Resumen Latinoamericano, 24 de octubre de 2020.
En los últimos años, en una perpetua situación de “ni guerra ni paz”, Donbass se ha visto obligado a enfrentarse a diferentes situaciones en las que, aunque no directamente vinculadas al conflicto, el estado de guerra ha dificultado notablemente la resolución de los problemas. Es el caso de la pérdida de parte del tejido industrial de la zona o la caída de la demanda del carbón, uno de los principales productos de la zona y garantía de miles de empleos.
En esta ocasión, se trata de la situación epidemiológica derivada de la pandemia de coronavirus. Pese a que los cierres de fronteras y la limitada movilidad de la zona facilitó la situación durante la primera ola, la situación actual parece haberse complicado notablemente a ambos lados de la línea del frente. Como en otras ocasiones, Donetsk y Lugansk han mirado a Moscú en busca de la necesaria ayuda.
Así lo recogía ayer Vzglyad:
La naturaleza global de la segunda ola de la pandemia, así como la reanudación de los ataques de Ucrania no permiten a la República Popular de Donetsk solucionar el problema del coronavirus por sí sola, por lo que Rusia suministrará ayuda humanitaria a la RPD en octubre, según ha confirmado el líder de la República, Denis Pushilin.
Concretamente, según Pushilin, Rusia suministrará medicinas y material médico: material y reactivos para realizar pruebas PCR, equipos de protección personal, desinfectante, 30 respiradores, 75 aparatos de concentración de oxígeno y otro material por un valor total de 258 millones de rublos [más de 3 millones de dólares]. Así lo ha confirmado la Agencia de Noticias de Donetsk.
“Es una valiosa ayuda que llega en el momento justo para luchar contra la neumonía causada por el coronavirus. El apoyo de la fraternal Rusia nos permitirá contener la expansión de la epidemia y preservar las vidas y la salud de nuestros ciudadanos.
En nombre de los ciudadanos de la RPD, expreso mi profunda gratitud a las autoridades y a todo el pueblo de Rusia por no abandonarnos ante esta amenaza”, afirmó Pushilin, que añadió que la República presta atención especial al sistema de salud todo el año y que se ha asignado una cantidad significativa para la lucha contra el coronavirus. Pushilin apuntó también que los médicos de trabajan directamente con pacientes infectados reciben apoyo económico adicional.
Hasta el momento, la sanidad de la RPD, pese a las carencias que supone la guerra, el bloqueo y la pérdida de profesionales, que en muchos casos han buscado puestos de trabajo de mayor remuneración lejos de Donbass, fundamentalmente en Rusia, había respondido a los restos a los que se había enfrentado. Es más, ciertos medios estadounidenses habían llegado a calificar la sanidad gratuita que disfrutan los ciudadanos de las Repúblicas Populares como una herramienta de la guerra informativa. Sin embargo, el importante aumento del número de neumonías en las últimas semanas había hecho saltar las alarmas.
Según Naciones Unidas, el conflicto en Donbass es, de todos los conflictos bélicos actuales, el que más afecta a la población anciana. Con una población envejecida y un gran número de personas mayores, que no siempre tienen acceso a los servicios sanitarios, tanto Donetsk como Lugansk cuentan con una elevada población vulnerable al virus en un contexto de bloqueo económico, bancario y de transporte por parte de Ucrania y una dependencia prácticamente completa de Rusia, único apoyo real de la población de las Repúblicas Populares. La asistencia de otros países y organizaciones internacionales a la población de la RPD y la RPL sigue siendo limitada. Sin embargo, esta semana se ha anunciado que Rusia donará 20.000 pruebas rápidas que ayudarán a aumentar la capacidad de diagnóstico de las Repúblicas de Donbass.
Fuente: Slavyangrad