Resumen Latinoamericano, 27 de octubre de 2020.
Mientras se acercan las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos, el presidente Donald Trump tiene en su zapato una piedra que aún no se puede sacar: las encuestas le siguen siendo desfavorables.
Según la web de estadísticas FiveThirtyEight, el mandatario tiene apenas un 13 por ciento de posibilidades de ganar los comicios presidenciales, o sea, menos que las que hay de sacar un seis cuando se tira un dado.
Asimismo, el semanario británico The Economist reduce las probabilidades de Trump a renovar mandato al cinco por ciento.
Sin embargo, no se puede olvidar que el 8 de noviembre de 2016 ‑el día de los anteriores sufragios- The New York Times dio al magnate republicano un 15 por ciento de posibilidades de ganar.
FiveThirtyEight, un poco más prudente, redujo la proporción al 28,8; The Economist no quería emociones fuertes, y no entró, aquel año, en el juego.
Para el analista Pablo Pardo, las preguntas son evidentes: ¿va a pasar lo mismo en 2020? ¿captan las encuestas la intención de voto?
Pardo destaca que en las elecciones al Congreso de 2018, en las que el Partido Demócrata arrasó, acertaron al milímetro.
Pero Trump es imprevisible. Así que en este 2020 nadie se fía. Y, menos que nadie, los demócratas, apunta el estudioso.
‘Las encuestas me dan igual. También había un montón de encuestas la última vez, y no funcionaron’, dijo Barack Obama en un mitin en Philadelphia, la principal ciudad del estado de Pennsylvania.
En un reciente documento a su equipo, la directora de la campaña de Joe Biden, Jennifer O’Malley Dillon, pedía que ‘hagamos campaña como si fuéramos perdiendo’, porque ‘la mejor encuesta puede equivocarse’.
No se trata solo del precedente de 2016 sino, también, de los datos de 2020.
Por ejemplo: es cierto que Biden lleva el doble de ventaja respecto a Clinton a nivel nacional, es decir, alrededor de nueve puntos frente a 4,5.
Sin embargo, lo importante son los estados que pueden dar la victoria.
Y, cuando se tiene en cuenta esos territorios ‑Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Florida, Carolina del Norte y Arizona- Biden lleva 3,9 puntos de ventaja de media a Trump, según la media de la web RealClearPolitics.
El problema para el candidato demócrata es que Clinton ganaba por 3,5 puntos a estas alturas de las elecciones. Y perdió en todos y cada uno de esos estados.
Las empresas de estudios demoscópicos crearon la narrativa de que no se equivocaron en 2016, sino que, simplemente, estados que no se tenían como dudosos, se dieron la vuelta inesperadamente y fueron a favor de Trump.
Pero para Pardo esa idea es incierta puesto que esas empresas deberían haber detectado que Michigan, Pennsylvania y Wisconsin podían estar en disputa, y no lo hicieron.
Además, lisa y llanamente, cuando sondearon la intención de voto en esos territorios metieron la pata hasta el corvejón, resalta el comentarista.
En Wisconsin, todas y cada una de las 28 encuestas dieron a Clinton como ganadora.
En Michigan, solo uno de los 37 sondeos de opinión puso a Donald Trump por delante, aunque en ambos, ganó el actual presidente.
En el mercado de apuestas del Reino Unido, Biden tiene el 64,6 por ciento de probabilidades, y Trump el 35,4.
Sin embargo, los observadores insisten en que, por ahora, lo mejor es esperar a la madrugada del día 4, y mirar las encuestas con una pizca de escepticismo.
Fuente: Prensa Latina