Resumen latinoamericano, 15 octubre de 2020.
Cuando ya se estaba en el día en que eventualmente podía producirse el desalojo de las familias que resisten en la recuperación de tierras en Guernica, se abrió, por fin, una pequeña ventana para dialogar «en serio» con el gobierno provincial bonaerense.
A media mañana, en una reunión que convocara el ministro de Desarrollo Social, Andrés Larroque, acompañado de su staff habitual, las organizaciones sociales y los delegadxs de la toma, pudieron escuchar una propuesta en la que por primera vez en estos tres meses se ofrecieron tierras. En principio para unas 100 familias, pero abriendo la posibilidad que se pueda llegar a 300.
El ambiente esta vez estaba un poco más distendido que en anteriores ocasiones, quizás porque desde el Gobierno tomaron nota que las cosas no eran tal como estos últimos días se habían encargado de publicitar Larroque y su gente en los medios afines. Por ejemplo, mostrando colas de vecinos frente a las carpas levantadas por el gobierno y adonde presuntamente estaban concurrieno cientos de personas de la toma, y en realidad la mayoría eran gente de escasísimos recursos que viven en el municipio de Presidente Perón, a los que se atendía y se tomaba nota de sus requerimientos más urgentes. En las fotos propagandizadas todos parecían de la toma, pero solo algunos provenían del predio.
Lo cierto es que, por un lado se postergó nuevamente el desalojo hasta el 25 de octubre, algo que obviamente se arregló con el juez, quien aseguró que «ya no habrá más postergaciones». Este hecho trajo alivio a los vecinos y vecinas que se aprestaban a resistir la eventual incursión policial. Por otra parte, dentro de la propuesta del gobierno se resolvió que este viernes, delegados e integrantes de las organizaciones presentes en la toma, junto con funcionarios, se dirigirán hacia terrenos alternativos donde se verá si son aptos en todos los sentidos para que se trasladen hasta allí las familias de la toma, a la espera de terrenos definitivos. Si esto se diera de esta manera, se estaría sí, ante una solución del conflicto. También hay que tener en cuenta que en la reunión de este jueves se volvió a insistir que el gobierno tiene previsto un plan integral de viviendas, de las cuales unas 3000 serán para ese municipio, con lo que una parte importante de ellas podrían ser otorgadas a las familias de la toma.
Así las cosas, y ante esta luz que parece insinuarse al final del túnel, nadie se atreve a cantar victoria ni de un lado ni del otro, ya que los vecinos y vecinas de la toma han sufrido a lo largo de este proceso muchos desaires y frustraciones, pero es evidente que la unidad, la resistencia y tener claro que la exigencia sigue siendo «tierra por tierra», les dará fuerzas para estos días venideros, que ojalá culminen con soluciones concretas, alejando toda posibilidad de un desalojo violento.
Este sábado, las partes se reunirán nuevamente y es de esperar que sigan los avances prometidos.