Líbano. Explosión en Beirut, escenario de Francia para colonizar

Líbano. Explo­sión en Bei­rut, esce­na­rio de Fran­cia para colonizar

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Por Moh­sen Kha­lif­za­de, Resu­men Medio Orien­te, 31 de agos­to de 2020-.

Como había pro­me­ti­do, el pre­si­den­te fran­cés, Emma­nuel Macron, via­ja­rá el pró­xi­mo mar­tes a El Líbano para una visi­ta de 24 horas.

Se tra­ta de la segun­da visi­ta del exban­que­ro de inver­sio­nes de Roths­child en menos de un mes a El Líbano, ya que dos días des­pués de la explo­sión en el puer­to de Bei­rut que dejó al menos 220 muer­tos, 6500 heri­dos y más de 300 000 des­pla­za­dos, él se per­so­nó en la zona de la catástrofe. 

En aque­lla oca­sión, el man­da­ta­rio dijo que super­vi­sa­ría la lle­ga­da de la ayu­da finan­cie­ra inter­na­cio­nal a El Líbano, país envuel­to en una gra­ve cri­sis eco­nó­mi­ca y en pro­tes­tas en las que se denun­cia la corrup­ción gubernamental.

Moti­vos de la vuel­ta de Macron a El Líbano

La hoja de ruta de Macron tie­ne una inten­cio­na­li­dad: reavi­var la influen­cia y la inje­ren­cia de Fran­cia en el país lo de los cedros, lo que, en defi­ni­ti­va, bus­ca tras­to­car el esce­na­rio polí­ti­co libanés. 

La situa­ción polí­ti­ca en El Líbano gira alre­de­dor de dos enfo­ques: la inter­ven­ción extran­je­ra bus­ca impo­ner su agen­da a tra­vés de la for­ma­ción de un gobierno títe­re en este país y la cam­pa­ña pro­pa­gan­dís­ti­ca con­tra el Movi­mien­to de la Resis­ten­cia Islá­mi­ca de El Líbano (Hez­bo­lá), acu­sán­do­le de ser el pro­pie­ta­rio del nitra­to de amo­nio que pro­vo­có la catas­tró­fi­ca explo­sión en el puer­to de Beirut.

Macron advir­tió que El Líbano corre el peli­gro de entrar en una gue­rra civil, si se le deja solo fren­te a la cri­sis tras la explo­sión. Sin embar­go, los liba­ne­ses boquia­bier­tos se pre­gun­ta­ron: ¿Des­de cuán­do le intere­sa a la comu­ni­dad inter­na­cio­nal el bien­es­tar de El Líbano, en par­ti­cu­lar a Francia?

En sus alo­cu­cio­nes, Macron reali­zó decla­ra­cio­nes popu­lis­tas que inten­ta­ban cal­dear el áni­mo de los liba­ne­ses, sobre todo aque­llas que urgían la nece­si­dad de reformas.

Ante seme­jan­tes decla­ra­cio­nes, la audien­cia pen­só que el man­da­ta­rio galo había naci­do en el seno de una fami­lia liba­ne­sa. Pero, Macron no es capaz de mate­ria­li­zar sus pro­me­sas, ya que care­ce de hones­ti­dad y credibilidad.

Por lo tan­to, sus tác­ti­cas en El Líbano no se basan en inten­cio­nes puras, sino que mues­tran que París tra­ta de lide­rar pro­yec­tos occidentales.

La pri­me­ra tác­ti­ca: Macron le dijo al pre­si­den­te esta­dou­ni­den­se, Donald Trump, que la pre­sión nun­ca haría retro­ce­der a Hez­bo­lá y sus aliados.

Para con­se­guir este obje­ti­vo, se debe adop­tar una polí­ti­ca enca­mi­na­da a for­mar un gobierno tec­nó­cra­ta en El Líbano, y así excluir a Hez­bo­lá. No obs­tan­te, el líder de Hez­bo­lá, Seyed Hasan Nas­ra­lá, no tar­dó en reac­cio­nar, reite­ran­do su fuer­te opo­si­ción a esta argucia.

El gobierno liba­nés idea­do por Fran­cia y sus alia­dos acep­ta­ría fácil­men­te los pla­nes de París. Ade­más de estos esce­na­rios, hay pla­nes para vin­cu­lar a Hez­bo­lá con la explo­sión en el puer­to de Bei­rut. Las acu­sa­cio­nes con­tra Hez­bo­lá fue­ron tan infun­da­das que solo fue­ron con­fir­ma­das por los arqui­tec­tos de esa sucia campaña.

Cam­pa­ña pro­pa­gan­dís­ti­ca con­tra Hezbolá

La cam­pa­ña de inci­ta­ción con­tra Hez­bo­lá está diri­gi­da por el minis­te­rio israe­lí de asun­tos mili­ta­res y el Mos­sad. Según medios israe­líes, el Mos­sad está lide­ran­do cam­pa­ñas de pro­vo­ca­ción con­tra Hez­bo­lá para con­ven­cer al mun­do de que tal movi­mien­to estu­vo detrás de la explo­sión. Israel ve este momen­to como una “opor­tu­ni­dad his­tó­ri­ca” para aca­bar con la influen­cia polí­ti­ca de Hez­bo­lá en El Líbano.

Las ante­rio­res expe­rien­cias demues­tran que las acu­sa­cio­nes con­tra Hez­bo­lá sólo sir­ven a los intere­ses del régi­men israelí.

Varios inci­den­tes simi­la­res tuvie­ron lugar en dife­ren­tes paí­ses y más tar­de se reve­ló que el Mos­sad estu­vo detrás de tales actos.

En 2012, Tai­lan­dia detu­vo a una per­so­na de doble nacio­na­li­dad sue­ca-liba­ne­sa en rela­ción con una ame­na­za de aten­ta­dos y emi­tió una orden de arres­to con­tra un segun­do sospechoso.

Tres días más tar­de, en un alma­cén alqui­la­do por los suso­di­chos sos­pe­cho­sos en las afue­ras de Bang­kok, se incau­ta­ron más de 4000 kilos de fer­ti­li­zan­te de urea y nitra­to de amo­nio líqui­do, com­po­nen­tes quí­mi­cos con los que se pue­den fabri­car explosivos.

El Mos­sad acu­só a Hez­bo­lá de que­rer aten­tar con­tra los intere­ses de Israel en Tai­lan­dia. No obs­tan­te, lue­go se des­cu­brió que habían com­pra­do la sus­tan­cia legalmente.

Otro ejem­plo de las acu­sa­cio­nes de Israel con­tra Hez­bo­lá ocu­rrió en 2015 cuan­do las auto­ri­da­des chi­prio­tas detu­vie­ron a un liba­nés, pre­sun­to miem­bro de Hez­bo­lá, por tener cin­co tone­la­das de fer­ti­li­zan­te con nitra­to de amo­nio en el sótano de su casa.

Auto­ri­da­des israe­líes expli­ca­ron que el obje­ti­vo de alma­ce­nar el nitra­to era crear un gran depó­si­to de bom­bas para futu­ros ata­ques con­tra blan­cos israe­líes, acu­sa­cio­nes que nun­ca fue­ron probadas.

Neo­co­lo­nia­lis­mo en El Líbano

En una exhi­bi­ción asom­bro­sa de neo­co­lo­nia­lis­mo, el pre­si­den­te de Fran­cia vol­ve­rá a Bei­rut para man­te­ner un encuen­tro con Fai­rouz, una can­tan­te liba­ne­sa muy popu­lar. Al pare­cer, duran­te el even­to va a orde­nar a los par­ti­dos polí­ti­cos que se apar­ten y le per­mi­tan esta­ble­cer un nue­vo gobierno.

Es muy ver­gon­zo­so que una anti­gua poten­cia colo­nial no sepa cuán­do es el momen­to de dejar de prac­ti­car sus polí­ti­cas expansionistas.

El colo­nia­lis­mo es como un examan­te borra­cho que apa­re­ce en la casa de su anti­gua aman­te, gol­pea la puer­ta y le pro­me­te amor eterno momen­to en que el su espo­so sale y le espe­ta al intru­so: “¡Ya no te quie­ren aquí!”.

Ese ama­dor des­pre­cia­do es el pre­si­den­te de Fran­cia y su anti­gua aman­te es El Líbano.

Pero, nadie pue­de disua­dir al empe­ra­dor. Des­pués de haber cerra­do filas con Ale­ma­nia, el eje fran­co-ale­mán aho­ra defi­ni­ti­va­men­te diri­ge el espec­tácu­lo en la Unión Euro­pea. Y Macron quie­re ir más allá enfo­can­do su aten­ción en Asia Occi­den­tal, sumi­da en varias crisis.

El Líbano, que tuvo como su poten­cial colo­nial a Fran­cia duran­te unos 23 años, antes de obte­ner la inde­pen­den­cia en 1943, está meti­da en varios líos.

Todo el Gabi­ne­te dimi­tió des­pués de la catas­tró­fi­ca explo­sión en Bei­rut. Tra­di­cio­nal­men­te, for­mar un gobierno en El Líbano es una tarea deli­ca­da debi­do a su com­ple­ja estruc­tu­ra reli­gio­sa, por la pre­sen­cia de los cris­tia­nos, chiíes, suníes y dru­sos en el país.

El Líbano reco­no­ce ofi­cial­men­te a 18 comu­ni­da­des reli­gio­sas: cua­tro musul­ma­nas, 12 cris­tia­nas, la sec­ta dru­sa y el judaísmo.

Con­for­me a un acuer­do que data de 1943, el pre­si­den­te, el jefe del Par­la­men­to y el pre­mier de El Líbano se divi­den entre las tres comu­ni­da­des más gran­des (cris­tia­na maro­ni­ta, musul­ma­na chií y musul­ma­na suní, respectivamente).

Los 128 esca­ños del Par­la­men­to tam­bién se divi­den en par­tes igua­les entre cris­tia­nos y musulmanes.

Por esas razo­nes, algu­nos paí­ses lle­van años tra­tan­do de pes­car a río revuel­to para sacar ade­lan­te sus agen­das en este país.

De ahí que, para for­mar un gobierno en El Líbano haya la nece­si­dad de nego­cia­cio­nes sempiternas.

Sabien­do que va a nece­si­tar un socio local, Macron ya ha ele­gi­do a alguien que cree que pue­de hacer que la pobla­ción liba­ne­sa pres­te atención.

Macron ha apos­ta­do por Fai­rouz, muy que­ri­da en el país por sus can­cio­nes que ensal­zan la belle­za de su atri­bu­la­da nación.

Así que la sema­na que vie­ne, mien­tras los pesos pesa­dos​polí­ti­cos de El Líbano se reúnan en una con­sul­ta par­la­men­ta­ria para comen­zar a deci­dir sobre quién sus­ti­tui­rá al pri­mer minis­tro Hasan Diab, Macron, el pre­si­den­te más joven de Fran­cia, lle­ga­rá para hacer las cosas a su manera.

Pue­de que algu­nos no lo reci­ban, pero el por­ta­voz del pre­si­den­te dijo: “El pre­si­den­te ha dicho que no se ren­di­rá. Se com­pro­me­tió a hacer lo que sea nece­sa­rio y a apli­car la pre­sión nece­sa­ria para imple­men­tar su agenda”.

Elie Abouaoun, direc­tor de los Pro­gra­mas de Orien­te Medio y Áfri­ca del Nor­te en el ins­ti­tu­to de inves­ti­ga­ción de la paz de la USIP, tie­ne dudas sobre el plan de Macron.

“No veo que Fran­cia real­men­te abra­ce las deman­das de la mayo­ría de la pobla­ción, que bási­ca­men­te quie­ren des­ha­cer­se del sis­te­ma polí­ti­co corrup­to”, afir­mó el experto.

Dijo que los lazos fran­ce­ses con los líde­res corrup­tos de El Líbano soca­va­rían cual­quier esfuer­zo de Macron por con­ver­tir­se en un per­so­na­je influ­yen­te en la región.

Fuen­te: HispanTV

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