Nación Mapuche. A tres siglos del desarraigo de Isla Mocha: reentierro en Concepción es una acción “espiritual y política”

Nación Mapu­che. A tres siglos del des­arrai­go de Isla Mocha: reen­tie­rro en Con­cep­ción es una acción “espi­ri­tual y política”

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Dia­na Porras/​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 21 de sep­tiem­bre de 2020

La Cor­po­ra­ción Mapu­che Tra­wün vive la eta­pa final de una deci­sión que es cla­ve para esta his­to­ria de des­tie­rro for­za­do que empe­zó en esta isla a 35 kiló­me­tros mar aden­tro des­de la desem­bo­ca­du­ra del Río Tirúa.

“En 1685 ocu­rrió uno de los actos de des­arrai­go más impor­tan­tes en la his­to­ria colo­nial de Chi­le: el des­tie­rro for­za­do des­de la #Isla­Mo­cha de más de 500 per­so­nas (pobla­ción mapu­che) has­ta las cer­ca­nías de la ciu­dad de Con­cep­ción, que­dan­do bajo la tute­la de los Jesui­tas en la Misión San José de la Mocha…”.

Así comien­za el resu­men del estu­dio “De Des­te­rra­dos y Mar­gi­na­les: Recons­truc­ción bio­ar­queo­ló­gi­ca de la pobla­ción de la Misión Colo­nial de San José de la Mocha” que fue publi­ca­do en mar­zo pasa­do. A más de 300 años de este vio­len­to acon­te­ci­mien­to y a par­tir del hallaz­go de un cemen­te­rio en el sec­tor de Pedro de Val­di­via en Con­cep­ción, se recu­pe­ra­ron res­tos óseos de los anti­guos habi­tan­tes de la Misión y sus descendientes

.El des­cu­bri­mien­to de estas osa­men­tas ha teni­do impli­can­cias cien­tí­fi­cas, pero tam­bién cul­tu­ra­les. ¿Por qué? Des­de 2016, la Cor­po­ra­ción Mapu­che Tra­wün de Con­cep­ción ha segui­do la pis­ta de estos res­tos con un obje­ti­vo: el reentierro.

El 27 de noviem­bre de 2017, median­te una car­ta, la Cor­po­ra­ción infor­ma al Con­se­jo de Monu­men­tos Nacio­na­les que tie­ne cono­ci­mien­to de estas osa­men­tas huma­nas en la Quin­ta Jun­ge. “Se tra­ta­ría de per­so­nas mapu­ches que habi­ta­ban en la zona, por lo que esti­man nece­sa­rio que dichos res­tos ten­gan el tra­ta­mien­to cul­tu­ral y espi­ri­tual que corres­pon­de” se lee en el acta del CMN.

La res­pues­ta lle­gó unos meses des­pués. El 24 de enero de 2018, el Con­se­jo auto­ri­zó la man­ten­ción de los res­tos óseos “en las depen­den­cias de la Uni­ver­si­dad de Con­cep­ción, a la espe­ra de una pro­pues­ta de lugar para el reen­tie­rro”. A más de tres años de diá­lo­gos, ges­tio­nes y refle­xión, los inte­gran­tes de la Cor­po­ra­ción viven la eta­pa final de una deci­sión que es cla­ve para esta his­to­ria de des­arrai­go que empe­zó hace tres siglos.

Pue­blo Mapu­che: “Está vivo”

A pesar de que la pre­sen­cia de hallaz­gos en la zona es cono­ci­da hace bas­tan­te años, en 2016 y en el con­tex­to de la cons­truc­ción del Tem­plo Con­cep­ción de la Igle­sia de Jesu­cris­to de los San­tos de los Últi­mos Días, el Con­se­jo de Monu­men­tos Nacio­na­les soli­ci­ta la rea­li­za­ción de una inter­ven­ción arqueo­ló­gi­ca en la Quin­ta Junge.

Los resul­ta­dos reve­la­ron la pre­sen­cia de un sitio de 807 m² don­de se iden­ti­fi­ca­ron dos sec­to­res: uno habi­ta­cio­nal y otro fune­ra­rio. En este últi­mo caso, con el regis­tro de 127 indi­vi­duos que esta­ban dis­tri­bui­dos en 26 entie­rros pri­ma­rios y 50 entie­rros secundarios.

Al cono­cer esta infor­ma­ción, un gru­po de aso­cia­cio­nes mapu­che de Con­cep­ción se reu­nió para revi­sar las posi­bi­li­da­des de tra­ta­mien­to con estas osa­men­tas huma­nas. “Se dis­cu­tie­ron algu­nas ideas, pero algo pasó que varias aso­cia­cio­nes no se man­tu­vie­ron en estos encuen­tros has­ta que solo que­da­mos noso­tros” rela­ta Cata­li­na Alva­ra­do Cañu­ta, Direc­to­ra Eje­cu­ti­va de la Cor­po­ra­ción Mapu­che Trawün.

En entre­vis­ta con Dia­rio y Radio Uni­ver­si­dad de Chi­le, Cata­li­na Alva­ra­do Cañu­ta recuer­da que las pri­me­ras con­ver­sa­cio­nes con el repre­sen­tan­te de la igle­sia fue­ron por correo elec­tró­ni­co y a fina­les de 2016. Final­men­te, en 2017 se logró un encuen­tro. “Nos con­ta­ron como fue el pro­ce­so y nos mos­tra­ron los pla­nos de la cons­truc­ción don­de habían encon­tra­do las osa­men­tas” comenta.

“Nos reco­men­da­ron con­tac­tar a Pedro Andra­de, arqueó­lo­go y aca­dé­mi­co de la Uni­ver­si­dad de Con­cep­ción, que tenía mayo­res ante­ce­den­tes y que a ellos les intere­sa­ba de mane­ra res­pe­tuo­sa que esto fue­ra bueno para ambas par­tes” dijo la repre­sen­tan­te de la Cor­po­ra­ción Mapu­che Trawün.

Catalina Alvarado Cañuta

Cata­li­na Alva­ra­do Cañu­ta expli­ca que tenían una curio­si­dad sobre el pro­ce­di­mien­to admi­nis­tra­ti­vo. “No me acuer­do si habla­mos de res­ti­tu­ción, si usa­mos ese tér­mino, pero sí que­ría­mos saber qué iba a pasar” agre­ga. Como Cor­po­ra­ción, el abo­ga­do Nel­son Lobos y el his­to­ria­dor mapu­che Juan Car­los Pai­ne­queo, tenían ejem­plos en Argen­ti­na o a nivel local como el caso del pue­blo atacameño.

Lue­go de la con­ver­sa­ción con el arqueó­lo­go Pedro Andra­de se die­ron cuen­ta de que el des­tino de las osa­men­tas era la bode­ga del Museo de His­to­ria Natu­ral en Con­cep­ción. “Eso fue el pun­to de infle­xión, noso­tros no podía­mos per­mi­tir que se rea­li­za­ra esa acción bási­ca­men­te por­que con­si­de­ra­mos que el pue­blo mapu­che, al que noso­tros per­te­ne­ce­mos, es un pue­blo vivo, no es extin­to. Ade­más nos intere­sa rom­per con el para­dig­ma de obje­to arqueo­ló­gi­co y de estu­dio” afir­ma Cata­li­na Alva­ra­do Cañuta.

Para los inte­gran­tes de la Cor­po­ra­ción, seguir ade­lan­te con esta soli­ci­tud tam­bién sig­ni­fi­ca­ba reco­no­cer un pasa­do mar­ca­do por un “saqueo”. “Un bene­fi­cio que solo ha tri­bu­ta­do a la aca­de­mia, a círcu­los y espa­cios que no se tras­pa­san a las comunidades…Creemos que es un impe­ra­ti­vo éti­co que las y los inves­ti­ga­do­res apor­ten, es lo jus­to y nece­sa­rio” ase­gu­ra la Direc­to­ra Ejecutiva.

Reco­no­cen que en esta situa­ción se revier­te por­que cuen­tan con la dis­po­si­ción de Pedro Andra­de para tra­ba­jar como un alia­do. “Por­que apor­ta al res­ca­te de la memo­ria y de la iden­ti­dad pen­quis­ta. Visi­bi­li­zar una his­to­ria de des­po­jo y de for­zar a par­te de un pue­blo a vivir una vida que no le corres­pon­día”, advier­ten des­de la Corporación.

Cuan­do lle­ga el momen­to de acce­der a la osa­men­tas, se dan cuen­ta que debían seguir ade­lan­te con la res­ti­tu­ción. Expues­tas en unos meso­nes, Pedro Andra­de rela­ta­ba ante­ce­den­tes téc­ni­cos. Cata­li­na Alva­ra­do nos cuen­ta su recuer­do duran­te esa tar­de: “Eran muy intere­san­tes (datos cien­tí­fi­cos) por­que no somos del área. Pero tam­bién fue muy fuer­te encon­trar­se con esa his­to­ria que no es muy dis­tin­ta de lo que ocu­rre actualmente…Un crá­neo tenía un pro­yec­til en la cabe­za, hici­mos supo­si­cio­nes sobre las razones…”.

FOTO MAPA isla

F- Ima­gen de estu­dio de “Des­te­rra­dos y Mar­gi­na­les”. (a) Esqui­na supe­rior izquier­da. Ubi­ca­ción de isla Mocha en rela­ción a cen­tros urba­nos del cen­tro-sur de Chi­le; (b) A la dere­cha. don­de se mar­can las ubi­ca­cio­nes de Con­cep­ción antes (ama­ri­llo) y des­pués del tras­la­do (azul) y de la Misión San José de la Mocha (rojo); © Esqui­na infe­rior izquier­da. Ubi­ca­ción de la anti­gua Misión San José (en rojo) en la actual ciu­dad de Concepción. 

Bio­ar­queo­lo­gía y res­pon­sa­bi­li­dad social

Isla Mocha está ubi­ca­da en la actual región del Bio­bío a unos 35 kiló­me­tros mar aden­tro des­de la desem­bo­ca­du­ra del Río Tirúa. Esta refe­ren­cia expli­ca la aten­ción que pro­vo­có en la épo­ca colo­nial y que que­dó refle­ja­da en una car­ta que escri­bió el enton­ces virrey del Perú, Duque de la Pala­ta, al gober­na­dor de Chi­le, José de Garro.

“La preo­cu­pa­ción que sig­ni­fi­ca­ba para las auto­ri­da­des virrei­na­les la pre­sen­cia cre­cien­te y sos­te­ni­da de naves adver­sas a la monar­quía ibé­ri­ca en las aguas del Pací­fi­co” reve­la el tex­to del 7 de mar­zo de 1684. Según el Licen­cia­do en Antro­po­lo­gía y Magis­ter en His­to­ria, Fran­cis Goi­co­vich, ese año se gene­ró un deba­te sobre este tras­la­do de los habi­tan­tes de la isla al continente:

“La segu­ri­dad del impe­rio pri­mó por sobre el dere­cho tra­di­cio­nal de los indí­ge­nas de isla Mocha. El gober­nan­te José de Garro, empe­ña­do en eli­mi­nar un foco de inse­gu­ri­dad, bus­có los medios jurí­di­cos, polí­ti­cos y éti­cos nece­sa­rios para legi­ti­mar el des­pue­ble de un sis­te­ma insu­lar que deten­ta­ba una ocu­pa­ción de más de 3 mil años. Las alter­na­ti­vas bara­ja­das gira­ron en torno al pro­ble­ma de una even­tual trai­ción que nun­ca pudo ser pro­ba­da (algu­nos de cuyos decla­ran­tes fue­ron inclu­so mani­pu­la­dos), y a los este­reo­ti­pos que daban sen­ti­do, en el dis­cur­so espa­ñol, a la ima­gen del reche-mapu­che como un bár­ba­ro, idó­la­tra y desleal”Discurso, poder y legi­ti­mi­dad: los dis­po­si­ti­vos del des­arrai­go (isla Mocha, 1684)

Lue­go de déca­das de con­flic­to y pos­te­rior al Par­la­men­to y Acuer­do de Qui­lín (1641), el des­tie­rro de la isla se lle­vó a cabo en 1685. Los habi­tan­tes piden ser deja­dos en Tirúa jun­to a sus fami­lias y la res­pues­ta fue nega­ti­va. En bar­co cru­za­ron al con­ti­nen­te has­ta el nor­te de la actual Pro­vin­cia de Arau­co y tras­la­da­dos por tie­rra has­ta lo que se cono­cía como la Misión San José de la Mocha, en el actual barrio de Pedro de Val­di­via en Con­cep­ción. En la Misión, que­da­ron al cui­da­do de los jesui­tas. Ade­más, se esta­ble­ce como nor­ma que los mocha­nos esta­ban exen­tos de pagar tri­bu­tos lo que no impi­dió , según cró­ni­cas de la épo­ca, que esta situa­ción fue­ra vulnerada.

Con el paso de los años este espa­cio se va inte­gran­do al Con­cep­ción colo­nial, repu­bli­cano y actual. “En 1751 el terre­mo­to obli­ga al tras­la­do de Con­cep­ción, que esta­ba en Pen­co, al Valle de la Mocha. Eso impli­ca que la zona urba­na que­da más cer­ca de la misión por lo que empie­zan a lle­gar los menos favo­re­ci­dos de la socie­dad colo­nial como los escla­vos afri­ca­nos o sus des­cen­dien­tes y mes­ti­zos” recuer­da el arqueó­lo­go Pedro Andra­de. A car­go de la inves­ti­ga­ción, el licen­cia­do en Antro­po­lo­gía reali­zó una revi­sión de todos estos ante­ce­den­tes cuan­do se recu­pe­ra­ron los res­tos óseos de los anti­guos habi­tan­tes de la Misión en el sitio Quin­ta Junge.

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F- Ima­gen de estu­dio de “Des­te­rra­dos y Mar­gi­na­les”. Área exca­va­da en el sitio Quin­ta Jun­ge (Cor­te­sía de Nico­lás del Sero).

En el estu­dio que se publi­ca en mar­zo pasa­do se dan a cono­cer los prin­ci­pa­les aspec­tos bio­ar­queo­ló­gi­cos de los hallaz­gos de los 127 indi­vi­duos des­de una pers­pec­ti­va pobla­cio­nal, pre­sen­tan­do su estruc­tu­ra demo­grá­fi­ca, patro­nes de entie­rro, con­di­cio­nes paleo­pa­to­ló­gi­cas y recons­truc­ción de dieta.

“Tenía­mos una idea que podían ser de Isla Mocha, pero no era cla­ro” men­cio­na Pedro Andra­de. Joa­quín Dalenz esta­ba a car­go de la carac­te­ri­za­ción pero se nece­si­ta­ba una mues­tra de con­trol para esta­ble­cer las simi­li­tu­des o dife­ren­cias con las pie­zas den­ta­les que se revi­sa­ban en el laboratorio.

“Pedi­mos auto­ri­za­ción al Museo de His­to­ria Natu­ral de Con­cep­ción que nos faci­li­ta­ron res­tos huma­nos de la Isla Mocha (pre­his­pá­ni­cos). A par­tir de eso se esta­ble­cie­ron las carac­te­rís­ti­cas mor­fo­ló­gi­cas de los dien­tes… la gran mayo­ría son mapu­ches y ras­gos muy simi­la­res a los de la isla” confirma.En ese con­tex­to, valo­ra el con­tac­to con la Cor­po­ra­ción Tra­wün y el tra­ba­jo en conjunto.

En el estu­dio, los inves­ti­ga­do­res tam­bién plan­tea­ron una refle­xión: el Esta­do de Chi­le ten­drá la opor­tu­ni­dad de rea­li­zar un acto de repa­ra­ción his­tó­ri­ca tras­cen­den­tal para las comu­ni­da­des laf­ken­che del Bio­bío. Pedro Andra­de tam­bién se refie­re a la res­pon­sa­bi­li­dad social de la bio­ar­queo­lo­gía. Según el aca­dé­mi­co de la Uni­ver­si­dad de Con­cep­ción, la recons­truc­ción de las socie­da­des del pasa­do es una res­pon­sa­bi­li­dad por­que lo que “escri­bi­mos crea reali­da­des y tene­mos que tra­tar de lle­var eso ade­lan­te con una visión más amplia”. Ade­más, de “posi­cio­nar­nos como inves­ti­ga­do­res polí­ti­ca­men­te fren­te a pro­ble­má­ti­cas actua­les como lo que suce­de con los mapuche”.

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F- Cap­tu­ra de pan­ta­lla de entre­vis­ta por zoom con el inves­ti­ga­dor y aca­dé­mi­co Pedro Andrade.

“¿Cómo expli­ca­mos lo de hoy sin enten­der lo que pasó en 1685? Don­de a pun­ta de espa­da te suben a un bote, a varios kiló­me­tros de don­de vivías, a un lugar don­de no había nada y con sacer­do­tes que te hablan de un dios que no cono­ces…” con­clu­ye el investigador.

Machi y pew­ma, guías para el reentierro

La Cor­po­ra­ción Mapu­che Tra­wün de Con­cep­ción se crea en 2014 reco­no­cien­do una diver­si­dad en el terri­to­rio nacio­nal, pero tam­bién al inte­rior del pue­blo mapu­che. “Hay muchas for­mas de enten­der lo indí­ge­na por­que hoy día gran par­te de la pobla­ción mapu­che tam­bién nació y/​o vive en las ciu­da­des” men­cio­nan. Entre sus acti­vi­da­des, con­si­de­ran ini­cia­ti­vas socia­les, cul­tu­ra­les y edu­ca­ti­vas (publi­ca­cio­nes).

A cua­tro años de su crea­ción y a meses de su soli­ci­tud al Con­se­jo de Monu­men­tos Nacio­na­les, en 2018 se les otor­ga la potes­tad de las osa­men­tas de la Quin­ta Jun­ge . Des­de ese momen­to, deben deci­dir don­de será la nue­va ubi­ca­ción para el reen­tie­rro. “Eso nos lle­vó a un pro­ce­so de lar­gas con­ver­sa­cio­nes, de que podía­mos hacer y nos sen­ti­mos, has­ta aho­ra, con una gran res­pon­sa­bi­li­dad. Y que nos lle­vó a varios cues­tio­na­mien­tos en el camino” refle­xio­na Cata­li­na Alvarado.

Lue­go de pen­sar en múl­ti­ples des­ti­nos y posi­bi­li­da­des, los inte­gran­tes lle­ga­ron a un acuer­do: con­sul­tar a las per­so­nas sabias de su pue­blo y bus­ca­ron a una machi. En 2019, se con­cre­ta ese encuen­tro. “(La machi) nos dice que por algo las osa­men­tas lle­ga­ron a noso­tros y que pida­mos en pew­ma (sue­ños) cuál podría ser el des­tino. Y ella nos da algu­nos con­se­jos de cómo debe­ría­mos hacer ese tra­ta­mien­to con los res­tos” recuerda.

Des­de la Cor­po­ra­ción, afir­man que es nece­sa­rio ser res­pe­tuo­sos de todo el pro­to­co­lo cul­tu­ral. “La forma,probablemente, como se hizo el entie­rro (en el pasa­do) y su camino al Wenu­ma­pu no había sido de la mejor mane­ra para des­can­sar. Podían ser almas inquietas…por eso nos intere­sa­ba devol­ver esa tran­qui­li­dad” agre­ga Cata­li­na Alvarado.

El reen­tie­rro será en un lugar en Con­cep­ción. Duran­te el segun­do semes­tre de este 2020 siguen las con­ver­sa­cio­nes y hay una posi­bi­li­dad en revi­sión. Para la Cor­po­ra­ción Tra­wün, se con­ta­rá con la pre­sen­cia de la machi en la cere­mo­nia y cui­da­rán quié­nes son los y las invi­ta­das. “Para noso­tros ese momen­to es impor­tan­te des­de el pun­to de vis­ta espi­ri­tual , pero tam­bién como una rei­vin­di­ca­ción polí­ti­ca” destacan.

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F- Ima­gen de docu­men­to “Memo­rias del Mapu­che Urbano, Pen­co”. Ilus­tra­dor: Andrés Oli­va Laurie.

Para el arqueó­lo­go Pedro Andra­de que lide­ró el estu­dio de las osa­men­tas y que tra­ba­jó en con­jun­to con la Cor­po­ra­ción, es una bue­na idea por­que no solo rele­va una par­te impor­tan­te de la his­to­ria de Con­cep­ción sino que “ade­más, se pue­de trans­for­mar en un pun­to de encuen­tro de los mapu­ches urba­nos que viven en esta zona , los más adul­tos y tam­bién jóve­nes, como un eje articulador”.

¿La his­to­ria de la Isla Mocha es sufi­cien­te­men­te cono­ci­da? Fal­ta con­tar la otra par­te, advier­te Cata­li­na Alva­ra­do Cañu­ta: ” ¿Por qué se tras­la­dan de mane­ra for­za­da? ¿en qué con­di­cio­nes? Si vemos los tex­tos hay solo una par­te y es con­ta­da des­de la visión de los gana­do­res y des­de los hom­bres. La his­to­ria de los pue­blos mar­gi­na­dos, infe­rio­ri­za­dos, no está…

”Y la refle­xión del pasa­do se acer­ca a la actua­li­dad. “Esa rela­ción de domi­na­ción se man­tie­ne has­ta el día de hoy. Este­reo­ti­pos (como men­cio­na Goi­co­vich) per­ma­ne­cen inclu­so con varian­tes más extre­mas como lo decía el his­to­ria­dor Fer­nan­do Pai­ri­cán pasa­mos del indio, al flo­jo, al borra­cho, y hoy día nos deno­mi­nan terro­ris­tas” lamen­ta Alvarado.

Y con­clu­ye: “el Esta­do tie­ne una lar­ga tarea , tie­ne una inca­pa­ci­dad de reco­no­cer que el pue­blo mapu­che es preexistente…Y ade­más, hay varios sec­to­res de la pobla­ción que han teni­do esta inca­pa­ci­dad para evi­den­ciar la diver­si­dad cul­tu­ral de este país…Nosotros tene­mos iden­ti­dad y lo toma­mos como una riqueza”.

Escu­cha acá repor­ta­je radial:https://radio.uchile.cl/…/a‑tres-siglos-del…/..

FUENTE: radio­Uchi­le

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