Resumen Latinoamericano, 4 septiembre 2020.-
Aportes para la construcción de una bandera de lucha afropolîtica en el marco de la campana electoral por la recuperación de la Asamblea Nacional.
Por Argenis Delgado Vegas, agosto de 2020. A.C Escuela Ideológica Social Afrodiaspòrica de Venezuela. Centro Internacional de Estudios Africanos y Afrodescendientes Sur-Sur
El presidente de Estado venezolano, Nicolás Maduro Moros delineó tres (03) tareas fundamentales para el desarrollo de propuestas específicas por los movimientos sociales que integran el Congreso Bolivariano de los Pueblos en el proceso de elecciones parlamentarias del 06 de diciembre de 2020. Estas tareas son: recuperación de la Asamblea Nacional (AN), preservar la paz del país y mantener la lucha contra la pandemia por la COVIC-19. En ese sentido se sugieren los siguientes aportes como agenda de trabajo del Sector Afrodescendiente:
LÍNEAS PRESIDENCIALES /PROPUESTA PARA EL MOVIMIENTO
1.- Unión de nuestras fuerzas para llevar las banderas y rescatar la AN por parte del Poder Popular Organizado y las fuerzas políticas.
El movimiento social afrovenezolano a pesar de sus grandes avances en la construcción de políticas públicas desde principios del siglo XXI hasta nuestros días, en los actuales momentos se halla en una fase crítica- un punto de inflexión – que lo obliga a revisar su papel dentro del proyecto revolucionario bolivariano por lo que es imperativo terminar de dar un salto cualitativo para adecuarse al momento histórico de las circunstancias en que se ha situado. Ese salto cualitativo es lo que he denominado la Nueva Etapa Afropolîtica, que es la construcción de un “Poder Popular Afrovenezolano Vs la visión corporativa de la lucha.
Por otra parte, si analizamos la caracterización de la población afrovenezolana a la luz de los resultados oficiales del Censo Nacional de Población y Vivienda (2011)*-primera experiencia censal en el país que incorpora la variable étnica afrodescendiente en una pregunta de autorreconocimiento- observamos resultados arrojan un campo problemático importante para la reflexión, el debate y la autocrítica del movimiento social afrovenezolano a la hora de impulsar la construcción políticas públicas. Allí se encuentran múltiples aspectos claves para la redefinición de nuestras prácticas, pero además se observa que:
a) No todo afrodescendiente en Venezuela se reconoce como tal. En los resultados del Censo “no están todos los que son ni son todos los que están” …Nos falta promover el autorreconocimiento y la conciencia afro…
b) No toda persona afrodescendiente en Venezuela es militante del movimiento social…Como “sociedad civil” somos una pequeña fracción de la realidad…
c) La temática afrodescendiente en Venezuela no es propiedad exclusiva de las diferentes expresiones del movimiento social… Hay que tejer alianzas, crecer cualitativa y cuantitativamente como pueblo afro…
Situaciones estas que nos hacen preguntarnos:
¿Hasta dónde hemos llegado con nuestra agenda sectorial?; ¿Qué nos falta por hacer?; ¿En cuanto a políticas públicas, cómo articulamos la agenda del movimiento social a la agenda del proyecto de país?; ¿Qué hacer para crecer cualitativa y cuantitativamente como pueblo afrodescendiente en el ejercicio del poder que nos delega el proyecto de país? Es desde este marco que propongo para avanzar, dar el salto cualitativo hacia una nueva etapa afropolîtica donde se propicie la construcción de poder popular afrovenezolano.
Para llegar a construir poder popular afrovenezolano uno de los aspectos fundamentales que habría que tomar en cuenta es que nuestra lucha no puede quedarse solamente en lo reivindicativo de una agenda programática específica de una organización, grupo o movimiento social en particular. La construcción de un Poder Popular Afro implica entonces reconocer la diversidad del pueblo afro-más allá de las agendas sectorizadas de un movimiento social- en la definición de un proyecto de vida más amplio al mismo tiempo que se contribuye con un proyecto de nación, de país de largo alcance. Así, se hace necesario transcender la idea corporativa de las luchas vistas como franquicias del mismo poder hegemónico contra el cual luchamos, para asumir una postura colectiva antisistémica, a lo interno y externo de las propias luchas y lograr las verdaderas transformaciones revolucionarias radicales, que permitan ir desmontando realidades adversas en lo local, estadal, nacional, internacional, mundial, universal, como variantes de interrelación multiescalar. He allí, el deber de propiciar el diálogo intercultural desde nuestra propia esencia y en un proceso de interseccionalidad (raza/clase/genero) con otros sectores para unir fuerzas en el mismo fin, refundar la República, descolonizar el estado.
Se trata de promover la organización (hacer la lucha colectiva: frentes, partidos, movimientos sociales, etc.); la formación (manejo de información, conciencia) y la movilización (salir a defender las luchas, tejer redes, alianzas, marchas, tomas) para alcanzar los fines previstos en la Ley Orgánica del Poder Popular. Se necesita además voluntad política y transferencia de competencias gobierno-pueblo para adquirir progresivamente: a) capacidad administrativa-financiera, b) capacidad jurídica, c) capacidad técnica; es decir, tener el poder para transformar realidades “de arriba hacia abajo”, achatando las estructuras burocráticas, en horizontalidad. Pero también que, en el marco de la corresponsabilidad, el pueblo asuma “desde abajo”, la auto-determinación, sin dependencias, sin paternalismos, pero con honestidad, transparencia y sentido del bien común entre el ser humano y la naturaleza.
Aspiración/Concreción:
- Consolidación del Poder Popular Afrovenezolano dentro de una nueva territorialidad. La Nueva Geometría del Poder Afrovenezolano.
- Crear los Circuitos Electorales Afrodescendientes (CEA) para la elección de vocerías en cargos de elección pública o en su defecto proponer candidaturas consensuadas por el pueblo afrovenezolano.
Estatus/Tareas pendientes:
- No existen los CEA /Unificar una propuesta que surja de los distintos movimientos afro venezolanos para ser presentada ante el Consejo Nacional Electoral.
2.- Defensa integral de la Patria. En ese sentido se instruyó mantener las coordinaciones con el Estado Superior de Defensa para que en la profundidad del pueblo continúen con la preparación y los entrenamientos por la defensa nacional.
Desde la perspectiva afropolîtica existen dos (02) elementos son claves para abonar en la defensa integral de la Patria y preservar la paz del país. Son realidades concretas que se interrelacionan con la política nacional e internacional y nos mueven en lo propositivo a fin de incidir en las transformaciones sociales desde el campo normativo (legislación), así como en el campo de acción de todos los demás poderes públicos del estado venezolano (ejecutivo, moral, jurídico, electoral, ciudadano, estatal, municipal, órganos de seguridad). A mi manera de ver estos los dos (02) “COMPONENTES CONDICIONANTES” para la defensa integral de la Patria desde la visión afropolîtica serían: A) el territorio afrovenezolano y B) la racialización de la política polarizada. A continuación, explicitan algunos argumentos permiten concluir en aportes sustanciales para la seguridad y defensa integral desde la perspectiva afrovenezolana por cada componente condicionante:
A.- Tierra, territorio y territorialidad afrodescendiente (rural, urbana, suburbana):
En Venezuela los pueblos y comunidades afrodescendientes están ubicada en los antiguos enclaves de esclavizados y esclavizadas. En la zona costera central, occidental y oriental es donde se encuentran la mayoría de las comunidades afrodescendientes. Los Estados de Venezuela con mayor población afrovenezolana son los siguientes con orden de mayor población, tomando en cuenta tanto la población urbana como rural: Vargas, Miranda, Aragua, Sucre, Falcón, Carabobo, Zulia, Yaracuy, Bolívar y el Distrito Capital. Estos son los diez Estados donde existe mayor población afrodescendiente, caracterizados no sólo por rasgos fenotípicos, sino también por estilos de vidas rurales y urbanas, religiosos, culinarios, identidad cultura, técnicas agrícolas, solidaridad, trabajo colectivo, entre otros rasgos distintivos. También hay presencia en menor proporción en los Estados Guárico, Trujillo, Mérida y Anzoátegui en comunidades con rasgos específicos;
Estas comunidades están ubicadas en entornos ambientales importantes para el país por sus reservas de agua, potencial agrícola y recursos energéticos. De las siete (7) áreas estratégicas de Desarrollo Sustentables existentes en el país, cuatro (4) corresponden a comunidades afro ubicadas en los Estados Miranda, Aragua, Bolívar y Zulia, así como en espacios de Parques Nacionales ubicados en los Estados: Falcón, Miranda, Aragua, Yaracuy, Sucre, Carabobo y Bolívar.
En su gran mayoría los territorios ancestrales afrovenezolanos ‑salvo contadas excepciones- se encuentran georeferenciadas en la zona norte-costera del país, es decir la fachada caribeña, como contexto inmediato de interacción regional con el espacio marítimo del Caribe insular. Otros pueblos y comunidades ancestrales afros están ubicados en los frentes geográficos Andino, Atlántico y Amazónico. Lo que hace que sean espacios estratégicos para el intercambio transfronterizo y la defensa integral de la nación. Esto nos compromete como corresponsables de la soberanía nacional y todas sus implicaciones, y nos interpela a pensar en materializar relaciones socioterritoriales que conforman tejidos signados por las alianzas, la cooperación y complementariedad (local, nacional y mundial) que se desarrollan en una nueva dinámica urbana y rural de diversificación productiva del país. Pero también profundizar en la nueva doctrina militar bolivariana y el desarrollo geopolítico nacional, tal y como lo conceptualiza el proyecto socialista bolivariano, para poder resistir, insurgir, combatir y sobrevivir con equidad y justicia, sin que nadie se atreva a vender la patria por insatisfacción de las condiciones materiales y espirituales más elementales. Ya lo hemos puesto en prueba con los distintos intentos de incursión de invasiones extranjeras que han usurpado la soberanía nacional usando los espacios territoriales de pueblos y comunidades afrodescendientes como cabeza de playa en sus proyectos mercenarios, ¿cuáles han sido los resultados?, el pueblo combativo afrovenezolano ha salido al frente en la defensa de su espacio vital, de la Patria y de la revolución misma (casos de Carenero, Chuao, Macuto, Sur del Lago…), ¿por convicción, por conciencia y por resiliencia!.
Otra especificidad geohistórica la constituyen las comunidades de la diáspora afrourbana conformada por los grupos marginales y/o marginados de los cerros, barrios, ranchos, veredas y bloques referenciados en los centros poblados de las grandes capitales. Estos grupos con evidentes rasgos distintivos en lo etnoracial (fenotípico y cultural), son el resultado de un proceso de ocupación progresiva e irracional de las urbes modernas por quienes buscando “mejores” posibilidades de vida migraron masiva y forzosamente del campo a la ciudad en épocas de la Modernización de los Estados (siglos XIX y XX) trayendo consigo sus imaginarios afrodiaspòricos de la ruralidad al mundo urbano, reconfigurándose en las nuevas condiciones de habitad y vivienda citadina que muchas veces rayan en lo subhumano. Allí han sufrido por décadas los peores problemas que se generan de la desigualdad, pero también desde esas “catacumbas” hijas de la injusticia, han contribuido a forjar una revolución política, con alzamientos, revueltas y combatiendo día a día los embates de la clase alta y media que aún a nuestros días, luce blanqueada, autoritaria, clasista, racista y fascista.
Aspiración/Concreción:
- Crear los Cumbre-Comunas y el Sistema de Agregación Comunal, Parlamento Comunal, en los territorios ancestrales, urbanos y suburbanos afrodescendientes.
- Crear las Milicias Armadas en Territorios Estratégicos Afrodescendientes (MATEA) para la defensa integral de la Patria distribuidas por los Frentes Geopolíticos Venezolanos (caribeño, Andino, Amazónico, Atlántico, Guyanés).
- Establecer comandos de las ZODI en contextos afrodescendientes.
Estatus/Tareas pendientes:
- Existen comunas en todo el país y habría que adecuarlos a la especificidad territorial con el enfoque Geohistórico-cultural afrodescendiente en sus Cartas Fundacionales, documentos legales, instancias de organización y dirección.
B.- Racialización de la política polarizada=> Criminalización del Chavismo=> Genocidios de “negros” (grupos racializados):
Inmediatamente la revolución bolivariana tomó el poder en el año 1999 comenzó un proceso de inclusión de los grupos indígenas y afrodescendientes que por años habían sido excluidos literalmente de la sociedad en Venezuela. Simultáneamente, ante tal inclusión, se originó una reacción racista y clasista en las élites y en importantes sectores de la clase media que constituyen el núcleo fuerte de la oposición. Desde la llegada de la revolución bolivariana hasta nuestros días, pero sobre todo en momentos de efervescencia de las tensiones generadas por la pugna de poder entre oficialismo y oposición se ha evidenciado la tendencia racializada del discurso político polarizado. “tierrúos”, “monos”, “niches”, “zambos”, “negros”, “indios”, “chusma”, son sólo algunos de los términos que importantes sectores de las clases altas y medias opuestas a la Revolución Bolivariana han utilizado para referirse a los sectores populares que apoyan el proceso de cambios económicos, políticos y culturales impulsados por el Presidente Hugo Chávez a partir de 1999. Pasando a asociar al chavismo con el “ser negro” y en esta categoría incluyen a todo sector oficialista independientemente de su color de piel. En fin, la racialización del chavismo.
La agresión discursiva de un grupo social contra otro, esencializando la diferencia genética, cultural y socio-económica entre ambos, es un fenómeno que venimos observando con especial atención desde hace buen rato. Pero lo peor de esta polarización política racializada, lo constituye el hecho de han pasado de una estrategia discursiva por demás racista y discriminatoria a una práctica peligrosa de violencia sistemática fundamentada en estos preceptos, prejuicios y simbolismos. Así que cuando hemos visto como se han asesinados personas quemándolas vivas, golpeándolas a mansalva, degollándolas, torturando, usando mercenarios tarifados, se encienden las alarmas nuevamente de la lucha contra el apartheid, el fascismo, el paramilitarismo y el fundamentalismo de superioridad racial (supremacismo) de jóvenes disociados a fuerza de manuales, series de tv, video juegos, drogas y armas. Soldados salidos de una mezcla ideológica de Cristóbal Colón, Santander, el Ku Klux Klan, “Mi Lucha” de Adolfo Hitler, Pablo Escobar Gaviria, Uribe, Santos, Trump, “Superman”, “Capitán América”, “Counter Strike», «Corazón Salvaje”, entre otros “brillantes” referentes- reales o ficticios- de la historia, que son una muestra de esta peligrosa “sambumbia” (**) ideológica neoliberal.
A pesar de la tendencia racializada del discurso político polarizado en la época de gobierno del Presidente Hugo Chávez, el debate sobre el racismo que subyace a través de la historia en la sociedad venezolana no se ha profundizado sustancialmente. Aún persiste la postura popular e intelectual de negar la existencia del racismo y celebrar el mestizaje como idiosincrasia fundamental de la sociedad. El racismo y la discriminación racial en Venezuela están profundamente arraigados en la sociedad y están estrechamente relacionados con la estructura histórica que ha marcado la tendencia de ascendencia familiar, regional, étnica o genética de los sectores marginados de la seguridad humana. Aún dentro del gobierno que proclama una revolución democrática con clara prioridad en el desarrollo humano y social de los grupos empobrecidos, algunos líderes políticos no han alcanzado a analizar con visión crítica la relación entre el racismo y la estratificación socio-económica desde una perspectiva histórico-estructural. Es necesario profundizar el “debate interseccional de la relación raza/clase/género” (revisar experiencia histórica de los “marxismos negros).
En una dimensión más amplia de la lucha contra un modelo económico en particular, el Capitalismo y su fase superior, el Imperialismo, con sus variantes implícitas en la Globalización Neoliberal, podemos identificar la lucha contra un proyecto civilizatorio único, la Modernidad Occidental, que produce privilegios para una supremacía blanca y genera al mismo tiempo genocidios, epistemicidios, ecologicidios y muerte para el resto de las vidas (humanas y no humanas) en el planeta. Parafraseando a Ramón Grosfoguel, diríamos que los privilegios de la blanquitud- entendida no como color de piel, sino como epistemología, una práctica política, el modo eurocéntrico de ver, pensar, ser, y estar en el mundo- se construyeron sobre un sistema de opresión imperialista que ciega a sus portadores con respecto a las opresiones que generan en el resto del mundo y por medio de los discursos de “inocencia” han permitido a los “blancos” de derecha y de izquierda escapar de su responsabilidad histórica. Se puede ser negro, mestizo, indígena o asiático, y ser parte de la izquierda blanca. Por tanto, no podrá haber alianza política con dignidad sin la crítica al eurocentrismo, al colonialismo y al racismo que produce el paternalismo condescendiente de la izquierda occidentalizada hacia los sujetos inferiorizados racialmente. He allí la crítica profundamente reflexiva que se pretende generar desde este espacio para motivar a la construcción de alternativas que se concreten en un plan de lucha que tribute a un proyecto político antisistémico hacia la fundación de una nueva civilización más justa, más democrática y ecológicamente respetuosa de la vida. Por tanto, se trata entonces de generar una salida revolucionaria que implique el fin de la civilización actual y la fundación de una nueva por medio de una revolución política descolonizadora. La revolución decolonial requiere una transformación revolucionaria de la subjetividad, de los paradigmas, la ética y las estructuras jerárquicas de dominación occidental. En correlación con los anterior, se hace necesario, mejor dicho, URGENTE, incluir la interseccionalidad (raza/clase/genero) en el proceso popular constituyente en donde se ha abierto la puerta nuevamente para una nueva determinante histórica.
Desde mi punto de vista como sujeto político del movimiento social afrovenezolano, podría decir que las y los Afrodescendientes han sido un factor de cambio radical a comienzo del siglo XXI con las iniciativas de la nueva geopolítica continental antiimperialista iniciada por el presidente Hugo Chávez y continuada por el presidente Maduro. En el marco del foro de Sao Pablo realizado en Caracas en el año 2012, organizada por el PSUV, el Polo patriótico y la participación de los movimientos sociales, se incluyó este segmento poblacional en la agenda del Foro de Sao Pablo, dándole un puesto estratégico en las políticas de izquierda de Nuestra América. El imperialismo, las burguesías y partidos de derecha, están conscientes del papel que juega la población afro, diseñando políticas de sensibilización y captación de este sector hacia sus políticas neoliberales, y cuando éstos no responden a sus llamados proceden a ejecutar sus políticas de persecución, represión, desplazamientos y exterminio racial como está sucediendo actualmente en Colombia, Brasil y Honduras.
Como hijas e hijos de mujeres y hombres guerreros que en otrora emprendieron luchas por independizarse del imperio español, hoy nos mantenemos vigilantes, alistadas y alistados, frente las pretensiones del imperio estadounidense de intervenir nuestra patria, como lo han hecho en otros países como libia, Siria, Ucrania. Por ser nuestra lucha anticolonialista, anticapitalista y antimperialista, hemos acompañado el proceso Bolivariano, desde la aparición del comandante supremo en la vida política de Venezuela, en su compromiso con los más desfavorecidos, dentro de los cuales se encuentra la población afrodescendiente. En tal sentido nuestra contribución no sólo se ha expresado en los 24 procesos electorales del Gobierno Bolivariano, donde las comunidades Afrovenezolanas han demostrado su apoyo a través del voto, sino por medio de la participación activa en las diversas políticas de Estado y acciones emprendidas en defensa de la soberanía nacional y la búsqueda de la suprema felicidad posible para el pueblo venezolano.
En la actual coyuntura política del continente las fuerzas reaccionarias han llegado a los gobiernos con un plan para retroceder al modelo neoliberal, embistiendo con violentas prácticas de odio racistas contra los sectores populares históricamente enclavados en las comunidades afrodescendientes, hoy como en el pasado, víctimas de discriminación sistemáticas. Los países donde la derecha ha logrado el control, están articulados en una arremetida salvaje contra los pueblos, y buscan despojarlos de las victorias alcanzadas en materia derechos humanos, sociales y políticos. Estos poderes generan la legitimación del exterminio abierto de las y los jóvenes, y la persecución política (criminalización) de los lideresas y líderes, poniendo el acento en lo racial, habilitando su aparato jurídico para encubrir crímenes con el uso de armas, tenemos un ejemplo en el caso de Brasil, donde el gobierno fascista de Jair Bolsonaro promueve hoy el asesinato de jóvenes afrodescendientes a diario en ese país, igualmente los asesinatos de dirigentes sociales en Colombia en parte importante son víctimas los afrocolombianos. El regreso de la derecha viene cargado con una acción racista porque el papel jugado por los movimientos sociales y pueblo afrodescendientes en las transformaciones sociales y cambios políticos ocurridos en décadas anteriores. La derecha reconoce como enemigo histórico los descendientes de africanos y sus luchas.
Por todos los argumentos anteriores es necesario desde los movimientos sociales y partidos políticos de la izquierda revolucionaria, actuar sobre este ámbito y crear estrategias para atender esta problemática, que fortalece a derecha supremacista, transnacional y que hoy como en el pasado se organiza con el objetivo de re-colonizar, captando adeptos, a través de métodos de nuevo tipo y de mayor alcance: usando el ámbito de las religiones, la comunicación y las redes sociales. Es urgente definir la inclusión de las y los afrodescendientes en las agendas programáticas de los partidos políticos de izquierda, en el marco del Decenio Internacional para las personas Afrodescendientes y las Reparaciones, como base fundamental para la erradicación del racismo estructural, condición necesaria y obligatoria para la construcción del Socialismo en el siglo XXI.
Para salir de este estancamiento, es primordial la acción de los propios afrodescendientes para reclamar la importancia de este problema como una agenda legislativa y ejecutiva. Si el gobierno bolivariano verdaderamente se propone la reforma radical de la sociedad venezolana, es necesario cuestionar el papel histórico de la clase dominante, en vez de acusar de todos los problemas a la al “imperio” y a la «oligarquía puntofijista”. Sólo así se podrá reparar la deuda acumulada con las y los afrodescendientes por la esclavización a que fueron sometidos, como mano de obra, y reconocer su contribución positiva en la construcción de la Nación. Para concretar esto, se requeriría eliminar la forma de racismo y discriminación racial de la sociedad contemporánea venezolana.
Reconocer la identidad afro dentro del espectro multiétnico venezolano, o ignorarla por tercera vez en el proceso de debate constitucional, será el reflejo fiel de la visión del gobierno bolivariano sobre su pueblo soberano. De igual manera, en ello podremos estimar con qué subjetividad construiría el pueblo venezolano el Socialismo del siglo XXI.
Aspiración /Concreción:
- Inclusión de los afrodescendientes en Marco Legal: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Leyes Orgánicas del Poder Popular, Reglamento de Ley Orgánica Contra la Discriminación Racial y otras Leyes Orgánicas y Leyes Especiales…Ética y normatividad política.
- Profundizar el tema del Decenio Afrodescendiente y Reparaciones en Venezuela (Comisión Presidencial).
- Denunciar la proliferación de grupos paramilitares, mafias contrabandistas, delincuencia organizada de diversa naturaleza en pueblos, y comunidades afrodescendientes (rural, urbano y suburbano) que pudieran estar tratando de emular la experiencia de genocidios racializados de países vecinos como Colombia, Brasil y Honduras.
Estatus/Tareas pendientes:
- No se ha concretado /Seguimiento a las propuestas entregadas a la Asamblea Nacional y la Asamblea Nacional Constituyente.
- Hay que definir estrategias cìvico-militares para identificar y anular grupos de violencia sistèmica que pudieran ser infiltrados transnacionales.
3.- Lucha contra la pandemia.
En estos tiempos de plena vigencia de la “normalidad” post segunda guerra mundial, en donde se ha naturalizado para el mundo la inseguridad alimentaria, la pobreza, la recolonización de territorios, robo de capitales, los bloqueos económicos, amenazas de invasión, guerras proxy (guerras subsidiarias) y las pandemias tipo el COVIH 19, Venezuela vuelve a ser foco de atención en el panorama mundial como consecuencia de su realidad geopolítica, económica, cultural y social
La pandemia no solo ha devalado una crisis sanitaria mundial- que es lo que nos han hecho creer- sino que ha puesto en evidencia la crisis política de los países capitalistas y su supuesto modelo de bienestar que se muestra incapaz de responder efectivamente a esta emergencia. En este marco entra en cuestionamiento la visión de desarrollo de estos países, en cuanto a desarrollo ¿de qué?, ¿para qué? y ¿para quién? Venezuela con su proyecto socialista bolivariano ha dado muestras de efectividad en el abordaje de la pandemia y sus efectos, gracias a la toma de medidas acertadas para afrontar la emergencia sanitaria que son el resultado a su vez de poder contar con una plataforma( humana, política y tecnológica) de atención social consolidada desde los inicios del proceso revolucionario y a las alianzas estratégicas internacionales en el marco de la visión geopolítica de su gobierno que aspira a la concreción de un mundo multicèntrico y pluripolar promoviendo relaciones con países que forman bloques económicos emergentes más allá de los tradicionales grupos hegemónicos capitalistas, tales China, Rusia, Irán y Turquía. Estos aliados estratégicos nos han permitido aligerar la carga impuesta por los bloques y sanciones unilaterales de los EEUU y la Unión Europea, pudiendo contar con su apoyo solidario (logístico, científico y político) para afrentar la pandemia.
En otro orden de ideas, a pesar que la pandemia pareciera ser neutral (mito), es decir que sus efectos no distinguen color, clase, género, edad, nacionalidad, desde la perspectiva del movimiento social afrodescendiente pudiéramos hacer nuestros análisis respectivos comparando los hechos que sustentan la realidad concreta en muchos países y en menor escala-por lo explicado anteriormente- en Venezuela:
“La mirada se coloca en el drama humano de larga data que viven los pueblos afrodescendientes, agudizado bajo el impacto de la pandemia. Cabe preguntarse si esto es acaso fortuito. La respuesta es negativa, inevitablemente, en tanto a nivel mundial y local las personas afrodescendientes integran mayoritariamente los patrones de pobreza y vulnerabilidad social. En consecuencia, no solo reciben con mayor fuerza los impactos de la crisis, sino que también tienen menos posibilidades de afrontarla” (***).
Esto pone en evidencia que en realidad la pandemia no es neutral en su efecto y que tiene un rostro social, pero sobre todo si tiene color, raza, género y clase social. En otras palabras, el racismo estructural aún vigente en la mayoría de nuestras sociedades- África y su diáspora- le imprime su sello al perfil social de la pandemia.
(…)Ello se ve catalizado por las políticas públicas de exclusión y el racismo en el contexto del ultraconservadurismo y el fascismo con ropaje neoliberal. Se retoman fórmulas extremas, reafirmando uno de los rasgos del racismo: el genocidio. Dan cuenta de ello la propuesta de África como laboratorio del COVID-19, la sobrerrepresentación de las personas afrodescendientes en las tasas de contagio y letalidad, la criminalización de las movilizaciones populares en el reclamo de otras formas de gestionar la crisis y el incremento de los feminicidios(…) (*4)
Por otro lado, las características de emergencia mundial de la pandemia CONVIT-19(año 2020), nos hace inferir la imposición de un nuevo orden mundial, donde la coyuntura de la llamada “Nueva Normalidad”, traducida en “aislamiento social”, podría representar la apertura a la “era de la singularidad” (“transhumanismo”) , la dictadura tecnológica o la 4ª Revolución Industrial caracterizada por (…) la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología con los metadatos que van a ser los condicionantes del nuevo modo de producción(…) con consecuencias catastróficas en el plano laboral mundial. En ese contexto de la nueva normalidad (aislamiento social o confinamiento), el capitalismo cognitivo aliena las mentes de las generaciones futuras (juventud) con los novedosos avances de ciencia y la tecnología para construir un sujeto que se corresponda a las necesidades de la producción del capitalismo, del consumo y de la organización social en el siglo XXI, lo que genera una ruptura de paradigmas y nos mueve a buscar alternativas para hacer frente a esta situación compleja en toda la extensión del campo de sus dominios, ya sea en la esfera de lo real o lo abstracto, lo subjetivo o la realidad concreta, lo tangible o lo intangible, expresado a su vez en comunidades funcionales o virtuales, comunidades geo históricas-culturales, comunidades ideológicas, comunidades religiosas o espirituales, o comunidades existenciales (ontológicas). En consecuencia, se debe reconfigurar la visión de “comunidad”, “comuna” y lo “comunal”, como espacios colectivos ‑abstractos y concretos para el ejercicio de la juntura y la solidaridad, dado la complejidad de la emergencia sanitaria y los diferentes mecanismos de alienación del neoliberalismo que se vale de la situación y no descansa en el ejercicio de su hegemonía mundial.
(…) el término de “aislamiento social”, que ha servido para designar las acciones de protección ante una pandemia para la que la ciencia, a pesar de sus batallas, no ha producido la vacuna específica y el mejor antídoto es protegerse. Desde una perspectiva decolonial, la deconstrucción del referido término apunta a dos cuestiones básicas: En primera instancia el vocablo deja escapar su genealogía hegemónica, pues parece contrapuesto al de solidaridad, que actúa como estrategia de contención a la pandemia. En segundo lugar, pensando en la otredad: ¿Quiénes realmente pueden cumplir este aislamiento y cómo? ¿Pueden quedarse bien en casa las personas que dependen de la precariedad de un empleo informal y/o viven en hacinamiento, entre las que destacan las afrodescendientes? ¿Cómo se organiza y garantiza la protección social a quienes se quedan en casa?¿En qué casa y con qué? (*5)
Por eso proponemos la juntura en todos los espacios posibles ‑virtuales o concretos- y desde las posibilidades que nos deja la emergencia sanitaria para enfrentar los efectos de la pandemia con la fortaleza espiritual que nos caracteriza para la socialización de los saberes ancestrales, la ciencia , botánica, medicina tradicional y las medidas extremas de bioseguridad, pero sobre todo con la movilización y solidaridad de nuestras luchas comunes como pueblos y comunidades afrodescendientes en Venezuela y el mundo víctimas de una pandemia racializada.
Desde la resistencia y resiliencia ancestral que nos acompaña, nos negamos a ser víctimas de los proyectos genocidas, ecocidas imperiales que promueven la eugenesia social con la excusa de “pandemias racializadas” para el exterminio masivo de parte de la humanidad y la naturaleza. Por lo tanto, debemos ser capaces de aprovechar el momento histórico que se nos presenta para pasar del hecho circunstancial al hecho transcendental y propiciar una “nueva normalidad post-pademia” en donde nuestras utopías concretas sean viables.
Aspiración /concreción:
- Promover estrategias solidarias de gestión de la crisis en los pueblos y comunidades afrodescendientes (rurales, urbanas y suburbanas). Redes de apoyo a las familias y otros grupos en situación de vulnerabilidad ante la pandemia.
- Tomar en cuenta la interseccionalidad ‑uno de los contructos epistémicos y políticos fundamentales en la lucha antirracista- como referente para el diseño, la ejecución, la evaluación de impactos de las políticas y la adecuación de las medidas para el enfrentamiento al coronavirus.
- Reestructurar y emplear la variable étnico-racial afrodescendiente para enfrentar la crisis y, en general, para el replanteamiento de las relaciones raciales en materia de política pública, especialmente a fin de proyectar los objetivos 2030, postpandemia. Esta es una de las principales deudas sociales y demandas del movimiento afro plasmada en documentos regionales.
- Implementar la visibilizaciòn estadística de las personas que integramos los pueblos afrodescendientes, para estimar el subregistro los casos contagiados y de los fallecidos.
- Promover los procesos de formación y superación de profesionales afrodescendientes en diversas ciencias, como: la medicina, enfermería, las informáticas, sociales y técnicas, que hoy combaten la pandemia.
- Intercambiar saberes, conocimientos, aprendizajes, sentires y haceres afrodescendientes (Ser, Saber, Conocer, Aprender, Hacer, Convivir), mediante el uso de la herramienta tecnológica de las redes sociales como estrategia formativa en la normalidad relativa (Cumbes Virtuales).
- Promover la cooperación internacional y solidaridad con los pueblos de África y su diáspora en Venezuela y en el mundo, pero sobretodo con quienes hacemos esfuerzos en la lucha anti sistémica.
LEMAS:
“PODER CONSTITUYENTE AFROVENEZOLANO HACIA LA INSTITUCIONALIDAD DEL PODER POPULAR.
“REFUNDAR LA REPÙBLICA, DECOLONIZAR EL ESTADO”
“PODER POPULAR AFRODESCENDIENTE PA’ LA ASAMBLEA”
*Instituto Nacional de Estadística (INE). Caracterización de la población venezolana por autorreconocimiento étnico-cultural en el Censo de Población y Vivienda, 2011. Caracas, 2014.
**Palabra afrovenezolana empleada para designar una mezcla o solución de varios componentes. Comida revuelta…
(***) Campoalegre Septien Rosa. COVI-19, Apuntes para un posicionamiento antirracista. Boletín del Grupo de Trabajo CLACSO Afrodescendencia y propuestas contra hegemónicas. Nª 01. Ancestralidad, antirracismo y actualidades. Mayo, 2020. Pág. 8
(*4) Ídem. Pág. 8 y 9.
(*5) Campoalegre Septien Rosa. COVI-19, Apuntes para un posicionamiento antirracista. Boletín del Grupo de Trabajo CLACSO Afrodescendencia y propuestas contra hegemónicas. Nª 01. Ancestralidad, antirracismo y actualidades. Mayo, 2020. Pág.