Chi­le. Entre­vis­ta a la lucha­do­ra femi­nis­ta Fran­cis­ca Fer­nán­dez: «El secre­to es no sol­tar la calle»

Por Car­los Azná­rez y María Torre­llas, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 de octu­bre de 2020.

La vic­to­ria del Aprue­bo en Chi­le ha pro­vo­ca­do satis­fac­ción y entu­sias­mo en amplios sec­to­res de la pobla­ción pero nadie igno­ra que aho­ra empie­za una eta­pa difí­cil y com­ple­ja. Para hablar pre­ci­sa­men­te de este pre­sen­te y cómo se pue­de vis­lum­brar el futu­ro de lucha en ese país, habla­mos con Fran­cis­ca «Pan­cha» Fer­nán­dez, mili­tan­te femi­nis­ta de la Coor­di­na­do­ra 8M y tam­bién pro­ta­go­nis­ta de la bata­lla por la des­pri­va­ti­za­ción del agua. 

-Muchas gra­cias por la invi­ta­ción a Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, como bien uste­des han dicho, esta­mos con­ten­tas. Cele­bran­do has­ta tar­de este triun­fo, que no hay que olvi­dar que es el triun­fo de los pue­blos. Más allá de que muchos sec­to­res que son par­te del pro­ble­ma se lo han que­ri­do apro­piar. Es la movi­li­za­ción his­tó­ri­ca, la movi­li­za­ción polí­ti­ca de la revuel­ta de los dis­tin­tos pue­blos lo que posi­bi­li­tó lo que vivi­mos este pasa­do domingo.

-Enton­ces, pode­mos sin­te­ti­zar esta vic­to­ria del Aprue­bo como el resul­ta­do de todo este año de lucha, des­de que los y las estu­dian­tes secun­da­rias se sal­ta­ron los con­tro­les del metro has­ta la actua­li­dad de esta revuel­ta que ha cos­ta­do muer­tos, pre­sos y pre­sas, y mucho sacri­fi­cio pues­to en la calle por los más jóvenes?

-Si, abso­lu­ta­men­te, pero lo amplia­ría. Lo he dicho en varias oca­sio­nes, es cier­to que lo que vemos vivi­do con un Aprue­bo ava­sa­lla­dor, por una nue­va Cons­ti­tu­ción es pro­duc­to de dos carri­les que se fue entre­te­jien­do. Por una par­te, sin duda, la revuel­ta del 18 de octu­bre de 2019, que no pode­mos olvi­dar, que se gene­ra de mane­ra muy poten­te por par­te de los y las estu­dian­tes sal­tan­do los moli­ne­tes del metro por una subi­da de $30. Enton­ces ahí hay una rabia cor­po­ra­li­za­da de 30 años, más aún, de 45 años de con­so­li­da­ción de polí­ti­cas neo­li­be­ra­les que pode­mos decir esta­lló jus­ta­men­te. Fue el esta­lli­do de una rabia popu­la­ri­za­da, sur­gi­da por los dis­tin­tos pode­res. Sin embar­go, soy enfá­ti­ca en seña­lar que ya habían rutas y cami­nos tra­za­dos por los pue­blos en los terri­to­rios y los movi­mien­tos socia­les. No pode­mos olvi­dar al pue­blo mapu­che que resis­te hace más de 500 años con­tra un Esta­do opre­sor y que han gene­ra­do pro­pues­tas de auto­de­ter­mi­na­ción, ellos y ellas son gran­des refe­ren­tes. No es casua­li­dad que la ban­de­ra mapu­che haya sido icono de esta movi­li­za­ción. Así como las femi­nis­tas hace dos años que tene­mos un pro­gra­ma de lucha, con­tra la patriar­ca­li­za­ción, con­tra la vio­len­cia y la pre­ca­ri­za­ción estruc­tu­ral, tene­mos un pro­gra­ma inte­gral de luchas por el agua, tam­bién. Enton­ces se entre­te­jie­ron luchas his­tó­ri­cas con una revuel­ta actual. No hay que olvi­dar que si hoy pode­mos hablar de una nue­va Cons­ti­tu­ción, es pro­duc­to exclu­si­va­men­te de las movi­li­za­cio­nes que se gene­ra­ron a la luz de octu­bre y de este pro­yec­to his­tó­ri­co, de este hori­zon­te polí­ti­co que hemos podi­do sos­te­ner con nues­tros pueblos.

-Hay un tema que tene­mos que acla­rar, sobre todo para quie­nes no están en Chi­le. ¿Cuá­les son las difi­cul­ta­des de esta his­to­ria? Hemos oído voces seña­lan­do: “espe­re­mos que no nos arre­ba­ten por lo que hemos lucha­do” ¿Cuá­les son las com­ple­ji­da­des para vos?

-Las com­ple­ji­da­des tie­nen que enten­der­se tal vez bajo tres pro­ce­sos. Lo cons­ti­tu­yen­te tie­ne tres momen­tos. Un pri­mer momen­to que es lo des­ti­tu­yen­te, des­ti­tuir el orden impe­ran­te, jus­ta­men­te estas polí­ti­cas nefas­tas neo­li­be­ra­les que han per­pe­tua­do la pre­ca­ri­za­ción de todas las cosas. Como por ejem­plo la pri­va­ti­za­ción de las aguas de Chi­le. Somos el úni­co país en el mun­do en que el agua es pri­va­da. Enton­ces lo des­ti­tu­yen­te se ha con­fi­gu­ra­do des­de las expre­sio­nes en la calle. No es casua­li­dad que otro momen­to impor­tan­tes de la revuel­ta es la des­mo­nu­men­ta­li­za­ción, rom­per los monu­men­tos que repre­sen­tan todo estos valo­res hege­mó­ni­cos, colo­nia­les, patriar­ca­les. Ade­más de lo des­ti­tu­yen­te de nues­tra memo­ria de la resis­ten­cia. Es así: en La Sere­na se des­tru­ye una figu­ra colo­nial y se colo­ca la de la caci­ca Millan­ca . Lo des­ti­tu­yen­te es tam­bién “Renun­cia Piñe­ra”, “Fue­ra Piñe­ra”, como uste­des tam­bién tuvie­ron su pro­ce­so “que se vayan todos”. Acá lo típi­co es aca­tar la lógi­ca de los par­ti­dos polí­ti­cos, inclu­so los lla­ma­dos pro­gre­sis­tas o las izquier­das más cri­ti­cas, como el Fren­te Amplio. El pro­ble­ma es cómo se ha dado el poder hege­mó­ni­co que ha con­fi­gu­ra­do el mode­lo neoliberal.

-¿Por don­de pasa el segun­do momento?

-Un segun­do momen­to es cons­ti­tu­yen­te, pero enten­dien­do otros hori­zon­tes posi­bles. Enton­ces lo cons­ti­tu­yen­te son las asam­bleas terri­to­ria­les, son estos pro­gra­mas que hice refe­ren­cia des­de el movi­mien­to femi­nis­ta, des­de los pue­blos ori­gi­na­rios, afro, migran­tes, los movi­li­za­dos des­de el cam­po y la ciu­dad. Ahí esta­mos cons­tru­yen­do un hori­zon­te cons­ti­tu­yen­te cons­tan­te­men­te. Vuel­vo a insis­tir, tan­to des­de figu­ras y for­ma­cio­nes polí­ti­cas ante­rio­res, como las asam­bleas terri­to­ria­les que sur­gie­ron con fuer­za. Por otra par­te está la cons­ti­tu­yen­te en cla­ve cons­ti­tu­cio­nal. Tie­ne otra cor­po­ra­li­dad, está dado por un Esta­do sub­si­dia­rio, pri­va­ti­za­dor, cen­tra­lis­ta, jus­ta­men­te ahí vie­ne la com­pli­ci­dad. ¿Qué suce­de? Lo cons­ti­tu­yen­te des­de los terri­to­rios tie­nen su pro­pio tiem­po, el tiem­po de los pue­blos. Y los esta­mos cons­tru­yen­do. Sin embar­go lo cons­ti­tu­yen­te, ade­más de tener un tiem­po ins­ti­tu­cio­nal ha sido un tiem­po mode­la­do por un acuer­do que se gene­ró en noviem­bre de 2019. Don­de par­ti­dos de la izquier­da ins­ti­tu­cio­nal has­ta de la dere­cha fir­man un acuer­do que final­men­te posi­bi­li­ta que poda­mos votar. Sin embar­go, nos limi­ta. ¿Cuál es la moda­li­dad de sali­da? Siem­pre hemos dicho, noso­tras que­re­mos Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te, plu­ri­na­cio­nal, enten­dien­do que somos dis­tin­tos pue­blos arti­cu­lan­do a ori­gi­na­rios, afros, migran­tes, cam­pe­si­nos, urba­nos, asam­bleas femi­nis­tas que luchen por pro­ce­sos de des­pa­triar­ca­li­za­ción y una asam­blea socio­am­bien­tal, don­de colo­que­mos los dere­chos de la natu­ra­le­za como prioridad.

¿Qué ocu­rrió, les limi­ta­ron esa posibilidad?

-Asi es,nos coar­ta­ron la posi­bi­li­dad de dos lados. Por un lado, la comi­sión mix­ta que es una posi­bi­li­dad que per­dió, 50% gen­te del con­gre­so 50% ciu­da­da­nía y el Con­gre­so cons­ti­tu­cio­nal como supues­ta­men­te lo más pro­gre­sis­ta, 100% ele­gi­dos los y las con­gre­sis­tas. Pero, ¿cuál es el pro­ble­ma? El sis­te­ma de elec­ción es bajo la lógi­ca de dipu­tación de dis­tri­to. Enton­ces se sigue favo­re­cien­do a los mis­mos per­so­na­jes que están ahí. Son par­te del pro­ble­ma, los par­ti­dos polí­ti­cos. Ade­más está la ley 21200, que toma otro eje: que duran­te el pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te no se pue­den tocar los tra­ta­dos de libre comer­cio. Y des­de la lucha socio­am­bien­tal, des­de la lucha femi­nis­ta hemos dicho “ojo que es prio­ri­dad”, que una de las aris­tas más impor­tan­tes de esto es neo­li­be­ral, por­que los tra­ta­dos de libre comer­cio tien­den a pre­ca­ri­zar nues­tra con­di­ción labo­ral pero tam­bién tien­den a la ter­ce­ri­za­ción terri­to­rial con lógi­cas de mer­can­ti­li­za­ción y pri­va­ti­za­ción. Enton­ces, tene­mos difi­cul­ta­des, y ahí tie­ne que ver con este segun­do momen­to tan impor­tan­te. El mar­co de impu­ni­dad. Acá ha habi­do ase­si­na­tos, tor­tu­ra, vio­len­cia polí­ti­co-sexual, muti­la­cio­nes y tene­mos miles de pre­sos y pre­sas de la revuel­ta. Tene­mos pre­sos polí­ti­cos mapu­ches. Estas son las con­di­cio­nes que podría­mos lla­mar impu­ni­dad. Enton­ces ahi está el pri­mer momen­to com­ple­jo. El segun­do es que esta­mos luchan­do con la cons­truc­ción de esta Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te y ade­más esta maña­na vi como sec­to­res de la ex Con­cer­ta­ción, de la Nue­va Mayo­ría, se están apro­pian­do de todo, sin olvi­dar que son par­te del pro­ble­ma. Por ejem­plo, en Chi­le, el agua se pri­va­ti­zó en 1981, sin embar­go las sani­ta­rias se pri­va­ti­za­ron con la Con­cer­ta­ción. Enton­ces, pare­ce fun­da­men­tal la lucha en la calle, que la exi­gen­cia de liber­tad de las pre­sas y los pre­sos siga sien­do cri­te­rio fun­da­men­tal para seguir esta cons­truc­ción en dos hori­zon­tes, por un lado lo cons­ti­tu­cio­nal y por otra par­te seguir pro­fun­di­zan­do en nues­tros pue­blos pro­ce­sos cons­ti­tu­yen­tes des­de lo terri­to­rial y des­de la auto­de­ter­mi­na­ción de los pue­blos. Son perio­dos com­ple­jos. ¿cómo dispu­tamos? Hay un sec­tor ya movi­li­za­do que dijo “bueno, des­bor­de­mos el pro­ce­so cons­ti­tu­cio­nal”, otros sec­to­res dicen “no, se des­bor­da en la calle”, “se des­bor­da rom­pien­do estruc­tu­ras”. Enton­ces, creo que ahí tene­mos dis­tin­tas lec­tu­ras del pro­ce­so que se nos vie­ne. Pero sin duda tene­mos la cla­ri­dad abso­lu­ta de que se vie­nen tiem­pos de movi­li­za­ción don­de tene­mos que seguir sos­te­nien­do todas estas pro­pues­tas que hemos esta­do conversando.

-Aquí por todo lo que me plan­teas, entra una pre­gun­ta que se cae de madu­ra. En algu­nos pro­ce­sos lati­no­ame­ri­ca­nos, este tiem­po de asam­blea cons­ti­tu­yen­te se hicie­ron con gobier­nos más o menos revo­lu­cio­na­rios o pro­gre­sis­tas, léa­se Vene­zue­la, léa­se Boli­via, léa­se Ecua­dor, con un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te que se orien­tó des­de arri­ba, pero con el con­sen­so de la base. En Chi­le esta­mos en un pro­ble­ma, por­que hay un gobierno neo­li­be­ral capi­ta­lis­ta, fas­cis­ta, dic­ta­to­rial que no ha sido reem­pla­za­do y aho­ra se ha pro­du­ci­do esta vic­to­ria. ¿Cómo se hace para que no sea pro­vi­so­ria? Como decías ya hemos vis­to que están toda la cater­va vin­cu­la­da a Bache­let, a la DC, a Omi­na­mi y a Isa­bel Allen­de, por citar solo algu­nos, que tra­ta­rán de adue­ñar­se del triun­fo. ¿La calle alcan­za para fre­nar­los? ¿No esta­ría fal­tan­do una orga­ni­za­ción que agru­pe a la calle? Por­que la calle en si mis­ma, y las orga­ni­za­cio­nes terri­to­ria­les son un com­pen­dio de muchas ideas y muchas pro­pues­tas, y el pro­ble­ma es como pelear fren­te a estos per­so­na­jes resu­ci­ta­dos, que te van a correr con la nece­si­dad de lo ins­ti­tu­cio­nal día y noche.

-Es impor­tan­te, el domin­go de la vota­ción eran las 7 de la tar­de y la Pla­za de La Dig­ni­dad esta­ba abso­lu­ta­men­te reple­ta. A esa hora, ni quie­ra esta­ban cerra­das las mesas, pro­duc­to de la pan­de­mia. His­tó­ri­ca­men­te siem­pre se cie­rran las mesas de los ple­bis­ci­tos a las 17 hs pero este año se amplió has­ta las 20hs para que hayan mayo­res con­di­cio­nes sani­ta­rias y de pro­tec­ción. Pero la gen­te esta­ba a las 19 hs en la Pla­za. Quie­ro decir que no está­ba­mos cele­bran­do a esa hora el resul­ta­do, está­ba­mos cele­bran­do el pro­ce­so. Por­que sabía­mos que tenien­do este pro­ce­so, ya hemos gana­do. Es emo­cio­nan­te ver el des­bor­de de las calles. Nadie esta­ba intere­sa­do en los resul­ta­dos de la elec­ción. No digo que no, obvia­men­te des­pués está­ba­mos vien­do el por­cen­ta­je de los resul­ta­dos. Ade­más aumen­tó la pobla­ción votan­te, pero hay pobla­ción que no vota. Hay mira­das cri­ti­cas al pro­ce­so ins­ti­tu­cio­nal que no fue­ron par­ti­ci­pes. Pero los que si par­ti­ci­pan de algu­na for­ma apro­ban­do y votan­do por las refor­mas cons­ti­tu­cio­na­les en algu­nos casos, está­ba­mos pre­sen­te. Me pare­ce muy impor­tan­te. Segun­do, ¿qué se dijo en la pri­me­ra par­te de la movi­li­za­ción del domin­go?: “Renun­cia Piñe­ra, fue­ra Piñe­ra”. No pode­mos pen­sar un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te, un pro­ce­so demo­cra­ti­za­dor con una nue­va cons­ti­tu­ción, si eso impli­ca ampliar los mar­cos de la demo­cra­cia, pero sabe­mos que la ley, que las vio­len­cias y el extrac­ti­vis­mo podrían seguir per­pe­tuán­do­se. Eso tam­bién es cier­to. No ago­ta­mos todo en la nue­va Cons­ti­tu­ción pero nece­si­ta­mos jus­ti­cia y no la dic­ta­du­ra cívi­co mili­tar. Es decir, seguir habi­tan­do la Cons­ti­tu­ción en el mar­co de una dic­ta­du­ra cívi­co mili­tar impli­ca seguir polí­ti­ca e ins­ti­tu­cio­nal­men­te en esos mar­cos. Pero no vamos a ter­mi­nar con el libe­ra­lis­mo con la nue­va Cons­ti­tu­ción. Es súper impor­tan­te y lo hemos dicho. Es par­te de un camino. Es par­te de una cons­truc­ción. Pien­sen uste­des, sos­te­ner la impor­tan­cia de la Cons­ti­tu­ción nacio­nal devie­ne en asam­blea cons­ti­tu­yen­te, algu­nos han habla­do de par­ti­ci­par, unos han dicho que no, que siga­mos sos­te­nien­do y poli­ti­zan­do como fue en octu­bre, que se pudo gene­rar una nue­va vota­ción. Por otro lado, tene­mos que pre­sio­nar para que renun­cie Piñe­ra. Es muy dra­má­ti­co que final­men­te él reci­ba la Cons­ti­tu­ción. Enton­ces, esta­mos con ese gran desa­fío. Por otra par­te es decir, “ojo” acá la Con­cer­ta­ción, la Nue­va Mayo­ría y quie­nes se han deno­mi­na­do pro­gre­sis­tas, que de pro­gre­sis­tas no tie­nen nada, por­que han per­pe­tua­do el neo­li­be­ra­lis­mo, no son par­te de este rela­to. No es su lucha, en 30 años no hicie­ron nada. Estu­vie­ron en el poder y ese poder no gene­ró trans­for­ma­ción. Enton­ces “Fue­ra Piñe­ra”. Hay que sacar a los pre­sos y seguir hacien­do esta lucha ince­san­te para que Piñe­ra se vaya, el secre­to es no sol­tar la calle.

-Por otro lado, Piñe­ra afir­mó, ape­nas ter­mi­nó la elec­ción, que “esto recién es un triun­fo de la paz y de todos los chi­le­nos, de la uni­dad”, el col­mo del cinis­mo o del autis­mo. Lo ve, lo sabe, está cla­ro que está apos­tan­do a lle­gar y durar has­ta el 2022, momen­to de las elec­cio­nes. Por eso pare­ce lógi­co lo que estás plan­tean­do, que se vaya Piñe­ra por lo menos para empe­zar a dis­cu­tir cómo se lle­va ade­lan­te esta nue­va Constitución.

-Ade­más con dos polí­ti­cas, una es la polí­ti­ca de los disen­sos. Los movi­mien­tos socia­les somos capa­ces de arti­cu­lar a pesar de las dife­ren­cias y ahí se deba­te la Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te, que, ojo que ya hay varias peleas que se están dan­do. Ya se creó la Asam­blea Cons­ti­tu­yen­te Ciu­da­da­na, de gen­te que lla­mó a no par­ti­ci­par de la con­ven­ción cons­ti­tu­cio­nal, han habi­do por lo menos dos encuen­tros. Por otra par­te, esta Uni­dad Social que está lla­man­do a una Asam­blea Cons­ti­tu­cio­nal tam­bién es para pen­sar­se, por­que aho­ra des­de la Coor­di­na­do­ra 8 de Mar­zo esta­mos con la edu­ca­ción, con el agua. Cuál es el desa­fío, a pesar de nues­tras dife­ren­cias en las lec­tu­ras, tene­mos sen­ti­dos comu­nes com­par­ti­dos, cómo cons­truir un pro­ce­so plu­ri­na­cio­nal cons­ti­tu­yen­te pro­pio de las orga­ni­za­cio­nes, don­de poda­mos con­ver­sar, encon­trar­nos y disen­tir. Por otra par­te, tene­mos que acep­tar la polí­ti­ca de la incer­ti­dum­bre, de que las cosas van cam­bian­do cons­tan­te­men­te. Esta­mos eva­luan­do día a día las dis­tin­tas con­di­cio­nes que se están dan­do, para fre­nar estos pro­ce­sos. Esto es impor­tan­te, que sea­mos par­te de lo que esta­mos enten­dien­do como pro­ce­so político.

-Vien­do el por­cen­ta­je de votan­tes, a noso­tros nos pare­ció bajo el 50%, sin embar­go, uste­des decían que es un por­cen­ta­je his­tó­ri­co. ¿Qué quie­re decir, que antes no iba nadie, cuán­ta gen­te votaba?

-El uni­ver­so de votan­tes es de 14 millo­nes. Los que votan son 7 millo­nes, sin embar­go res­pec­to de las elec­cio­nes del No, res­pec­to de la elec­cio­nes de los pre­si­den­tes res­pec­to a 2017 la pri­me­ra y segun­da vuel­ta, esta es la más alta. Mucha gen­te adul­ta mayor no fue a votar. Esto es una cla­ra vota­ción de los jóve­nes. Y eso si que es abso­lu­ta­men­te his­tó­ri­co. Un sec­tor que no ten­día a votar. No pode­mos olvi­dar que esta­mos votan­do en ple­na pan­de­mia. Creo que eso es impor­tan­te. Por otro lado, hacer­se car­go que hay gen­te que no vota por­que es crí­ti­ca a estos cua­dros cons­ti­tu­cio­na­les y si bien han pen­sa­do que pue­de ser la vía, no van. Tres comu­nas emble­má­ti­cas que vota­ron el Recha­zo son comu­nas de la cla­se alta. Acá esta­mos hablan­do que esta­mos inser­tas en la lucha de cla­ses. Acá hay cla­sis­mo. En las cla­ses altas, arra­sa el el voto por el Recha­zo. En otro lugar, la zona mili­ta­ri­za­da, está vin­cu­la­da con las fuer­zas arma­das, siem­pre ha teni­do inter­ven­ción mili­tar, y ahí tam­bién ganó el Recha­zo. Pero don­de arra­sa el Aprue­bo, son puros luga­res del sacri­fi­cio. Acá es intere­san­te hacer dis­tin­tas lec­tu­ras res­pec­to a los por­cen­ta­jes, a las asis­ten­cias. Es una lec­tu­ra intere­san­te que ire­mos hacien­do en los pró­xi­mos días, espe­ro nos encon­tre­mos y char­le­mos al res­pec­to. Creo que acá está lo impor­tan­te, que vamos a estar defi­nien­do líneas de acción, vamos a estar defi­nien­do día a día.

Trans­crip­ción: Julia Mottura

Itu­rria /​Fuen­te

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