Resumen Latinoamericano, 24 septiembre 2020.
El retorno masivo de inmigrantes a sus países de origen es hoy un ejemplo evidente de la crisis económica en que la pandemia de Covid-19 sumió a Panamá, sin perspectivas claras de recuperación. En los primero ocho meses del año, el Servicio Nacional de Migración reportó la salida de 571 mil 733 extranjeros, cifra muy superior a los ingresos, y detalló que a partir de marzo se produjo el mayor éxodo, encabezado por nacionales de Estados Unidos, Colombia y Costa Rica.
Sin embargo, fue más notorio el retorno a su país de nicaragüenses temporalmente radicados en la nación istmeña, quienes perdieron sus trabajos y medios de subsistencia aquí. Otro tanto sucede con unos 600 venezolanos que esperan por vuelos de regreso a su tierra.
Según fuentes de las comunidades de extranjeros citadas por el diario La Estrella de Panamá, entre 80 y 100 mil foráneos mostraron interés por marcharse debido al brusco cambio de la situación y las menguadas perspectivas de la economía panameña.
Expertos locales independientes pronosticaron que al cierre de 2020 el Producto Interno Bruto caerá en 13,6 por ciento, mientras el desempleo estará entre el 20 y 25 el por ciento hacia diciembre, según una tasa ‘conservadora’ reconocida por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel).
Este último dato significa medio millón de desempleados, muchos de los cuales engrosarán las filas de la informalidad, y por ello el Mitradel vaticina que ese sector laboral podría acoger a unos 800 mil trabajadores en el futuro mediato, según vaticinios moderados expresados recientemente por la titular del ramo, Doris Zapata.
En medio de tan grave situación y sin avizorarse el final de la crisis sanitaria, empresarios, gremios sindicales y medios de prensa coinciden en que el Gobierno no hizo pública hasta el momento la promocionada estrategia de recuperación económica, e incluso algunos cuestionan si realmente existe, pues solo aplicaron paliativos emergentes.
Hasta el momento, la respuesta oficial fue un endeudamiento extremo con emisión de bonos soberanos y créditos de diversos bancos internacionales, con énfasis en los controlados por Estados Unidos, pero analistas critican que no se conoce el destino de los miles de millones de dólares de la deuda reciente.
Sin embargo, personeros del Ministerio de Economía y Finanzas aseguraron que en 2021 el Istmo retomará el crecimiento, fundándose en estudios de instituciones financieras estadounidenses como la calificadora de riesgo Moody´s y el Banco de América, los cuales vaticinaron un aumento de 4,5 en el PIB.
Fuente: Prensa Latina