ta» y bebien­do gran­des can­ti­da­des de alcohol con varios ami­gos y se unió a un cono­ci­do que iba acom­pa­ña­do de dos muje­res, a las que no cono­cía, entran­do los cua­tro en el bar Toca­dis­cos. En este bar había «poca gen­te» y Lan­za vio al cama­re­ro «hablan­do con un señor al fon­do, miran­do hacia la puer­ta». El acu­sa­do y sus tres acom­pa­ñan­tes se situa­ron en el fon­do del local y con­ti­nua­ron bebiendo.

Según ha decla­ra­do Lan­za, su cono­ci­do le comen­tó que «el hom­bre de la barra [Laí­nez] es un cono­ci­do fas­cis­ta del barrio» y Lan­za se que­dó «extra­ña­do e incó­mo­do», pero no le dio «gran impor­tan­cia», has­ta que en un momen­to dado «el hom­bre se gira, nos mira­mos, me lla­ma como un ges­to y yo voy a hablar con él».

Sobre la con­ver­sa­ción con Laí­nez en el bar, ha afir­ma­do que fue «ten­sa e incó­mo­da» pero «sin ame­na­zas ni levan­tar la voz» y que ape­nas se diri­gie­ron «seis fra­ses de ida y seis de vuel­ta». Ha aña­di­do que la con­ver­sa­ción ter­mi­nó cuan­do Laí­nez le pre­gun­tó de dón­de era y que él le res­pon­dió: «De Torre­ro», pero que Laí­nez le dijo «no, no, ¿de dón­de eres?», al res­pon­der­le que de Chi­le este le dijo «tu suda­ca no debe­rías estar aquí». En ese momen­to, Lan­za le res­pon­dió: «¡Ah vale! Me que­da cla­ro de que palo vas, eres un racis­ta», y se vol­vió con sus acompañantes.

Al poco tiem­po, según ha rela­ta­do Lan­za, una de las chi­cas le comen­tó que Laí­nez esta­ba con el móvil y que fue en ese momen­to cuan­do «me entró la para­noia» de que estu­vie­ra man­dan­do men­sa­jes por el telé­fono móvil y «por si pudie­ra pasar algo o la cosa se pone ten­sa», momen­to en el que dijo «vámo­nos», ter­mi­na­ron sus bebi­das y se fue­ron hacia la puer­ta. Cuan­do Lan­za esta­ba salien­do del bar, ha afir­ma­do, su cono­ci­do le gri­tó: «Cui­da­do, lle­va una navaja».

Rodri­go Lan­za, entre lágri­mas, ha afir­ma­do que enton­ces vio a Laí­nez «muy cer­ca de mí, avan­zan­do sobre mí, con una nava­ja» a lo que él res­pon­dió «empu­ján­do­lo con la pier­na en el tor­so, por ins­tin­to, para ale­jar­lo», pero Laí­nez, según el rela­to de Lan­za, seguía «vinien­do hacia mí» y «yo ya empie­zo a entrar en páni­co». Ha pre­ci­sa­do que en ese momen­to «hay un for­ce­jeo» y que, «como soy cons­cien­te de que lle­va una nava­ja», sin­tió «me va a apu­ña­lar, me va a matar». Que inten­tó apar­tar a Laí­nez «a pata­das», dán­do­le una «fuer­te» y que «lo alejo».

«En ese momen­to no recuer­do muy bien nada, no escu­cho nada», ha ase­gu­ra­do, para aña­dir que le pegó un gol­pe en la cara «y cayó al sue­lo» y que «ten­go terror de que se vuel­va a levan­tar con el cuchi­llo, que me apu­ña­le y me mate. Enton­ces, voy hacia él y le doy unos puños». Lan­za ha rela­ta­do que en ese momen­to «vuel­vo un poco en mí» al escu­char un «para, para». «El cuchi­llo va a parar a la ban­que­ta», ha dicho Lan­za, que ha expli­ca­do que fue ahí cuan­do se mar­chó del bar.

Lan­za ha con­ti­nua­do afir­man­do que reco­gió la mochi­la y la cha­que­ta y salió a la calle pen­san­do que Laí­nez se iba a levan­tar y a ir a por él. Des­ató la bici­cle­ta, que ese momen­to «se me hizo eterno», y se fue. Des­pués paró en un por­tal, que esta­ba tem­blan­do y se puso a llo­rar pre­gun­tán­do­se «¿qué ha pasa­do?». A con­ti­nua­ción fue al bar de una ami­ga a pedir­le hie­lo para poner­se «en la mano hin­cha­da», estu­vo cin­co minu­tos y se fue a casa. Al día siguien­te fue a trabajar.

«Dos o tres días» des­pués, se encon­tra­ba con su enton­ces pare­ja cer­ca de la Ciu­dad Uni­ver­si­ta­ria y le lla­mó la Poli­cía por telé­fono, urgién­do­le a que se pre­sen­ta­ra en comi­sa­ría por «una agre­sión», a lo que se com­pro­me­tió a ir en 45 minu­tos des­pués de ir a dejar la bici­cle­ta en su casa. Minu­tos des­pués de la lla­ma­da, en su casa, le detu­vie­ron dos agen­tes de pai­sano acu­sa­do de «lesio­nes», a los que expli­có que aca­ba­ba de hablar por telé­fono con otro agente.

A pre­gun­tas de su abo­ga­do, Lan­za ha dicho que toda su fami­lia vive en Bar­ce­lo­na pero que siguió vivien­do en el mis­mo domi­ci­lio, en el que vivía des­de hace años, y tra­ba­jan­do en el mis­mo sitio.

Fuen­te: Ara​.info

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