Resumen Latinoamericano, 6 de octubre de 2020.
Según denunció el MST, un ex teniente de alcalde de una ciudad vecina e hijo del ex propietario sugirió «pasar un tractor y bala» en los campamentos.
Decenas de familias sin tierra que viven en el Campamento Mandacaru, en el municipio de Traipu, en el campo de Alagoas, fueron amenazadas de muerte por políticos de la región, la noche del lunes (5).
Según los testigos, las amenazas vinieron del ex teniente de alcalde de la ciudad de Girau do Ponciano, ubicada a 28 kilómetros de Traipu, Severino Correia Cavalcante, conocido como Severino do Chapéu, además de Toinho Monteiro, hijo del ex propietario de la zona. .
Acompañados de secuaces, los dos exigieron que los campesinos abandonen de inmediato la zona, donde viven desde hace más de 18 años, bajo la amenaza de “pasar tractor y bala” a quien se encuentre allí.
“Estaban en la zona, encontraron pocas familias en este momento, porque estaban en el campo. Además de llevar la bandera, dejaron el mensaje de que las familias tendrían hasta ayer para salir de allí, porque hoy irían a sacar a las familias, amenazádolas con balas y pasar el tractor por encima”, informa Débora Nunes, de la coordinación nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
Las familias viven en la zona desde hace 18 años y se dedican al campo, principalmente a la producción de frijol, maíz, palma y pequeños animales. También hay una escuela para jóvenes y adultos en la zona.
A principios de 2020, incluso después de varios intentos de negociar con el gobierno, las familias fueron desalojadas de la zona. Con la pandemia de coronavirus, se les permitió regresar en abril.
Según el MST, ya se han convocado a los organismos competentes para vigilar el caso y garantizar la seguridad de los campistas. “No podemos permitir que las familias, en tiempos de pandemia, en tiempos de crisis profunda, sean desalojadas, que pierdan la posibilidad de estar en el suelo quitándose la vida, mediante la producción de alimentos saludables”, dice Débora Nunes.
El cronista de Brasil de Fato intentó contactar a Severino Correia Cavalcante y Toinho Monteiro pero no recibió respuesta hasta el momento de la publicación.
Fuente: Brasil de Fato