Resumen Medio Oriente, 1 de septiembre de 2020-.
La confiscación y el control militar de las tierras palestinas es una horrible realidad donde los palestinos quedan confinados en pequeñas áreas ‑bantustanes- rodeadas de muros y controles militares. A parte de la implicancia geopolítica militar, esta apropiación ilegal significa cientos de miles de millones de dólares en beneficios para los israelíes que corresponden al valor o precio de estas tierras robadas a sus históricos propietarios.
La provincia o gobernación de Belén se ha visto expuesta recientemente a una expansión de asentamientos ilegales sin precedentes, especialmente en el asentamiento de Etzion, con el objetivo de controlar más tierras e imponer la mayoría demográfica exclusivamente judía en el proyecto denominado «Gran Jerusalén».
Según el director de la unidad de asentamientos del Instituto de Investigaciones Aplicadas de Jerusalén «ARIJ», Suheil Khaliliye, en una entrevista con el corresponsal de la agencia Maan, la ocupación militar israelí controla más del 87% de las tierras de la provincia de Belén y hay 23 asentamientos ilegales en la provincia, que ocupan 21 kilómetros cuadrados de los 659 km de la provincia, (aparte de más de 552 km² bajo control militar israelí) , donde vive el 20% de la población de colonos que residen en Cisjordania ocupada, en medio de los planes israelíes de expandirse y establecer nuevas zonas industriales, especialmente en el sur y el oeste de la provincia de Belén.
Khaliliye agregó que el 91% de la población de la provincia vive en las áreas A y B, que constituyen solo el 13% de la superficie de la provincia, mientras que más de la mitad del área de la provincia, especialmente en el este, se considera zonas militares cerradas, y esto implica que los palestinos que viven allí se enfrentarán muchos problemas para poder construir sus viviendas y es casi imposible llevar a cabo cualquiera actividad que implique la natural expansión urbana en sus propias tierras bajo control militar israelí.
Khaliliye afirma que las condiciones generales indican que la ocupación busca, a partir de todo este control y expansión, implementar el plan «Gran Jerusalén», que en última instancia busca aumentar la presencia de colonos y reducir el porcentaje de palestinos en Jerusalén, ya que este proyecto apunta a que solo el 18% de los palestinos permanezcan en el Gran Jerusalén del 37% actual, el 82% serán colonos. Agregó que la “Gran Jerusalén” consistirá en tres bloques que rodean la actual Jerusalén ocupada: Givat Ze’ev al noroeste de Jerusalén, Ma’ale Adumim en el este y Gush Etzion al sur de Belén.
Khaliliye explicó que la ocupación también busca implementar un plan integrado para facilitar el movimiento de los colonos, unir a los asentamientos, vincularlos entre sí a través de vías exclusivas para los colonos y luego a la red israelí de carreteras, mapear la geografía del área para llevar a cabo el sistema racista donde hay espacios, instalaciones, caminos y carreteras solo para el uso de los colonos donde los palestinos quedarán reducidos y confinados a pequeñas áreas bajo estricto control militar israelí sin poder llevar a cabo la expansión natural que se requiere en una sociedad normal.
Fuente: corresponsal de PalestinaLibre.org en Jerusalén ocupada, basado en un informe de la agencia Maan.
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