Argentina. Viviendas colaborativas: la revolución de las viejas continúa

Argen­ti­na. Vivien­das cola­bo­ra­ti­vas: la revo­lu­ción de las vie­jas continúa

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Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de octu­bre de 2020.

Son las muje­res de la gene­ra­ción del medio. Las hijas de las locas de la Pla­za de Mayo y las madres de las pibas que luchan por el abor­to legal, segu­ro y gra­tui­to. Su pre­mi­sa es la “des­ge­ria­tri­za­ción” para poder deci­dir sobre sus cuer­pos. Bus­can des­na­tu­ra­li­zar las resi­den­cias y hoga­res para ancia­nos y se orga­ni­zan para dispu­tar la mane­ra de habi­tar la ancia­ni­dad y las posi­bi­li­da­des de ele­gir cómo, dón­de y con quie­nes quie­ren vivir. ¿Es posi­ble tran­si­tar una vejez acti­va? ¿Cómo se dis­fru­ta una eta­pa de la vida tan demo­ni­za­da y a la que la socie­dad ado­les­cen­ti­za­da no quie­re ase­me­jar­se? En esta cró­ni­ca las inte­gran­tes del Movi­mien­to Nacio­nal de Vivien­das Cola­bo­ra­ti­vas son las pro­ta­go­nis­tas, y con poten­cia alzan la voz y excla­man: “¡Acá esta­mos las vie­jas, revo­lu­cio­nan­do nues­tras realidades!”

Des­ge­ria­tri­zar la ter­ce­ra edad

El Movi­mien­to Nacio­nal de Vivien­das Cola­bo­ra­ti­vas comen­zó a ges­tar­se en la pri­me­ra fase del Ais­la­mien­to Social, Pre­ven­ti­vo y Obli­ga­to­rio a tra­vés de pla­ta­for­mas vir­tua­les, el 16 de mayo del 2020. La pro­pues­ta de reu­nir­se sur­gió en un gru­po de Face­book que se creó a par­tir de reunio­nes de “La Revo­lu­ción de las vie­jas”, una ini­cia­ti­va de la dipu­tada del Fren­te de Todos por la Ciu­dad, Gabrie­la Cerruti.

“Somos un gru­po de muje­res con mucha juven­tud acu­mu­la­da. Las que empren­di­mos este camino per­te­ne­ce­mos a dis­tin­tas par­tes del país y por eso deci­di­mos con­for­mar un movi­mien­to amplio. Cree­mos que es impres­cin­di­ble que el Esta­do desa­rro­lle polí­ti­cas de des­ge­ria­tri­za­ción e inclu­sión para lxs adultxs mayo­res. Esta­mos deci­di­das a for­mar par­te de ese pro­ce­so acti­va­men­te”, cuen­ta Julia Espi­no­za, inte­gran­te del movi­mien­to des­de la pro­vin­cia de San­ta Fe y una de las coor­di­na­do­ras de pren­sa y redes sociales. 

Des­te­rra­ron de su voca­bu­la­rio la pala­bra pasi­va aso­cia­da a la vejez, la expec­ta­ti­va de vida es cada vez mayor, y les resul­ta impe­rio­so apor­tar a esos años cali­dad de vida. “Tene­mos dere­chos escri­tos en nor­mas nacio­na­les e inter­na­cio­na­les: debe­mos acce­der a la vivien­da, a la salud, desa­rro­llar­nos cul­tu­ral­men­te, y con­ti­nuar con la mayor auto­no­mía posi­ble”, enu­me­ra y sos­tie­ne que son ellas las que mejor saben dón­de, cómo y con quie­nes quie­ren vivir. La moda­li­dad de vivien­da cola­bo­ra­ti­va es la que más se ade­cua a sus intere­ses y nece­si­da­des. Están deci­di­das a poner vida a su futu­ro y tra­ba­jan para alcan­zar esos objetivos.

Las muje­res que inte­gran el movi­mien­to con­si­de­ran que la vida debe ser vivi­da en comu­ni­dad, entre ami­gas y com­pa­ñe­ras que se cui­den entre sí. Su obje­ti­vo es tejer esos lazos con muje­res de todo el país y con otras orga­ni­za­cio­nes que quie­ran con­tri­buir con una vejez más dig­na como coope­ra­ti­vas o mutuales. 

Gladys Ave­lla­ne­da inte­gran­te del movi­mien­to, se defi­ne como madre, mili­tan­te tra­ba­ja­do­ra del Esta­do, artis­ta y abue­la. Se crió y vivió en una de las casas del pri­mer plan quin­que­nal que otor­gó la Fun­da­ción Eva Perón. La pre­mi­sa esta­ba en que la gen­te viva bien y dig­na­men­te. “Noso­tras desea­mos con­ti­nuar con la mis­ma ópti­ca popu­lar que que­rían Evi­ta y Perón”, expli­ca y sub­ra­ya emo­cio­na­da: “Debe­mos res­ca­tar la impor­tan­cia de los espa­cios ver­des. Nues­tros cha­lets y mono­blocks tie­nen ingre­so de luz y aire, son agra­da­bles y cómo­dos. Se vive y se dis­fru­ta con pla­cer y noso­tras que­re­mos man­te­ner ese concepto”.

Una comu­ni­dad de viejxs

Nora Bruo­li es psi­có­lo­ga, en febre­ro cobró su pri­me­ra jubi­la­ción y se dedi­có a la docen­cia en todos los nive­les. Vivía en Bue­nos Aires y deci­dió irse con su mari­do a pasar sus años de reti­ro labo­ral a San Rafael en la pro­vin­cia de Men­do­za. La idea de la vivien­da cola­bo­ra­ti­va la venía ron­dan­do y aho­ra que sus hijos son gran­des, mili­tan y tie­nen su fami­lia, pen­só que jun­tar­se para coha­bi­tar con gen­te de la mis­ma edad sería una gran oportunidad.

Lo que más cau­ti­vó a Nora fue el impul­so de las com­pa­ñe­ras y la ener­gía que las vie­jas le ponen al pro­yec­to. Orga­ni­zan char­las, se for­man en coope­ra­ti­vis­mo, mutua­lis­mo, legis­la­ción de vivien­da, sis­te­mas de cons­truc­ción res­pe­tuo­sas del medio ambien­te y dere­chos de lxs adultxs mayo­res. “Tenés has­ta cier­ta edad para ele­gir cómo enve­je­cer y, lue­go, empe­zás a depen­der de tus hijxs o de tu salud. Este deseo de con­vi­vir entre adultxs mayo­res tie­ne que ver con gene­rar dere­chos para la ter­ce­ra edad como el acce­so a los ser­vi­cios con­jun­tos, por­que lle­ga un momen­to en que no la podés pelear y te gana la cir­cuns­tan­cia”, describe. 

Argen­ti­na es uno de los Esta­dos miem­bro que adhie­re a la Con­ven­ción Inter­ame­ri­ca­na sobre la Pro­tec­ción de los Dere­chos Huma­nos de las Per­so­nas Mayo­res, apro­ba­da el 15 de junio de 2015 por la Orga­ni­za­ción de Esta­dos Ame­ri­ca­nos (OEA). El acuer­do es con­si­de­ra­do uno de los más holís­ti­cos res­pec­to de los dere­chos de las per­so­nas adul­tas mayo­res. Sus prin­ci­pios se con­di­cen con los del movi­mien­to y des­ta­can el dere­cho a una vivien­da dig­na, al tra­ba­jo, a la salud y a un ambien­te saludable.

“Las Vivien­das Cola­bo­ra­ti­vas no hacen refe­ren­cia a un edi­fi­cio o a una estruc­tu­ra sino a la vida en con­jun­to de las per­so­nas mayo­res que quie­ren tran­si­tar la vejez con inde­pen­den­cia y auto­no­mía en un mar­co de enve­je­ci­mien­to acti­vo. La colum­na ver­te­bral del pro­yec­to es la for­ma­ción de la comu­ni­dad. Un gru­po capaz de apo­yar­se mutua­men­te y dar segu­ri­dad abor­dan­do colec­ti­va­men­te sus ini­cia­ti­vas vita­les y resol­vien­do efi­caz­men­te sus con­flic­tos”, deta­lla Clau­dia Nie­vas, arqui­tec­ta cor­do­be­sa e inte­gran­te del equi­po de pro­yec­tos socia­les y cons­truc­ción del Movimiento.

En el acta decla­ra­to­ria remar­can algu­nos ejes rec­to­res como: esta­ble­cer víncu­lo con adultxs mayo­res intere­sadxs en vivir juntxs res­pe­tan­do la pri­va­ci­dad, pro­po­nien­do el desa­rro­llo de una vejez acti­va en casas con dis­po­si­cio­nes acce­si­bles e inte­gra­das a los cen­tros urba­nos y cer­ca­nos a comer­cios y a ins­ti­tu­cio­nes que garan­ti­cen el dere­cho a la salud, con espa­cios ver­des com­par­ti­dos don­de se pue­dan desa­rro­llar dife­ren­tes acti­vi­da­des comu­ni­ta­rias. Por otro lado, se le da mucha impor­tan­cia a la for­ma en la que serán cons­trui­das, se pro­po­ne arti­cu­lar con coope­ra­ti­vas de bio­cons­truc­ción que reali­cen vivien­das sus­ten­ta­bles con ener­gías renovables. 

Otra vejez es posible

El pro­yec­to se encuen­tra en una eta­pa inci­pien­te. Los dife­ren­tes gru­pos que lo inte­gran están inves­ti­gan­do y for­mán­do­se en legis­la­ción. A su vez, conec­tan gru­pos de adultxs mayo­res en todo el país e inda­gan cómo se cede­rían las vivien­das entre lxs sujetxs que con­for­man el colectivo. 

La ini­cia­ti­va de Vivien­da Cola­bo­ra­ti­va tie­ne peque­ñas expe­rien­cias en todo el mun­do. Otra for­ma de tran­si­tar la vejez es posi­ble y por eso su deseo las empu­ja a andar en un terreno des­co­no­ci­do. Con las herra­mien­tas que sus pro­fe­sio­nes, los años y la cola­bo­ra­ción que dife­ren­tes sec­to­res les extien­den se podrá lle­var a la prác­ti­ca. La socie­dad se cons­tru­ye con jus­ti­cia social y con los vie­jos y las vie­jas adentro. 

“Sabe­mos que el con­tac­to con pares sos­tie­ne, for­ta­le­ce redes de apo­yo a tra­vés de acti­vi­da­des com­par­ti­das y cui­da­dos recí­pro­cos y per­mi­te la cons­truc­ción de una narra­ti­va pro­pia. Tra­ba­ja­mos a favor de este sue­ño que nos con­tie­ne y nos tras­cien­de. Que­re­mos que nos vean nuestrxs hijxs y nietxs y los habi­tan­tes de nues­tro país y de diver­sas par­tes del mun­do que quie­ran habi­tar la vejez con ple­ni­tud”, con­clu­ye Fla­via Addad, otra inte­gran­te del colectivo.

Ilus­tra­ción de por­ta­da: Lola Noguer

– Este artícu­lo fue pro­du­ci­do en el mar­co del Taller de Pro­duc­ción y Edi­ción Femi­nis­ta en Medios Digi­ta­les de Feminacida –

Fuen­te: Feminacida



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