Resumen Latinoamericano, 17 de septiembre de 2020.
Desde la Gremial de Abogadxs piden solidaridad para Paloma Chaparro que hoy quedó detenida por pintadas en un panteón de Paraguay al pedir justicia por las niñas masacradas.
LOS CRÍMENES IMPUNES, LA INDIGNACIÓN Y LA DENUNCIA CASTIGADAS.
El 2 de septiembre el ejército paraguayo asesinó en la zona norte del Paraguay a María Carmen y Lilian Mariana Villalba, dos niñas argentinas de 11 años, hijas de militantes guerrilleros.
La fiscalía interviniente en el supuesto operativo en que las mataron ordenó enterrar inmediatamente sus cuerpos, en el marco de una maniobra de encubrimiento que todavía continúa. También, las autoridades paraguayas aseguraron que se trataba de adolescentes de unos 17 o 18 años.
Ante la reacción inmediata de los familiares y de la Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina, el 5 de septiembre (después de negarse a entregar los cuerpos a la familia) la fiscalía y el ejército las desenterraron y las llevaron a Asunción en medio de un gran operativo militar.
Allí, un médico forense confirmó lo que la opinión pública ya conocía y las autoridades negaban: eran niñas de 11 años.
La indignación que provocaron el crimen y el encubrimiento hizo que un grupo de jóvenes mujeres se manifestaran en repudio en pleno centro de Asunción. En ese lugar hicieron pintadas con aerosol denunciando a los responsables, exigiendo justicia, respeto a la vida de todos los niños y niñas. La consigna central expresaba lo que el gobierno había intentado ocultar: #eranniñas.
Inmediatamente, fogoneado por los medios de comunicación hegemónicos, un sector de la opinión pública que no se conmueve por el asesinato de niños, pero se escandaliza por la “falta de respeto” clamó por castigo. Los fiscales que legalizan y encubren crímenes como el de María y Lilian comenzaron la persecución de tres de las manifestantes. Dos de ella buscaron refugio en Argentina.
Una tercera, Paloma Chaparro, se presentó el 16 de septiembre ante la fiscalía y quedó inmediatamente detenida.
Presentó una declaración en la que, entre otras cosas, dice que lamenta que la acción que realizó haya servido para intentar desviar “la atención del tema importante que todos nos duele y que era el motivo de ese acto de protesta”.
Todos nos comprometemos a seguir luchando por el esclarecimiento del “tema importante”: queremos la verdad y el castigo para todos los niveles de responsabilidad del horrendo asesinato de las niñas.
Pero también nos solidarizamos decididamente con las jóvenes que, movidas por su indignación y por la vergüenza que provoca el repetido silencio de “la opinión pública” ante esta barbarie, realizaron un acto de repudio que, más allá del simbolismo dañado de los hipócritas, no tiene mayor relevancia ni comparación con el daño que la criminalidad estatal provoca.
INMEDIATA LIBERTAD PARA PALOMA CHAPARRO
BASTA DE PERSECUCIÓN A SUS COMPAÑERAS