Por Cristóbal León Campos/Resumen Latinoamericano, 2 de septiembre de 2020
Las recientes declaraciones del Gobierno Federal criminalizando la labor del Equipo Indignación A.C., equiparándolo con ONG´S que reciben fondos del imperialismo estadounidense (algo denunciado por la izquierda verdadera desde hace muchas décadas), me resultan realmente insultantes e injustas. No tengo duda de que a lo largo del mundo una de las estrategias del imperialismo ha sido subvencionar “organizaciones civiles” con el fin de desestabilizar a gobiernos progresistas y/o revolucionarios, ejemplos históricos que pueden revisarse ponen en las últimas décadas en primer lugar las agresiones sufridas por la Revolución cubana, como también se ha hecho con muchos otros gobiernos y movimientos sociales en el continente. Irónicamente, esto es algo que durante años, algunos sectores bien portados de la izquierda no han denunciado ni han querido reconocer.
Tampoco tengo duda de que muchas de esas “organizaciones civiles” actúan en México, pero, y que quede muy pero muy claro, de lo que sí tengo duda, es de que el Equipo Indignación sea una de esas organizaciones al servicio de intereses imperialistas y ultraconservadores, pues desde años atrás, por diversas razones, como son las luchas reales llevadas a cabo de forma conjunta, conozco y he conocido ‑al igual que muchas compañeras y compañeros- al Grupo Indignación y a la mayoría de sus integrantes, por quienes sin dudarlo: ¡PONGO LAS MANOS AL FUEGO!
La oposición que hoy presenta el Equipo Indignación a Mega-proyectos como el mal llamado “Tren maya”, no es una moda ni una estrategia para recibir fondos de ningún tipo, es absolutamente el ejercicio de la congruencia con su ideología, con su proyecto de defensa de los derechos humanos y con la ética de cada uno de sus integrantes, por lo tanto, la criminalización que de ellos se hace, es una aberración a la razón, al ejercicio crítico del pensamiento y la acción consciente transformadora, es una clara equivocación que puede generar graves y lamentables injusticias.
El Equipo Indignación tiene algo de lo que carecen muchos sectores de la izquierda, y eso es TRABAJO DE BASE, vinculación directa con las comunidades y los seres humanos, contacto palpable con las realidades angustiantes e injustas que padecen miles de personas en Yucatán, si toda la izquierda tuviera ese trabajo de base, sin dudarlo, en otro mundo ya estaríamos viviendo.
¡NO a la criminalización del Equipo Indignación!