Estamos padeciendo graves problemas en educación ante el comienzo del curso escolar, motivados principalmente por la falta de inversiones que se traducen en falta de profesorado, falta de centros educativos, falta de medios materiales, etc.
Otro sector básico para salud del pueblo andaluz, el sanitario, también está sufriendo graves carencia por el afán privatizador de este gobierno y los anteriores, que solo consiguen tapar el colapso sanitario que empiezan a padecer amplias capas de la población andaluza, gracias al Covid-19, al cual se le achacan todos los males del sistema público de salud.
En esta situación que podemos denominar de emergencia social, el gobierno se preocupa en salvar a aquellos sectores cercanos a los intereses ideológicos y de clase: la tauromaquia, grandes empresas y el “juego”, sector de refugio de grandes capitales, cuyo accionariado es conocido por su implicación en todos los casos de corrupción acaecidos en el Estado español.
El Gobierno andaluz, de PP y Cs y con el apoyo de Vox, ha aprobado al menos dos medidas, la segunda ampliando la primera. Un primer decreto de 16 de marzo, de “medidas de apoyo financiero y tributario al sector económico, de agilización de actuaciones administrativas y de medidas de emergencia social, para luchar contra los efectos de la evolución del coronavirus”, afectaba a la Tasa Fiscal sobre los Juegos de Suerte, Envite o Azar, con el objetivo de “contribuir al mantenimiento de la actividad económica y del empleo en el sector del juego”. Para ello se reducía el gravamen para las máquinas recreativas y de azar. Concretamente, el decreto establecía para las máquinas una bonificación del 50% de las tasas del segundo trimestre de 2020. “Se trata de impulsar a un sector especialmente afectado por la crisis del covid-19”, señalaba el decreto. La medida tenía un impacto previsto de 15 millones de euros, según la Junta.
A finales de mayo, la Junta anunció la ampliación de la
bonificación, del 50% al 100%. “La iniciativa
está especialmente dirigida al sector de la hostelería y
establecimientos de juego que se han visto obligados a cerrar […]
desde que se declaró el estado de alarma y, cuando han podido abrir
al público, lo han tenido que hacer con restricciones que impiden
operar las máquinas recreativas y de azar”, alegaba el Gobierno
andaluz.
La federación de asociaciones Enlace, que reúne a un centenar de
entidades contra las adicciones y la exclusión social, ha mostrado
su “rechazo a que se apoye a un sector que genera tantos
problemas personales, familiares y sociales”. Las
entidades se han declarado “sorprendidas por la agilidad de
la Junta a la hora de poner en marcha medidas de apoyo a este sector
lucrativo, mientras las asociaciones que atienden a personas y
familias con problemas se encuentran asfixiadas sin recibir
subvenciones ya gastadas de 2019”.
Francisco Abad, presidente de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fajer), recalca que “el juego es una actividad perniciosa, especialmente dañina para la juventud, que se ha beneficiado de la instalación sin controles de gran cantidad de salones de juego”. “Nos parece una aberración dar ayudas fiscales cuando las ONG estamos malviviendo mientras atendemos a sectores de la población que la Junta atiende sólo de forma limosnera. Nuestro gasto mensual es de 12.000 euros, mientras de la Junta de Andalucía nos llegan 3.176. El resto son donaciones y pequeñas aportaciones. ¡Y justo ahora estamos viendo que hay un repunte de casos! Nos parece increíble que se den ayudas al juego cuando nosotros hemos tenido que reinventarnos, cerrar, trabajar online por la pandemia mientras teníamos que seguir pagando el alquiler”, añade Abad, que expresa el “temor” a que la pandemia sirva para relajar el enfoque cada vez más restrictivo que se iba abriendo paso. “Es verdad que ahora todos tenemos que aunar fuerzas, pero siempre protegiendo a los más débiles”, subraya.
Fuente: Ángel Munarriz/infolibre
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