Resumen Latinoamericano, 11 de octubre de 2020.
Así lo aseguró Milagro Sala ante la militancia del Frente que lleva su nombre. Desde la prisión domiciliaria en la que cumple la injusta condena impuesta por Gerardo Morales, Milagro Sala se mostró con fortaleza, y reclamó “Hay que dejar de naturalizar que en nuestro país haya presos políticos.”
En el marco de un encuentro con la militancia del Frente Milagro Sala, la dirigente presa política por la decisión del gobernador de Jujuy Gerardo Morales, señaló que “hay que dejar de naturalizar que en nuestro país haya presos políticos”.
El encuentro tuvo lugar en forma virtual, transmitido a miles de personas por plataformas, y fue convocado para homenajear al general Juan Domingo Perón en el día de su nacimiento y a Ernesto “Che” Guevara, en la fecha en que se recuerda su caída en combate en Bolivia.
Desde su prisión domiciliaria, donde cumple una condena plagada de nulidades que la Corte Suprema de Justicia de la Nación omite deliberadamente tratar, Milagro Sala sostuvo que “En la Argentina no hay una Justicia democrática”. Milagro estuvo acompañada por el coordinador nacional de la Tupac Amaru, Alejandro Coco Garfagnini, por quien también sufriera una prisión por razones políticas, Fernando Esteche y numerosos dirigentes de distintas organizaciones sociales que componen el Frente Milagro Sala.
El espacio de articulación política y social nació en el año 2016 para enfrentar el avance del neoliberalismo que encarnaba la presidencia de Mauricio Macri. Con una agenda social marcada por el desafío de construir viviendas para dar respuesta al déficit habitacional y dinamizar trabajo cooperativo para enfrentar la desocupación, el Frente Milagro Sala interpela, desde sus entrañas, al Frente de Todos.
Milagro Sala señala la vigencia de los desafíos que sacuden a la militancia popular “Hay que militar incansablemente para que haya proyecto nacional, para frenar al neoliberalismo” y se mete decidida en la compleja coyuntura y advierte “Que no nos pase de nuevo lo de Venezuela. Si hubiera estado Néstor el voto contra Venezuela no pasaba, es un retroceso en ésta pelea que tenemos contra el avance del neoliberalismo.”
En esa línea de pensamiento fue tajante: “Hay que parar un poco con el temor de tomar algunas medidas” y fue específica “lo digo por Vicentín. No nos puede pasar que a las dos semanas de tomar una decisión que deja contenta a la mayoría, retrocedemos. Y una semana después, Vicentín sigue haciendo maniobras para seguir llevándose plata”.
De tomas y viviendas:
Milagro Sala ha dejado mas que palabras en la realidad política Argentina. Sus ocho mil viviendas construidas en Jujuy, las gigantescas piletas construidas, los centros de salud y educativos, marcan un antes y un después del entramado social de la provincia.
Milagro recordó las tomas masivas de tierras que se protagonizaron en los comienzos del gobierno de Néstor Kirchner, a quien recordó en múltiples pasajes de sus palabras. Narró que las tomas que se llevaron adelante en Jujuy encontraron respuestas efectivas por la decisión política de gobierno de Néstor Kirchner y por la acción transformadora de la realidad de la Red de Organizaciones Sociales que coordinaban con la Tupac Amaru en la Provincia.
Contó la forma en que abordaban las tomas desde la organización “En los lugares donde fuimos la gente estaba mal, había gente armada con revólveres y machetes. Eran Jujeños que querían un pedazo de tierra y vivir bien. No querían un pedazo de tierra para hacer un negocio” señaló con claridad, y contó “pero teníamos un compromiso del Estado, y nuestro como organización popular, para que en ese pedazo de tierra no se instalara un carpa. Ahí tenía que haber una vivienda, y la cooperativa la construía.”
“Se puede construir vivienda y que nuestros compañeros no vivan en un asentamiento, donde la gente se enferma por tener que vivir en una carpa”, agregó Milagro Sala, desafiando una vez mas las frágiles respuestas ante la nueva ola de ocupación de tierras que acompaña el doloroso déficit habitacional crónico de nuestro país. “Tendría que haber mas compromiso del Estado para que se pueda discutir la tierra y construir viviendas” sostuvo.
“Nosotros decíamos vamos a construir vivienda y se construían las viviendas. Había mucha seriedad. Los compañeros nos decían “tomamos la tierra porque nadie nos da bolilla”, y nosotros estábamos ahí para solucionar el problema del hábitat. Nosotros siempre fuimos con una solución. No sólo de vivienda y trabajo, también de urbanizar el barrio” señaló Milagro Sala.
Las piletas como símbolo:
Preguntada por la militancia sobre su obstinación con las piletas, Milagro sostuvo en forma clara y contundente: “¿Porque las piletas? ¿Y porque no? ¿En que lugar de la Constitución dice que las piletas y los SPA son sólo para los ricos? ¿En que lugar dice que los pobres o los negros no pueden tener pileta?”
Recordó a Evita, y su vocación de poder asegurar que los pobres tuvieran algo mas que migajas como respuesta y sostuvo, “¿En donde dice que los colegios de los ricos tienen que ser mejores que los colegios de los pobres? Nosotros a nuestros chicos le dimos lo mejor de lo mejor. Construimos 27 piletas, construimos colegios, institutos, centros de salud. Es igualdad. Nada mas.”
Milagro Sala, además, lanzó un desafío a la lógica empresaria para la construcción de viviendas al señalar que las obras de infraestructura social y las piletas “lo hicimos con la plata de la construcción, claro. Los empresarios se la llevan, y te paran la obra y te discuten precios. Nosotros con menos plata la terminábamos y además construíamos una pileta, un centro de salud, un centro cultural y un centro de educación.”
Agregó que el destino último de la organización popular es avanzar hacia la justicia social, poner en agenda la felicidad colectiva como destino de un proyecto de país. Sostuvo que “como no te va a hacer feliz que la compañera nuestra le podía entregar el titulo de la escuela a la madre, o a la abuela” y fue terminante en ese sentido: “Yo volvería a hacer todo de nuevo. No me arrepiento de nada.”
El futuro:
Milagro dejó retazos de la agenda social que precisa la Argentina en éste tiempo histórico. Advirtió antes que “Nunca nos preparamos para estar presos. Pensaron que íbamos a andar agachando la cabeza, que nos íbamos a quebrar. Nuestras convicciones están en la cabeza, nos encarcelaron el cuerpo, pero jamás el corazón, el alma y los sueños.”
Desafiante hacia su actual condición de presa política, señaló que “Tenemos que prepararnos políticamente para seguir luchando. Basta de eso que “ahora viene el doctor que va a conducir”, nosotros tenemos que conducir. Lo demostramos con la Tupac, nosotros no teníamos contadores, ni arquitectos, ni empresa de construcción. Tuvimos necesidad y voluntad política de resolver el problema de la vivienda de los compañeros. Y lo hicimos.”
Milagro Sala, y la libertad de los presos y presas políticas de la Argentina es una agenda urgente, pero también, una agenda cargada de futuro.
En tiempos en los que los indicadores sociales de pobreza aumentan decididamente, en los que las filas de desocupación crecen a diario, en los que la desesperación inunda la esperanza de los mas humildes y en el que la política corre el riesgo de sublimarse en cuestiones meramente estéticas, la construcción de viviendas y la organización social del trabajo, interpelan la agenda de las organizaciones populares en la Argentina.
Fuente: Info Nativa