Resumen Latinoamericano, 24 de septiembre de 2020.
Las autoridades del ejido Tila reiteraron que no dialogarán ni negociarán las 130 hectáreas en disputa con los pobladores avecindados de ese municipio, situado en el norte de la entidad.
“El que debe de dialogar con los pobladores y avecindados es el gobierno para que asuma la responsabilidad e indemnice a los que construyeron en terreno ajeno, que es patrimonio de los 836 capacitados y que tienen personalidad jurídica”, agregaron.
En un comunicado, pidieron «que se le aplique el peso de la ley a los agitadores que (el pasado 11 de este mes) llevaron a la muerte a dos pobladores en el enfrentamiento y a un hijo de ejidatario porque contrataron gente de otros ejidos, a pandilleros, drogadictos y asesinos para enfrentar a los ejidatarios”.
Remarcaron que “esta es nuestra postura para no dialogar y negociar un amparo en vía de ejecución y el respeto de la resolución presidencial del 30 de julio de 1934, que es el sacrificio de nuestros abuelos”.
Refirieron que “la asamblea general extraordinaria el 19 de diciembre de 2015 determinó que no se va a dialogar, menos a negociar; para su conocimiento, nuestros primeros representantes caminaron en las montañas para entregar la solicitud el 3 de febrero de 1932; tardó 41 años para poder legalizar el ejido Tila. Fue un desgaste físico y económico. Los ejidatarios capacitados nos platicaron que vendieron los productos de su cosecha en el campo: aves de corral, cerdos y su pequeño colectivo de ganado para lograr toda la documentación, mientras que los principales se mantuvieron en oración para pedirle al creador que saliera adelante la legalización”.
Manifestaron que “el ejido está bien documentado; hasta la fecha se llevan 77 años de constante despojo que inició el Registro Público y de Comercio en la ciudad de Yajalón el 24 de julio de 1943”.
Las autoridades ejidales aseguraron que “de las supuestas 130 hectáreas sólo están ocupadas 52; 78 son cultivadas con café, plátano y algunas parcelas son destinadas para la siembra de maíz y frijol”.
Afirmaron «que ya no son 836 ejidatarios, sino que somos miles de personas que nos alimentamos de la madre tierra y la gran mayoría somos de escasos recursos económicos, vivimos de la madre tierra porque el ejido Tila está compuesto por anexo y barrios y tenemos 13 kilómetros de afectación por la carretera, de Mariscal y Carrizal, además de que están establecidas las diferentes escuelas donde dan clases los maestros que estuvieron bloqueando carreteras y tumbaron el portón con los líderes de los paramilitares y operadores políticos con pandilleros y drogadictos”.
La confrontación ocurrida el 11 de este mes entre ejidatarios autónomos y los llamados pobladores avecindados de Tila dejó cuatro personas muertas por arma de fuego —uno y tres respectivamente — , según la Fiscalía General del Estado.
FUENTE: La Jornada