Por Trochando Sin Fronteras. Resumen Latinoamericano, 4 de octubre de 2020.
El 24 de septiembre de 1966, desde el departamento del Magdalena y la región Caribe los maestros iniciaron La Marcha por el Hambre, acontecimiento histórico de carácter socioeconómico desde la perspectiva clasista. La Marcha estuvo a cargo del sector magisterial, mismo que marcaría por décadas la memoria de las movilizaciones populares.
Partieron de Santa Marta, departamento del Magdalena, entre 400 a 800 maestros. 86 llegaron a Bogotá el 21 de octubre a la Plaza de Bolívar luego de caminar 28 días. En su recibimiento la plaza se encontraba llena. Recorrieron 1600 kilómetros en los cuales encontraron la solidaridad y vivas de las personas que al lado de las carreteras animaban su caminar, en medio de un cubrimiento periodístico que dio cuenta por varios medios de este acontecimiento sindical.
La marcha tuvo como antecedente, el Paro de Maestros, que inició en marzo de 1966 y que no dio oportunidad de volver a las clases durante varios meses. Posteriormente se levantó, por el pago de los salarios que el Gobierno adeudaba a las y los maestros ubicados en las regiones al interior del país. Pero en el Caribe colombiano no fue pagado; por eso desde allí se origina la marcha.
El incumplimiento a los pagos salariales, el generalizado mal estado del gremio, el derecho a sindicalizarse y la no profesionalización, fueron elemento suficientes para llenar de argumentos a la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) e impulsar la movilización.
La marcha fue nombrada así, para decirle al país y al Gobierno que los educadores de las y los hijos del pueblo se estaban muriendo de hambre. Ante el no pago de salarios y la falta de ingresos se generó una hambruna entre los educadores. Ningún tendero o comerciante quería anotar en sus cuadernos los mercados que solicitaban para alimentar a sus familias; tampoco podían pagar los servicios públicos y se generalizó los desalojos de las viviendas que estaban habitando.
Liderazgo femenino
Alrededor de cincuenta mujeres hicieron parte de esta gesta. Más 36 culminaron el recorrido hasta Bogotá. Aunque se le criticó por dejar su rol de madres y amas de casa para salir a caminar, su gesta es ejemplo para continuar con la exigibilidad de derechos sociales, educativos, políticos y económicos.
Es relevante destacar el liderazgo de las mujeres educadoras, protagonistas al encabezar en mayoría frente a los hombres en el desarrollo de la movilización. En su participación destaca su entendimiento como sujetas colectivas que se organizan y generan luchas para transformar la sociedad.
Aportes de la Marcha del Hambre a la movilización en el 2020
Lo cierto es que la Marcha por el Hambre generó reflexiones en la sociedad, generó la presión que obligó al Gobierno Nacional a tomar medidas que desencadenaron el incremento del presupuesto en educación, reorganizar el Ministerio de Educación y profesionalizar a más aspirante a ser docentes.
Sin duda esa marcha es referente para continuar la lucha histórica que tienen las y los trabajadores por lograr vivir en dignidad, que hoy se aviva con las movilizaciones del 21N del 2019, el 9S 2020 y con las convocatorias a paro que se reinician, al profundizar los problemas económicos en la población y la avanzada violenta contra la misma por parte del Estado en lo político y en lo represivo; y donde el sector de educadores ha tenido relevancia al estar en continua convocatoria y movilización.
Contexto
Era el año 1966, se había elegido como presidente a Carlos Lleras del partido tradicional Liberal, en medio de la vigencia del Frente Nacional, pacto oligarca entre conservadores y liberales quienes decretaron que por cuatro gobiernos durante diez y seis años se profundizara la exclusión democrática y la represión por medio del Estado de Sitio.
Colombia navegaba en la pobreza. A sangre y fuego el Estado combatía a quien se sublevara para exigir mayor participación democrática y cambio del modelo económico. Violencia que aumentaba ante la centralización del poder en las elites partidista y económicas; mientras que las comunidades vivían difíciles condiciones.
Por esos días, ya los maestros estaban organizados y presentaban muchas carencia en sus regiones, si en la capital ese sector era precario, imaginémonos en las otras ciudades, municipios y veredas en donde los dineros se enredaban en la corrupción de los traslados.
Fuente: Trochando Sin Fronteras
Bibliografía:
-Deisy Lorena González. La marcha del Hambre, Protesta Social que Hizo con las Mujeres, 2017.
-Rafael Cuello Ramírez. La Marcha del Hambre, un Hito Histórico de las Luchas del magisterio , 2013.