Resumen Latinoamericano, 7 de octubre de 2020.
El presidente de Brasil busca reforzar el apoyo de sus seguidores más fieles. El mandatario había recibido críticas de sus aliados más reaccionarios con su primer nominado al máximo tribunal del país, el juez garantista Kassio Marques.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le prometió a la comunidad evangélica que nombrará a un pastor como miembro del Tribunal Supremo Federal en 2021. Se trata de un sector muy poderoso, tanto a nivel religioso como político, que fue clave para la llegada de Bolsonaro al Palacio del Planalto. El mandatario dijo además que sueña con que el futuro magistrado abra con una oración religiosa las sesiones de la máxima instancia judicial del país. Lo hizo en medio de una lluvia de críticas por la nominación como titular de la Corte Suprema del camarista de carrera Kassio Nunes Marques, de perfil moderado y garantista, frente a la ola punitivista que desde 2014 derramó la Operación Lava Jato en el poder judicial de Brasil, con la ayuda de los principales medios de comunicación.
La mano de Dios
«Imaginen que la sesión de la Corte Suprema comience con una oración», dijo Bolsonaro el lunes por la noche en San Pablo, donde participó de un evento con la Asamblea de Dios, el mayor culto evangelista del país. «El futuro juez de la segunda vacante que se abre no será solo un terrible evangelista, sino que será pastor. Pero tengan certeza de una cosa. Eso no es mérito mío, es la mano de Dios», agregó el mandatario ganándose el aplauso de los presentes. Antes de referirse a ese tema, Bolsonaro le había preguntado al ministro de Educación Milton Ribeiro, quien también participó del evento: «¿Quién hubiera pensado que tendríamos un pastor a cargo de la educación en Brasil?».
Como contrapartida para no perder a sus seguidores más fieles debido a sus nuevas alianzas en el Congreso, Bolsonaro prometió que el próximo juez supremo será un evangelista cuando en julio se jubile Marco Aurelio Mello. Todas las fichas para ese reemplazo están puestas en el ministro de Justicia André Mendonça, un pastor y académico del derecho que reemplazó en mayo a Sergio Moro, el exjuez de Lava Jato que en su momento supo ser uno de los pilares del bolsonarismo.
El mensaje de Bolsonaro tranquilizó a la comunidad evangélica, la mayor base política del presidente. Ese soporte es clave de cara a las elecciones municipales del 15 de noviembre: Bolsonaro apoya al pastor y actual intendente de Río que irá por la reelección, Marcelo Crivella, y al diputado y expresentador de televisión Celso Russomano, del bloque evangelista que marcha primero en las encuestas.
Ambos pertenecen al partido Republicanos, del que también forma parte Flavio Bolsonaro, senador investigado en Río de Janeiro por fraude y lavado de dinero bajo sospecha de haber desviado partidas de sueldos para empleados estatales. El expolicía Fabricio Queiroz, amigo del presidente y por entonces empleado legislativo de Flavio, está detenido acusado de ser el cajero de la red de dinero publico desviado que involucra al clan Bolsonaro.
Desde la detención de Queiroz, Bolsonaro abandonó las marchas a favor de un golpe de Estado contra el Congreso y el Tribunal Supremo y se unió al llamado «Centrao», un bloque de bajo perfil legislativo que desde el regreso de la democracia adhiere a los oficialismos a cambio de cargos en el gobierno central. Ese mismo Centrao es el que le acercó al presidente el nombre de Kassio Marques, acompañado de un pedido de apoyo a la reelección de los presidentes del Congreso, Rodrigo Maia y Davi Alcolumbre.
«La Corte es como la selección brasileña»
Bolsonaristas de la primera hora habían fustigado al presidente en las últimas horas por nominar al juez Kassio Marques luego de llegar a un acuerdo con el actual Tribunal Supremo Federal y los legisladores Maia y Alcolumbre. «Estoy cansada de este gobierno al que le di mi vida», dijo entre lágrimas Sara Winter, la activista de ultraderecha que meses atrás acampó frente a la Corte Suprema pidiendo la renuncia de sus miembros, hecho por el cual permanece detenida en su domicilio. En la misma dirección se expresaron Allan dos Santos, un bloguero amigo de los Bolsonaro, y el gurú del presidente, Olavo de Carvalho.
Están criticando de mi lado a mi elegido para la Corte. Es que para muchos la Corte es como la selección brasileña, todos quieren poner a sus favoritos y si no entran sus favoritos se quejan», respondió el propio Bolsonaro. Marques, camarista del tribunal de apelaciones de Brasilia, había pasado el sábado en la casa de Antonio Dias Toffoli, juez de la corte que organizó una reunión a la que acudió el presidente para firmar una suerte de nuevo pacto de gobernabilidad.
Jair Bolsonaro, Davi Alcolumbre, Dias Toffoli e Kassio Marques entram no bar… pic.twitter.com/c2Hu8hbf2o
— Letícia Arsenio 30.123 (@leticiaarsenio) October 4, 2020
Ahora el Senado tratará el pliego de Marques a partir del 21 de octubre, luego de la jubilación del decano de la Corte, Celso de Mello. Se trata de una designación clave para casos de sospechas de corrupción que involucran a Flavio Bolsonaro y sobre los que el Tribunal Supremo deberá fallar. También se espera que la Corte se expida sobre el pedido de anulación de condenas contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva realizado por su defensa.
Fuente: Página 12