Cata­lun­ya. Jus­ti­cia sim­bó­li­ca: Que­ma­ron al Rey este 12 de octubre

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 12 de octu­bre de 2020.

Este 12 de Octu­bre en Ber­ga aca­ba de arder Feli­pe VI.

En la tra­di­cio­nal jor­na­da de “La Que­ma del Ninot”.

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San­tia­go Sie­rra y Euge­nio Merino que­man el ninot del Rey sin encon­trar comprador

Los artis­tas han ele­gi­do el día de la mal lla­ma­da «Fies­ta Nacio­nal» (Comie­zo del Geno­ci­dio indí­ge­na) para inci­ne­rar en una calle de la loca­li­dad cata­la­na de Ber­ga la escul­tu­ra de 4,5 metros de altu­ra, que pre­sen­ta­ron en Arco en 2019 y que ven­dían por 200.000 euros

El ninot de 4,5 metros del Rey, creado por Santiago Sierra y Eugenio Merino, ardiendo en una calle de Berga (Barcelona).
El ninot de 4,5 metros del Rey, crea­do por San­tia­go Sie­rra y Euge­nio Merino, ardien­do en una calle de Ber­ga (Bar­ce­lo­na).

San­tia­go Sie­rra y Euge­nio Merino han que­ma­do esta maña­na en una calle de Ber­ga (Bar­ce­lo­na) el ninot de Feli­pe VI, de 4,5 metros de altu­ra, que pro­ta­go­ni­zó la edi­ción de Arco de 2019. En todo este tiem­po los artis­tas no logra­ron encon­trar al colec­cio­nis­ta que paga­ra 200.000 euros por ella y que cum­plie­ra con la con­di­ción con­trac­tual de que­mar­la antes de que pasa­ra un año. Como decla­ró en su día Merino a este perió­di­co, lo que se ven­día era “el pla­cer de que­mar la pie­za”. La pare­ja ha ele­gi­do el día de la Fies­ta Nacio­nal para que­mar la figu­ra escul­tó­ri­ca del Rey. Tras la acción los artis­tas pon­drán a la ven­ta los res­tos: el vídeo, las foto­gra­fías, las ceni­zas y la calavera.

La obra se ha que­ma­do sin ser ven­di­da, tal y como con­fir­ma el estu­dio de San­tia­go Sie­rra a este perió­di­co. Tam­bién acla­ran que Ber­ga, gober­na­da por la CUP, era el úni­co muni­ci­pio don­de les habían con­ce­di­do el per­mi­so para que­mar el ninot de Feli­pe VI. La Poli­cía Local, sin embar­go, ase­gu­ra que no tenía cono­ci­mien­to del acto.https://www.youtube.com/embed/x_DqazzQ_l4?feature=oembed

“Es un monu­men­to úni­co e his­tó­ri­co que le ofre­ce­mos al colec­cio­nis­ta para su pro­pio dis­fru­te. Esto es mer­ca­do tam­bién”, expli­có Merino hace más de un año. La obra tenía aso­cia­da un con­tra­to que debe­ría haber asu­mi­do el com­pra­dor, en el que se defi­nía el futu­ro de la polé­mi­ca pie­za. El final siem­pre esta­ba cla­ro: “Arde­rá igual­men­te”, pun­tua­li­zó Sie­rra. Así ha ocu­rri­do este lunes.

Aun­que los artis­tas acla­ra­ron cuan­do pre­sen­ta­ron el ninot que su pre­ten­sión no era hacer una pie­za ofen­si­va, están acos­tum­bra­dos a herir las sen­si­bi­li­da­des del públi­co menos crí­ti­co. En 2018, San­tia­go Sie­rra pro­ta­go­ni­zó el pri­mer epi­so­dio de cen­su­ra en la feria Arco, cuan­do la direc­ción de la mis­ma dio orden de reti­rar su serie foto­grá­fi­ca Pre­sos polí­ti­cos de la gale­ría Hel­ga de Alvear, don­de se expo­nía la pie­za. Por su par­te Euge­nio Merino fue denun­cia­do por la Fun­da­ción Fran­cis­co Fran­co, en 2015, por vul­ne­rar el honor del dic­ta­dor de la obra Pun­ching Fran­co (la cabe­za de Fran­co era el obje­ti­vo de los gol­pes de esta herra­mien­ta de boxeo). La Audien­cia Pro­vin­cial de Madrid aca­bó con la capa­ci­dad de la enti­dad para ofen­der­se con todo artis­ta que iro­ni­ce sobre la figu­ra del dic­ta­dor.

Tra­di­ción satírica

“La Cons­ti­tu­ción espa­ño­la ampa­ra nues­tro dere­cho de crea­ción y libre expre­sión artís­ti­ca, así como ampa­ra la liber­tad de expre­sión gene­ral”, ase­gu­ra­ba San­tia­go Sie­rra ante la posi­bi­li­dad de una denun­cia por ofen­sa al rey. “Por otra par­te y al ser habi­tual las que­mas de ninot don­de no es de extra­ñar la pre­sen­cia anual de miem­bros de la casa real, pode­mos enmar­car nues­tra actua­ción como den­tro de los usos y cos­tum­bres, ade­más de en la fuer­te tra­di­ción satí­ri­ca del pue­blo espa­ñol. No tene­mos pen­sa­do que­bran­tar la ley. La que­ma del ninot se hará cum­plien­do la ley”, aña­dió el artista.

Los pro­pios artis­tas defi­nían la dife­ren­cia entre un ninot ‑pura cari­ca­tu­ra y exa­ge­ra­ción- y una escul­tu­ra hiper­rea­lis­ta: “Es ninot por­que está pen­sa­do para arder. De hecho, en su cons­truc­ción solo se ha teni­do en cuen­ta su pro­ce­so de que­ma­do”, con­ta­ban. Los mate­ria­les (cera, resi­nas, made­ra, tela y pelo natu­ral) se esco­gie­ron para este moti­vo y fue crea­da en un taller valen­ciano por el maes­tro Mano­lo Mar­tín. El escul­tor de ninots ya había tra­ba­ja­do con Sie­rra, en 2012, cuan­do hizo para él la pala­bra Futu­re de tres metros de alto, que tam­bién fue quemada.

El ninot de Felipe VI en Arco, en 2019.
El ninot de Feli­pe VI en Arco, en 2019.Álvaro García

“El ninot es una escul­tu­ra hiper­rea­lis­ta hecha con tan­ta pre­ci­sión que da pena que­mar­la y esa ten­sión es esti­mu­lan­te. Siem­pre me ha intere­sa­do la falla como con­cep­to”, dijo Sie­rra. Para el artis­ta este acto popu­lar es un sím­bo­lo con el que lo cadu­co es que­ma­do para que sur­ja lo nue­vo: “Ese no es un deseo de odio, sino de rege­ne­ra­ción. La obra que pre­sen­ta­mos en Arco es bellí­si­ma, pre­ci­sa­men­te por­que va a arder”, anun­ció Sierra.

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